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La traición a Nineth Montenegro que orquestó Alfonso Carrillo

Alfonso Carrillo Marroquín fingió ayudar y, cuando lo vio necesario, tomó documentos que luego usó contra Nineth Montenegro, la diputada que le abrió las puertas de su despacho en el Congreso y hasta de su vivienda.

Alfonso Carrillo y Nineth Montenegro
Luis Gonzalez
18 de marzo, 2022

El fin de la carrera política de la diputada Nineth Montenegro no inició el 10 de agosto de  2018 cuando se anunció un proceso de antejuicio en su contra. Fue un plan fraguado 10 años antes por el astuto abogado Alfonso Carrillo Marroquín en contubernio con otras personas cercanas a la exlegisladora del partido Encuentro por Guatemala, según los hechos y entrevistas realizadas con diferentes fuentes cercanas a ambos personajes.

El plan orquestado inició en 2008 cuando Carrillo Marroquín se acercó a Montenegro para apoyarla “sin condiciones”. Le ofreció asistencia jurídica y empezó a maquinar todo lo que lo llevó a tomar control del partido Encuentro por Guatemala para las elecciones de 2011, de acuerdo con lo declarado en su momento por el exdiputado Luis Hernández Azmitia.

El abogado estableció “un comando de campaña paralelo”, indicó uno de los entrevistados consultados que prefirió no ser citado. Parte de su estrategia fue dirigir toda la campaña política, gestionar las donaciones y llevar personas de su confianza al partido. Incluso intentó que su hijo, Alfonso Carrillo Montiel, fuera diputado por esa organización.

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Fue así como llegó a Encuentro por Guatemala el excongresista Azmitia, quien en 2018 recordó cómo conoció a Montenegro, tras el anuncio de un proceso de antejuicio contra la exparlamentaria y ser mencionado en el caso por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

“Me presenté ante la CICIG para entregar cierta papelería de cuál fue mi rol de la campaña de Encuentro por Guatemala y cómo ingresé en el partido. El licenciado Alfonso Carrillo es quien hace una cena en su casa el 26 de enero de 2011, y me presenta a la diputada Nineth Montenegro y luego es él quien lleva a cabo toda la campaña y coordinación con donantes”, dijo el exdiputado.

Deberías leer: Alfonso Carrillo, el abogado manipulador y con delirio de persecución

El "Ninetour" fue una de los proyectos de Alfonso Carillo.

Las donaciones que gestionó Alfonso Carrillo

En las elecciones de 2011 Montenegro contó con el apoyo del estratega estadounidense Craig Smith y del vistoso autobús llamado Ninetour. Carrillo habría cubierto la asesoría del estratega extranjero y gestionó los fondos para el transporte que llevó a la entonces diputada en su gira proselitista.

Pero aparte de estos recursos y otros, Carrillo gestionó una donación de Q197 mil de su clienta Paulina Paiz. El dinero llegó al partido por medio de un cheque no negociable que Azmitia recogió en la oficina de la financista y entregó a Leonel Lira, Secretario de Finanzas de Encuentro por Guatemala.

Lira recibió el cheque y lo registró, pero cometió un “error”, lo anotó  como donación de Nineth Montenegro. Ese cheque registrado en 2011, siete años más tarde fue usado por la CICIG de Iván Velásquez para acusar a la entonces diputada de financiamiento electoral ilícito.

Las “pruebas” contra Montenegro llegaron sin problemas a la oficina del excomisionado de la CICIG y abogado colombiano. Alfonso Carrillo Marroquín las entregó en su totalidad. Llevó los correos y copia del cheque, asegura una fuente que no duda en ningún momento de este hecho porque la financista era la clienta del abogado que caminaba de la mano de la  CICIG,  y porque él mismo fue quien dio la noticia anticipada a Montenegro del proceso de antejuicio en su contra, la mañana del 10 de agosto de 2018.

Pero ¿por qué Carrillo Marroquín y sus “colaboradores” esperaron tanto tiempo para sacar a luz y retorcer una donación? 

