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Alfonso Carrillo, la mano que mece la cuna de las Comisiones de Postulación

El abogado Alfonso Carrillo Marroquín tiene un largo historial de acciones con doble propósito: Intentar mnipular procesos de las Comisiones de Postulación y obtener réditos para su bufete jurídico.

Abogado Alfonso Carrillo. Fotografía ElPeriódico
Alejandro Palmieri
03 de febrero, 2022

Quienes conocen al abogado Alfonso Carrillo Marroquín cuentan que su libro favorito, o uno de ellos, es El Arte de la Guerra. El libro de Sun Tzu plantea estrategias de guerra aplicables a toda lucha de poder. El país no está en guerra, pero parece que él sí ve que resolver “los problemas de Guatemala” es una lucha de poder.

Carrilo Marroquín ha sido una de las personas que más ha influenciado los últimos procesos de comisiones de postulación, cuando menos desde el 2009. El bufete de su propiedad, Carrillo & Asociados, es una oficina jurídica que desde que era dirigido por su padre, Alfonso Carrillo Castillo, ha atendido a las élites económicas y multinacionales extranjeras, comentan las fuentes consultadas.

Carrillo Castillo fue magistrado y presidente de la Corte Suprema de Justicia. Al igual que sucedió con otras oficinas de abogados, Carrillo & Asociados tuvo un auge importante a partir de que Carrillo Castillo pasó por la CSJ.

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Carrillo Marroquín, por admisión propia, ha influenciado los procesos de selección de Fiscal General y Cortes desde hace más de una década, como lo describe una nota de Elsa Coronado en Plaza Pública del año 2018.

“Desde hace una década interviene con recursos legales cada vez que se elige a fiscales generales y magistrados. A causa de sus acciones se han repetido elecciones y se han revertido nombramientos. Se dice que ha asesorado investigaciones para la CICIG, aunque él lo niega”.

Así, el abogado hereda de su padre una práctica profesional de renombre, pero, sobre todo, clientes muy grandes. Luego de más de dos décadas de estar al frente del bufete y de cobrarle altos honorarios a sus clientes de la élite económica y multinacionales, decide retirarse a buscar solución “a los problemas de Guatemala”.

Personas que lo conocen de tiempo atrás, cuentan que siempre pareció preocuparse por asuntos nacionales y no solo atender a sus clientes. “En las reuniones, siempre se acercaba y en voz baja le contaba a uno alguna conspiración que según él se estaba fraguando”, comenta un abogado que se mueve en los círculos que lo hacía Carrillo Marroquín. Probablemente esa proclividad hacia la intriga lo hizo involucrarse en los procesos de Comisión de Postulación y en la política, aunque no de manera directa.

Hay un patrón que se repite en diversos eventos en los que está relacionado. Hubo varios casos en los que CICIG “milagrosamente” obtiene información de acciones que podrían estar reñidas con la ley. En muchos de esos casos, Carrillo Marroquín, o su bufete, asesoraba legalmente a los que eran investigados y luego sindicados, todo ello mientras este abogado caminaba, en la sombra, en los pasillos de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

“La determinación de ofrecer sus servicios “sin paga”, coincide con los inicios de la CICIG, en 2007, una entidad a la que Carrillo Marroquín apoyó de diferentes formas a partir de sus inicios.

"Aunque él lo niega, se le atribuye una función como asesor no asalariado desde los tiempos del primer comisionado, Carlos Castresana. Carrillo Marroquín también ha organizado movimientos de apoyo social a la Comisión, y lo más reciente fueron los amparos para evitar que el presidente Jimmy Morales se deshaga del comisionado colombiano Iván Velásquez”, describió el artículo de Plaza Pública de 2018.

Insight Crime (una fundación dedicada al estudio de amenazas a la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe) lo perfila como un interlocutor entre las élites guatemaltecas y el entonces comisionado de la CICIG, Carlos Castresana. Con el tiempo y testimonios de primera mano, se evidenció que fue cierto.

La nota de Plaza Pública referida, da cuenta de que Peter Lamport reconoce que Carrillo Marroquín, en efecto, fue cercano a Castresana y a Velásquez. Durante el paso de Dall´Anesse no, y de ello hay una historia que cuentan algunos protagonistas de ella junto con el citado abogado, que merece uno o varios artículos adicionales.

