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El regreso de un expresidente confeso y corrupto

Eder Juarez
02 de febrero, 2015

El 25 de febrero próximo, el  expresidente Alfonso Portillo culminará con la condena de 70 meses que le dictó una Corte de Nueva York por el  delito de conspiración para el lavado de dinero, luego de haber aceptado US$2.5 millones en soborno por el Gobierno de Taiwán para mantener el apoyo diplomático.

El 18 de marzo, con ayuda de un traductor, Alfonso Portillo Cabrera dijo ante un juez norteamericano “soy culpable , su señoría”, aceptando los delitos de conspiración o asociación ilícita para el lavado de dinero, por haber recibido el “soborno” del Gobierno de Taiwán, cuando ocupó la presidencia de Guatemala entre 2000 y 2004.

Pese a haberse declarado culpable y de confesar que había utilizado el sistema bancario para lavar dinero, así como otros delitos imputados en Guatemala, como una supuesta malversación de US$15 millones en el 2001 en el Ministerio de la Defensa del cual salió bien librado, así como una serie de actos de corrupción durante su gestión, Alfonso Portillo regresará a Guatemala prácticamente como un hombre probo, con el discurso de ser víctima, pero que sigue siendo el Presidente del “pueblo”.

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Sin embargo, al guatemalteco se le ha olvidado cada uno de los actos de corrupción que ocurrieron dentro de la administración de Portillo, porque según analistas, los guatemaltecos tienen una especie de memoria corta, la cual olvida todo lo sucedido con la clase política, hasta poder brindarle una segunda oportunidad para que continúe acaparando los pocos recursos del Estado. Hay mucha especulación en relación a si el exmandatario apoyará a algún partido político en la próxima contienda electoral.

De acuerdo con Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), para Guatemala es una vergüenza que se reciba como un héroe a un personaje como Alfonso Portillo. Una persona que se declaró culpable de un delito que cometió, apropiándose de una donación que era para el pueblo de Guatemala. El analista acota que en una sociedad que se considere con una autoestima y decente tiene que estar en el destierro político.

Que hayan partidos que estén pensando en aceptarlo y que anden “coqueteando con él”, y que se piense que va a ser recibido como héroe y que los pueblos van a salir a aclamarlo “es una vergüenza para Guatemala”, porque lo que debe haber es un castigo de la opinión pública hacia “aquellos que son estafadores de la democracia”, puntualiza Linares.

Hace ver que se debe castigar a esta clase política con el rechazo a estas personas, para que vean que el pueblo no es ni tonto ni desmemoriado. Según Linares, si no hay castigo legal entonces debe haber  un castigo de parte de la población de rechazar de la política a las personas que han cometido delitos y defraudado la confianza de los electores, porque de lo contrario es un estímulo a que los políticos sigan convirtiendo el erario público como una piñata, señala Linares.

Especulación

Por su parte Herman Girón, presiente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), indica que se ha hablado y especulado mucho en los medios sobre el regreso de Alfonso Portillo a Guatemala y su posible participación en la política. Hace ver que más que el regreso de Portillo es conocer a los candidatos que son legítimos y que han estado haciendo política en los últimos años, sin generar opiniones a favor o en contra.

“Creo que hay actores en la política actual que han estado en Guatemala y en el extranjero trabajando para el país, mucho más Portillo, dice Girón. Según el empresario, le tocará al Tribunal Supremo Electoral (TSE) darle arranque a la contienda electoral, y entonces se verán hechos concretos, pero en este momento hay mucha especulación que no se convertirá en realidad, asegura.

Al consultarle en relación al sentir del sector empresarial por la participación de Alfonso Portillo en la política, Girón indicó que las personas que quieran hacer política en un país deben hacerlo de una forma legítima, desconociendo las intenciones de Portillo. Muchos han especulado de cómo Portillo influirá en la contienda presidencial, algo que es imposible sin saber cuál es su rol, puntualizó.

