Treinta años han pasado desde que se consignó en la Constitución de la República de Guatemala que una ley específica regularía el uso del agua, pero tras quince intentos, según algunos especialistas en el tema, la normativa sigue sin prosperar. Esta ve corre y va de nuevo.
Los recientes inconvenientes en ríos y el avanzado nivel de contaminación de los principales cuerpos de agua del país, revivieron la necesitad de crear un marco legal para regular el recurso hídrico, algo necesario, según algunos y un proceso que el sector privado ve adecuado, siempre que se aborde con especialistas y que no impida o limite el desenvolvimiento de las empresas.
Por ahora, tres comisiones legislativas trabajan en una iniciativa que podría ser presentada en junio próximo. Se trata de las comisiones de Integración Regional, Ambiente y Recursos Hídricos.
“Esta es una nueva propuesta, hay como quince que no prosperaron, estamos sacando lo mejor de todas. Estamos trabajando con los diferentes ministerios y creando una mesa técnica para sacar una propuesta porque el tema es de urgencia nacional”, explicó Ferdy Elías, presidente de la Comisión de Recursos Hídricos.
El congresista recordó que el desastre ocurrido en el río La Pasión en Petén y el desvío del cauce de los ríos en Escuintla, como dos hechos concretos que reavivaron la discusión. A eso se suma el dato que “el 99 por ciento de los cuerpos de agua están contaminados”, resalta Giovanny Tobar, quien representa a la Universidad de San Carlos ante el Consejo Nacional de Cambio Climático.
Para el ambientalista es necesario que el marco legal incluya temas como la gobernabilidad, que se defina quién será la entidad que tendrá el control técnico. “Es inconcebible que en pleno Siglo XXI no tengamos una ley de aguas”, refiere.
Deterioro
La regulación no es tema nuevo, varias propuestas se han presentado en el Congreso siendo la última la Ley para el Aprovechamiento y Manejo Sostenible de los Recursos Hídricos, en septiembre de 2007, que recibió dictamen favorable, pero no registró mayor avance.
En Guatemala, más del 90% de las aguas superficiales está contaminada con heces fecales y otros desechos perjudiciales para la salud. La ingestión de agua contaminada tiene una alta incidencia en los casos de enfermedades diarreicas, lo que, a la vez, tiene una gran influencia en la aparición de problemas de nutrición, especialmente en los niños menores de 5 años.
Estos datos fueron resaltados en el informe de la Política Nacional del Sector de Agua Potable y Saneamiento, propuesto por el Ministerio de Salud en 2012. Aunque el documento establecía una ruta, los lineamientos solo quedaron en papel.
El presidente de la Comisión de Integración Regional, Carlos Chavarría, recordó que en el artículo 127 de la Constitución de la República especifica el Régimen de Aguas “Todas las aguas son bienes de dominio público, inalienables e imprescriptibles. Su aprovechamiento, uso y goce, se otorgan en la forma establecida por la ley, de acuerdo al interés social. Una Ley específica regulará esta materia”.
Sin embargo, el artículo ha pasado desapercibido, ya que la ley sigue sin aprobarse. Los entrevistados consideran que se está en un momento propicio para discutir el tema.
“Hay un nivel de concientización cuando es comprobable que el 99 por ciento de los cuerpos de agua está contaminado. Hay interés de las autoridades por regular el tema”, dijo Chavarría.
¿Qué debe incluir la ley?
Aunque las mesas de discusión no han definido los temas, algunos sugieren los puntos que deben incluir. El diputado Ferdy Elías es claro, deben fijarse sanciones para quienes contaminen. “Quien la contamine debe pagar”, expresa.
El diputado Carlos Chavarría explica que hay que incluir que las aguas servidas de las municipalidades no vayan a los ríos, que las industrias que contaminen paguen y que aumente la reforestación en el país. “Necesitamos los árboles”, destacó, tal como lo dejaron plasmados los constituyentes hace 30 años en el artículo 128 de la Constitución.
El presidente de la Cámara de Industria, Oscar Emilio Castillo, considera que discutir el tema del agua es importante y cree necesario que la propuesta sea elaborada con apoyo de especialistas. “Nosotros como empresarios y como Cámara de Industria lo que queremos es crear competitividad. La ley de aguas y cualquier ley debe estar enfocada en eso”.
Aunque se asegura que es tiempo propicio para avanzar. Persiste el temor que todo quede en buenas intenciones, ya que en los últimos años se han presentado varios proyectos.
El ambientalista Giovanny Tobar advierte que seguiremos “en un caos hídrico absurdo”, ya que hay agua hay para cubrir todas las necesidades que se tienen: consumo humano, uso industrial y desarrollo, pero si no se aprueba un marco regulatorio “habrán personas que seguirán abusando y otras seguirán careciendo del vital líquido”.
