La tos ferina o pertussis (nombre científico), también conocida como tos convulsiva, es una infección bacteriana altamente contagiosa que ocasiona tos violenta e incontrolable, hasta que no queda aire en los pulmones, lo cual, puede comprometer las vías respiratorias.

Afecta a personas de cualquier edad, especialmente los bebés son más propensos a contraer esta enfermedad. Según los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) “Aproximadamente un tercio de los bebés menores de 1 año que contraen la tos ferina necesitan recibir atención médica en un hospital, y 1 de cada 100 bebés que reciben tratamiento en el hospital muere”.

Por esta razón, los CDC recomiendan la vacuna de DTaP para desarrollar altos niveles de protección contra la tos ferina en las siguientes edades:

• 2 meses
• 4 meses
• 6 meses
• 15 a 18 meses
• 4 a 6 años

Los pre adolescentes y adolescentes también deben recibir un refuerzo a los 11 o 12 años de edad. Se recomienda que las mujeres reciban también la vacuna Tdap durante la primera parte del tercer trimestre de cada embarazo para ayudar a proteger a su bebé de la tos ferina en los primeros meses de vida. Y los adultos que nunca han recibido una dosis, deben vacunarse cada 10 años.

¿Cuáles son las causas y síntomas de la tos ferina?

Es ocasionada por una bacteria llamada Bordetella pertussis y se transmite cuando una persona infectada estornude o tose pequeñas partículas que contienen la bacteria y se propaga fácilmente a través del aire de un individuo a otro.

Las personas pueden propagar la enfermedad desde el comienzo de los primeros síntomas y por al menos 2 semanas después de que comienza la tos

Los síntomas de la tos ferina por lo general aparecen entre 5 y 10 días después de haber estado expuesto al contagio. En ocasiones puede haber un período de incubación de hasta seis semanas y la persona no muestra ningún signo durante ese tiempo.

La tos ferina comienza como un resfriado común y los primeros síntomas suelen ser congestión nasal o moqueo, fiebre baja, tos leve, pausas en la respiración y en el caso de los bebés suelen ponerse color morado o azul.

Los signos comienzan a empeorar en la segunda semana, la persona contagiada podría presentar accesos de tos rápidos, violentos e incontrolables (paroxismos). Estos accesos de tos generalmente duran entre 1 y 6 semanas, pero pueden durar hasta 10 semanas.

Tratamiento de la tos ferina

Para tratar esta enfermedad los CDC recomiendan tomar antibióticos desde principio de la enfermedad, de ser posible, ya que esto puede acortar el periodo durante el cual una persona es contagiosa.

Busca siempre la atención y supervisión médica para que te recomiende cuál antibiótico es el adecuado para ti y debes tomarlo exactamente de la manera en la que te la haya recetado el doctor.

Es importante que también sigas esta serie de recomendaciones para el tratamiento desde casa:

• Mantén la casa libre de agentes irritantes que pudieran desencadenar un episodio de tos.
• Usa un humidificador limpio de vapor frío para ayudar a aflojar las mucosidades y a calmar la tos.
• Lave frecuentemente sus manos
• Coma pequeñas comidas cada cierta cantidad de horas para ayudar a prevenir los vómitos.
• Toma bastante líquido para evitar la deshidratación
• No tomes medicamentos para la tos a menos que lo recomiende un especialista.

Si notas que los síntomas empeoran, pues esta enfermedad a veces puede causar complicaciones, especialmente para los bebés, ya es necesaria la atención médica en un hospital.