El presidente del CACIF dejó claro que “como Sector Empresarial Organizado no actuamos ni somos un partido político, somos observadores, trabajamos para que el proceso se dé con las condiciones que se apeguen a la Ley”. Hizo ver que sí serán un actor muy fuerte y propositivo para fortalecer la institucionalidad y apoyar al TSE para que ejerza el rol que le corresponde, y en cuestionar para que las fuerzas política del país acaten las órdenes del órganos correspondiente, puntualizó Girón.

Cambio Generacional

Según Cristhians Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la USAC, lo que demuestra la venida de Alfonso Portillo es que no existen partidos políticos que garanticen el cambio generacional a nivel de liderazgos políticos. Para el analista, Guatemala tiene partidos centralizados y organizaciones políticas cooptadas que son propiedad de ciertos sectores que garantizan que la clase política se mantengan siendo la misma siempre.

Se está dependiendo de un personaje político-electoral que viene desde los años 70, correspondiente de una clase política contemporánea, que no permite un cambio generacional y facilite un cambio, sino que al contrario se tiene una clase política petrificada donde se ve como una opción a Alfonso Portillo”, señala Castillo.

Además, refiere que la memoria corta del guatemalteco es por el cambio generacional de la población, porque los jóvenes que ahora son parte importante del electorado no recuerdan los hechos ocurridos en el Gobierno de Alfonso Portillo. Aunque algunos lo recuerdan como “el presidente de los pobres”, dice Castillo, pero el analista reconoce que hay dos delitos confesos como lo fue el asesinato de dos personas en México y  el  lavado de dinero en los Estados Unidos.

“Esto tiene que ver con los valores morales colectivos. Y lo que se está demostrando es que se toleran este tipo de hechos criminales. Otra cosa que preocupa es que la escasez de personajes carismáticos en los partidos que están encabezando la intención de voto”, concluye el analista. 

Coordinan llegada

En una carta que fue difundida en la página de Facebook de Alfonso Portillo y con motivo de su regreso, pidió que dos exfuncionarios de su Gobierno coordinen su arribo al país. “Con el propósito de evitar contratiempos o desorganización, les he pedido al licenciado Juan Francisco Reyes López y al licenciado Julio Girón que sean los responsables de coordinar mi arribo al país”.

De acuerdo con Reyes López, ya se empezó a planificar la llegada de Portillo. Se tiene previsto que el día que llegue ofrezca una conferencia de prensa, que posiblemente sea en el Aeropuerto Internacional La Aurora. El vuelo que lo trae podría retrasarse, ya que no será un vuelo directo desde Englewood, Colorado, Estados Unidos, donde guarda prisión, por lo que podría aterrizar a las 20:00 horas.

“Para mí y para Julio es una alegría que él vuelva. Fue un honor aceptar, como amigos, coordinar su llegada”, expuso Reyes López a un medio escrito.

Los procesos de Portillo

Al dejar el poder el 14 de enero de 2004, Portillo se incorporó por derecho propio como diputado al Parlamento Centroamericano, pero el 18 de febrero de ese año huyó a El Salvador y luego a México, comenzando su pesadilla judicial.

Fue extraditado a Guatemala en 2008 desde México por el delito de peculado, pero quedó en libertad provisional por el pago de US$125 mil de fianza. Sin embargo, su suerte cambió el 26 de enero de 2010, cuando fue detenido en el noreste del país mientras pretendía huir hacia Belice, un día después que Estados Unidos lo acusara formalmente.

En 2011, Portillo fue absuelto en Guatemala junto a sus exministros de la Defensa, Eduardo Arévalo Lacs, y de Finanzas, Manuel Maza Castellanos, por la supuesta malversación de US$15 millones en 2001. No obstante, el proceso en Estados Unidos continuó y su extradición fue aprobada en noviembre de 2011 por el expresidente Álvaro Colom.

Francia, Luxemburgo y Suiza también vinculan a Portillo con lavado de dinero, pues señalan que usó cuentas bancarias en varias Naciones para desviar los fondos del erario guatemalteco. Con la extradición, Portillo se convirtió en el primer gobernante latinoamericano en ser extraditado a Estados Unidos mediante un proceso judicial.

