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Palomo: Condenas por caso Pavón implicarían indemnizaciones millonarias

Redacción
18 de junio, 2014

Luego de la condena en primera instancia contra el exdirector de la Policía Nacional Civil (PNC), Erwin Sperisen,  el caso Pavón resurgió a la palestra pública, con opiniones a favor y en contra de lo dictado por los tribunales suizos. En entrevista para República.gt, el abogado Francisco Palomo comparte su perspectiva jurídica de los procesos relacionados al caso.

¿Cuál es su perspectiva del caso Pavón? 

Hay que recordar que cuando sucedieron los hechos del denominado caso Pavón, la sociedad estaba altamente satisfecha por el hecho que la cárcel había estado, hasta ese momento, en manos de los peores delincuentes del país. Sin embargo, se toma la cárcel, hay un enfrentamiento armado y mueren algunos de los detenidos. Meses después, a raíz de una denuncia que interpone el entonces Procurador de los Derechos Humanos, se inicia una investigación que al principio no iba para ningún lado y de repente con la llegada de la CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala) se monta el caso. Digo ‘se monta’ porque nosotros estamos convencidos que la CICIG,  en un ánimo de protagonismo o para ponerse una medalla en el pecho, son los que arman el caso en general y arman las pruebas.

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Todavía era la época del señor Carlos Castresana, quien no le había dado mayor relevancia al asunto; fue la fiscal Giselle Rivera quien lo empujó. Según ella, la sacaron de la CICIG a raíz que Castresana no quería proceder y que ella insistía en que habían argumentos para proceder. Cuando finalmente emiten las órdenes de aprehensión y empiezan las capturas, como abogados defensores nos dimos cuenta que esto era un montaje y eran los primeros casos en que la CICIG mostraba todo su poder; lo siguen haciendo, sólo que ahora en menor grado.

El proceso siguió su trámite; algunos salieron absueltos y otros condenados. Dentro de los sindicados estaban Erwin Sperinsen, Javier Figueroa y Carlos Vielmann. Fui parte de la defensa de Carlos Vielmann aquí en Guatemala porque se pedía su extradición; él es ciudadano español y por eso estaba en España. Guatemala decide renunciar a la extradición porque ya existía la estrategia de ir a plantear la denuncia a España. Eso lo hace Francisco Dall’Anese; interponen las denuncias en Austria, donde está Figueroa, y en Suiza, donde está Sperisen.

¿Por qué cree que fue absuelto Javier Figueroa en Austria?

En ese juicio yo tuve la oportunidad de acompañar al presidente Oscar Berger a dictar su testimonio. Era un juicio de jurados, donde permitieron un amplio derecho de defensa al procesado. El acusado podía presentar las pruebas que quisiera y el resultado fue una sentencia absolutoria. Quedó acreditado, y así lo estimaron los jueces en su sentencia, que hubo un enfrentamiento armado entre fuerzas de seguridad de Estado y delincuentes, y que por causa de éste habían fallecido algunos de los reos. Por eso, Figueroa queda libre.

¿Como valora que, por el mismo caso, dos juzgados dejan absuelto a Figueroa y Alejandro Giammattei y condenan a Sperisen? 

Lo que pasa es que cada juicio depende de las pruebas que se presenten. El caso de Sperisen fue muy parecido al de Efraín Ríos Montt con la juez Iris Jasmín (Barrios): no permitieron el derecho de defensa. Todo lo que los abogados defensores propusieron no fue aceptado por el Tribunal. No se permitió que fuera a declarar el presidente Berger ni Giammattei, y vedaron el vídeo donde se demostraba el enfrentamiento armado. ¡El derecho de defensa se vio cuartado totalmente! Nosotros tuvimos oportunidad de hablar con el abogado defensor, de apellido Campa, y desde el inicio del juicio nos dijo que era un juicio como los de Stalin en Rusia. ‘A este señor (Sperissen) lo condenaron desde el primer día; el tribunal está totalmente adverso a él’, nos dijo. Suiza es un país donde nunca sucede nada; por ello este juicio llamaba la atención; además, allá el homicidio es el peor delito que puede existir y este caso se trataba de alguien a quien acusaban de varios homicidios.

