Aterricemos las ideas. ¿Qué es lo que todos deseamos para Guatemala? Si somos realistas, los guatemaltecos de bien deseamos un gobierno que no robe desaforadamente (que todos roban, es inevitable, parte de la tradición, pero al menos como lo hicieron en gobiernos anteriores, que no dejaron las arcas vacías). Deseamos un gobierno responsable, que invierta en políticas substantivas con visión a largo plazo, coherente y eficientemente. Un gobierno que estimule a la productividad, no la limite. Queremos una administración pública ética y fiscalizable, que implica un Congreso decente que trabaje para el país, no improvisado sólo quiera salir de pobre. Necesitamos un Organismo Judicial independiente, que opere al pié de la letra, y que sea dirigido por personas idóneas, no como el actual. Un sistema de justicia que haga realmente que impere la Ley, para todos por igual. Ahora bien, ¿cuál de los candidatos nos puede dar remotamente algo parecido, teniendo claro que por algo tenemos que iniciar, que debemos evitar un hundimiento más profundo, y que no se resuelve este caos en 4 años?

Amigo lector, estamos cuasi en recta final y cuenta regresiva, hemos podido escuchar al arcoíris de candidatos en entrevistas y debates, algunos generales otros sobre temas de coyuntura, pero al menos hemos tenido la oportunidad de verlos responder, reaccionar y sustentar sus pensamientos, cuando los tienen. O al menos, así debiera de ser. Me preocupan seriamente los comentarios que he leído y escuchado de gente que considero pensante sobre el tema. Pareciera como si oyeran sin escuchar, leyeran sin digerir y sufrieran de pérdida de memoria reciente. Es obvio que todos los candidatos, o al menos casi todos, responderán cantando el son que saben que uno quiere oír. Todos van contra la corrupción, casi todos quieren aumentar los gastos en educación y salud (uno o dos quieren una gestión de recursos eficiente), todos quieren crear empleos, reforma fiscal, resolver el problema de seguridad, quieren atraer inversión (excepto el de la URNG, si alguien lo ha escuchado hablar de inversión extranjera por favor, cuénteme).   Todos los candidatos sacan su mejor cara (excepto Mario David García a quién evidentemente poco importa perder los estribos detrás del micrófono). Pero lo importante no sólo es lo que dicen, sino como lo sustentan. Debemos prestar atención a si están diciendo algo que sea realmente factible, o si es sólo un discurso a la Cantinflas. Vale la pena tener presente que como bien dijo Giamattei, los problemas de Guatemala no los resolverá sólo el Presidente. Su equipo es imprescindible que sea óptimo y la ciudadanía también debe iniciar por casa.

Creo que cuando Quincy Adams dijo que “siempre debemos votar por principios, aunque uno vote en solitario, y así podremos apreciar la dulce reflexión de que el voto nunca se ha perdido” no imaginó jamás que pudiera existir una payasada de escenario político como el nuestro. Un verdadero chirmol, un circo político con todo y animales. En las últimas encuestas resulta que el doctor ha bajado, el comediante ha subido y podría inclusive pasarle en los próximos días, la doña va en tercer lugar, y muy lejanos están todos los demás. Zury ha subido, pero no lo suficiente. Canela la sigue, pero estancado. Giamattei no hay modo que despegue. De los demás, ni hablemos. Es decir, estamos entre enfermedades terminales y un enigma. Bonito escenario. Si llegan Líder y el actor a segunda vuelta, me parecería extraño que la doña no le diera sus votos a su compañero de terruño. Me pregunto si el resto del arcoíris apoyaría al de a sombrero.

El debate de los candidatos a la Vicepresidencia fue otro espectáculo que como que no ayudó mucho a dilucidar porque binomio votar. Barquín ni llegó, como era de esperarse. Mario Leal parece que responde sólo lo autorizado. Virzi, un desastre. Quizás el actor debiera darle alguna técnica para que memorice bien sus líneas. Juan Luis Mirón estuvo bien en unas cosas, pero me pareció fatal que usara su edad para evadir una respuesta. Tristemente, a la sombra de la que próximamente vestirá naranja, el debate dio mucha importancia al tema del Secretario Privado.   Juan Luis Mirón al igual que Rodolfo Neutze, quién me parece fuera el ganador de este ensayo, dijeron quienes podrían ser sus Secretarios Privados. Este último también nombró gente óptima que vendría a integrar el gabinete. Cabrera extraerá el nombre del afortunado ganador escrito en uno de los 700 papelitos de la tómbola.   Si gana la Doña, será Colom part deux porque los mismos vendrían a gobernarnos.

Si vemos entonces a los que van en los tres primeros lugares de las encuestas, realmente dan ganas de irse de mojado al norte, al sur o a donde sea, porque el panorama es patético. Analicemos que tanto sabemos de cada uno. Amigo lector, lea y escuche con atención, pero de fuentes serias. Infórmese. En una nación que necesita salir de su polarización, creo que irse a los extremos no sea realista.   La libertaria en mí no quisiera un gobierno de centro izquierda, y créame que si usted es una persona productiva, tampoco lo desearía. He escuchado a algunos que van a desperdiciar su voto en quienes ni llegan al 2% en las encuestas serias, y a muchos que insisten en votar nulo. A ustedes amigos les repito, votar por quién no tiene oportunidad de llegar a segunda vuelta o votar nulo sólo estimula ese divisionismo absurdo que tenemos con un clientelismo partidario, como descrito por la CICIG y peor aún, podría entregarle más fácilmente la silla a quien va en primer lugar y que tantos dicen no querer que llegue por nada del mundo. Dios quiera que elijamos un Presidente que estimule y deje trabajar al sector productivo del país. Es decir, que nos de la libertad y la seguridad para que desde mi pusher de mango con pepitoria en la Antigua, hasta usted señor empresario de la multinacional, avancen, ya que son esenciales para el progreso de Guatemala. Amigo lector vote, por lo que más quiera, pero vote razonado.