El recorrido del mandatario se debe a una supervisión del estado del aeropuerto y también a la visita de una misión de técnicos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que certificará si el aeropuerto llena los requisitos de categoría internacional. Se había mencionado que los delegados internacionales llegaban al país en marzo próximo, pero el mandatario indicó que se pospuso para 2015, por una solicitud que realizó el interventor.

Pérez Molina indicó que el interventor Jair Alberto Samayoa, convocó a una reunión para la próxima semana a los sectores interesados para definir mejoras en la infraestructura aeroportuaria y dejar establecida una mesa técnica. Otro tema que también se conocerá es la situación de los hangares  alrededor de la pista, porque muchos usuarios pagan cuota bajan y los usan de oficina, puntualizó.

En su visita, Pérez Molina chequeó el estado de la pista de aterrizaje, la cual comprobó que está deteriorada, y que hace falta mejorar la seguridad hasta corregir algunos problemas menores como los baños, el aire acondicionado y las necesidades de mantenimiento. Incluso dijo que se pagará una deuda de Q 17 millones por un problema con el sistema de fajas, porque la empresa contratada no entregó las llaves ni tarjetas electrónicas para su funcionamiento por lo adeudado, pero ya se comunicó con la empresa para hacer un desembolso indicó el Presidente. 

El mandatario dijo que lo que se busca es contar con un aeropuerto seguro y con todos sus servicios funcionando. El Ministerio de Comunicaciones se hará cargo de remozar las instalaciones y recapeo de la pista de aterrizaje, dijo. Hizo ver que los trabajos de bacheo tendrán un costo de Q50 millones, ya que son aproximadamente tres kilómetros de largo, el equivalente a tres carriles.

Pérez Molina, se hizo acompañar de los ministros de Gobernación y Comunicaciones, Mauricio López Bonilla y Alejandro Sinibaldi, para hacer la inspección y comprobó de primera mano que es necesario remozar los techos, el aire acondicionado, los sanitarios y otras obras menores necesarias del aeropuerto. 

Sin embargo, el sector de la industria turística teme que las deficiencias del aeropuerto desemboquen en la eliminación de la certificación internacional y consideran que es una amenaza seria que puede afectar la competitividad del país, ya que desde tiempos de Óscar Berger se viene hablando de inversiones para mejorar la infraestructura, pero estas nunca se concretaron.