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La migración hacia EE.UU. se resuelve con oportunidades económicas y seguridad, dicen analistas

Viviana Mutz
31 de mayo, 2021

El primer paso del plan del Gobierno de Joe Biden para abordar de frente la migración desde Centroamérica, lo dará la vicepresidenta Kamala Harris. La funcionaria arribará a Guatemala en siete días para reunirse con el presidente Alejandro Giammattei.

Expertos en política exterior resumen que el acto refleja el reconocimiento de Estados Unidos (EE.UU.) de que el país es un interlocutor para sus intereses, pero también que está quedándose sin opciones para ejecutar su agenda.

Roberto Wagner, analista político independiente y Nicholás Virzi, director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES), brindan su análisis del abordaje de la migración desde la llegada de Biden al poder.

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También la semana pasada, el medio Político recogió que las autoridades estadounidenses se muestran “optimistas porque Guatemala está dispuesta, no porque no haya corrupción, sino por su disposición a hablar de temas difíciles”.

Según Virzi, tanto El Salvador como Honduras han dado señales de acercamiento con los principales rivales geopolíticos de EEUU. “Solo Guatemala les queda. Eso los obliga a bajar su agresividad, tono bélico y prepotente, para empatar la cooperación con la agenda progresista en la región”, afirma Virzi.

Mientras que Wagner insiste en el que identifiquen a Guatemala como un país con quien pueden negociar “en ese sentido es positivo, y más que ser bueno o malo, la interlocución también dará lugar a que EE.UU. escuche lo que tengamos qué decir“, reitera.

Mensajes confusos de Estados Unidos

Wagner considera que hay confusión en el mensaje de Estados Unidos y que es el obstáculo a superar. “Hay un listado de cuestiones que nada tiene que ver con la migración”, enfatiza.

La visita de Harris será para cumplir con el papel que le delegó el presidente Joe Biden de abordar las “causas fundamentales” de la crisis migratoria. Entre ellas, el clima extremo y la falta de medidas que se adapten al cambio climático. La corrupción y la falta de buena gobernanza, así como la violencia en contra de las mujeres, pueblos indígenas, personas LGBTIQ y afrodescendientes.

“Son puntos de la agenda política y del sistema ideológico y de valores de la plataforma demócrata”, dice Wagner. Y agregó: “No le estoy quitando mérito a ningún punto, pero si en el corto y mediano plazo hay que solucionar la crisis migratoria es con oportunidades económicas y mejorar la seguridad“.

De lo contrario, ni en el corto ni mediano plazo se verá una ínfima reducción de porcentaje de la migración irregular.

“Ofrecen 16 mil plazas de trabajo para la región cuando el incentivo debiera ser mucho más alto“, refiere. Asimismo, que la migración no se reducirá y un ejemplo son los cientos de guatemaltecos que hoy llegan a ese país para adquirir la vacuna. “No digamos quienes necesitan ingresos para vivir“, añade.

Enfoque equivocado de la migración

Virzi coincide con Wagner en que el mensaje es mixto y confuso. “Por un lado, altos funcionarios americanos hablan de las élites depredadoras que supuestamente tienen la culpa de la emigración irregular. Mientras que por otro, Harris se reúne con grandes empresarios y dice que la participación del sector privado es fundamental para el desarrollo”.

El experto considera que es la falta de aplicación de las propias leyes de EE.UU. la causa de la “abrumadora migración y la crisis humanitaria en la frontera“.

“Ignora esa realidad y tiene responsabilidad al derogar los controles impuestos por Trump y crear expectativas entre migrantes de poder quedarse”, asegura el director.

Tampoco la seguridad fronteriza y regulación migratoria son sinónimos de reducción de los flujos migratorios, dice. “Tanto EE.UU. como países de la región necesitan de la migración“, considera Virzi. Por eso también coincide con Wagner en que deberían de pensar en aumentar de manera significativa las plazas de trabajo temporales para los migrantes. Asimismo, que es bueno perseguir la corrupción, pero “esa meta es a largo plazo”, afirma Virzi.

Por último, mientras la diferencia en los niveles de vida en EE.UU. sea 10 veces el promedio guatemalteco, por poner un ejemplo, nada detendrá la emigración. “La tarea primordial es crear riqueza en nuestros países”, concluyó.

Según el medio Politico, la administración de Biden reconoce que las condiciones actuales en El Salvador y Honduras no son las adecuadas en este momento como para que Harris se concentre allí. También que en estos países, las conversaciones son a nivel inferior. Mientras trazan el plan, EE.UU. busca una combinación de esfuerzos a corto, mediano y largo plazo.

