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Qué pasará con la Constitución de Chile y su plebiscito este 4 de septiembre

El proyecto de la nueva Constitución ocurre tres años después de que se originó la iniciativa y con una baja aprobación ciudadana. 

Redacción
04 de septiembre, 2022

Aprobar o rechazar la Carta Magna propuesta en Chile, luego del estallido social de 2019, será la decisión que deberá tomar ese país el próximo 4 de septiembre, ahora que la Convención que redactó la nueva Constitución ya entregó un ejemplar del texto y la nación se encamina hacia un obligatorio plebiscito. 

Ocurre tres años después del surgimiento de la iniciativa y con una baja aprobación ciudadana, según recientes sondeos, el último publicado este martes 5 de julio por la encuestadora Criteria.

El texto que consta de 178 páginas, 388 artículos y 54 normas transitorias, también lleva la desaprobación de la población por el trabajo de la convención, que inició su labor el 4 julio de 2021, un año después de que se aprobara redactar la nueva Constitución y cuando el país lo dirigía Sebastián Piñera. 

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El presidente Gabriel Boric, durante el acto de entrega afirmó: "en el momento de la crisis más profunda política, institucional y social que ha vivido nuestra patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos". 

Dos meses es el plazo que tendrán los chilenos para decidir en un referéndum la propuesta: si aceptan el proyecto de Constitución o si optan por mantener la actual, herencia de Augusto Pinochet.

Julieta Suárez-Cao, politóloga de la Universidad de Chile consideró que la propuesta es “muy innovadora” y se aleja de lo que fueron “las constituciones latinoamericanas de principios de siglo, que concentraban mucho poder en el Ejecutivo”. Asimismo, que logra “fortalecer el Congreso y dar voz a las regiones”.

También que el derecho al aborto, crear un sistema de seguridad social o más autonomía para los pueblos indígenas son algunas de las propuestas más innovadoras, aplaudido por el ala progresista pero señalado de "indigenista" por los grupos conservadores.

El 57% de desaprobación

La encuestadora Criteria indicó que un 57% de la población desaprueba el trabajo de la convención y solo un 28% está satisfecho con la labor del órgano, "una baja aprobación, pero claramente superior a la de otras instituciones de representación popular como la Cámara y el Senado", indicó el informe.

Cifra similares arrojó el lunes el sondeo Cadem, que señaló que el 58% confiaba "poco o nada" en la convención, o el sondeo MORI, de la plataforma Latinobarómetro, publicado la semana pasada. Según esta última encuesta, el 22% señaló que la convención había hecho "bien" su trabajo, el 32% dijo que "mal", el 35% "regular" y el11 % no sabía.

La convención, que fue elegida en las urnas en mayo de 2021, es la primera paritaria del mundo y la única de la historia de Chile con representación de pueblos indígenas y de tendencia progresista con un gran número de independientes.

Aunque arrancó entre altas expectativas, el órgano perdió apoyo por los roces internos y varios escándalos que salpicaron a una lista de constituyentes independientes ligados a las protestas sociales de 2019.

De cara la plebiscito final 

Aunque en 2020, el 80% de la población votó a favor de un cambio constitucional, en los últimos meses predomina la preferencia por rechazar el texto. 

El proceso constituyente fue la salida que encontró la política para desactivar las graves protestas por la igualdad que estallaron en octubre de 2019, las más graves desde la dictadura, que dejaron una treintena de muertos y miles de heridos.

“Chile ha tenido delante una oportunidad tremenda, pero la ha malgastado. Hoy en día estamos ante un texto sesgado que no representa la mayoría”, opinó por su parte Hernán Larraín, uno de los rostros del centro derecha chileno. También que la actual situación en Chile está comprometida y más polarizada que nunca. 

Larraín denunció recientemente el cambio de un artículo sin consultar en el que se sustituyó "naciones preexistentes al Estado" por el de "naciones indígenas" y derivó en el envío de un oficio para exigir la publicación del texto final. 

Valentina Rosas, analista de la Universidad Católica, recordó que al inicio del proceso hubo un "tremendo anhelo de cambio general que había en el país”, pero por “la controversias y críticas concretas contra ciertos constituyentes”, lo mermó. 