Copia del cheque que sirvió para acusar a Nineth Montenegro, fue entregado por Alfonso Carillo a la CICIG.

Alfonso Carrillo también entregó a la CICIG, copia de los correos de su clienta Paulina Paiz.

La traición y sus motivos

Carrillo Marroquín ambiciona el poder y lo busca de cualquier forma. Su ámbito de acción es el sistema de justicia y con llegada de la CICIG a Guatemala, siempre trató de estar cerca de los comisionados y lo logró, por lo menos con Carlos Castresana y con Iván Velásquez.

Esta cercanía con Velásquez llevó al abogado guatemalteco a coincidir en un nuevo plan para seguir en el poder. En 2014, el presidente Otto Pérez Molina nombró como fiscal general a Thelma Aldana, una magistrada censurada por la CICIG, pero que pronto fue “encarrillada” y apuntó su vista y acciones hacia la presidencia de Guatemala, tal como quedó en evidencia durante y de inmediato de dejar el cargo, en mayo de 2018.

Iván Velásquez, Todd Robinson, Thelma Aldana y José Carlos Marroquín.

A partir de su puesto, Aldana empezó a construir su perfil para participar en las elecciones de 2019, pero tenía una dificultad: le faltaba la plataforma política para cumplir sus deseos. Para apoyarla en sus afanes, se contactó al exasesor de la campaña del expresidente Álvaro Colom, José Carlos Marroquín Pérez, exiliado en Estados Unidos.

En 2016, a mitad de su mandato, Aldana mediante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), contrató a Marroquín Pérez como asesor de la Secretaría de Asuntos Internacionales y en el Departamento de Ejecución de Proyectos de Cooperación Externa. El hijo del propietario del medio de comunicación La Hora, por estos dos contratos viviendo fuera del país, recibió un pago de Q385,887.25.

Al pasar los meses y en secreto, Marroquín Pérez empezó a mover los hilos porque se había convertido en el jefe de la campaña electoral  (no declarada) de Aldana, a la par que recién finalizaba su contrato como asesor del Ministerio Público que estaba por dejar la exfiscal.

Aldana y su equipo de trabajo pusieron los ojos en dos organizaciones: Encuentro por Guatemala con Nineth Montenegro a la cabeza y el llamado Movimiento Semilla que, con dificultades por la captura de su líder Juan Alberto Fuentes Knight por la estafa en el Transurbano, buscaba convertirse en partido político. 

Pero había que asegurar una de las dos opciones y Marroquín Pérez empezó los acercamientos con Montenegro, incluso antes de que su jefa entregara el cargo en el Ministerio Público, según fuentes cercanas a lo ocurrido y de acuerdo con los hechos registrados por los medios de comunicación.

Para las elecciones de 2019 todo apuntaba que sería Montenegro la candidata a la presidencia, y por eso el acercamiento de Aldana inquietó a la entonces diputada y a sus seguidores. Conociendo a las bases de su partido, una y diez veces más, su respuesta fue “no creo que se pueda, pero voy a consultar” a la propuesta para dejar ingresar al grupo de la exfiscal. Pero Marroquín Pérez, Aldana y otros de su equipo insistieron en que el partido les abriera sus puertas, recuerda uno de los allegados a la excongresista.

Incluso se reunieron en El Salvador, en una ocasión siendo Aldana todavía fiscal general y luego en otras oportunidades, como en julio de 2018, en un lujoso hotel del vecino país, donde participaron representantes del Movimiento Semilla, Encuentro por Guatemala y la agrupación Libre, del diputado Aníbal García.

En los acercamientos el papá de Marroquín Pérez, Óscar Clemente Marroquín Godoy, presidente del medio La Hora, fue mencionado como el posible compañero de fórmula de Thelma Aldana.

Pasaron los días y continuó el asedio a Montenegro para dejar Encuentro por Guatemala en manos de Aldana y compañía. Este grupo buscaba asegurar la plataforma política porque el Movimiento Semilla todavía no estaba inscrito como partido político y se corría el riesgo que no alcanzara el tiempo para lograr su objetivo.

