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Las implicaciones de la relación entre Brasil y el régimen de Maduro para América Latina

El abierto apoyo de Lula Da Silva a Nicolás Maduro generó una lluvia de críticas por parte de distintos mandatarios en la región, una relación que despierta un gran interés en toda América Latina.

Lluvia de críticas hacia Lula Da Silva por su apoyo al régimen de Venezuela.
Noris Argotte Soto
02 de junio, 2023

La relación entre el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y Nicolás Maduro ha despertado un gran interés y generado repercusiones en toda América Latina. Esta estrecha relación entre dos líderes políticos de renombre en la región plantea implicaciones significativas tanto a nivel nacional como regional.

En enero, Lula, quien asumió un tercer mandato, restableció los lazos diplomáticos con el gobierno de Maduro, quien no fue reconocido como presidente por el exmandatario Jair Bolsonaro (2019-2022). El pasado lunes, el líder socialista recibió con honores a su homólogo venezolano y ambos anunciaron el inicio de una "nueva era" en las relaciones entre sus naciones.

Desde su liberación de prisión en 2019, Lula Da Silva ha desempeñado un papel destacado en la escena política brasileña y ha manifestado su apoyo a Maduro en varias ocasiones. La relación entre ambos líderes se ha fortalecido a lo largo de los años, compartiendo una ideología política similar y una visión crítica hacia ciertas políticas internacionales, especialmente en lo que respecta a Estados Unidos y sus aliados en la región.

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En primer lugar, la relación entre Maduro y Lula Da Silva tiene implicaciones directas para Venezuela. La influencia de Lula, quien gobernó Brasil durante dos mandatos exitosos, podría brindar respaldo político y diplomático a Maduro en medio de la creciente presión internacional sobre su gobierno. Lula ha defendido la legitimidad de Maduro y ha criticado las sanciones internacionales impuestas a Venezuela, argumentando que socavan la soberanía del país.

Además, la relación entre ambos líderes podría tener un impacto en la situación política interna de Brasil. Algunos sectores de la sociedad brasileña consideran que Maduro ha erosionado la democracia y los derechos humanos en Venezuela, y podrían ver esta relación como una señal preocupante en términos de la política exterior de Lula.

Es importante señalar que la relación entre Maduro y Lula Da Silva ha generado división y controversia en América Latina. Varios países de la región han adoptado una postura crítica hacia Maduro y en su momento respaldaron al líder opositor Juan Guaidó durante su interinato en Venezuela. Esto ha llevado a una polarización en la región y ha generado tensiones diplomáticas entre los países que apoyan a Maduro y los que no.

La cumbre regional finalizó con una lluvia de críticas dirigidas a Maduro

Entre los mandatarios que criticaron el recibimiento que el presidente Lula Da Silva le dio a Maduro en la cumbre regional del pasado lunes, destaca el presidente de Chile, Gabriel Boric. Este último aseguró que la realidad de Venezuela no puede ocultarse, especialmente considerando que Chile es uno de los países receptores de la diáspora venezolana que huye de la profunda crisis en su país.

 

"He tenido la oportunidad de presenciar esa realidad en los ojos y en el sufrimiento de cientos de miles de venezolanos que hoy en día se encuentran en nuestra patria y que también exigen una posición firme y clara", expresó Boric.

Boric adoptó una postura crítica hacia Maduro, a pesar de compartir una tendencia izquierdista. Especialmente hizo hincapié en la situación de los derechos humanos en Venezuela. "Esto no puede significar ocultar o ignorar temas que consideramos principios importantes", añadió en relación a este asunto.

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, también reaccionó de forma contundente rechazando el respaldo de Lula Da Silva hacia Maduro.

Además, organizaciones defensoras de los derechos humanos como Veppex (Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio) han expresado su rechazo a la visita de Maduro a Brasil e incluso han declarado a Lula Da Silva como persona non grata tras la reunión bilateral entre ambos líderes.

En un comunicado publicado por la organización, califican las declaraciones emitidas por el mandatario brasileño, en las que afirma que "la situación en Venezuela ha mejorado y que todo es producto de una narrativa negativa en contra de Maduro", como una "absoluta aberración".

