Redacción
12 de marzo, 2014
Francamente me parece inaudito que Caracas y otras ciudades venezolanas estén ‘ardiendo’, ya van 21 muertos si no más, y en Guatemala si no fuera por las redes sociales, Facebook y Twitter, no se sabría nada. Tal parece que la prensa en general es cómplice del criminal gobierno de Maduro o están ‘alineados’ con alguna consigna socialista.
Fue excelente la cobertura que la prensa nacional dio al recambio de gobierno en Honduras cuando el aprendiz de dictador, emulo de Hugo Chávez, Manuel ‘Mel’ Zelaya pretendió hacerse del poder absoluto en el año 2009 y cómo el ejército hondureño lo extrañó del país cumpliendo un mandato judicial. Pero de lo que sucede en Venezuela no se dice absolutamente nada.
Igual de prolija y abundante fue la información que se nos brindó de la ‘Primavera Árabe’ o ‘Revolución Democrática Árabe’ que con lujo de detalles fuimos viendo y sabiendo de lo que sucedió desde el 2010 hasta hoy mismo en el norte de África. Esta ‘primavera’ fue una serie de alzamientos populares en los países árabes, yo diría más bien islámicos que árabes. Esas han sido insurrecciones inéditas en ese mundo tan lejano y ajeno a nosotros; sin embargo, la prensa guatemalteca le dio y le da cobertura como si todo eso sucediera en América Latina. Esas revueltas no eran el clásico golpe que imponía a un gobierno autoritario o militar, como muchas veces sucedió en esas latitudes.
Este fenómeno de la ‘Primavera Árabe’ es un reclamo democrático, muy parecido a lo que acontece en Venezuela, pero que en Guatemala la prensa calla. Lo que los árabes pedían y piden es que haya cambios políticos (como en Venezuela), económicos (como en Venezuela) y sociales (como en Venezuela); en pocas palabras buscaban democracia (como en Venezuela) y la prensa nacional e internacional les dio cobertura extraordinaria. ¿Por qué no se cubre igualmente lo que sucede en Venezuela?
Todos vimos ‘en vivo, en directo y a todo color’ lo que sucedía en Túnez y Egipto. Inspirados en estos dos casos la población de Libia también empezó a exigir cambios al dictador Muamar el Gadafi, allí lo que empezó como una manifestación (como en Venezuela) terminó en una cruenta guerra civil y así supimos lo que pasaba en Bengasi y en Trípoli. Vimos también en directo la muerte de Gadafi. Ahora lo que sucede en Siria, lo hemos ‘vivido’ como en una película hollywoodense de guerra. Todo empezó como en Túnez o Egipto, protestas pacíficas contra el presidente Bashar al-Asad (como en Venezuela). La represión violenta a las manifestaciones (como en Venezuela). Hemos visto la ofensiva sobre Homs y Alepo y como tan bella ciudad ha sido destruida. Y la prensa nacional nos ha informado paso a paso de las acciones, así como de las negociaciones diplomáticas de las grandes potencias y de la Liga Árabe. Sabemos de otras protestas: en Sahara Occidental, Argelia, Líbano, Jordania, Mauritania, Sudan, Arabia Saudita, Yemen, Yibuti, Somalia, Bahréin y en Marruecos. Y ahora sabemos más de lo que sucede en Urania y la Península de Crimea, que lo que pasa en América, concretamente en Venezuela, de allí nada de nada.
¿Qué dice Diosdado Cabello, que son los ‘colectivos’, quiénes son los actuales ‘tupamaros’, qué hacen los cubanos en Venezuela? No sabemos nada; a la prensa nacional no le interesa. Ahora que el dictadorzuelo Maduro rompió relaciones con Panamá e insultó a su presidente, tímidamente se da la noticia, ¿que teme la prensa guatemalteca de Maduro? ¿Es políticamente incorrecto hablar de Venezuela? o ¿Venezuela no es noticia?