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La migración hacia EE.UU. se resuelve con oportunidades económicas y seguridad, dicen analistas

Viviana Mutz
31 de mayo, 2021

El primer paso del plan del Gobierno de Joe Biden para abordar de frente la migración desde Centroamérica, lo dará la vicepresidenta Kamala Harris. La funcionaria arribará a Guatemala en siete días para reunirse con el presidente Alejandro Giammattei.

Expertos en política exterior resumen que el acto refleja el reconocimiento de Estados Unidos (EE.UU.) de que el país es un interlocutor para sus intereses, pero también que está quedándose sin opciones para ejecutar su agenda.

Roberto Wagner, analista político independiente y Nicholás Virzi, director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES), brindan su análisis del abordaje de la migración desde la llegada de Biden al poder.

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También la semana pasada, el medio Político recogió que las autoridades estadounidenses se muestran “optimistas porque Guatemala está dispuesta, no porque no haya corrupción, sino por su disposición a hablar de temas difíciles”.

Según Virzi, tanto El Salvador como Honduras han dado señales de acercamiento con los principales rivales geopolíticos de EEUU. “Solo Guatemala les queda. Eso los obliga a bajar su agresividad, tono bélico y prepotente, para empatar la cooperación con la agenda progresista en la región”, afirma Virzi.

Mientras que Wagner insiste en el que identifiquen a Guatemala como un país con quien pueden negociar “en ese sentido es positivo, y más que ser bueno o malo, la interlocución también dará lugar a que EE.UU. escuche lo que tengamos qué decir“, reitera.

Mensajes confusos de Estados Unidos

Wagner considera que hay confusión en el mensaje de Estados Unidos y que es el obstáculo a superar. “Hay un listado de cuestiones que nada tiene que ver con la migración”, enfatiza.

La visita de Harris será para cumplir con el papel que le delegó el presidente Joe Biden de abordar las “causas fundamentales” de la crisis migratoria. Entre ellas, el clima extremo y la falta de medidas que se adapten al cambio climático. La corrupción y la falta de buena gobernanza, así como la violencia en contra de las mujeres, pueblos indígenas, personas LGBTIQ y afrodescendientes.

“Son puntos de la agenda política y del sistema ideológico y de valores de la plataforma demócrata”, dice Wagner. Y agregó: “No le estoy quitando mérito a ningún punto, pero si en el corto y mediano plazo hay que solucionar la crisis migratoria es con oportunidades económicas y mejorar la seguridad“.

De lo contrario, ni en el corto ni mediano plazo se verá una ínfima reducción de porcentaje de la migración irregular.

“Ofrecen 16 mil plazas de trabajo para la región cuando el incentivo debiera ser mucho más alto“, refiere. Asimismo, que la migración no se reducirá y un ejemplo son los cientos de guatemaltecos que hoy llegan a ese país para adquirir la vacuna. “No digamos quienes necesitan ingresos para vivir“, añade.

Enfoque equivocado de la migración

Virzi coincide con Wagner en que el mensaje es mixto y confuso. “Por un lado, altos funcionarios americanos hablan de las élites depredadoras que supuestamente tienen la culpa de la emigración irregular. Mientras que por otro, Harris se reúne con grandes empresarios y dice que la participación del sector privado es fundamental para el desarrollo”.

El experto considera que es la falta de aplicación de las propias leyes de EE.UU. la causa de la “abrumadora migración y la crisis humanitaria en la frontera“.

“Ignora esa realidad y tiene responsabilidad al derogar los controles impuestos por Trump y crear expectativas entre migrantes de poder quedarse”, asegura el director.

Tampoco la seguridad fronteriza y regulación migratoria son sinónimos de reducción de los flujos migratorios, dice. “Tanto EE.UU. como países de la región necesitan de la migración“, considera Virzi. Por eso también coincide con Wagner en que deberían de pensar en aumentar de manera significativa las plazas de trabajo temporales para los migrantes. Asimismo, que es bueno perseguir la corrupción, pero “esa meta es a largo plazo”, afirma Virzi.

Por último, mientras la diferencia en los niveles de vida en EE.UU. sea 10 veces el promedio guatemalteco, por poner un ejemplo, nada detendrá la emigración. “La tarea primordial es crear riqueza en nuestros países”, concluyó.

Según el medio Politico, la administración de Biden reconoce que las condiciones actuales en El Salvador y Honduras no son las adecuadas en este momento como para que Harris se concentre allí. También que en estos países, las conversaciones son a nivel inferior. Mientras trazan el plan, EE.UU. busca una combinación de esfuerzos a corto, mediano y largo plazo.