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Qué hay detrás del avión iraní relacionado con Venezuela y retenido en Argentina

Uno de los 19 integrantes de la tripulación es el iraní Gholamreza Gashemi, igual nombre que un miembro de las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, definida como organización terrorista.

El avión fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y ahora le pertenece a Emtrasur, filial de una red de aerolíneas de Venezuela, con sanciones por parte de EE. UU.
Viviana Mutz
17 de junio, 2022

En manos de la justicia argentina está aclarar el caso del avión venezolano-iraní retenido en el aeropuerto de Buenos Aires y la posible vinculación de los cinco iraníes y 14 venezolanos que son parte de la tripulación con una organización terrorista. 

El avión en cuestión, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

La aeronave ingresó en Argentina el 6 de junio procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza, desde donde el miércoles despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque el país vecino inhabilitó su aterrizaje. Mientras que en Argentina, las petroleras no cargan combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos.

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Uno de los miembros de la tripulación, el iraní Gholamreza Gashemi, tiene el mismo nombre que un miembro de las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, definida por Estados Unidos como una organización terrorista.

Hasta ahora, la Justicia retiró los pasaportes de los 19 miembros de la tripulación, impidiendo su salida del país, e incautó el avión para obtener más datos sobre qué hacían estas personas en Buenos Aires.

Gobierno argentino: "Es una novela periodística"

La portavoz presidencial de Argentina, Gabriela Cerruti, acusó a los medios de comunicación de construir una "novela periodística" en torno a este caso, en un país que sufrió dos atentados terroristas en la década del 90 -a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a la embajada de Israel en Buenos Aires- que la Justicia local relaciona con personas poderosas de Irán y el grupo Hezbolá.

"A veces la novela periodística pasa los límites de lo razonable, tratándose de un país que sigue reclamando el esclarecimiento de los atentados sucedidos en su territorio, pero más allá de esta sensibilidad, que entendemos, el resto forma parte de la novela que cada periodista o cada medio quiera hacer", manifestó.

Elisa Trotta, la representante en Argentina del líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó, reiteró que Conviasa está sancionado por EE. UU. desde 2020 y Mahan Air desde 2011. Incluso, durante el Gobierno de Alberto Fernández, en tres ocasiones el Departamento del Tesoro retieró sanciones con la aerolínea iraní", afirmó Trotta, en Twitter. 

¿Tráfico de armamento?

La embajada de Israel en Argentina, mostró su particular preocupación por la actividad de las compañías aéreas iraníes Mahan Air y Qeshm Fars Air en América Latina, empresas que se dedican al tráfico de armamento y al traslado de personas y equipos que operan para la Fuerza Quds", señaló en un comunicado.

Asimismo, reconoció la "'postura firme'" de Argentina  y el accionar rápido que permitió identificar el tiempo real la amenaza potencial. "Constituye un mensaje importante a Teherán para que no vuelva a intentar actuar en suelo argentino ni en ningún otro país de la región", agregó.

La versión de los tripulantes del vuelo sospechoso

Con un documento secreto y preparado por un abogado, los 12 venezolanos que integran la tripulación del avión retenido en Ezeiza se defendieron de las acusaciones en su contra en Argentina. Asimismo que la tripulacion y la empresa Emtrasur son "víctimas de ataques de propaganda sin argumento".

En el pronunciamiento de seis páginas sostienen que la Fiscalía no les acusó de ningún delito y que abrió causa sin saber lo que estaba investigado. También dan su respaldo a los iraníes afirmando: "enseñaban a a tripular el Boeing". Se trata de la misma versión de la 

Mencionaron que el avión de carga lo adquirió en enero pasado la empresa venezolana Conviasa a Mahar Air, con vínculos con el terrorismo. La versión es la misma que dio el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia en Argentina, Agustín Rossi, quien sostuvo que los iraníes eran "instructores" y ayudaban en cómo pilotear la aeronave. 

¿Quién los contrató?

El vuelo que provenía de Querétaro, dicen los venezolanos, "se contrató para llevar autopartes de la empresa Volkswagen a Buenos Aires. No fue contratada la empresa sola sino que dos empresas más llevaron autopartes a la Argentina, en conjunto". 

Los venezolanos afirmaron que "la entrega fue en tiempo y forma para que la fábrica argentina no tenga que parar su producción en Argentina. 

También hacen referencia en la cantidad de tripulantes, por los señalamientos de que es una comitiva numerosa para ser un avión de carga, que viaja con no más de seis personas.

No obstante, aseguraron que los pilotos iraníes que volaron esa nave en 1986, ahora capacitan a la tripulación venezolana, cruzando fronteras sin inconvenientes, aunque no suelen ser los vuelos regulares para capacitar a tripulaciones. 

