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Tensiones entre China y Taiwán: las maniobras diplomáticas y militares de un juego peligroso

A medida que aumentan las tensiones entre China y Taiwán, crece la posibilidad de un conflicto militar entre ambas naciones. Las recientes provocaciones de China aíslan y vulneran la soberanía taiwanesa. Una historia que necesita un profundo análisis y que te mostramos a continuación.

Tensiones entre China y Taiwán.
Redacción República
18 de abril, 2023

Estados Unidos y varios países occidentales suman esfuerzos por equilibrar sus propios intereses estratégicos con la necesidad de evitar otra confrontación bélica que puede resultar en catástrofe, esta vez en una de las regiones más sensibles y volátiles del mundo.

La situación se recrudece; y los intereses de todos los implicados son más altos que nunca. La relevancia de la zona no puede ser subestimada: el 80% del comercio mundial en volumen y el 70% en valor se transporta por mar. De ese porcentaje, el 60% del comercio marítimo pasa por Asia, y se calcula que el Mar de China Meridional soporta un tercio del transporte marítimo mundial.

Por un lado, China intenta reforzar sus relaciones con los países europeos, adaptando su discurso a las posturas del Oeste. De hecho, si bien se ha abstenido de condenar a Rusia por su invasión a Ucrania en febrero de 2022, ha mantenido una posición ambigua sobre la absurda decisión de Putin.

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Al mismo tiempo, China ha aumentado su presencia militar en torno a Taiwán desde la reunión entre la expresidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en Taiwán, en agosto del año pasado. En esa instancia, David Chen, analista del CENTRA Technology, pronosticó que “nos espera un arriesgado período de prueba de límites y de averiguar quién puede lograr un dominio escalatorio en los ámbitos diplomático, militar y económico”.

Tensión entre China y Taiwan

El pasado 5 de abril fue el turno de Kevin McCarthy, actual presidente de la Cámara de Representantes, quien se encontró con Tsai Ing-wen en la Ronald Reagan Presidential Library, que suscitó, predeciblemente, la ira del gigante asiático.

“Soy el Presidente de la Cámara”, sostuvo McCarthy a los periodistas tras las reuniones. “China no me va a decir dónde puedo ir y con quién puedo hablar, ya sea enemigo o amigo”.

Durante dicha visita, la presidenta Tsai afirmó que  Taiwán “no actuaremos imprudentemente, pero tampoco nos dejaremos intimidar, declaraciones que China no tardó en repudiar.

Estados Unidos ha criticado las maniobras militares chinas y, a su turno, también ha incrementado su presencia militar en la región. Además, el gobierno de Biden ha impuesto restricciones a las exportaciones a China de materiales relacionados con la industria de semiconductores.  No obstante, varios legisladores del país consideran que estas medidas no son suficientes, y exigen un enfoque más agresivo, sobre todo desde después de que un globo espía chino atravesara el espacio aéreo estadounidense.

Estados Unidos está lejos de ser, sin embargo, la única potencia global que defiende sus intereses en la región. En su reciente visita a China, el presidente francés Emmanuel Macron alabó el rol chino en la guerra ruso-ucraniana, afirmando que la nación asiática es “el único país del mundo capaz de cambiar el cálculo de Moscú”.

El papel de la comunidad internacional en el conflicto

Un funcionario francés que prefirió permanecer en el anonimato dijo que “sabemos que no habrá condena china a Rusia, pero el presidente [en referencia a Macron] ha trabajado enormemente para ver cómo, con China, podemos ser útiles en beneficio de los ucranianos”.

Las declaraciones de Macron, que promovió, además, la “independencia”, por parte de Europa hacia Estados Unidos, en una entrevista con Politico, inquietaron a estadounidenses y taiwaneses por igual. 

“La pregunta que los europeos debemos respondernos es ¿nos interesa acelerar [una crisis] en Taiwán? No. Lo peor sería pensar que los europeos debemos convertirnos en seguidores en este tema y seguir el ejemplo de la agenda estadounidense y de una reacción exagerada china”, sostuvo Macron. “Los europeos no podemos resolver la crisis de Ucrania; ¿cómo podemos decir de forma creíble en Taiwán: 'cuidado, si haces algo mal estaremos allí'?”, agregó.

La Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC) criticó los dichos del presidente francés, y afirmó que “no solo desprecian el lugar vital de Taiwán en la economía mundial, sino que socavan el compromiso de décadas de la comunidad internacional con el mantenimiento de la paz a través del estrecho de Taiwán”.

La situación está llegando a un punto crítico. La contínua escalada militar de China evidencia la gravedad de la situación. Es imperativo que la comunidad internacional adopte una postura firme en apoyo de la soberanía y la integridad territorial de Taiwán. 

Estados Unidos, en particular, debe mostrar su liderazgo colaborando con sus aliados (ojalá con Francia entre ellos) en la región para disuadir la agresión china y garantizar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. El destino de Taiwán es, después de todo, una cuestión crítica en la región Asia-Pacífico y más allá.