Pero Montenegro esperaba una reunión con las bases de su partido para comunicar una decisión. Precisamente el 9 de agosto de 2018 la entonces diputada recibió una llamada de Aldana quien le fijó el ultimátum. Uno de los cercanos a la excongresista recuerda que la respuesta de Montenegro fue que al día siguiente, el 10 de agosto, consultaría el asunto con las bases.

Ese viernes 10 de agosto mientras la congresista estaba reunida con los delegados del partido en un hotel de la zona 1 de la capital, reapareció Alfonso Carrillo con un mensaje. Le dijo que el comisionado Iván Velásquez le mandaba a pedir disculpas por el anuncio que iba a dar por la tarde en una conferencia de prensa. Dentro de su camioneta blindada, el abogado de inmediato le ofreció el “apoyo” legal de Fernando Mendizábal, recuerda uno de los más cercanos a Montenegro.

Te puede interesar: Alfonso Carrillo, la mano que mece la cuna de la justicia desde 1999 (parte II)

En un callejón sin salida

Montenegro ya no regresó a la reunión, recuerda uno de los delegados presentes en la cita.  En la tarde de ese día el jefe de la CICIG anunció un proceso de antejuicio contra la diputada. 

Entre los señalamientos de supuestas irregularidades cometidas en el proceso electoral de 2015, también salió a luz el cheque de Q197 mil que Carrillo Marroquín gestionó como donación de Paulina Paiz, y que Leonel Lira, secretario de finanzas de Encuentro por Guatemala, registró a nombre de la diputada en 2011. Ese cheque y esa maniobra se usaron, siete años más tarde, para acusar de financiamiento electoral ilícito a la hoy excongresista que no daba luces de ceder el partido al grupo de Thelma Aldana.

Los correos de Paulina Paiz anunciando la donación y copia del cheque llegaron a la CICIG de la mano de Alfonso Carrillo Marroquín, abogado de Paiz y también colaborador y allegado de Iván Velásquez. Esos documentos los presentó la CICIG en la conferencia en la que se conoció el caso que Montenegro calificó de una acusación “espuria, ilegitima y política”.

Montenegro que no había cedido “por las buenas” el control de Encuentro por Guatemala, con este golpe dirigido por Carrillo Marroquín, la CICIG y Aldana, no tendría otra opción que facilitar el ingreso al partido, además, no podría participar en las elecciones de 2019. “Estaba en un callejón sin salida”, asegura otra fuente consultada que también pidió no ser citada por temor a represalias.

Y Aldana y su grupo no variaron la estrategia, ahora con más seguridad de que la diputada daría un paso al costado. De inmediato le manifestaron su apoyo público, pero continuaron insistiendo en tomar el control de la organización. Para ese tiempo el Movimiento Semilla seguía sin ser inscrito, y algunos dirigentes de esa organización, incluso, ya pensaban en sumarse a un partido para participar en las elecciones de 2019.

Durante los tres meses siguientes continuó la presión y, por fin se abrió la posibilidad de que Aldana fuera la candidata de Encuentro por Guatemala. Una de las fuentes recuerda, sin precisar la fecha, que la exfiscal se presentó a la asamblea del partido y de manera no oficial fue bien recibida junto con Rottman Pérez. 

Todo parecía caminar bien, no así para Montenegro, porque el grupo de Aldana quiso imponer sus candidaturas (50%, recuerda uno de los exdirigentes cercanos a Montenegro) y cuando el Movimiento Semilla por fin fue inscrito, a mediados de diciembre de 2018, también se intentó forzar una alianza entre los partidos, pero no hubo acuerdos. 

De nuevo la exfiscal recibió otro “no” a la pretendida coalición rechazada por los delegados municipales y departamentales de Encuentro por Guatemala.

Fue así como el 28 de enero de 2019 el Movimiento Semilla anunció a Thelma Aldana como su candidata a la presidencia. En ese comunicado también se aprovechó para indicar que “no hay coalición con ningún otro partido político”.