“Peter Lamport, empresario, excandidato a la vicepresidencia, amigo y cliente de Carrillo Marroquín, reconoce que entre Carrillo Marroquín y la CICIG sí hay un vínculo. Estuvimos cerca del doctor Castresana y posteriormente con (Francisco) Dall´Anesse no hubo comunicación, pero cuando vuelve CICIG con más fuerza, ahí se visualiza un apoyo más fuerte a CICIG y el orden constitucional y ahí es donde en los últimos años ha estado más activo Alfonso”, añade Plaza Pública.

El hecho es que Lamport confirma la cercanía de Carrillo Marroquín a aquellos comisionados, todo ello mientras asesoraba by proxi, como se dice en inglés, a quienes la comisión acusaba.

Carrillo Marroquín tiene un rol preponderante en el funcionamiento y proceder de las Comisiones de Postulación, por lo menos a partir de 2009 como se apuntó. Nineth Montenegro, presentó la Ley de Comisiones de Postulación en 2009. Lo hace con la asesoría o dirección de Carrillo Marroquín y es a partir de entontes que presenta una serie de acciones legales tanto ordinarias como constitucionales, para encauzar los procesos como él pretendió que se llevaran a cabo.

En varias ocasiones las Cortes le dieron la razón y por ello los procesos fueron retrasados o repetidos. Cabe decir que es con esa normativa que Thelma Aldana, una magistrada que fue tachada por la CICIG en tiempos de Castresana, llega a la nómina de seis candidatos para Fiscal General. Todo muy bien planeado.

Carrillo Marroquín también presentó acciones constitucionales para impedir que se llevaran a cabo las elecciones del 2015, pretendiendo que la Corte de Constitucionalidad validase ese rompimiento constitucional.

En esa ocasión la CC, “su aliada”, no le dio la razón pues la pretensión del abogado no tenía fundamento constitucional alguno y, por el contrario, pretendía romper el orden constitucional. El argumento que ese orden ya se había roto es falaz pues a la salida del presidente Otto Pérez asume el vicepresidente nombrado por el Congreso, Alejandro Maldonado, tal como lo establece la Constitución.

El citado personaje actúa personalmente cuando conviene y cuando no lo hace, utiliza grupos u organizaciones que ayudó a crear o a las que se une. Tal es el caso de #JusticiaYa que estuvo muy activa por aquel 2015.

Guatemala Visible, entidad que se desembarazó de él hace algún tiempo, también se vio instrumentalizada por Carrillo Marroquín. En los albores del Movimiento Cívico Nacional (MCN), tuvo algo que ver.

El MCN apoyado y dirigido por Carrillo Marroquín, presentó en el proceso de Comisiones de Postulación para Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Magistrados de Salas de Apelación, una serie de tachas contra de varios postulantes. Rodrigo Arenas, expresidente de esa entidad, cuenta que más del 95% de las tachas que presentó con los expedientes armados por Carrillo se fundaban de manera exclusiva en recortes de prensa. Luego de darse cuenta de ello, el MCN se alejó de la influencia del abogado.

Carrillo Marroquín también organizó el Frente Ciudadano en Contra de la Corrupción, un grupo de apoyo a Iván Velásquez y a Thelma Aldana que reunió en su inicio a empresarios, profesionales y activistas.

Casi de inmediato, después de la famosa foto que se toman en el Teatro Nacional, muchos se desvinculan y no vuelven a reunirse. En la actualidad este grupo solo emite comunicados de forma esporádica y cuando conviene a los intereses de Carrillo Marroquín, como ahora con la instalación de la nueva Comisión de Postulación para Fiscal General.

Hay dos elementos comunes en su paso por todas esas u otras organizaciones. Cuando el abogado no puede controlarlas o manejarlas, crea nuevas. Cuando quienes inician con él esos movimientos se percatan de sus intenciones, se distancian de él. La razón, que más pronto que tarde queda en evidencia, es su genuina intención: el poder.

El discurso de luchar por nobles intenciones y tratar de resolver “los problemas de Guatemala”, es nada más una mascarada para obtener poder. Algunos van más allá y dicen que a ello hay que agregarle que a ese poder él le logra sacar muy buenos réditos económicos con los honorarios que cobra a sus clientes. aAgunos de estos dan fe de ello.