Tensiones entre China y Taiwán: las maniobras diplomáticas y militares de un juego peligroso

A medida que aumentan las tensiones entre China y Taiwán, crece la posibilidad de un conflicto militar entre ambas naciones. Las recientes provocaciones de China aíslan y vulneran la soberanía taiwanesa. Una historia que necesita un profundo análisis y que te mostramos a continuación.

Tensiones entre China y Taiwán.
Redacción República
18 de abril, 2023

Estados Unidos y varios países occidentales suman esfuerzos por equilibrar sus propios intereses estratégicos con la necesidad de evitar otra confrontación bélica que puede resultar en catástrofe, esta vez en una de las regiones más sensibles y volátiles del mundo.

La situación se recrudece; y los intereses de todos los implicados son más altos que nunca. La relevancia de la zona no puede ser subestimada: el 80% del comercio mundial en volumen y el 70% en valor se transporta por mar. De ese porcentaje, el 60% del comercio marítimo pasa por Asia, y se calcula que el Mar de China Meridional soporta un tercio del transporte marítimo mundial.

Por un lado, China intenta reforzar sus relaciones con los países europeos, adaptando su discurso a las posturas del Oeste. De hecho, si bien se ha abstenido de condenar a Rusia por su invasión a Ucrania en febrero de 2022, ha mantenido una posición ambigua sobre la absurda decisión de Putin.

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Al mismo tiempo, China ha aumentado su presencia militar en torno a Taiwán desde la reunión entre la expresidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en Taiwán, en agosto del año pasado. En esa instancia, David Chen, analista del CENTRA Technology, pronosticó que “nos espera un arriesgado período de prueba de límites y de averiguar quién puede lograr un dominio escalatorio en los ámbitos diplomático, militar y económico”.

Tensión entre China y Taiwan

El pasado 5 de abril fue el turno de Kevin McCarthy, actual presidente de la Cámara de Representantes, quien se encontró con Tsai Ing-wen en la Ronald Reagan Presidential Library, que suscitó, predeciblemente, la ira del gigante asiático.

“Soy el Presidente de la Cámara”, sostuvo McCarthy a los periodistas tras las reuniones. “China no me va a decir dónde puedo ir y con quién puedo hablar, ya sea enemigo o amigo”.

Durante dicha visita, la presidenta Tsai afirmó que  Taiwán “no actuaremos imprudentemente, pero tampoco nos dejaremos intimidar, declaraciones que China no tardó en repudiar.

Estados Unidos ha criticado las maniobras militares chinas y, a su turno, también ha incrementado su presencia militar en la región. Además, el gobierno de Biden ha impuesto restricciones a las exportaciones a China de materiales relacionados con la industria de semiconductores.  No obstante, varios legisladores del país consideran que estas medidas no son suficientes, y exigen un enfoque más agresivo, sobre todo desde después de que un globo espía chino atravesara el espacio aéreo estadounidense.

Estados Unidos está lejos de ser, sin embargo, la única potencia global que defiende sus intereses en la región. En su reciente visita a China, el presidente francés Emmanuel Macron alabó el rol chino en la guerra ruso-ucraniana, afirmando que la nación asiática es “el único país del mundo capaz de cambiar el cálculo de Moscú”.

El papel de la comunidad internacional en el conflicto

Un funcionario francés que prefirió permanecer en el anonimato dijo que “sabemos que no habrá condena china a Rusia, pero el presidente [en referencia a Macron] ha trabajado enormemente para ver cómo, con China, podemos ser útiles en beneficio de los ucranianos”.

Las declaraciones de Macron, que promovió, además, la “independencia”, por parte de Europa hacia Estados Unidos, en una entrevista con Politico, inquietaron a estadounidenses y taiwaneses por igual. 

“La pregunta que los europeos debemos respondernos es ¿nos interesa acelerar [una crisis] en Taiwán? No. Lo peor sería pensar que los europeos debemos convertirnos en seguidores en este tema y seguir el ejemplo de la agenda estadounidense y de una reacción exagerada china”, sostuvo Macron. “Los europeos no podemos resolver la crisis de Ucrania; ¿cómo podemos decir de forma creíble en Taiwán: 'cuidado, si haces algo mal estaremos allí'?”, agregó.

La Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC) criticó los dichos del presidente francés, y afirmó que “no solo desprecian el lugar vital de Taiwán en la economía mundial, sino que socavan el compromiso de décadas de la comunidad internacional con el mantenimiento de la paz a través del estrecho de Taiwán”.

La situación está llegando a un punto crítico. La contínua escalada militar de China evidencia la gravedad de la situación. Es imperativo que la comunidad internacional adopte una postura firme en apoyo de la soberanía y la integridad territorial de Taiwán. 

Estados Unidos, en particular, debe mostrar su liderazgo colaborando con sus aliados (ojalá con Francia entre ellos) en la región para disuadir la agresión china y garantizar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. El destino de Taiwán es, después de todo, una cuestión crítica en la región Asia-Pacífico y más allá.