Con el golpe legal recibido seis meses atrás, Montenegro intentó retomar el rumbo de Encuentro por Guatemala, pero fue demasiado tarde...

El golpe final

Pero el final de la carrera política de la diputada Montenegro, con más de 20 años en el Congreso, y de Encuentro por Guatemala, estaban por venir. Durante las tres elecciones anteriores el partido se consolidó y llevó entre cuatro a siete legisladores, pero en 2019, con el activista Manfredo Marroquín como presidenciable, no logró una sola diputación y por el bajo número de votos, el partido fue cancelado por el TSE.

En las elecciones de 2019 ocurrió el problema “técnico” en el conteo de votos y llamó la atención que el número de diputaciones “perdidas” por Encuentro por Guatemala, las ganó el Movimiento Semilla.

El  problema “técnico”, calificado de fraude por algunos sectores, llevó a juicio a Gustavo Adolfo Castillo González y Beny Obdulio Román Chanquín, jefe y subjefe de Informática del TSE en 2019.

Castillo fue procesado por incumplimiento de deberes y Román por ese delito y por destrucción de registros informáticos.

El fallo en el sistema coincidió con el acuerdo firmado entre el TSE y la CICIG. La Comisión estableció en agosto de 2018, un convenio para “promover e implementar proyectos bilaterales y multilaterales de intercambio profesional, fortalecimiento institucional, transferencia de capacidades, consulta, cooperaciones y asistencia técnica…”

Así se marcó el fin de la vida pública de Montenegro y se sepultó al partido Encuentro por Guatemala que fue pretendido por Aldana para llegar a la Presidencia. El plan fraguado por Alfonso Carrillo Marroquín, la exfiscal, y con el apoyo del comisionado Iván Velásquez, se concretó.

De nuevo Carrillo Marroquín hizo de las suyas sin figurar en la opinión pública. Fingió ayudar y, cuando lo vio necesario, tomó documentos que luego usó contra quien le abrió las puertas de su despacho en el Congreso y hasta de su vivienda, se lamenta una de las fuentes cercanas a la exdiputada Montenegro, quien prefiere no hablar del tema cuando se le pregunta.  

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La traición a Nineth Montenegro que orquestó Alfonso Carrillo

Alfonso Carrillo Marroquín fingió ayudar y, cuando lo vio necesario, tomó documentos que luego usó contra Nineth Montenegro, la diputada que le abrió las puertas de su despacho en el Congreso y hasta de su vivienda.

Alfonso Carrillo y Nineth Montenegro
Luis Gonzalez
18 de marzo, 2022

El fin de la carrera política de la diputada Nineth Montenegro no inició el 10 de agosto de  2018 cuando se anunció un proceso de antejuicio en su contra. Fue un plan fraguado 10 años antes por el astuto abogado Alfonso Carrillo Marroquín en contubernio con otras personas cercanas a la exlegisladora del partido Encuentro por Guatemala, según los hechos y entrevistas realizadas con diferentes fuentes cercanas a ambos personajes.

El plan orquestado inició en 2008 cuando Carrillo Marroquín se acercó a Montenegro para apoyarla “sin condiciones”. Le ofreció asistencia jurídica y empezó a maquinar todo lo que lo llevó a tomar control del partido Encuentro por Guatemala para las elecciones de 2011, de acuerdo con lo declarado en su momento por el exdiputado Luis Hernández Azmitia.

El abogado estableció “un comando de campaña paralelo”, indicó uno de los entrevistados consultados que prefirió no ser citado. Parte de su estrategia fue dirigir toda la campaña política, gestionar las donaciones y llevar personas de su confianza al partido. Incluso intentó que su hijo, Alfonso Carrillo Montiel, fuera diputado por esa organización.

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Fue así como llegó a Encuentro por Guatemala el excongresista Azmitia, quien en 2018 recordó cómo conoció a Montenegro, tras el anuncio de un proceso de antejuicio contra la exparlamentaria y ser mencionado en el caso por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

“Me presenté ante la CICIG para entregar cierta papelería de cuál fue mi rol de la campaña de Encuentro por Guatemala y cómo ingresé en el partido. El licenciado Alfonso Carrillo es quien hace una cena en su casa el 26 de enero de 2011, y me presenta a la diputada Nineth Montenegro y luego es él quien lleva a cabo toda la campaña y coordinación con donantes”, dijo el exdiputado.