Será el 4 de septiembre cuando se lleve a cabo la primera votación con sufragio obligatorio desde que se estableció el voto voluntario en 2012.

"Chile merece una Constitución que lleve al consenso"

El expresidente Ricardo Lagos (2000-2006) dijo que "Chile merece una constitución que suscite consenso" y aseguró que ni la propuesta que se plebiscitará el 4 de septiembre ni la actual carta magna "están en condiciones de lograrlo".

"El proceso constituyente en el que hoy estamos embarcados no terminará el 5 de septiembre, al día siguiente de que sepamos el resultado del plebiscito de salida, porque las dos alternativas en juego están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana", indicó el exmandatario socialdemócrata en una carta publicada en sus redes.

Fue precisamente durante el mandato de Lagos cuando tuvo lugar una gran reforma constitucional que permitió, entre cosas, la democratización de la elección de senadores y la subordinación total del Ejército al Gobierno.

"Si gana el apruebo, se debe abrir el debate para incorporar mejoras en el texto. Si gana el rechazo, lo logrado por la Asamblea Constituyente no podrá dejarse de lado, pues hay elementos muy rescatables en su propuesta", indicó el exgobernante en el mismo comunicado, donde no especifica por qué opción votará.

Para Lagos, en caso de que gane el rechazo, "habría que rebajar el quórum para reformas constitucionales" o "poner término a los vestigios de Estado subsidiario que permanecen en la carta fundamental actual y consagrar el Estado social y democrático de derecho", entre otras cuestiones.

"La Constitución vigente tampoco logra concitar ese apoyo, pues se utilizó el poder de veto de sectores partidarios del Estado ausente o subsidiario cada vez que se buscó reformarla", apuntó.

De imponerse el apruebo, en cambio, habrá que "revisar a fondo el rol del presidente de la República y del llamado bicameralismo asimétrico" o "corregir el diseño del Estado Regional", agregó.

La derecha chilena votará en contra de la propuesta al encontrarla "radical", mientras que la izquierda se inclina por darle luz verde.

Con información de Efe. 

 

Qué pasará con la Constitución de Chile y su plebiscito este 4 de septiembre

El proyecto de la nueva Constitución ocurre tres años después de que se originó la iniciativa y con una baja aprobación ciudadana. 

Redacción
04 de septiembre, 2022

Aprobar o rechazar la Carta Magna propuesta en Chile, luego del estallido social de 2019, será la decisión que deberá tomar ese país el próximo 4 de septiembre, ahora que la Convención que redactó la nueva Constitución ya entregó un ejemplar del texto y la nación se encamina hacia un obligatorio plebiscito. 

Ocurre tres años después del surgimiento de la iniciativa y con una baja aprobación ciudadana, según recientes sondeos, el último publicado este martes 5 de julio por la encuestadora Criteria.

El texto que consta de 178 páginas, 388 artículos y 54 normas transitorias, también lleva la desaprobación de la población por el trabajo de la convención, que inició su labor el 4 julio de 2021, un año después de que se aprobara redactar la nueva Constitución y cuando el país lo dirigía Sebastián Piñera. 

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El presidente Gabriel Boric, durante el acto de entrega afirmó: "en el momento de la crisis más profunda política, institucional y social que ha vivido nuestra patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos". 

Dos meses es el plazo que tendrán los chilenos para decidir en un referéndum la propuesta: si aceptan el proyecto de Constitución o si optan por mantener la actual, herencia de Augusto Pinochet.

Julieta Suárez-Cao, politóloga de la Universidad de Chile consideró que la propuesta es “muy innovadora” y se aleja de lo que fueron “las constituciones latinoamericanas de principios de siglo, que concentraban mucho poder en el Ejecutivo”. Asimismo, que logra “fortalecer el Congreso y dar voz a las regiones”.

También que el derecho al aborto, crear un sistema de seguridad social o más autonomía para los pueblos indígenas son algunas de las propuestas más innovadoras, aplaudido por el ala progresista pero señalado de "indigenista" por los grupos conservadores.

