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En cuenta regresiva el regreso de Portillo

Eder Juarez
17 de febrero, 2015

Opiniones a favor y en contra son el escenario previo al regreso del expresidente Alfonso Portillo. Analistas consideran que Portillo a su retorno podría enfrentar de nuevo la justicia guatemalteca, pues llega sin inmunidad y nada prescrito, pero dependerá del accionar del Ministerio Público (MP) y la creatividad del ente investigador para poderlo procesar de nuevo por actos de corrupción durante su administración en el Ejecutivo.

Sin embargo, sus seguidores tras su retorno preparan una plataforma para que el exmandatario realice un recorrido por el país, con miras en las próximas elecciones generales, sin dejar claro si apoyará a algún partido. Mientras que analistas indican que es una vergüenza para el país y que se debe castigar a personajes como él (Portillo) porque son estafadores de la democracia.

El 25 de febrero próximo es la fecha en que el  expresidente Alfonso Portillo culminará con la condena de 70 meses que le dictó una Corte de Nueva York por el  delito de conspiración para el lavado de dinero, luego de haber aceptado US$2.5 millones en soborno por el Gobierno de Taiwán para mantener el apoyo diplomático. Ese mismo día retornará al país.

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El 18 de marzo del año pasado, con ayuda de un traductor, Alfonso Portillo Cabrera dijo ante un juez norteamericano “soy culpable, su señoría”, aceptando los delitos de conspiración o asociación ilícita para el lavado de dinero por haber recibido el “soborno” del Gobierno de Taiwán cuando ocupó la presidencia de Guatemala entre 2000 y 2004.

Pese a haberse declarado culpable y de confesar que había utilizado el sistema bancario para lavar dinero, así como otros delitos imputados en Guatemala, como una supuesta malversación de US$15 millones en el 2001 en el Ministerio de la Defensa del cual salió bien librado, así como una serie de actos de corrupción durante su gestión, Alfonso Portillo regresará a Guatemala prácticamente como un hombre probo, con el discurso de ser víctima, pero que sigue siendo el Presidente del “pueblo”.

De acuerdo con Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), para Guatemala es una vergüenza que se reciba como un héroe a un personaje como Alfonso Portillo. Una persona que se declaró culpable de un delito que cometió apropiándose de una donación que era para el pueblo de Guatemala. El analista acota que en una sociedad que se considere decente y con una autoestima tiene que estar en el destierro político.

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En cuenta regresiva el regreso de Portillo

Eder Juarez
17 de febrero, 2015

Opiniones a favor y en contra son el escenario previo al regreso del expresidente Alfonso Portillo. Analistas consideran que Portillo a su retorno podría enfrentar de nuevo la justicia guatemalteca, pues llega sin inmunidad y nada prescrito, pero dependerá del accionar del Ministerio Público (MP) y la creatividad del ente investigador para poderlo procesar de nuevo por actos de corrupción durante su administración en el Ejecutivo.

Sin embargo, sus seguidores tras su retorno preparan una plataforma para que el exmandatario realice un recorrido por el país, con miras en las próximas elecciones generales, sin dejar claro si apoyará a algún partido. Mientras que analistas indican que es una vergüenza para el país y que se debe castigar a personajes como él (Portillo) porque son estafadores de la democracia.

El 25 de febrero próximo es la fecha en que el  expresidente Alfonso Portillo culminará con la condena de 70 meses que le dictó una Corte de Nueva York por el  delito de conspiración para el lavado de dinero, luego de haber aceptado US$2.5 millones en soborno por el Gobierno de Taiwán para mantener el apoyo diplomático. Ese mismo día retornará al país.

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El 18 de marzo del año pasado, con ayuda de un traductor, Alfonso Portillo Cabrera dijo ante un juez norteamericano “soy culpable, su señoría”, aceptando los delitos de conspiración o asociación ilícita para el lavado de dinero por haber recibido el “soborno” del Gobierno de Taiwán cuando ocupó la presidencia de Guatemala entre 2000 y 2004.

Pese a haberse declarado culpable y de confesar que había utilizado el sistema bancario para lavar dinero, así como otros delitos imputados en Guatemala, como una supuesta malversación de US$15 millones en el 2001 en el Ministerio de la Defensa del cual salió bien librado, así como una serie de actos de corrupción durante su gestión, Alfonso Portillo regresará a Guatemala prácticamente como un hombre probo, con el discurso de ser víctima, pero que sigue siendo el Presidente del “pueblo”.

De acuerdo con Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), para Guatemala es una vergüenza que se reciba como un héroe a un personaje como Alfonso Portillo. Una persona que se declaró culpable de un delito que cometió apropiándose de una donación que era para el pueblo de Guatemala. El analista acota que en una sociedad que se considere decente y con una autoestima tiene que estar en el destierro político.