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El "Ninetour" fue una de los proyectos de Alfonso Carillo.

Las donaciones que gestionó Alfonso Carrillo

En las elecciones de 2011 Montenegro contó con el apoyo del estratega estadounidense Craig Smith y del vistoso autobús llamado Ninetour. Carrillo habría cubierto la asesoría del estratega extranjero y gestionó los fondos para el transporte que llevó a la entonces diputada en su gira proselitista.

Pero aparte de estos recursos y otros, Carrillo gestionó una donación de Q197 mil de su clienta Paulina Paiz. El dinero llegó al partido por medio de un cheque no negociable que Azmitia recogió en la oficina de la financista y entregó a Leonel Lira, Secretario de Finanzas de Encuentro por Guatemala.

Lira recibió el cheque y lo registró, pero cometió un “error”, lo anotó  como donación de Nineth Montenegro. Ese cheque registrado en 2011, siete años más tarde fue usado por la CICIG de Iván Velásquez para acusar a la entonces diputada de financiamiento electoral ilícito.

Las “pruebas” contra Montenegro llegaron sin problemas a la oficina del excomisionado de la CICIG y abogado colombiano. Alfonso Carrillo Marroquín las entregó en su totalidad. Llevó los correos y copia del cheque, asegura una fuente que no duda en ningún momento de este hecho porque la financista era la clienta del abogado que caminaba de la mano de la  CICIG,  y porque él mismo fue quien dio la noticia anticipada a Montenegro del proceso de antejuicio en su contra, la mañana del 10 de agosto de 2018.

Pero ¿por qué Carrillo Marroquín y sus “colaboradores” esperaron tanto tiempo para sacar a luz y retorcer una donación? 

Copia del cheque que sirvió para acusar a Nineth Montenegro, fue entregado por Alfonso Carillo a la CICIG.

Alfonso Carrillo también entregó a la CICIG, copia de los correos de su clienta Paulina Paiz.

La traición y sus motivos

Carrillo Marroquín ambiciona el poder y lo busca de cualquier forma. Su ámbito de acción es el sistema de justicia y con llegada de la CICIG a Guatemala, siempre trató de estar cerca de los comisionados y lo logró, por lo menos con Carlos Castresana y con Iván Velásquez.

Esta cercanía con Velásquez llevó al abogado guatemalteco a coincidir en un nuevo plan para seguir en el poder. En 2014, el presidente Otto Pérez Molina nombró como fiscal general a Thelma Aldana, una magistrada censurada por la CICIG, pero que pronto fue “encarrillada” y apuntó su vista y acciones hacia la presidencia de Guatemala, tal como quedó en evidencia durante y de inmediato de dejar el cargo, en mayo de 2018.

Iván Velásquez, Todd Robinson, Thelma Aldana y José Carlos Marroquín.

A partir de su puesto, Aldana empezó a construir su perfil para participar en las elecciones de 2019, pero tenía una dificultad: le faltaba la plataforma política para cumplir sus deseos. Para apoyarla en sus afanes, se contactó al exasesor de la campaña del expresidente Álvaro Colom, José Carlos Marroquín Pérez, exiliado en Estados Unidos.

En 2016, a mitad de su mandato, Aldana mediante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), contrató a Marroquín Pérez como asesor de la Secretaría de Asuntos Internacionales y en el Departamento de Ejecución de Proyectos de Cooperación Externa. El hijo del propietario del medio de comunicación La Hora, por estos dos contratos viviendo fuera del país, recibió un pago de Q385,887.25.

Al pasar los meses y en secreto, Marroquín Pérez empezó a mover los hilos porque se había convertido en el jefe de la campaña electoral  (no declarada) de Aldana, a la par que recién finalizaba su contrato como asesor del Ministerio Público que estaba por dejar la exfiscal.

