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La mujer que se escondió del FBI en una casa abandonada, y ahora ha desaparecido

Luego de esconder sus crímenes por 20 años, y escapar del FBI por otros 20, Margarida Bonetti se ha convertido en una verdadera leyenda para la sociedad brasileña.

La casa en São Paulo donde Margarida Bonetti se escondió por 20 años para no ser capturada por las autoridades.
Isabela Pedraz
19 de julio, 2022

Por más de 20 años, Margarida y Renê Bonetti vivieron pacíficamente en un vecindario de Estados Unidos. Pero la cómoda vida acompañada de agradables sonrisas por parte de los brasileños escondía uno de los crímenes más atroces que un ser humano puede cometer.

Su viaje a Estados Unidos lo hicieron acompañados de Hilda, una sirvienta de quien se desconoce cómo paró en las manos de la pareja, pero llegó a ser tratada como esclava y prisionera por los Bonetti.

Lo intrigante de la historia sucede luego que la justicia alcanzó a los abusadores, o más bien cómo solamente René enfrentó las consecuencias legales de sus actos, mientras que Margarida escapó del FBI y se encerró en una mansión abandonada en Brasil. Su escondite era más popular de lo que ella esperaba, por lo que se llegó a crear la leyenda y conocer la historia de "La mujer de la casa abandonada".

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La historia de los Bonetti

La familia Bonetti es considerada noble en Brasil por la influencia que han tenido en la sociedad desde el Siglo XX. René Bonetti vivía con las comodidades de su adinerada familia cuando conoció a Margarida, descendiente de los barones de alcurnia del Siglo XIX. Luego de una adolescente relación, Margarida y René contrajeron matrimonio, dos familias de la alta esfera social brasileña uniéndose.

Renê y Margarida el día de su boda.

A pesar que en Brasil vivían cómodamente, en 1979 los Bonetti se mudaron a Maryland, Estados Unidos, por el trabajo de René. Junto con ellos viajó Hilda dos Santos, una señora de 40 años que les ayudaba con los labores de la casa.

Al llegar a Estados Unidos, la vida de los Bonetti se convirtió de ensueño, pero Hilda no podía estar en una peor pesadilla. Era tratada como una esclava por los Bonetti, quienes la abusaban verbal y físicamente para que realizara las tareas de la casa. Nomás llegaron a tierra norteamericana, ya no le daban salario y le quitaron el derecho a asistencia médica. Dormía en el sótano de la mansión Gaithersburg donde residían, y solo podía comer cuando los Bonetti decidían quitar el candado con el que mantenían cerrada la cocina.

A pesar que ya había pasado más de un siglo desde que Abraham Lincoln había ilegalizado y finalizado la esclavitud, los Bonetti no dejaron que las leyes y la sociedad los detuviera de abusar de su empleada doméstica.

Así pasaron 20 años, hasta que los Bonetti hicieron un corto viaje a Brasil. Hilda tomó la oportunidad de escapar y pidió ayuda a una vecina que encontró en el camino. Fue atendida por médicos y le dieron acceso a un abogado, que logró su libertad. Para que los Bonetti no volvieran a tomar posesión de ella, la alojaron en una iglesia hasta que lograron acomodarla lejos del infierno donde trabajaba.

Renê fue capturado por las autoridades estadounidenses, actualmente se encuentra libre por haber pagado su condena.

Al regresar, Margarida empacó sus maletas de nuevo y regresó a Brasil. La mujer no llegó a sufrir consecuencias legales por sus acciones ya que no se había registrado como ciudadana estadounidense, por lo que se encontraba más a salvo en Brasil donde autoridades de otras regiones no la podían arrestar y juzgar, sino que tendría que ser por medio de las autoridades brasileras. Al inicio, Margarida utilizó la excusa del fallecimiento de su padre para viajar a Brasil por el entierro, pero luego de este, no volvió a ser vista.

