A partir de febrero ocurre un cambio en la Cancillería de Guatemala. Pedro Brolo deja el puesto de Ministro de Relaciones Exteriores y lo asume Mario Búcaro. Pero el cambio no es solamente de ministro, la falta de experiencia del funcionario saliente pudo haber sido el motivo por el cual las relaciones bilaterales y multilaterales del gobierno no fueron las mejores.

Sin embargo, el embajador Búcaro sí tiene experiencia. Fue embajador en Israel y antes de asumir el Ministerio, dirigió la sede diplomática en México, probablemente el país más importante para las relaciones exteriores de Guatemala, solamente detrás de Estados Unidos por su importancia geopolítica y comercial.

De esa cuenta, se encuentra particularmente preparado y posicionado para atender los problemas ingentes que aquejan a las relaciones bilaterales, tanto con México, como con Estados Unidos.

Con ambos países la migración irregular es el tema más apremiante y recurrente. Desde su posición como embajador en México pudo conocer de primera mano la realidad de los migrantes en su travesía hacia Estados Unidos, pero también las limitaciones que el servicio consular ha tenido para atender de manera digna a quienes deciden migrar.

Por tal razón, en su discurso en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, al tomar posesión del cargo, enfatizó en que esa será una de las tareas que atenderá con prioridad. No bastan las buenas intenciones si no vienen acompañadas de experiencia, capacidad técnica y proyección humana.

Atender las causas de raíz de la migración fue, desde su campaña, uno de los postulados de la administración de Joe Biden. En tal sentido, el Canciller resaltó que al inicio de su gestión el Congreso de la República había aprobado las reformas a la Ley de Migración que entre otros aspectos endurece las penas contra los "coyotes", pero más que ello, demuestra el compromiso del gobierno a atender y resolver las causas raíz de la migración.

Ese punto en particular permite que la relación con Estados Unidos tome un nuevo aire; las relaciones parecieron verse afectadas por la exclusión del gobierno de Guatemala en la Cumbre por la Democracia organizada hace unos meses por la administración estadounidense.

En pleno contraste, con el arribo de Búcaro a la Cancillería la retórica es otra. En días recientes funcionarios de alto nivel en Washington hablaron de la posibilidad de que Guatemala sea invitada a la Cumbre de las Américas a realizarse en junio de este año, cambiando de forma diametral el approach para con el país y con el gobierno de Giammattei. Medios de comunicación tanto de Estados Unidos, como en Guatemala, ya han dado cuenta del cambio de actitud y la mejora en la comunicación entre ambos países.

Es plenamente conocido que para evitar la migración irregular no hay mejor solución que crear más y mejores oportunidades en el país. Para ello, Búcaro anunció que pronto vendrán personeros de alto nivel de aquel país a Guatemala para avanzar en la agenda que incluye la atracción de inversión directa de compañías estadounidenses.

La relación ya ha mejorado en ese sentido también. Recientemente, en un acto de la Alianza por la Educación, una iniciativa conjunta entre USAID y fundaciones, pero también con el concurso del sector privado guatemalteco, Anu Rajamaran la Directora de esa agencia de cooperación, emitió un discurso en el que se expresó en términos elogiosos del sector privado guatemalteco.

Otro de los temas importantes para esa relación bilateral es la lucha en contra del narcotráfico. En ese sentido, Guatemala ha venido dando muestras de la lucha frontal contra el narcotráfico; la captura de narcotraficantes solicitados por Estados Unidos ha aumentado de manera ostensible. dando muestras de cooperación entre las autoridades del Organismo Ejecutivo y del Ministerio Público con las agencias antinarcóticas de aquel país, así como con el Departamento de Justicia.

Todo lo anterior da muestras inequívocas de que el cambio de Ministro de Relaciones Exteriores no es solo nominal, sino que apareja una mejoría en las relaciones entre ambos países, lo que a su vez promete mejorar las inversiones en el país para evitar la migración irregular, creando fuentes de trabajo, pero también mejorar la atención de migrantes que quieran hacerlo por la vía legal, aumentando la posibilidad de visas de trabajo.