Aldana y su equipo de trabajo pusieron los ojos en dos organizaciones: Encuentro por Guatemala con Nineth Montenegro a la cabeza y el llamado Movimiento Semilla que, con dificultades por la captura de su líder Juan Alberto Fuentes Knight por la estafa en el Transurbano, buscaba convertirse en partido político. 

Pero había que asegurar una de las dos opciones y Marroquín Pérez empezó los acercamientos con Montenegro, incluso antes de que su jefa entregara el cargo en el Ministerio Público, según fuentes cercanas a lo ocurrido y de acuerdo con los hechos registrados por los medios de comunicación.

Para las elecciones de 2019 todo apuntaba que sería Montenegro la candidata a la presidencia, y por eso el acercamiento de Aldana inquietó a la entonces diputada y a sus seguidores. Conociendo a las bases de su partido, una y diez veces más, su respuesta fue “no creo que se pueda, pero voy a consultar” a la propuesta para dejar ingresar al grupo de la exfiscal. Pero Marroquín Pérez, Aldana y otros de su equipo insistieron en que el partido les abriera sus puertas, recuerda uno de los allegados a la excongresista.

Incluso se reunieron en El Salvador, en una ocasión siendo Aldana todavía fiscal general y luego en otras oportunidades, como en julio de 2018, en un lujoso hotel del vecino país, donde participaron representantes del Movimiento Semilla, Encuentro por Guatemala y la agrupación Libre, del diputado Aníbal García.

En los acercamientos el papá de Marroquín Pérez, Óscar Clemente Marroquín Godoy, presidente del medio La Hora, fue mencionado como el posible compañero de fórmula de Thelma Aldana.

Pasaron los días y continuó el asedio a Montenegro para dejar Encuentro por Guatemala en manos de Aldana y compañía. Este grupo buscaba asegurar la plataforma política porque el Movimiento Semilla todavía no estaba inscrito como partido político y se corría el riesgo que no alcanzara el tiempo para lograr su objetivo.

Pero Montenegro esperaba una reunión con las bases de su partido para comunicar una decisión. Precisamente el 9 de agosto de 2018 la entonces diputada recibió una llamada de Aldana quien le fijó el ultimátum. Uno de los cercanos a la excongresista recuerda que la respuesta de Montenegro fue que al día siguiente, el 10 de agosto, consultaría el asunto con las bases.

Ese viernes 10 de agosto mientras la congresista estaba reunida con los delegados del partido en un hotel de la zona 1 de la capital, reapareció Alfonso Carrillo con un mensaje. Le dijo que el comisionado Iván Velásquez le mandaba a pedir disculpas por el anuncio que iba a dar por la tarde en una conferencia de prensa. Dentro de su camioneta blindada, el abogado de inmediato le ofreció el “apoyo” legal de Fernando Mendizábal, recuerda uno de los más cercanos a Montenegro.

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En un callejón sin salida

Montenegro ya no regresó a la reunión, recuerda uno de los delegados presentes en la cita.  En la tarde de ese día el jefe de la CICIG anunció un proceso de antejuicio contra la diputada. 

Entre los señalamientos de supuestas irregularidades cometidas en el proceso electoral de 2015, también salió a luz el cheque de Q197 mil que Carrillo Marroquín gestionó como donación de Paulina Paiz, y que Leonel Lira, secretario de finanzas de Encuentro por Guatemala, registró a nombre de la diputada en 2011. Ese cheque y esa maniobra se usaron, siete años más tarde, para acusar de financiamiento electoral ilícito a la hoy excongresista que no daba luces de ceder el partido al grupo de Thelma Aldana.

Los correos de Paulina Paiz anunciando la donación y copia del cheque llegaron a la CICIG de la mano de Alfonso Carrillo Marroquín, abogado de Paiz y también colaborador y allegado de Iván Velásquez. Esos documentos los presentó la CICIG en la conferencia en la que se conoció el caso que Montenegro calificó de una acusación “espuria, ilegitima y política”.

