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¿Cómo percibe la violencia?

Redacción
10 de abril, 2014

El miércoles, en la graduación de 520 nuevos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), en Huehuetenango, el presidente de la República Otto Pérez Molina indicó que la percepción del aumento de la violencia se debe por casos de alto impacto. 

El mandatario minimizó la violencia en el país y lo justificó argumentando que el índice de homicidios ha bajado en el primer semestre de 2014, comparado con los tres años anteriores.
Y es que en dos semanas se registraron varios hechos violentos de forma continua. El ataque en forma de ejecución de dos hermanas, estudiantes del INCA, donde falleció una de ellas; el asesinato del Chef Humberto Domínguez;  y ocho personas murieron en una serie de ataques a buses urbanos y extraurbanos, en taxis y vehículos particulares, en un mismo día. 
Para el analista Phillip Chicola, la percepción y la estadística es el gran divorcio en el estudio de la seguridad. Muchas veces hay avances en los índices de violencia y uno o dos casos de alto impacto causa zozobra.

Ejemplifica el gobierno de Álvaro Colom, cuando se registró la muerte del cantautor argentino Facundo Cabral; fue el mes que menos muertes registró el país, sin embargo, parecía en seguridad como el peor, indica Chicola. Al mismo tiempo que dice que Pérez Molina ha tenido suerte con no experimentar casos de alto impacto. El 2012 no se registro ninguno, pero en el 2013 fue el asesinato de la abogada Lea de León, la muerte de los PNC en la subestación de Salcajá y el estudiante Guillén del colegio San Sebastián. 

Chicola indica que de 38 homicidios por cada 100 mil habitantes en el 2011, ha bajado a 34 en el 2012 y así se mantiene este año, de acuerdo a la PNC y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). 
Sin embargo, el analista Renzo Rosal indica que la disminución de los datos es mínima, de tal manera que no impacta para disminuir la percepción de violencia de los guatemaltecos. Menciona que es parcialmente cierto que percepción tiene un peso importante cuando son casos de alto impacto, pero el hecho cotidiano que todos los días hay X número de muertos y no todos emblemáticos, es una forma de alimentar la percepción de la violencia. 
Por su parte, Edgar Guerra, de la defensoría de usuarios del transporte urbano y extraurbano de la PDH, indica que hay datos fríos aparte de la percepción de violencia.
Revela que el 2012 se registraron 265 personas muertas de forma violenta vinculadas con el transporte colectivo; en el 2013 fueron 319; y en lo que va del 2014 se han registrado 73 casos. Hace ver que estos datos son hemerográficos y tienen nombre y apellido, pero no concuerdan con las cifras oficiales. 
Guerra dice que la violencia es general, pero que se ha dado un repunte significativo en el trasporte de pasajeros, donde está involucrado el crimen organizado y delincuencia común. Asimismo, las extorsiones y pago de bonos que no se detiene y muchos trasportistas no denuncian porque no ven resultados positivos, asegura. 
De igual manera, Blanca Palacios, presidenta de la Asociación Nacional de Comerciantes y Vendedores de Mercados de Guatemala, dice que la delincuencia cada día se evidencia más y es la percepción de la mayoría de guatemaltecos. 
Palacios indica que no concuerda con el presidente Pérez Molina, sobre todo en el hecho que siempre utiliza la justificación que las personas asesinadas tienen cuentas pendientes o estaban metidas en pandillas; un ejemplo claro es el incidente con las estudiantes del INCA, puntualiza. 
Pese al descenso de 4 puntos en muertes violentas, el más significativo desde el 2009, dice Chicola, la percepción de violencia no baja, porque no hay resultados en el delito contra el patrimonio, extorsiones, robo de celulares y ha empeorado los asaltos en motocicletas. 
Todos los consultados coinciden que la percepción del encrudecimiento de la delincuencia ya no sólo es urbana sino que ya abarca todo el país. Y la criminalidad se percibe en zonas donde antes no era tan frecuente. 
Además, reconocen los esfuerzos institucionales porque hay más policías, más equipo; sin embargo, este esfuerzo no se refleja en la población y es otra señal de frustración ciudadana. 
Según Rosal, ahora la percepción no es temporal sino constante, porque cada día recibe insumos la mente, sobre el temor y miedo en los ciudadanos. 

Datos nada alentadores

El Informe Global de Homicidios 2013, de la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, coloca a Guatemala en el quinto puesto de los países donde se cometen más muertes violentas. Este estudio se basa en las cifras oficiales de cada país, publicadas hasta el 2012.
Según el dato, la tasa de homicidios en Guatemala es de 39.9 por cada 100 mil habitantes, en Centro América, superada por Honduras, con 90.4, y El Salvador con 41.2.

