Como que la campaña electoral ya agarró aviada y los candidatos cada vez se tiran más propuestas populistas; lo único que se tiran más es cac… digo, cachimbazos entre ellos.

Los populistas, pero también las populistas (no se me vayan a sentir excluidas) prometen “gratis” cada vez más cosas, aunque sabemos que no son gratis; siempre las paramos pagando todos los contribuyentes.  Así que lo que realmente ofrecen los políticos es regalar su pisto y el mío.  

Pero si regalar casas, carros, sueldos, puntos y pisto es lo usual, ahora ya hasta lo elevan a categoría de derechos humanos. ¡Quetalito!

Sandra Torres, en una entrevista en una radio (que no es Radio Infinita) dijo lo que aparece en el video de Tik Tok.

¡Vaya pues! Ahora es un derecho humano que el gobierno, con su dinero y con el mío, regale cosas a diestra y siniestra, según lo que cada candidato se le ocurra.  Ya vamos por la cuarta generación de derechos humanos y todavía no está incluido el derecho a tener políticos y gobernantes que no sean brutos.  Creo que tendremos que esperar la quinta generación.

Sandra Torres propone, entonces, que la bolsa solidaria, la ayuda a adultos mayores o a madres solteras, sean considerados “derechos humanos”, pero a doña cuento se le olvida que uno de los principios fundamentales de los derechos humanos es el de universalidad, que estipula que todas las personas somos titulares de todos los derechos humanos.

Entonces, no es posible que una madre soltera, por ejemplo, sea titular de un derecho humano y un padre soltero no; o una madre que no esté soltera, sino felizmente casada. 

Cuando uno oye decir a Sandra Torres que los programas sociales son derechos humanos, uno no sabe si luego de dos campañas y media, todas fracasos, ya se le acabó qué prometer, o si no tiene concepto de lo que constituye un derecho humano.

Para terminar, dice que ya nos cansamos de tener un papá gobierno y ahora tendremos una mamá gobierno…  Yo digo que preferimos ser huérfanos.

¿Bolsas solidarias, un derecho humano? ¡POPULISTA!