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El regreso de un expresidente confeso y corrupto

Eder Juarez
02 de febrero, 2015

El 25 de febrero próximo, el  expresidente Alfonso Portillo culminará con la condena de 70 meses que le dictó una Corte de Nueva York por el  delito de conspiración para el lavado de dinero, luego de haber aceptado US$2.5 millones en soborno por el Gobierno de Taiwán para mantener el apoyo diplomático.

El 18 de marzo, con ayuda de un traductor, Alfonso Portillo Cabrera dijo ante un juez norteamericano “soy culpable , su señoría”, aceptando los delitos de conspiración o asociación ilícita para el lavado de dinero, por haber recibido el “soborno” del Gobierno de Taiwán, cuando ocupó la presidencia de Guatemala entre 2000 y 2004.

Pese a haberse declarado culpable y de confesar que había utilizado el sistema bancario para lavar dinero, así como otros delitos imputados en Guatemala, como una supuesta malversación de US$15 millones en el 2001 en el Ministerio de la Defensa del cual salió bien librado, así como una serie de actos de corrupción durante su gestión, Alfonso Portillo regresará a Guatemala prácticamente como un hombre probo, con el discurso de ser víctima, pero que sigue siendo el Presidente del “pueblo”.

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Sin embargo, al guatemalteco se le ha olvidado cada uno de los actos de corrupción que ocurrieron dentro de la administración de Portillo, porque según analistas, los guatemaltecos tienen una especie de memoria corta, la cual olvida todo lo sucedido con la clase política, hasta poder brindarle una segunda oportunidad para que continúe acaparando los pocos recursos del Estado. Hay mucha especulación en relación a si el exmandatario apoyará a algún partido político en la próxima contienda electoral.

De acuerdo con Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), para Guatemala es una vergüenza que se reciba como un héroe a un personaje como Alfonso Portillo. Una persona que se declaró culpable de un delito que cometió, apropiándose de una donación que era para el pueblo de Guatemala. El analista acota que en una sociedad que se considere con una autoestima y decente tiene que estar en el destierro político.

Que hayan partidos que estén pensando en aceptarlo y que anden “coqueteando con él”, y que se piense que va a ser recibido como héroe y que los pueblos van a salir a aclamarlo “es una vergüenza para Guatemala”, porque lo que debe haber es un castigo de la opinión pública hacia “aquellos que son estafadores de la democracia”, puntualiza Linares.

Hace ver que se debe castigar a esta clase política con el rechazo a estas personas, para que vean que el pueblo no es ni tonto ni desmemoriado. Según Linares, si no hay castigo legal entonces debe haber  un castigo de parte de la población de rechazar de la política a las personas que han cometido delitos y defraudado la confianza de los electores, porque de lo contrario es un estímulo a que los políticos sigan convirtiendo el erario público como una piñata, señala Linares.

Especulación

Por su parte Herman Girón, presiente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), indica que se ha hablado y especulado mucho en los medios sobre el regreso de Alfonso Portillo a Guatemala y su posible participación en la política. Hace ver que más que el regreso de Portillo es conocer a los candidatos que son legítimos y que han estado haciendo política en los últimos años, sin generar opiniones a favor o en contra.

“Creo que hay actores en la política actual que han estado en Guatemala y en el extranjero trabajando para el país, mucho más Portillo, dice Girón. Según el empresario, le tocará al Tribunal Supremo Electoral (TSE) darle arranque a la contienda electoral, y entonces se verán hechos concretos, pero en este momento hay mucha especulación que no se convertirá en realidad, asegura.

Al consultarle en relación al sentir del sector empresarial por la participación de Alfonso Portillo en la política, Girón indicó que las personas que quieran hacer política en un país deben hacerlo de una forma legítima, desconociendo las intenciones de Portillo. Muchos han especulado de cómo Portillo influirá en la contienda presidencial, algo que es imposible sin saber cuál es su rol, puntualizó.

