Leo era un león africano que llegó hace 14 años al desaparecido Zoológico Nacional de El Salvador, después de tantos años en cautiverio su salud se deterioró, según la  Secretaría de Comunicaciones de El Salvador.

Las autoridades narraron que la tristeza se reflejaba en sus ojos y su poco peso; sin embargo siempre fue un guerrero.

Añadieron que todos los días luchaba contra varias enfermedades que le provoca pérdida de apetito y dolor.  "Eso no lo detuvo nunca: Leo siempre rugía  fuerte y mantenía su imponente pose, como todo un Rey de la Selva”, indican las autoridades salvadoreñas. 

Explicaron que Leo sufría de varias enfermedades, dos de ellas crónicas: insuficiencia renal y hepática, con las que ha luchado. Esa situación le provocaba pérdida de apetito. 

El último adiós 

Pero Leo recibía desde hace varios meses tratamiento por veterinarios de Vida Silvestre de Bienestar Animal de El Salvador, especialistas nacionales y extranjeros luego que  detectaron las afecciones.

Leo siempre estará en nuestros corazones. Aunque la falta de cuidados en más de una década pasaron factura nos queda la tranquilidad que desde que estuvo bajo nuestro cuidado y diagnosticamos las enfermedades crónicas, redoblamos esfuerzos y le dimos atención siempre", manifestó.