El piloto experto en transporte de armas

El iraní Gholamreza Ghasemi es un importante directivo de la red de aerolíneas que Irán utiliza para el transporte de pasajeros y material bélico.

Según una fuente de inteligencia consultada por Infobae, el avión sospechoso sigue siendo iraní y sin el traspaso legal definitivo a Venezuela, aseguró el experto en investigaciones de actividades terroristas en Medio Oriente y sus ramas en el mundo. 

"Se sabe desde hace mucho tiempo que la IRGC, la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, tiene una división especial para el traslado de armas y agentes a sus puntos de intereses político-militares”, dijo en referencia a la Unidad 190 de las Fuerzas Quds.

Esta gente opera varias líneas aéreas con nombres que van cambiando mientras arman y desarman empresas para tapar las operaciones militares que realizan con esos aviones supuestamente civiles. Pero los aviones siguen siendo los mismos. El Boeing que tienen ustedes ahí en Ezeiza es muy antiguo, tiene 36 años de uso y voló para diferentes aerolíneas que maneja el IRGC”, explicó el experto.

Explicó que para evitar las sanciones internacionales contra estas aerolíneas iraníes controladas por el IRGC, se asocian con empresas de otros países y compran o venden sus aparatos para poder operar con otra bandera que no sea la iraní. De tal cuenta es que el hecho de tener otra bandera, en este caso la venezolana, les permite operar en un número mucho más grande de países, bajo esa condición es que aterrizó en Argentina.

El piloto del Boeing varado en Buenos Aires, el capitán Gholamreza Ghasemi (también aparece nombrado en informes de inteligencia como Qhasemi), fue el CEO de Iranian Naft Airlines. 

El gobierno argentino asegura que se confunde a Ghasemi con un homónimo, pero las fotos de ese momento del directivo de la aerolínea ligada al IRGC coinciden con las del pasaporte incautado en Ezeiza. Se lo puede reconocer a Ghasemi en las diferentes imágenes por una característica que lo muestra como una persona sumamente religiosa. Aparece con una mancha negra en la frente, que comparten los musulmanes shiítas que en la prosternación golpean su frente en una piedra de Karbalá durante los cinco rezos diarios.

En 2018, Ghasemi piloteó el vuelo que Irán utilizó para “enviar sistemas de armamento a su aliado el Hezbollah de El Líbano”, concluyó. 

Con información de Efe, Clarín e Infobae.

 

 

 

 

 

 

 

Qué hay detrás del avión iraní relacionado con Venezuela y retenido en Argentina

Uno de los 19 integrantes de la tripulación es el iraní Gholamreza Gashemi, igual nombre que un miembro de las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, definida como organización terrorista.

El avión fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y ahora le pertenece a Emtrasur, filial de una red de aerolíneas de Venezuela, con sanciones por parte de EE. UU.
Viviana Mutz
17 de junio, 2022

En manos de la justicia argentina está aclarar el caso del avión venezolano-iraní retenido en el aeropuerto de Buenos Aires y la posible vinculación de los cinco iraníes y 14 venezolanos que son parte de la tripulación con una organización terrorista. 

El avión en cuestión, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

La aeronave ingresó en Argentina el 6 de junio procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza, desde donde el miércoles despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque el país vecino inhabilitó su aterrizaje. Mientras que en Argentina, las petroleras no cargan combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos.

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Uno de los miembros de la tripulación, el iraní Gholamreza Gashemi, tiene el mismo nombre que un miembro de las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, definida por Estados Unidos como una organización terrorista.

Hasta ahora, la Justicia retiró los pasaportes de los 19 miembros de la tripulación, impidiendo su salida del país, e incautó el avión para obtener más datos sobre qué hacían estas personas en Buenos Aires.

Gobierno argentino: "Es una novela periodística"

La portavoz presidencial de Argentina, Gabriela Cerruti, acusó a los medios de comunicación de construir una "novela periodística" en torno a este caso, en un país que sufrió dos atentados terroristas en la década del 90 -a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a la embajada de Israel en Buenos Aires- que la Justicia local relaciona con personas poderosas de Irán y el grupo Hezbolá.

"A veces la novela periodística pasa los límites de lo razonable, tratándose de un país que sigue reclamando el esclarecimiento de los atentados sucedidos en su territorio, pero más allá de esta sensibilidad, que entendemos, el resto forma parte de la novela que cada periodista o cada medio quiera hacer", manifestó.

Elisa Trotta, la representante en Argentina del líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó, reiteró que Conviasa está sancionado por EE. UU. desde 2020 y Mahan Air desde 2011. Incluso, durante el Gobierno de Alberto Fernández, en tres ocasiones el Departamento del Tesoro retieró sanciones con la aerolínea iraní", afirmó Trotta, en Twitter. 

¿Tráfico de armamento?