El 57% de desaprobación

La encuestadora Criteria indicó que un 57% de la población desaprueba el trabajo de la convención y solo un 28% está satisfecho con la labor del órgano, "una baja aprobación, pero claramente superior a la de otras instituciones de representación popular como la Cámara y el Senado", indicó el informe.

Cifra similares arrojó el lunes el sondeo Cadem, que señaló que el 58% confiaba "poco o nada" en la convención, o el sondeo MORI, de la plataforma Latinobarómetro, publicado la semana pasada. Según esta última encuesta, el 22% señaló que la convención había hecho "bien" su trabajo, el 32% dijo que "mal", el 35% "regular" y el11 % no sabía.

La convención, que fue elegida en las urnas en mayo de 2021, es la primera paritaria del mundo y la única de la historia de Chile con representación de pueblos indígenas y de tendencia progresista con un gran número de independientes.

Aunque arrancó entre altas expectativas, el órgano perdió apoyo por los roces internos y varios escándalos que salpicaron a una lista de constituyentes independientes ligados a las protestas sociales de 2019.

De cara la plebiscito final 

Aunque en 2020, el 80% de la población votó a favor de un cambio constitucional, en los últimos meses predomina la preferencia por rechazar el texto. 

El proceso constituyente fue la salida que encontró la política para desactivar las graves protestas por la igualdad que estallaron en octubre de 2019, las más graves desde la dictadura, que dejaron una treintena de muertos y miles de heridos.

“Chile ha tenido delante una oportunidad tremenda, pero la ha malgastado. Hoy en día estamos ante un texto sesgado que no representa la mayoría”, opinó por su parte Hernán Larraín, uno de los rostros del centro derecha chileno. También que la actual situación en Chile está comprometida y más polarizada que nunca. 

Larraín denunció recientemente el cambio de un artículo sin consultar en el que se sustituyó "naciones preexistentes al Estado" por el de "naciones indígenas" y derivó en el envío de un oficio para exigir la publicación del texto final. 

Valentina Rosas, analista de la Universidad Católica, recordó que al inicio del proceso hubo un "tremendo anhelo de cambio general que había en el país”, pero por “la controversias y críticas concretas contra ciertos constituyentes”, lo mermó. 

Será el 4 de septiembre cuando se lleve a cabo la primera votación con sufragio obligatorio desde que se estableció el voto voluntario en 2012.

"Chile merece una Constitución que lleve al consenso"

El expresidente Ricardo Lagos (2000-2006) dijo que "Chile merece una constitución que suscite consenso" y aseguró que ni la propuesta que se plebiscitará el 4 de septiembre ni la actual carta magna "están en condiciones de lograrlo".

"El proceso constituyente en el que hoy estamos embarcados no terminará el 5 de septiembre, al día siguiente de que sepamos el resultado del plebiscito de salida, porque las dos alternativas en juego están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana", indicó el exmandatario socialdemócrata en una carta publicada en sus redes.

Fue precisamente durante el mandato de Lagos cuando tuvo lugar una gran reforma constitucional que permitió, entre cosas, la democratización de la elección de senadores y la subordinación total del Ejército al Gobierno.

"Si gana el apruebo, se debe abrir el debate para incorporar mejoras en el texto. Si gana el rechazo, lo logrado por la Asamblea Constituyente no podrá dejarse de lado, pues hay elementos muy rescatables en su propuesta", indicó el exgobernante en el mismo comunicado, donde no especifica por qué opción votará.

Para Lagos, en caso de que gane el rechazo, "habría que rebajar el quórum para reformas constitucionales" o "poner término a los vestigios de Estado subsidiario que permanecen en la carta fundamental actual y consagrar el Estado social y democrático de derecho", entre otras cuestiones.

"La Constitución vigente tampoco logra concitar ese apoyo, pues se utilizó el poder de veto de sectores partidarios del Estado ausente o subsidiario cada vez que se buscó reformarla", apuntó.

De imponerse el apruebo, en cambio, habrá que "revisar a fondo el rol del presidente de la República y del llamado bicameralismo asimétrico" o "corregir el diseño del Estado Regional", agregó.

La derecha chilena votará en contra de la propuesta al encontrarla "radical", mientras que la izquierda se inclina por darle luz verde.

Con información de Efe.