"La presión de América Latina sobre el régimen de Maduro continuará"

Sobre este tema, el profesor de la Universidad Central de Venezuela, historiador y analista político, Pedro Benítez, aseguró a República que "considerando las posturas ya conocidas del expresidente de Chile, Boric, y del presidente de Uruguay, Lacalle Pou, y teniendo en cuenta también la agitación política que ha surgido en Brasil, donde incluso la Cámara de Diputados se ha pronunciado, se puede afirmar que la presión sobre el régimen de Maduro para que modifique su comportamiento y permita una apertura democrática en Venezuela continuará".

Sin embargo, señaló que habrá cambios en la forma de abordar la crisis venezolana. "Habrá cambios en el método y en la forma de abordar esta situación. Ya no estamos en la etapa del Grupo de Lima ni en la estrategia del año 2009 de acercamiento y máxima presión externa, como se le denominó en su momento. Al parecer, esta política ha fracasado y parece que todos los líderes de la región están de acuerdo en ello".

"No obstante, eso no quita el hecho de que Maduro siga siendo considerado como un dictador y su régimen continúe violando sistemáticamente los derechos humanos para mantenerse en el poder. Los líderes de la región actúan en consecuencia", puntualizó.

"Tendremos que ver cuál será el siguiente paso que dará Lula en este sentido. Más que un líder regional que busca unir a todos en torno a valores democráticos comunes, parece que se ha posicionado claramente a favor de Maduro. Sin embargo, debemos tener en cuenta que Brasil es un país bastante dividido, donde Lula tiene a la mitad del país en su contra, incluyendo a una parte del electorado, no solo debido a los resultados electorales de la elección contra Bolsonaro, sino también según indican las encuestas y la composición del Congreso y el poder político de los estados, especialmente en el sur del país, donde se concentra la columna industrial y la mayor parte de la población".

En conclusión, la relación entre Maduro y Lula Da Silva tiene implicaciones significativas para América Latina. Su estrecha conexión política y el respaldo mutuo plantean desafíos y oportunidades tanto para Venezuela como para Brasil, así como para la dinámica política regional en su conjunto. El impacto a largo plazo de esta relación aún está por verse, pero sin duda continúa generando debates y discusiones en toda la región.

Las implicaciones de la relación entre Brasil y el régimen de Maduro para América Latina

El abierto apoyo de Lula Da Silva a Nicolás Maduro generó una lluvia de críticas por parte de distintos mandatarios en la región, una relación que despierta un gran interés en toda América Latina.

Lluvia de críticas hacia Lula Da Silva por su apoyo al régimen de Venezuela.
Noris Argotte Soto
02 de junio, 2023

La relación entre el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y Nicolás Maduro ha despertado un gran interés y generado repercusiones en toda América Latina. Esta estrecha relación entre dos líderes políticos de renombre en la región plantea implicaciones significativas tanto a nivel nacional como regional.

En enero, Lula, quien asumió un tercer mandato, restableció los lazos diplomáticos con el gobierno de Maduro, quien no fue reconocido como presidente por el exmandatario Jair Bolsonaro (2019-2022). El pasado lunes, el líder socialista recibió con honores a su homólogo venezolano y ambos anunciaron el inicio de una "nueva era" en las relaciones entre sus naciones.

Desde su liberación de prisión en 2019, Lula Da Silva ha desempeñado un papel destacado en la escena política brasileña y ha manifestado su apoyo a Maduro en varias ocasiones. La relación entre ambos líderes se ha fortalecido a lo largo de los años, compartiendo una ideología política similar y una visión crítica hacia ciertas políticas internacionales, especialmente en lo que respecta a Estados Unidos y sus aliados en la región.

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En primer lugar, la relación entre Maduro y Lula Da Silva tiene implicaciones directas para Venezuela. La influencia de Lula, quien gobernó Brasil durante dos mandatos exitosos, podría brindar respaldo político y diplomático a Maduro en medio de la creciente presión internacional sobre su gobierno. Lula ha defendido la legitimidad de Maduro y ha criticado las sanciones internacionales impuestas a Venezuela, argumentando que socavan la soberanía del país.

Además, la relación entre ambos líderes podría tener un impacto en la situación política interna de Brasil. Algunos sectores de la sociedad brasileña consideran que Maduro ha erosionado la democracia y los derechos humanos en Venezuela, y podrían ver esta relación como una señal preocupante en términos de la política exterior de Lula.