Treinta años han pasado desde que se consignó en la Constitución de la República de Guatemala que una ley específica regularía el uso del agua, pero tras quince intentos, según algunos especialistas en el tema, la normativa sigue sin prosperar. Esta ve corre y va de nuevo.
Los recientes inconvenientes en ríos y el avanzado nivel de contaminación de los principales cuerpos de agua del país, revivieron la necesitad de crear un marco legal para regular el recurso hídrico, algo necesario, según algunos y un proceso que el sector privado ve adecuado, siempre que se aborde con especialistas y que no impida o limite el desenvolvimiento de las empresas.
Por ahora, tres comisiones legislativas trabajan en una iniciativa que podría ser presentada en junio próximo. Se trata de las comisiones de Integración Regional, Ambiente y Recursos Hídricos.
“Esta es una nueva propuesta, hay como quince que no prosperaron, estamos sacando lo mejor de todas. Estamos trabajando con los diferentes ministerios y creando una mesa técnica para sacar una propuesta porque el tema es de urgencia nacional”, explicó Ferdy Elías, presidente de la Comisión de Recursos Hídricos.
El congresista recordó que el desastre ocurrido en el río La Pasión en Petén y el desvío del cauce de los ríos en Escuintla, como dos hechos concretos que reavivaron la discusión. A eso se suma el dato que “el 99 por ciento de los cuerpos de agua están contaminados”, resalta Giovanny Tobar, quien representa a la Universidad de San Carlos ante el Consejo Nacional de Cambio Climático.
Para el ambientalista es necesario que el marco legal incluya temas como la gobernabilidad, que se defina quién será la entidad que tendrá el control técnico. “Es inconcebible que en pleno Siglo XXI no tengamos una ley de aguas”, refiere.
Deterioro
La regulación no es tema nuevo, varias propuestas se han presentado en el Congreso siendo la última la Ley para el Aprovechamiento y Manejo Sostenible de los Recursos Hídricos, en septiembre de 2007, que recibió dictamen favorable, pero no registró mayor avance.
En Guatemala, más del 90% de las aguas superficiales está contaminada con heces fecales y otros desechos perjudiciales para la salud. La ingestión de agua contaminada tiene una alta incidencia en los casos de enfermedades diarreicas, lo que, a la vez, tiene una gran influencia en la aparición de problemas de nutrición, especialmente en los niños menores de 5 años.
Estos datos fueron resaltados en el informe de la Política Nacional del Sector de Agua Potable y Saneamiento, propuesto por el Ministerio de Salud en 2012. Aunque el documento establecía una ruta, los lineamientos solo quedaron en papel.
El presidente de la Comisión de Integración Regional, Carlos Chavarría, recordó que en el artículo 127 de la Constitución de la República especifica el Régimen de Aguas “Todas las aguas son bienes de dominio público, inalienables e imprescriptibles. Su aprovechamiento, uso y goce, se otorgan en la forma establecida por la ley, de acuerdo al interés social. Una Ley específica regulará esta materia”.
Sin embargo, el artículo ha pasado desapercibido, ya que la ley sigue sin aprobarse. Los entrevistados consideran que se está en un momento propicio para discutir el tema.
“Hay un nivel de concientización cuando es comprobable que el 99 por ciento de los cuerpos de agua está contaminado. Hay interés de las autoridades por regular el tema”, dijo Chavarría.
¿Qué debe incluir la ley?
Aunque las mesas de discusión no han definido los temas, algunos sugieren los puntos que deben incluir. El diputado Ferdy Elías es claro, deben fijarse sanciones para quienes contaminen. “Quien la contamine debe pagar”, expresa.
El diputado Carlos Chavarría explica que hay que incluir que las aguas servidas de las municipalidades no vayan a los ríos, que las industrias que contaminen paguen y que aumente la reforestación en el país. “Necesitamos los árboles”, destacó, tal como lo dejaron plasmados los constituyentes hace 30 años en el artículo 128 de la Constitución.
El presidente de la Cámara de Industria, Oscar Emilio Castillo, considera que discutir el tema del agua es importante y cree necesario que la propuesta sea elaborada con apoyo de especialistas. “Nosotros como empresarios y como Cámara de Industria lo que queremos es crear competitividad. La ley de aguas y cualquier ley debe estar enfocada en eso”.
Aunque se asegura que es tiempo propicio para avanzar. Persiste el temor que todo quede en buenas intenciones, ya que en los últimos años se han presentado varios proyectos.
El ambientalista Giovanny Tobar advierte que seguiremos “en un caos hídrico absurdo”, ya que hay agua hay para cubrir todas las necesidades que se tienen: consumo humano, uso industrial y desarrollo, pero si no se aprueba un marco regulatorio “habrán personas que seguirán abusando y otras seguirán careciendo del vital líquido”.