El presidente del CACIF dejó claro que “como Sector Empresarial Organizado no actuamos ni somos un partido político, somos observadores, trabajamos para que el proceso se dé con las condiciones que se apeguen a la Ley”. Hizo ver que sí serán un actor muy fuerte y propositivo para fortalecer la institucionalidad y apoyar al TSE para que ejerza el rol que le corresponde, y en cuestionar para que las fuerzas política del país acaten las órdenes del órganos correspondiente, puntualizó Girón.

Cambio Generacional

Según Cristhians Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la USAC, lo que demuestra la venida de Alfonso Portillo es que no existen partidos políticos que garanticen el cambio generacional a nivel de liderazgos políticos. Para el analista, Guatemala tiene partidos centralizados y organizaciones políticas cooptadas que son propiedad de ciertos sectores que garantizan que la clase política se mantengan siendo la misma siempre.

Se está dependiendo de un personaje político-electoral que viene desde los años 70, correspondiente de una clase política contemporánea, que no permite un cambio generacional y facilite un cambio, sino que al contrario se tiene una clase política petrificada donde se ve como una opción a Alfonso Portillo”, señala Castillo.

Además, refiere que la memoria corta del guatemalteco es por el cambio generacional de la población, porque los jóvenes que ahora son parte importante del electorado no recuerdan los hechos ocurridos en el Gobierno de Alfonso Portillo. Aunque algunos lo recuerdan como “el presidente de los pobres”, dice Castillo, pero el analista reconoce que hay dos delitos confesos como lo fue el asesinato de dos personas en México y  el  lavado de dinero en los Estados Unidos.

“Esto tiene que ver con los valores morales colectivos. Y lo que se está demostrando es que se toleran este tipo de hechos criminales. Otra cosa que preocupa es que la escasez de personajes carismáticos en los partidos que están encabezando la intención de voto”, concluye el analista. 

Coordinan llegada

En una carta que fue difundida en la página de Facebook de Alfonso Portillo y con motivo de su regreso, pidió que dos exfuncionarios de su Gobierno coordinen su arribo al país. “Con el propósito de evitar contratiempos o desorganización, les he pedido al licenciado Juan Francisco Reyes López y al licenciado Julio Girón que sean los responsables de coordinar mi arribo al país”.

De acuerdo con Reyes López, ya se empezó a planificar la llegada de Portillo. Se tiene previsto que el día que llegue ofrezca una conferencia de prensa, que posiblemente sea en el Aeropuerto Internacional La Aurora. El vuelo que lo trae podría retrasarse, ya que no será un vuelo directo desde Englewood, Colorado, Estados Unidos, donde guarda prisión, por lo que podría aterrizar a las 20:00 horas.

“Para mí y para Julio es una alegría que él vuelva. Fue un honor aceptar, como amigos, coordinar su llegada”, expuso Reyes López a un medio escrito.

Los procesos de Portillo

Al dejar el poder el 14 de enero de 2004, Portillo se incorporó por derecho propio como diputado al Parlamento Centroamericano, pero el 18 de febrero de ese año huyó a El Salvador y luego a México, comenzando su pesadilla judicial.

Fue extraditado a Guatemala en 2008 desde México por el delito de peculado, pero quedó en libertad provisional por el pago de US$125 mil de fianza. Sin embargo, su suerte cambió el 26 de enero de 2010, cuando fue detenido en el noreste del país mientras pretendía huir hacia Belice, un día después que Estados Unidos lo acusara formalmente.

En 2011, Portillo fue absuelto en Guatemala junto a sus exministros de la Defensa, Eduardo Arévalo Lacs, y de Finanzas, Manuel Maza Castellanos, por la supuesta malversación de US$15 millones en 2001. No obstante, el proceso en Estados Unidos continuó y su extradición fue aprobada en noviembre de 2011 por el expresidente Álvaro Colom.

Francia, Luxemburgo y Suiza también vinculan a Portillo con lavado de dinero, pues señalan que usó cuentas bancarias en varias Naciones para desviar los fondos del erario guatemalteco. Con la extradición, Portillo se convirtió en el primer gobernante latinoamericano en ser extraditado a Estados Unidos mediante un proceso judicial.