El miércoles, en la graduación de 520 nuevos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), en Huehuetenango, el presidente de la República Otto Pérez Molina indicó que la percepción del aumento de la violencia se debe por casos de alto impacto.
Y es que en dos semanas se registraron varios hechos violentos de forma continua. El ataque en forma de ejecución de dos hermanas, estudiantes del INCA, donde falleció una de ellas; el asesinato del Chef Humberto Domínguez; y ocho personas murieron en una serie de ataques a buses urbanos y extraurbanos, en taxis y vehículos particulares, en un mismo día.
Ejemplifica el gobierno de Álvaro Colom, cuando se registró la muerte del cantautor argentino Facundo Cabral; fue el mes que menos muertes registró el país, sin embargo, parecía en seguridad como el peor, indica Chicola. Al mismo tiempo que dice que Pérez Molina ha tenido suerte con no experimentar casos de alto impacto. El 2012 no se registro ninguno, pero en el 2013 fue el asesinato de la abogada Lea de León, la muerte de los PNC en la subestación de Salcajá y el estudiante Guillén del colegio San Sebastián.
Revela que el 2012 se registraron 265 personas muertas de forma violenta vinculadas con el transporte colectivo; en el 2013 fueron 319; y en lo que va del 2014 se han registrado 73 casos. Hace ver que estos datos son hemerográficos y tienen nombre y apellido, pero no concuerdan con las cifras oficiales.
Datos nada alentadores
El Informe Global de Homicidios 2013, de la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, coloca a Guatemala en el quinto puesto de los países donde se cometen más muertes violentas. Este estudio se basa en las cifras oficiales de cada país, publicadas hasta el 2012.
Según el dato, la tasa de homicidios en Guatemala es de 39.9 por cada 100 mil habitantes, en Centro América, superada por Honduras, con 90.4, y El Salvador con 41.2.
El miércoles, en la graduación de 520 nuevos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), en Huehuetenango, el presidente de la República Otto Pérez Molina indicó que la percepción del aumento de la violencia se debe por casos de alto impacto.
Y es que en dos semanas se registraron varios hechos violentos de forma continua. El ataque en forma de ejecución de dos hermanas, estudiantes del INCA, donde falleció una de ellas; el asesinato del Chef Humberto Domínguez; y ocho personas murieron en una serie de ataques a buses urbanos y extraurbanos, en taxis y vehículos particulares, en un mismo día.
Ejemplifica el gobierno de Álvaro Colom, cuando se registró la muerte del cantautor argentino Facundo Cabral; fue el mes que menos muertes registró el país, sin embargo, parecía en seguridad como el peor, indica Chicola. Al mismo tiempo que dice que Pérez Molina ha tenido suerte con no experimentar casos de alto impacto. El 2012 no se registro ninguno, pero en el 2013 fue el asesinato de la abogada Lea de León, la muerte de los PNC en la subestación de Salcajá y el estudiante Guillén del colegio San Sebastián.
Revela que el 2012 se registraron 265 personas muertas de forma violenta vinculadas con el transporte colectivo; en el 2013 fueron 319; y en lo que va del 2014 se han registrado 73 casos. Hace ver que estos datos son hemerográficos y tienen nombre y apellido, pero no concuerdan con las cifras oficiales.