Ayer, el ministro de Comunicaciones Alejandro Sinibaldi se despidió públicamente en la inauguración del inicio de
trabajos de un paso a desnivel que será construido en el kilómetro 15, de la Calzada Roosevelt y zona 3 de Mixco. Aseguró que “ha llegado el momento
de partir y tomar un camino importante” refiriéndose a su candidatura a la presidencia por el partido oficial. En horas de la tarde presentó su
renuncia al presidente Otto Pérez Molina.

El mandatario indicó que después de
analizar si acepta o no la renuncia del ministro, designará a la persona que quede
a cargo del ministerio ya que “no puede quedar acéfalo”, por lo que en días siguientes
analizará los perfiles de quienes podrían ocupar el cargo.

De acuerdo con José Carlos
Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), en éste
caso  se deben seguir procesos institucionales, para agotar las instancias para que sea efectiva la renuncia del ministro Sinibaldi. Sin embargo, considera que las declaraciones son formalistas cuando
en la realidad se evidencia que el ministro saldrá de la administración pública.
Por lo que los procedimientos deben de agilizarse.

Por su parte, Cristhians Castillo
del Instituto de Problemas Nacionales de la USAC, indica que después del show
que han montado alrededor de la renuncia, si el Presidente no la acepta,  les generara mas desgaste político, algo que no le conviene al partido
oficial. Según Castillo, si el ministro ya renunció se debe aceptar y separarlo
del cargo de inmediato, pero de no hacerlo, la lectura política será de burla a la opinión pública.