La embajada de Israel en Argentina, mostró su particular preocupación por la actividad de las compañías aéreas iraníes Mahan Air y Qeshm Fars Air en América Latina, empresas que se dedican al tráfico de armamento y al traslado de personas y equipos que operan para la Fuerza Quds", señaló en un comunicado.

Asimismo, reconoció la "'postura firme'" de Argentina  y el accionar rápido que permitió identificar el tiempo real la amenaza potencial. "Constituye un mensaje importante a Teherán para que no vuelva a intentar actuar en suelo argentino ni en ningún otro país de la región", agregó.

La versión de los tripulantes del vuelo sospechoso

Con un documento secreto y preparado por un abogado, los 12 venezolanos que integran la tripulación del avión retenido en Ezeiza se defendieron de las acusaciones en su contra en Argentina. Asimismo que la tripulacion y la empresa Emtrasur son "víctimas de ataques de propaganda sin argumento".

En el pronunciamiento de seis páginas sostienen que la Fiscalía no les acusó de ningún delito y que abrió causa sin saber lo que estaba investigado. También dan su respaldo a los iraníes afirmando: "enseñaban a a tripular el Boeing". Se trata de la misma versión de la 

Mencionaron que el avión de carga lo adquirió en enero pasado la empresa venezolana Conviasa a Mahar Air, con vínculos con el terrorismo. La versión es la misma que dio el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia en Argentina, Agustín Rossi, quien sostuvo que los iraníes eran "instructores" y ayudaban en cómo pilotear la aeronave. 

¿Quién los contrató?

El vuelo que provenía de Querétaro, dicen los venezolanos, "se contrató para llevar autopartes de la empresa Volkswagen a Buenos Aires. No fue contratada la empresa sola sino que dos empresas más llevaron autopartes a la Argentina, en conjunto". 

Los venezolanos afirmaron que "la entrega fue en tiempo y forma para que la fábrica argentina no tenga que parar su producción en Argentina. 

También hacen referencia en la cantidad de tripulantes, por los señalamientos de que es una comitiva numerosa para ser un avión de carga, que viaja con no más de seis personas.

No obstante, aseguraron que los pilotos iraníes que volaron esa nave en 1986, ahora capacitan a la tripulación venezolana, cruzando fronteras sin inconvenientes, aunque no suelen ser los vuelos regulares para capacitar a tripulaciones. 

El piloto experto en transporte de armas

El iraní Gholamreza Ghasemi es un importante directivo de la red de aerolíneas que Irán utiliza para el transporte de pasajeros y material bélico.

Según una fuente de inteligencia consultada por Infobae, el avión sospechoso sigue siendo iraní y sin el traspaso legal definitivo a Venezuela, aseguró el experto en investigaciones de actividades terroristas en Medio Oriente y sus ramas en el mundo. 

"Se sabe desde hace mucho tiempo que la IRGC, la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, tiene una división especial para el traslado de armas y agentes a sus puntos de intereses político-militares”, dijo en referencia a la Unidad 190 de las Fuerzas Quds.

Esta gente opera varias líneas aéreas con nombres que van cambiando mientras arman y desarman empresas para tapar las operaciones militares que realizan con esos aviones supuestamente civiles. Pero los aviones siguen siendo los mismos. El Boeing que tienen ustedes ahí en Ezeiza es muy antiguo, tiene 36 años de uso y voló para diferentes aerolíneas que maneja el IRGC”, explicó el experto.

Explicó que para evitar las sanciones internacionales contra estas aerolíneas iraníes controladas por el IRGC, se asocian con empresas de otros países y compran o venden sus aparatos para poder operar con otra bandera que no sea la iraní. De tal cuenta es que el hecho de tener otra bandera, en este caso la venezolana, les permite operar en un número mucho más grande de países, bajo esa condición es que aterrizó en Argentina.

El piloto del Boeing varado en Buenos Aires, el capitán Gholamreza Ghasemi (también aparece nombrado en informes de inteligencia como Qhasemi), fue el CEO de Iranian Naft Airlines. 

El gobierno argentino asegura que se confunde a Ghasemi con un homónimo, pero las fotos de ese momento del directivo de la aerolínea ligada al IRGC coinciden con las del pasaporte incautado en Ezeiza. Se lo puede reconocer a Ghasemi en las diferentes imágenes por una característica que lo muestra como una persona sumamente religiosa. Aparece con una mancha negra en la frente, que comparten los musulmanes shiítas que en la prosternación golpean su frente en una piedra de Karbalá durante los cinco rezos diarios.

En 2018, Ghasemi piloteó el vuelo que Irán utilizó para “enviar sistemas de armamento a su aliado el Hezbollah de El Líbano”, concluyó. 

Con información de Efe, Clarín e Infobae.