Montenegro que no había cedido “por las buenas” el control de Encuentro por Guatemala, con este golpe dirigido por Carrillo Marroquín, la CICIG y Aldana, no tendría otra opción que facilitar el ingreso al partido, además, no podría participar en las elecciones de 2019. “Estaba en un callejón sin salida”, asegura otra fuente consultada que también pidió no ser citada por temor a represalias.

Y Aldana y su grupo no variaron la estrategia, ahora con más seguridad de que la diputada daría un paso al costado. De inmediato le manifestaron su apoyo público, pero continuaron insistiendo en tomar el control de la organización. Para ese tiempo el Movimiento Semilla seguía sin ser inscrito, y algunos dirigentes de esa organización, incluso, ya pensaban en sumarse a un partido para participar en las elecciones de 2019.

Durante los tres meses siguientes continuó la presión y, por fin se abrió la posibilidad de que Aldana fuera la candidata de Encuentro por Guatemala. Una de las fuentes recuerda, sin precisar la fecha, que la exfiscal se presentó a la asamblea del partido y de manera no oficial fue bien recibida junto con Rottman Pérez. 

Todo parecía caminar bien, no así para Montenegro, porque el grupo de Aldana quiso imponer sus candidaturas (50%, recuerda uno de los exdirigentes cercanos a Montenegro) y cuando el Movimiento Semilla por fin fue inscrito, a mediados de diciembre de 2018, también se intentó forzar una alianza entre los partidos, pero no hubo acuerdos. 

De nuevo la exfiscal recibió otro “no” a la pretendida coalición rechazada por los delegados municipales y departamentales de Encuentro por Guatemala.

Fue así como el 28 de enero de 2019 el Movimiento Semilla anunció a Thelma Aldana como su candidata a la presidencia. En ese comunicado también se aprovechó para indicar que “no hay coalición con ningún otro partido político”.

Con el golpe legal recibido seis meses atrás, Montenegro intentó retomar el rumbo de Encuentro por Guatemala, pero fue demasiado tarde...

El golpe final

Pero el final de la carrera política de la diputada Montenegro, con más de 20 años en el Congreso, y de Encuentro por Guatemala, estaban por venir. Durante las tres elecciones anteriores el partido se consolidó y llevó entre cuatro a siete legisladores, pero en 2019, con el activista Manfredo Marroquín como presidenciable, no logró una sola diputación y por el bajo número de votos, el partido fue cancelado por el TSE.

En las elecciones de 2019 ocurrió el problema “técnico” en el conteo de votos y llamó la atención que el número de diputaciones “perdidas” por Encuentro por Guatemala, las ganó el Movimiento Semilla.

El  problema “técnico”, calificado de fraude por algunos sectores, llevó a juicio a Gustavo Adolfo Castillo González y Beny Obdulio Román Chanquín, jefe y subjefe de Informática del TSE en 2019.

Castillo fue procesado por incumplimiento de deberes y Román por ese delito y por destrucción de registros informáticos.

El fallo en el sistema coincidió con el acuerdo firmado entre el TSE y la CICIG. La Comisión estableció en agosto de 2018, un convenio para “promover e implementar proyectos bilaterales y multilaterales de intercambio profesional, fortalecimiento institucional, transferencia de capacidades, consulta, cooperaciones y asistencia técnica…”

Así se marcó el fin de la vida pública de Montenegro y se sepultó al partido Encuentro por Guatemala que fue pretendido por Aldana para llegar a la Presidencia. El plan fraguado por Alfonso Carrillo Marroquín, la exfiscal, y con el apoyo del comisionado Iván Velásquez, se concretó.

De nuevo Carrillo Marroquín hizo de las suyas sin figurar en la opinión pública. Fingió ayudar y, cuando lo vio necesario, tomó documentos que luego usó contra quien le abrió las puertas de su despacho en el Congreso y hasta de su vivienda, se lamenta una de las fuentes cercanas a la exdiputada Montenegro, quien prefiere no hablar del tema cuando se le pregunta.