¿Que relevancia tuvo que el país juzgador fuera Suiza? 

 Los jueces, para entender qué pasó, deben conocer todo el entorno de cómo sucedieron los hechos, quiénes son los involucrados, etcétera. Los suizos estaban juzgando a un suizo, pero sin conocer en absoluto la realidad en Guatemala, ni qué era lo que había sucedido. Por eso sale una cadena perpetua.

¿Cuál es su opinión jurídica de la sentencia contra Sperisen? 

A mi juicio, una infamia. La sentencia, según los abogados suizos, tiene tantos defectos y violación al derecho de defensa que la apelación la puede revertir.

En tiempos legales, ¿cuál es la ruta en el caso de Sperisen?

Los abogados calculan que una apelación se va a resolver, más o menos, en diciembre de 2015. Tienen muchas esperanzas que se revierta porque fueron muy mal valorados los medios de prueba de la acusación y no permitieron al defensor las pruebas que propuso.

¿Le han comentado las condiciones de Sperisen en la prisión suiza? 

Está en condiciones muy severas. Está en una prisión de máxima seguridad, aislado. Sólo tiene derecho de una hora a la semana para salir al sol, hacer ejercicio y relacionarse con su familia. Imagínese estar aislado y solo en una prisión, ¡debe ser espantoso! Lo tienen como si fuera una fiera, y así tendrá que permanecer por más de un año. Su familia está pasando ciertas estrecheces económicas; los abogados son de oficio, son del Estado, no son abogados particulares contratados. La situación debe ser muy dura para él. Esperaría que más gente en Guatemala se involucre en buscar alguna ayuda porque está pagando una condena injusta. La cárcel (Pavón) estaba controlada por delincuentes armados y no iba a ser sencilla esa toma; era evidente que tenía que utilizarse la fuerza.

¿Y los tiempos jurídicos en el caso de Carlos Vielmann?

 Está en investigación en España; no hay fecha todavía para el juicio. Creemos que va a ser el año entrante. Según el procedimiento penal español, el período de investigación que en Guatemala dura seis meses, allá no tiene límite. La fiscalía argumenta que todavía está investigando; incluso vendrán a escuchar a testigos en Guatemala y después se decidirá sobre el juicio.

¿Como vislumbra el caso de Vielmann, tomando en cuenta que España es muy diferente a Suiza? 

Esperaríamos que no se vede el derecho de defensa y se permitan aportar todos los medios y testigos; y que la sentencia sea absolutoria. Es diferente a Suiza, pero muy parecido a Guatemala. Tenemos dos desventajas: primero, que los jueces están oyendo una historia de donde no tienen conocimiento del entorno o realidad; y segundo, es que CICIG está sumamente activa, auque no tienen jurisdicción en España. La Comisión se ha preocupado por acompañar la acusación y presentar las supuestas pruebas; y algunas ONG´s de derechos humanos han tomado la acusación. Nosotros sabemos que Vielmann llegó a Pavón cuando todo había sucedido.

¿Será por la jerarquía?, él era el Ministro de Gobernación 

Si, por cadena de mando. Pero no entendemos cómo la acusación puede demostrar que él haya ordenado y consentido algo, porque él no ordenó ningún hecho ilícito. El Estado había planificado y ordenado la toma (de Pavón) y poner en orden la prisión, pero no existía ninguna orden de matar a nadie.

Usted dice que Vielmann llegó después a Pavón; también otros funcionarios. Está el caso, por ejemplo, de Frank La Rue y el entonces Ministro de la Defensa. Hay fotografías donde ellos llegaron a Pavón. ¿Por qué cree que a ellos no los llamaron a declarar? 