Ahora y desde hace un tiempo, Carrillo Marroquín optó por operar desde fuera y mediante organizaciones como el Cyrus Vance Center (una oenegé de activismo judicial) y el American Bar Association (ABA), una decimonónica organización de abogados, mas no equivalente a lo que acá conocemos como el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala. Por medio de esas organizaciones pretende influenciar, una vez más, en los procesos de Comisiones de Postulación, pero también en activismo constitucional y en la construcción de redes de poder en los Estados Unidos.

Es el ABA que envió una carta al Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, para intentar influenciar en el proceso de postulación para Fiscal General, que apenas inicia.

Pero esta "jugada" parece no ser la única acción que Carrillo Marroquín promueve en este proceso. El intempestivo nombramiento del decano de la Universidad Da Vinci, el abogado David Gaitán, tiene el color de las acciones del abogado objeto de este artículo.

No es casualidad que Gaitán, nombrado Decano por la cuestionada universidad, tenga en su curriculum su paso por la CICIG y por Acción Ciudadana (AC), dos organizaciones con las que Carrillo Marroquín cooperó.

El nombramiento de Gaitán se ve envuelto en el escándalo de que no se llevó a cabo cumpliendo lo que los estatutos de esa universidad requieren. La propia institución admite esa falla y explica que el Consejo Directivo “dispensó” del cumplimento de los estatutos, sin percatarse que ese Consejo no tiene dentro de sus facultades tal acción.

Como dato curioso, por llamarlo de alguna manera, Fátima Fernández, la consultora de comunicación e imagen que ha trabajado siempre para Carrillo Marroquín, es ahora la consultora de la Universidad Da Vinci. En un mundo donde no existen las casualidades, este es un dato curioso, sin duda.

Así, este más reciente evento relacionado con las Comisiones de Postulación y el intento de Carrillo Marroquín, así como de otras personas y grupos en influenciar su resultado, apunta a que persisten en su intento. No se puede afirmar si hay dirección o participación de Carrillo Marroquín en esto, no hay una “pistola humeante” como se dice, pero lo que sí hay es una pistola caliente, muchos casquillos tirados y en el camino, varias víctimas en el piso.

 

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Alfonso Carrillo, la mano que mece la cuna de las Comisiones de Postulación

El abogado Alfonso Carrillo Marroquín tiene un largo historial de acciones con doble propósito: Intentar mnipular procesos de las Comisiones de Postulación y obtener réditos para su bufete jurídico.

Abogado Alfonso Carrillo. Fotografía ElPeriódico
Alejandro Palmieri
03 de febrero, 2022

Quienes conocen al abogado Alfonso Carrillo Marroquín cuentan que su libro favorito, o uno de ellos, es El Arte de la Guerra. El libro de Sun Tzu plantea estrategias de guerra aplicables a toda lucha de poder. El país no está en guerra, pero parece que él sí ve que resolver “los problemas de Guatemala” es una lucha de poder.

Carrilo Marroquín ha sido una de las personas que más ha influenciado los últimos procesos de comisiones de postulación, cuando menos desde el 2009. El bufete de su propiedad, Carrillo & Asociados, es una oficina jurídica que desde que era dirigido por su padre, Alfonso Carrillo Castillo, ha atendido a las élites económicas y multinacionales extranjeras, comentan las fuentes consultadas.

Carrillo Castillo fue magistrado y presidente de la Corte Suprema de Justicia. Al igual que sucedió con otras oficinas de abogados, Carrillo & Asociados tuvo un auge importante a partir de que Carrillo Castillo pasó por la CSJ.

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Carrillo Marroquín, por admisión propia, ha influenciado los procesos de selección de Fiscal General y Cortes desde hace más de una década, como lo describe una nota de Elsa Coronado en Plaza Pública del año 2018.

“Desde hace una década interviene con recursos legales cada vez que se elige a fiscales generales y magistrados. A causa de sus acciones se han repetido elecciones y se han revertido nombramientos. Se dice que ha asesorado investigaciones para la CICIG, aunque él lo niega”.

Así, el abogado hereda de su padre una práctica profesional de renombre, pero, sobre todo, clientes muy grandes. Luego de más de dos décadas de estar al frente del bufete y de cobrarle altos honorarios a sus clientes de la élite económica y multinacionales, decide retirarse a buscar solución “a los problemas de Guatemala”.

