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Iniciarán búsqueda de parientes de Fernanda, la tortuga de Galápagos que se creía extinta

Estados Unidos, realizó estudios genéticos y la respectiva comparación del ADN con otro espécimen extraído de esa misma isla en 1906, por lo que se determinó que Fernanda pertenece a la especie "Chelonoidis phantasticus", la tortuga gigante de Fernandina.

Fotografía cedida por Galapagos Conservancy que muestra a la tortuga Fernanda. EFE/ Xavier Castro/Galápagos Conservancy
Agencia EFE
16 de septiembre, 2022

Por más de un siglo se consideró a su especie extinta, pero Fernanda, la única tortuga gigante de Fernandina conocida en el mundo, vive y podría haber más como ella, ocultas en una de las Islas Galápagos (Ecuador), donde una expedición científica saldrá a tratar de encontrarlas.

A la deshabitada y agreste isla Fernandina, la tercera más grande del archipiélago, que se encuentra a unos mil kilómetros de las costas continentales de Ecuador, esperan llegar con ese propósito científicos de la organización Galápagos Conservancy y guardaparques del Parque Nacional Galápagos.

Si el clima lo permite, los expertos partirán a finales de año a Fernandina cargados de optimismo pues tienen "evidencia que sugiere que, por lo menos, entre una y tres tortugas más están todavía en la isla", dijo a Efe Washington Tapia, director de la Galápagos Conservancy.

Hemos encontrado huellas, claramente de pata de tortuga, heces no muy antiguas, en sitios muy diferentes a donde encontramos a Fernanda", dijo en referencia al quelonio hallado en 2019.


La Universidad de Yale, en Estados Unidos, realizó estudios genéticos y la respectiva comparación del ADN con otro espécimen extraído de esa misma isla en 1906, por lo que se determinó que Fernanda pertenece a la especie "Chelonoidis phantasticus", la tortuga gigante de Fernandina.

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Hallazgo por casualidad

El hallazgo de Fernanda ocurrió, "de alguna manera, de casualidad", dijo Tapia al comentar que el último día de la expedición de 2019 y, tras varias horas por "kilómetros de lava horrible", llegaron a una zona donde se divisaba vegetación.

Allí encontraron heces viejas de tortugas, una "cama" donde había dormido una tortuga, y finalmente el guardaparque Jeffreys Málaga vio a Fernanda, un quelonio de "probablemente 80, 100 años, tal vez más", contó Tapia.

Presume que la tortuga se quedó encerrada en esa zona desde muy joven, y que la falta de alimento afectó su desarrollo pues pesaba 18,4 de los aproximadamente 30 kilos que corresponden a una hembra adulta tipo montura, y medía 54,3 centímetros de largo, cuando lo esperado oscila entre 60 y 65.

Fotografía cedida por Galapagos Conservancy que muestra a la tortuga Fernanda. EFE/ Xavier Castro/Galápagos Conservancy/

 

Cuidados especiales

Sometida a cuidados especiales en Santa Cruz, Fernanda pesa ahora casi 28 kilos y ha crecido unos tres milímetros. Es "muy sana", "no le gusta mucho la gente", y está aislada en un corral de seguridad sin acceso al público, donde recibe alimentación y agua, aunque no a diario, indicó.

Ello porque el Centro de Crianza del Parque Nacional Galápagos es una herramienta de conservación y no un zoológico, por lo que ofrecen a las tortugas las condiciones más naturales posibles para que no pierdan capacidad de buscar su propio alimento. "El plan no es que permanezcan toda la vida en cautiverio", señaló.

 

Iniciarán búsqueda de parientes de Fernanda, la tortuga de Galápagos que se creía extinta

Estados Unidos, realizó estudios genéticos y la respectiva comparación del ADN con otro espécimen extraído de esa misma isla en 1906, por lo que se determinó que Fernanda pertenece a la especie "Chelonoidis phantasticus", la tortuga gigante de Fernandina.

Fotografía cedida por Galapagos Conservancy que muestra a la tortuga Fernanda. EFE/ Xavier Castro/Galápagos Conservancy
Agencia EFE
16 de septiembre, 2022

Por más de un siglo se consideró a su especie extinta, pero Fernanda, la única tortuga gigante de Fernandina conocida en el mundo, vive y podría haber más como ella, ocultas en una de las Islas Galápagos (Ecuador), donde una expedición científica saldrá a tratar de encontrarlas.

A la deshabitada y agreste isla Fernandina, la tercera más grande del archipiélago, que se encuentra a unos mil kilómetros de las costas continentales de Ecuador, esperan llegar con ese propósito científicos de la organización Galápagos Conservancy y guardaparques del Parque Nacional Galápagos.

Si el clima lo permite, los expertos partirán a finales de año a Fernandina cargados de optimismo pues tienen "evidencia que sugiere que, por lo menos, entre una y tres tortugas más están todavía en la isla", dijo a Efe Washington Tapia, director de la Galápagos Conservancy.

Hemos encontrado huellas, claramente de pata de tortuga, heces no muy antiguas, en sitios muy diferentes a donde encontramos a Fernanda", dijo en referencia al quelonio hallado en 2019.


La Universidad de Yale, en Estados Unidos, realizó estudios genéticos y la respectiva comparación del ADN con otro espécimen extraído de esa misma isla en 1906, por lo que se determinó que Fernanda pertenece a la especie "Chelonoidis phantasticus", la tortuga gigante de Fernandina.

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Hallazgo por casualidad

El hallazgo de Fernanda ocurrió, "de alguna manera, de casualidad", dijo Tapia al comentar que el último día de la expedición de 2019 y, tras varias horas por "kilómetros de lava horrible", llegaron a una zona donde se divisaba vegetación.

Allí encontraron heces viejas de tortugas, una "cama" donde había dormido una tortuga, y finalmente el guardaparque Jeffreys Málaga vio a Fernanda, un quelonio de "probablemente 80, 100 años, tal vez más", contó Tapia.

Presume que la tortuga se quedó encerrada en esa zona desde muy joven, y que la falta de alimento afectó su desarrollo pues pesaba 18,4 de los aproximadamente 30 kilos que corresponden a una hembra adulta tipo montura, y medía 54,3 centímetros de largo, cuando lo esperado oscila entre 60 y 65.

Fotografía cedida por Galapagos Conservancy que muestra a la tortuga Fernanda. EFE/ Xavier Castro/Galápagos Conservancy/

 

Cuidados especiales

Sometida a cuidados especiales en Santa Cruz, Fernanda pesa ahora casi 28 kilos y ha crecido unos tres milímetros. Es "muy sana", "no le gusta mucho la gente", y está aislada en un corral de seguridad sin acceso al público, donde recibe alimentación y agua, aunque no a diario, indicó.

Ello porque el Centro de Crianza del Parque Nacional Galápagos es una herramienta de conservación y no un zoológico, por lo que ofrecen a las tortugas las condiciones más naturales posibles para que no pierdan capacidad de buscar su propio alimento. "El plan no es que permanezcan toda la vida en cautiverio", señaló.