Hace más de una década aproximadamente, ocurrió un incidente que motivó a prohibir abordar a los aviones ciertas clases de líquidos. Se trata de un impactante complot terrorista ocurrido en el año 2006, el detonante que dio pie a esta ley por medidas de seguridad.

Todo sucedió dentro de una operación de vigilancia entre MI5 y la policía de Londres, denominada Operación Overt, en la que se dio a conocer una información revelada por el antiguo director de la división HUMINT de la CIA de Estados Unidos, Steve Hersem.

Este suceso fue de tal magnitud que las declaraciones reveladas por Steve Hersem fueron llevadas a las pantallas por Netflix y se recogen en una serie transmitida bajo el nombre de Terrorism Close Calls.

La explicación a esta medida

Expertos en inteligencia rastrearon el equipaje de un terrorista llamado, Abdulla Ahmed Ali -quien se disponía a regresar al Reino Unido- y hallaron en sus maletas una bebida elaborada con polvo naranja y muchas baterías. Las autoridades se dieron cuenta cómo creaba un agujero en la botella para que pareciera que estaba sin abrir, a pesar de que lo que contenía era líquido explosivo.

Además, la investigación incluyó vigilancia secreta que sacó a la luz la existencia de un laboratorio de bombas y se descubrió la identidad de sus cómplices. Se reveló el plan de los terroristas en el que se incluían ataques con explosivos en siete aviones que viajaban de Londres a América del Norte, empleando un líquido derivado de peróxido de hidrógeno en los aviones.

Por este motivo, varios gobiernos, incluidos el británico y el estadounidense; actuaron aplicando medidas y prohibieron ingresar a los aviones con grandes cantidades de líquidos, causa por la que las aerolíneas prohíben recipientes con capacidad superior a los 100 ml, ya que ésta presentación no contiene suficiente líquido para provocar explosiones. 

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) hace la referencia de que los líquidos deben estar también contenidos a su vez, en una bolsa de plástico transparente y que no supere 1 litro, no más de ésa cantidad.

A excepción de que el pasajero tenga que portar durante el viaje algún líquido por requerimientos médicos o de dietas especiales, la recomendación es que lleve consigo el récipe médico o la constancia de su condición particular.

El uso de botellas con agua en Estados Unidos

En el caso de los Estados Unidos, la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), una agencia del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos encargada de gestionar sistemas de seguridad en los aeropuertos, cuando se trata de botellas de agua, permite abordar con ellas al avión. 

Llevar una botella de agua en un avión en realidad no es un problema. Sin embargo, hay instrucciones especiales a seguir, como lo es pasar por la seguridad de la TSA, lo cual, implica el primer paso a seguir para abordar al avión con la botella.

Después de que sus artículos y equipaje de mano hayan pasado por seguridad, puede llenarse la botella de agua en una estación de recarga cercana.

Es posible que la persona presente una botella de agua llena al control de seguridad, pero en este caso, un agente de seguridad simplemente hará que sea desechado el líquido antes de que pase por el punto de control. Una vez que todo ha sido chequeado, la botella puede volver a ser llenada.

Queda entonces claro que, las medidas de regulación y prohibición para realizar el abordaje con botellas llenas de agua al avión, depende directamente de la normativa establecida en cada aeropuerto de diferentes países. Sin embargo, acá se señalan las indicaciones básicas dadas por algunos aeropuertos, de manera que, antes de disponerse a subir al avión, tome las previsiones necesarias y viaje sin problemas.