Personas que lo conocen de tiempo atrás, cuentan que siempre pareció preocuparse por asuntos nacionales y no solo atender a sus clientes. “En las reuniones, siempre se acercaba y en voz baja le contaba a uno alguna conspiración que según él se estaba fraguando”, comenta un abogado que se mueve en los círculos que lo hacía Carrillo Marroquín. Probablemente esa proclividad hacia la intriga lo hizo involucrarse en los procesos de Comisión de Postulación y en la política, aunque no de manera directa.

Hay un patrón que se repite en diversos eventos en los que está relacionado. Hubo varios casos en los que CICIG “milagrosamente” obtiene información de acciones que podrían estar reñidas con la ley. En muchos de esos casos, Carrillo Marroquín, o su bufete, asesoraba legalmente a los que eran investigados y luego sindicados, todo ello mientras este abogado caminaba, en la sombra, en los pasillos de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

“La determinación de ofrecer sus servicios “sin paga”, coincide con los inicios de la CICIG, en 2007, una entidad a la que Carrillo Marroquín apoyó de diferentes formas a partir de sus inicios.

"Aunque él lo niega, se le atribuye una función como asesor no asalariado desde los tiempos del primer comisionado, Carlos Castresana. Carrillo Marroquín también ha organizado movimientos de apoyo social a la Comisión, y lo más reciente fueron los amparos para evitar que el presidente Jimmy Morales se deshaga del comisionado colombiano Iván Velásquez”, describió el artículo de Plaza Pública de 2018.

Insight Crime (una fundación dedicada al estudio de amenazas a la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe) lo perfila como un interlocutor entre las élites guatemaltecas y el entonces comisionado de la CICIG, Carlos Castresana. Con el tiempo y testimonios de primera mano, se evidenció que fue cierto.

La nota de Plaza Pública referida, da cuenta de que Peter Lamport reconoce que Carrillo Marroquín, en efecto, fue cercano a Castresana y a Velásquez. Durante el paso de Dall´Anesse no, y de ello hay una historia que cuentan algunos protagonistas de ella junto con el citado abogado, que merece uno o varios artículos adicionales.

“Peter Lamport, empresario, excandidato a la vicepresidencia, amigo y cliente de Carrillo Marroquín, reconoce que entre Carrillo Marroquín y la CICIG sí hay un vínculo. Estuvimos cerca del doctor Castresana y posteriormente con (Francisco) Dall´Anesse no hubo comunicación, pero cuando vuelve CICIG con más fuerza, ahí se visualiza un apoyo más fuerte a CICIG y el orden constitucional y ahí es donde en los últimos años ha estado más activo Alfonso”, añade Plaza Pública.

El hecho es que Lamport confirma la cercanía de Carrillo Marroquín a aquellos comisionados, todo ello mientras asesoraba by proxi, como se dice en inglés, a quienes la comisión acusaba.

Carrillo Marroquín tiene un rol preponderante en el funcionamiento y proceder de las Comisiones de Postulación, por lo menos a partir de 2009 como se apuntó. Nineth Montenegro, presentó la Ley de Comisiones de Postulación en 2009. Lo hace con la asesoría o dirección de Carrillo Marroquín y es a partir de entontes que presenta una serie de acciones legales tanto ordinarias como constitucionales, para encauzar los procesos como él pretendió que se llevaran a cabo.

En varias ocasiones las Cortes le dieron la razón y por ello los procesos fueron retrasados o repetidos. Cabe decir que es con esa normativa que Thelma Aldana, una magistrada que fue tachada por la CICIG en tiempos de Castresana, llega a la nómina de seis candidatos para Fiscal General. Todo muy bien planeado.

Carrillo Marroquín también presentó acciones constitucionales para impedir que se llevaran a cabo las elecciones del 2015, pretendiendo que la Corte de Constitucionalidad validase ese rompimiento constitucional.

En esa ocasión la CC, “su aliada”, no le dio la razón pues la pretensión del abogado no tenía fundamento constitucional alguno y, por el contrario, pretendía romper el orden constitucional. El argumento que ese orden ya se había roto es falaz pues a la salida del presidente Otto Pérez asume el vicepresidente nombrado por el Congreso, Alejandro Maldonado, tal como lo establece la Constitución.