René no tuvo la misma suerte que su esposa, ya que fue encontrado antes de huir de Estados Unidos y lo arrestaron. Se había nacionalizado como estadounidense. Fue condenado a seis años y medio de prisión, junto con una indemnización de US$100,000 al estado estadounidense y US$110,000 a la víctima. Logró pagar su condena y en la actualidad trabaja para una empresa de tecnología estadounidense que brinda servicios a la NASA, mientras que su esposa Margarida sigue fugitiva.

La mujer de la casa abandonada

Margarida, al llegar a Brasil, se mudó a una mansión deshabitada en Higienópolis, uno de los barrios más ricos en São Paulo. Mientras que el resto de casas relucían y se modernizaban con los años, Margarida mantenía su casa cerrada y llena de enredaderas que le daban la imagen de estar abandonada. A pesar de sus mayores intentos, los vecinos estaban conscientes que la mujer se mantenía encerrada detrás de las cortinas.

Margarida llego ser confundida con un fantasma, una persona loca. Mientras todos decían que parecía padecer una enfermedad mental, su hermana Rosa comprobó lo contrario.

Según residentes del área, las pocas veces que fue avistada, Margarida estaba vestida por ropa desgastada y una crema blanca en el rostro para hacerse pasar por alguien de escasos recursos o una persona con problemas mentales.

Margarida llegó a aclarar en una ocasión que tenía una condición en la piel, por lo que mantenía su cara humectada con crema. Pero cada vez que era avistada, tenía el rostro lleno de crema, por lo que se concluyó que era para esconder su aspecto lo más sutil posible. Esto llegó a convertirla en un meme en las redes sociales, donde la gente utilizaba las fotografías de Margarida en su ventana con la cara pintada de blanco para hacer chistes, e incluso personas se vestían como ella para burlarse de su pálido rostro.

Con los años, las autoridades de Brasil ignoraron las órdenes del FBI de capturar a Margarida, pero la leyenda de “La mujer de la casa abandonada” se esparcía por el país e incluso se convirtió en un punto turístico donde personas llegaban para esperar a que Margarida se asomara por una de las ventanas o puertas.

Margarida fue avistada un par de veces con crema blanca cubriendo todo su rostro.

Pero la historia cobró relevancia en días recientes cuando un periodista brasilero realizó un podcast basado en una investigación realizada sobre Margarida y los Bonetti. Luego que el podcast se volviera viral, Margarida no volvió a ser vista por las ventanas y ya no se avistó ningún tipo de cambio o movimiento dentro del terreno de la casa.

Las autoridades se involucraron cuando se realizó un reporte por los perros de los Bonetti, que parecían estar en estado de abandono. La Policía Civil entró en el terreno y encontró que la mujer había desaparecido.

Tras confirmar que no se encontraba ningún rastro de Margarida, las autoridades abrieron una investigación el 5 de julio de 2022. Lograron entrar en contacto con la hermana de Margarida, Rosa Vicente de Azevedo, quien les comentó que la fugitiva había abandonado la vivienda luego que su situación se viralizó en el internet. 

Una de las otras causas de su huida silenciosa fue porque encontró un hoyo de bala en una ventana, lo que le hizo darse cuenta que su escondite ya no era seguro ante las autoridades, ni del público que se encontraba descontento con sus previas acciones.

Margarida dentro de la casa abandonada, donde acumulaba cosas en todas las habitaciones.

En la interrogación, Rosa también aclaró que Margarida se encontraba saludable física y mentalmente, a diferencia de los vecinos que constantemente contactaban a la policía para hacerles saber que “ahí había una persona que tiene problemas de salud mental, y que necesitaría ayuda”.

La investigación no ha logrado avanzar, en especial por la incongruencia de las declaraciones de los vecinos y personas que dicen haberla avistado en su ventana.

Algunos dicen que nunca la veían salir de casa y que Rosa era quien le llevaba la comida, otros confirman haberla visto recogiendo basura por el vecindario, mientras que pocos decían verla tirando excrementos por la ventana trasera. Los crímenes de los Bonetti son bien conocidos, pero la historia de Margarida es una llena de misterio, lo que la ha llegado a convertir en una cómica leyenda viviente.