¿Cómo percibe la violencia?

Redacción
10 de abril, 2014

El miércoles, en la graduación de 520 nuevos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), en Huehuetenango, el presidente de la República Otto Pérez Molina indicó que la percepción del aumento de la violencia se debe por casos de alto impacto. 

El mandatario minimizó la violencia en el país y lo justificó argumentando que el índice de homicidios ha bajado en el primer semestre de 2014, comparado con los tres años anteriores.
Y es que en dos semanas se registraron varios hechos violentos de forma continua. El ataque en forma de ejecución de dos hermanas, estudiantes del INCA, donde falleció una de ellas; el asesinato del Chef Humberto Domínguez;  y ocho personas murieron en una serie de ataques a buses urbanos y extraurbanos, en taxis y vehículos particulares, en un mismo día. 
Para el analista Phillip Chicola, la percepción y la estadística es el gran divorcio en el estudio de la seguridad. Muchas veces hay avances en los índices de violencia y uno o dos casos de alto impacto causa zozobra.

Ejemplifica el gobierno de Álvaro Colom, cuando se registró la muerte del cantautor argentino Facundo Cabral; fue el mes que menos muertes registró el país, sin embargo, parecía en seguridad como el peor, indica Chicola. Al mismo tiempo que dice que Pérez Molina ha tenido suerte con no experimentar casos de alto impacto. El 2012 no se registro ninguno, pero en el 2013 fue el asesinato de la abogada Lea de León, la muerte de los PNC en la subestación de Salcajá y el estudiante Guillén del colegio San Sebastián. 

Chicola indica que de 38 homicidios por cada 100 mil habitantes en el 2011, ha bajado a 34 en el 2012 y así se mantiene este año, de acuerdo a la PNC y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). 
Sin embargo, el analista Renzo Rosal indica que la disminución de los datos es mínima, de tal manera que no impacta para disminuir la percepción de violencia de los guatemaltecos. Menciona que es parcialmente cierto que percepción tiene un peso importante cuando son casos de alto impacto, pero el hecho cotidiano que todos los días hay X número de muertos y no todos emblemáticos, es una forma de alimentar la percepción de la violencia. 
Por su parte, Edgar Guerra, de la defensoría de usuarios del transporte urbano y extraurbano de la PDH, indica que hay datos fríos aparte de la percepción de violencia.
Revela que el 2012 se registraron 265 personas muertas de forma violenta vinculadas con el transporte colectivo; en el 2013 fueron 319; y en lo que va del 2014 se han registrado 73 casos. Hace ver que estos datos son hemerográficos y tienen nombre y apellido, pero no concuerdan con las cifras oficiales. 
Guerra dice que la violencia es general, pero que se ha dado un repunte significativo en el trasporte de pasajeros, donde está involucrado el crimen organizado y delincuencia común. Asimismo, las extorsiones y pago de bonos que no se detiene y muchos trasportistas no denuncian porque no ven resultados positivos, asegura. 
De igual manera, Blanca Palacios, presidenta de la Asociación Nacional de Comerciantes y Vendedores de Mercados de Guatemala, dice que la delincuencia cada día se evidencia más y es la percepción de la mayoría de guatemaltecos. 
Palacios indica que no concuerda con el presidente Pérez Molina, sobre todo en el hecho que siempre utiliza la justificación que las personas asesinadas tienen cuentas pendientes o estaban metidas en pandillas; un ejemplo claro es el incidente con las estudiantes del INCA, puntualiza. 
Pese al descenso de 4 puntos en muertes violentas, el más significativo desde el 2009, dice Chicola, la percepción de violencia no baja, porque no hay resultados en el delito contra el patrimonio, extorsiones, robo de celulares y ha empeorado los asaltos en motocicletas. 
Todos los consultados coinciden que la percepción del encrudecimiento de la delincuencia ya no sólo es urbana sino que ya abarca todo el país. Y la criminalidad se percibe en zonas donde antes no era tan frecuente. 
Además, reconocen los esfuerzos institucionales porque hay más policías, más equipo; sin embargo, este esfuerzo no se refleja en la población y es otra señal de frustración ciudadana. 
Según Rosal, ahora la percepción no es temporal sino constante, porque cada día recibe insumos la mente, sobre el temor y miedo en los ciudadanos. 

Datos nada alentadores

El Informe Global de Homicidios 2013, de la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, coloca a Guatemala en el quinto puesto de los países donde se cometen más muertes violentas. Este estudio se basa en las cifras oficiales de cada país, publicadas hasta el 2012.
Según el dato, la tasa de homicidios en Guatemala es de 39.9 por cada 100 mil habitantes, en Centro América, superada por Honduras, con 90.4, y El Salvador con 41.2.