El citado personaje actúa personalmente cuando conviene y cuando no lo hace, utiliza grupos u organizaciones que ayudó a crear o a las que se une. Tal es el caso de #JusticiaYa que estuvo muy activa por aquel 2015.

Guatemala Visible, entidad que se desembarazó de él hace algún tiempo, también se vio instrumentalizada por Carrillo Marroquín. En los albores del Movimiento Cívico Nacional (MCN), tuvo algo que ver.

El MCN apoyado y dirigido por Carrillo Marroquín, presentó en el proceso de Comisiones de Postulación para Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Magistrados de Salas de Apelación, una serie de tachas contra de varios postulantes. Rodrigo Arenas, expresidente de esa entidad, cuenta que más del 95% de las tachas que presentó con los expedientes armados por Carrillo se fundaban de manera exclusiva en recortes de prensa. Luego de darse cuenta de ello, el MCN se alejó de la influencia del abogado.

Carrillo Marroquín también organizó el Frente Ciudadano en Contra de la Corrupción, un grupo de apoyo a Iván Velásquez y a Thelma Aldana que reunió en su inicio a empresarios, profesionales y activistas.

Casi de inmediato, después de la famosa foto que se toman en el Teatro Nacional, muchos se desvinculan y no vuelven a reunirse. En la actualidad este grupo solo emite comunicados de forma esporádica y cuando conviene a los intereses de Carrillo Marroquín, como ahora con la instalación de la nueva Comisión de Postulación para Fiscal General.

Hay dos elementos comunes en su paso por todas esas u otras organizaciones. Cuando el abogado no puede controlarlas o manejarlas, crea nuevas. Cuando quienes inician con él esos movimientos se percatan de sus intenciones, se distancian de él. La razón, que más pronto que tarde queda en evidencia, es su genuina intención: el poder.

El discurso de luchar por nobles intenciones y tratar de resolver “los problemas de Guatemala”, es nada más una mascarada para obtener poder. Algunos van más allá y dicen que a ello hay que agregarle que a ese poder él le logra sacar muy buenos réditos económicos con los honorarios que cobra a sus clientes. aAgunos de estos dan fe de ello.

Ahora y desde hace un tiempo, Carrillo Marroquín optó por operar desde fuera y mediante organizaciones como el Cyrus Vance Center (una oenegé de activismo judicial) y el American Bar Association (ABA), una decimonónica organización de abogados, mas no equivalente a lo que acá conocemos como el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala. Por medio de esas organizaciones pretende influenciar, una vez más, en los procesos de Comisiones de Postulación, pero también en activismo constitucional y en la construcción de redes de poder en los Estados Unidos.

Es el ABA que envió una carta al Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, para intentar influenciar en el proceso de postulación para Fiscal General, que apenas inicia.

Pero esta "jugada" parece no ser la única acción que Carrillo Marroquín promueve en este proceso. El intempestivo nombramiento del decano de la Universidad Da Vinci, el abogado David Gaitán, tiene el color de las acciones del abogado objeto de este artículo.

No es casualidad que Gaitán, nombrado Decano por la cuestionada universidad, tenga en su curriculum su paso por la CICIG y por Acción Ciudadana (AC), dos organizaciones con las que Carrillo Marroquín cooperó.

El nombramiento de Gaitán se ve envuelto en el escándalo de que no se llevó a cabo cumpliendo lo que los estatutos de esa universidad requieren. La propia institución admite esa falla y explica que el Consejo Directivo “dispensó” del cumplimento de los estatutos, sin percatarse que ese Consejo no tiene dentro de sus facultades tal acción.

Como dato curioso, por llamarlo de alguna manera, Fátima Fernández, la consultora de comunicación e imagen que ha trabajado siempre para Carrillo Marroquín, es ahora la consultora de la Universidad Da Vinci. En un mundo donde no existen las casualidades, este es un dato curioso, sin duda.

Así, este más reciente evento relacionado con las Comisiones de Postulación y el intento de Carrillo Marroquín, así como de otras personas y grupos en influenciar su resultado, apunta a que persisten en su intento. No se puede afirmar si hay dirección o participación de Carrillo Marroquín en esto, no hay una “pistola humeante” como se dice, pero lo que sí hay es una pistola caliente, muchos casquillos tirados y en el camino, varias víctimas en el piso.