 

La mujer que se escondió del FBI en una casa abandonada, y ahora ha desaparecido

Luego de esconder sus crímenes por 20 años, y escapar del FBI por otros 20, Margarida Bonetti se ha convertido en una verdadera leyenda para la sociedad brasileña.

La casa en São Paulo donde Margarida Bonetti se escondió por 20 años para no ser capturada por las autoridades.
Isabela Pedraz
19 de julio, 2022

Por más de 20 años, Margarida y Renê Bonetti vivieron pacíficamente en un vecindario de Estados Unidos. Pero la cómoda vida acompañada de agradables sonrisas por parte de los brasileños escondía uno de los crímenes más atroces que un ser humano puede cometer.

Su viaje a Estados Unidos lo hicieron acompañados de Hilda, una sirvienta de quien se desconoce cómo paró en las manos de la pareja, pero llegó a ser tratada como esclava y prisionera por los Bonetti.

Lo intrigante de la historia sucede luego que la justicia alcanzó a los abusadores, o más bien cómo solamente René enfrentó las consecuencias legales de sus actos, mientras que Margarida escapó del FBI y se encerró en una mansión abandonada en Brasil. Su escondite era más popular de lo que ella esperaba, por lo que se llegó a crear la leyenda y conocer la historia de "La mujer de la casa abandonada".

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La historia de los Bonetti

La familia Bonetti es considerada noble en Brasil por la influencia que han tenido en la sociedad desde el Siglo XX. René Bonetti vivía con las comodidades de su adinerada familia cuando conoció a Margarida, descendiente de los barones de alcurnia del Siglo XIX. Luego de una adolescente relación, Margarida y René contrajeron matrimonio, dos familias de la alta esfera social brasileña uniéndose.

Renê y Margarida el día de su boda.

A pesar que en Brasil vivían cómodamente, en 1979 los Bonetti se mudaron a Maryland, Estados Unidos, por el trabajo de René. Junto con ellos viajó Hilda dos Santos, una señora de 40 años que les ayudaba con los labores de la casa.

Al llegar a Estados Unidos, la vida de los Bonetti se convirtió de ensueño, pero Hilda no podía estar en una peor pesadilla. Era tratada como una esclava por los Bonetti, quienes la abusaban verbal y físicamente para que realizara las tareas de la casa. Nomás llegaron a tierra norteamericana, ya no le daban salario y le quitaron el derecho a asistencia médica. Dormía en el sótano de la mansión Gaithersburg donde residían, y solo podía comer cuando los Bonetti decidían quitar el candado con el que mantenían cerrada la cocina.

A pesar que ya había pasado más de un siglo desde que Abraham Lincoln había ilegalizado y finalizado la esclavitud, los Bonetti no dejaron que las leyes y la sociedad los detuviera de abusar de su empleada doméstica.

Así pasaron 20 años, hasta que los Bonetti hicieron un corto viaje a Brasil. Hilda tomó la oportunidad de escapar y pidió ayuda a una vecina que encontró en el camino. Fue atendida por médicos y le dieron acceso a un abogado, que logró su libertad. Para que los Bonetti no volvieran a tomar posesión de ella, la alojaron en una iglesia hasta que lograron acomodarla lejos del infierno donde trabajaba.

Renê fue capturado por las autoridades estadounidenses, actualmente se encuentra libre por haber pagado su condena.

Al regresar, Margarida empacó sus maletas de nuevo y regresó a Brasil. La mujer no llegó a sufrir consecuencias legales por sus acciones ya que no se había registrado como ciudadana estadounidense, por lo que se encontraba más a salvo en Brasil donde autoridades de otras regiones no la podían arrestar y juzgar, sino que tendría que ser por medio de las autoridades brasileras. Al inicio, Margarida utilizó la excusa del fallecimiento de su padre para viajar a Brasil por el entierro, pero luego de este, no volvió a ser vista.