Es importante señalar que la relación entre Maduro y Lula Da Silva ha generado división y controversia en América Latina. Varios países de la región han adoptado una postura crítica hacia Maduro y en su momento respaldaron al líder opositor Juan Guaidó durante su interinato en Venezuela. Esto ha llevado a una polarización en la región y ha generado tensiones diplomáticas entre los países que apoyan a Maduro y los que no.

La cumbre regional finalizó con una lluvia de críticas dirigidas a Maduro

Entre los mandatarios que criticaron el recibimiento que el presidente Lula Da Silva le dio a Maduro en la cumbre regional del pasado lunes, destaca el presidente de Chile, Gabriel Boric. Este último aseguró que la realidad de Venezuela no puede ocultarse, especialmente considerando que Chile es uno de los países receptores de la diáspora venezolana que huye de la profunda crisis en su país.

 

"He tenido la oportunidad de presenciar esa realidad en los ojos y en el sufrimiento de cientos de miles de venezolanos que hoy en día se encuentran en nuestra patria y que también exigen una posición firme y clara", expresó Boric.

Boric adoptó una postura crítica hacia Maduro, a pesar de compartir una tendencia izquierdista. Especialmente hizo hincapié en la situación de los derechos humanos en Venezuela. "Esto no puede significar ocultar o ignorar temas que consideramos principios importantes", añadió en relación a este asunto.

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, también reaccionó de forma contundente rechazando el respaldo de Lula Da Silva hacia Maduro.

Además, organizaciones defensoras de los derechos humanos como Veppex (Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio) han expresado su rechazo a la visita de Maduro a Brasil e incluso han declarado a Lula Da Silva como persona non grata tras la reunión bilateral entre ambos líderes.

En un comunicado publicado por la organización, califican las declaraciones emitidas por el mandatario brasileño, en las que afirma que "la situación en Venezuela ha mejorado y que todo es producto de una narrativa negativa en contra de Maduro", como una "absoluta aberración".

"La presión de América Latina sobre el régimen de Maduro continuará"

Sobre este tema, el profesor de la Universidad Central de Venezuela, historiador y analista político, Pedro Benítez, aseguró a República que "considerando las posturas ya conocidas del expresidente de Chile, Boric, y del presidente de Uruguay, Lacalle Pou, y teniendo en cuenta también la agitación política que ha surgido en Brasil, donde incluso la Cámara de Diputados se ha pronunciado, se puede afirmar que la presión sobre el régimen de Maduro para que modifique su comportamiento y permita una apertura democrática en Venezuela continuará".

Sin embargo, señaló que habrá cambios en la forma de abordar la crisis venezolana. "Habrá cambios en el método y en la forma de abordar esta situación. Ya no estamos en la etapa del Grupo de Lima ni en la estrategia del año 2009 de acercamiento y máxima presión externa, como se le denominó en su momento. Al parecer, esta política ha fracasado y parece que todos los líderes de la región están de acuerdo en ello".

"No obstante, eso no quita el hecho de que Maduro siga siendo considerado como un dictador y su régimen continúe violando sistemáticamente los derechos humanos para mantenerse en el poder. Los líderes de la región actúan en consecuencia", puntualizó.

"Tendremos que ver cuál será el siguiente paso que dará Lula en este sentido. Más que un líder regional que busca unir a todos en torno a valores democráticos comunes, parece que se ha posicionado claramente a favor de Maduro. Sin embargo, debemos tener en cuenta que Brasil es un país bastante dividido, donde Lula tiene a la mitad del país en su contra, incluyendo a una parte del electorado, no solo debido a los resultados electorales de la elección contra Bolsonaro, sino también según indican las encuestas y la composición del Congreso y el poder político de los estados, especialmente en el sur del país, donde se concentra la columna industrial y la mayor parte de la población".

En conclusión, la relación entre Maduro y Lula Da Silva tiene implicaciones significativas para América Latina. Su estrecha conexión política y el respaldo mutuo plantean desafíos y oportunidades tanto para Venezuela como para Brasil, así como para la dinámica política regional en su conjunto. El impacto a largo plazo de esta relación aún está por verse, pero sin duda continúa generando debates y discusiones en toda la región.