René no tuvo la misma suerte que su esposa, ya que fue encontrado antes de huir de Estados Unidos y lo arrestaron. Se había nacionalizado como estadounidense. Fue condenado a seis años y medio de prisión, junto con una indemnización de US$100,000 al estado estadounidense y US$110,000 a la víctima. Logró pagar su condena y en la actualidad trabaja para una empresa de tecnología estadounidense que brinda servicios a la NASA, mientras que su esposa Margarida sigue fugitiva.

La mujer de la casa abandonada

Margarida, al llegar a Brasil, se mudó a una mansión deshabitada en Higienópolis, uno de los barrios más ricos en São Paulo. Mientras que el resto de casas relucían y se modernizaban con los años, Margarida mantenía su casa cerrada y llena de enredaderas que le daban la imagen de estar abandonada. A pesar de sus mayores intentos, los vecinos estaban conscientes que la mujer se mantenía encerrada detrás de las cortinas.

Margarida llego ser confundida con un fantasma, una persona loca. Mientras todos decían que parecía padecer una enfermedad mental, su hermana Rosa comprobó lo contrario.

Según residentes del área, las pocas veces que fue avistada, Margarida estaba vestida por ropa desgastada y una crema blanca en el rostro para hacerse pasar por alguien de escasos recursos o una persona con problemas mentales.

Margarida llegó a aclarar en una ocasión que tenía una condición en la piel, por lo que mantenía su cara humectada con crema. Pero cada vez que era avistada, tenía el rostro lleno de crema, por lo que se concluyó que era para esconder su aspecto lo más sutil posible. Esto llegó a convertirla en un meme en las redes sociales, donde la gente utilizaba las fotografías de Margarida en su ventana con la cara pintada de blanco para hacer chistes, e incluso personas se vestían como ella para burlarse de su pálido rostro.

Con los años, las autoridades de Brasil ignoraron las órdenes del FBI de capturar a Margarida, pero la leyenda de “La mujer de la casa abandonada” se esparcía por el país e incluso se convirtió en un punto turístico donde personas llegaban para esperar a que Margarida se asomara por una de las ventanas o puertas.

Margarida fue avistada un par de veces con crema blanca cubriendo todo su rostro.

Pero la historia cobró relevancia en días recientes cuando un periodista brasilero realizó un podcast basado en una investigación realizada sobre Margarida y los Bonetti. Luego que el podcast se volviera viral, Margarida no volvió a ser vista por las ventanas y ya no se avistó ningún tipo de cambio o movimiento dentro del terreno de la casa.

Las autoridades se involucraron cuando se realizó un reporte por los perros de los Bonetti, que parecían estar en estado de abandono. La Policía Civil entró en el terreno y encontró que la mujer había desaparecido.

Tras confirmar que no se encontraba ningún rastro de Margarida, las autoridades abrieron una investigación el 5 de julio de 2022. Lograron entrar en contacto con la hermana de Margarida, Rosa Vicente de Azevedo, quien les comentó que la fugitiva había abandonado la vivienda luego que su situación se viralizó en el internet. 

Una de las otras causas de su huida silenciosa fue porque encontró un hoyo de bala en una ventana, lo que le hizo darse cuenta que su escondite ya no era seguro ante las autoridades, ni del público que se encontraba descontento con sus previas acciones.

Margarida dentro de la casa abandonada, donde acumulaba cosas en todas las habitaciones.

En la interrogación, Rosa también aclaró que Margarida se encontraba saludable física y mentalmente, a diferencia de los vecinos que constantemente contactaban a la policía para hacerles saber que “ahí había una persona que tiene problemas de salud mental, y que necesitaría ayuda”.

La investigación no ha logrado avanzar, en especial por la incongruencia de las declaraciones de los vecinos y personas que dicen haberla avistado en su ventana.

Algunos dicen que nunca la veían salir de casa y que Rosa era quien le llevaba la comida, otros confirman haberla visto recogiendo basura por el vecindario, mientras que pocos decían verla tirando excrementos por la ventana trasera. Los crímenes de los Bonetti son bien conocidos, pero la historia de Margarida es una llena de misterio, lo que la ha llegado a convertir en una cómica leyenda viviente.