En el caso de Frank La Rue porque es parte del grupo de izquierda; no lo iban a tocar nunca y posiblemente tampoco al ministro de la Defensa. A ningún militar acusaron, sólo civiles. No sé si le tuvieron miedo a los militares o tal vez se dieron cuenta que con ellos iba a ser un poco más complicada la acusación.

¿Cómo valorar que el juzgado rechazó apartar a María del Socorro Vásquez, madre de uno de los reos muertos, como querellante adhesiva del juicio de Sperinsen, a pesar que un vídeo de un periodista francés muestra que ella no estaba enterada de la utilización de su nombre por la ONG Trial?

Lo que pasó es que unos periodistas hacen una investigación allá, y establecen incongruencias con los documentos de identidad y los nombres de la señora que supuestamente le había otorgado un poder a esa ONG para que acusara. Los periodistas vienen a Guatemala y la entrevistan. La señora no sabe leer ni escribir; sin embargo, había un poder, un documento en francés, firmado por ella. Habían dudas relacionadas a la certeza que la señora sabía qué había firmado. Según los periodistas, ella les dice que no está acusando a nadie y no sabe que esta pasando en Suiza; que aparecieron unas personas que le dijeron que firmara unos papeles y que, a cambio, le iban a conseguir una indemnización, pero que ella ni conocía a Sperisen. El periodista saca la publicación y se vuelve un escándalo. Sin embargo, no se permitió al periodista atestiguar, ni se permitió incorporar al juicio la filmación de la señora; esa es una de las pruebas negadas. Los abogados apelaron en segunda instancia para presentar pruebas negadas en primera instancia.

¿Pero en el juicio de Sperinsen, escucharon testimonios de reos? 

Sí. La condena es basada en el testimonio de otros reos que estaban allí; de un francés relacionado con el caso Chez Pierre y de otro preso de apellido Bendelf. Son testimonios que en Guatemala son considerados como falsos. Son personas condenadas por crímenes graves y estaban viendo la oportunidad de vengarse de la autoridad; era evidente que iban a decir lo que fuera.

¿Hay algún tipo de beneficio de estos testimonios?

Por supuesto. La CICIG quiere ganar el caso, quiere condenarlos. Con el gran agravante que no sólo es la condena a Sperissen. Lo que sucede con estas organizaciones de derechos humanos, que no se ha dicho, pero es la realidad, es que existe la posibilidad de condena al Estado de Guatemala para indemnizar por los muertos. Eso quiere decir que, si quedara firme la sentencia condenatoria, posteriormente viene la condena de responsabilidades civiles o de compensación económica; y nos va tocar a todos los guatemaltecos pagar las sumas que llegaran a condenar. Ese es realmente el beneficio económico que buscan estas organizaciones; por eso lo hacen, por el dinero. Y tristemente han permitido que los testigos hayan tenido beneficio de reducción de penas a cambio de esos testimonios; así cualquier preso va a aceptar. Estimo que es una sentencia viciada, injusta, y muy lamentable.

¿Como ve el cambio de declaración de Javier Figueroa en su propio juicio, contraria a la que dijo en el de Sperisen?

En su juicio, Figueroa dijo que había sido un enfrentamiento; de hecho, él aportó el video porque nadie sabía que existía. Demuestra que había armas de fuego desde el interior de la cárcel. La acusación de Austria le niega validez a ese vídeo y le hacen un peritaje. Coinciden que es auténtico. Es una de las pruebas para Figueroa. En el juicio de Sperinsen dijo lo mismo. Sin embargo, tal vez en su entusiasmo habló de más y afirmó que en Guatemala habían muertes extrajudiciales. Imagínese que en un juicio de esa naturaleza, alguien afirme eso. El hecho es que a un tribunal suizo le causó una impresión negativa y eso perjudicó todo el caso, e internacionalmente al país porque queda la constancia que Guatemala es un país de salvajes.

Con este antecedente, ¿van a tomar como testigo a Figueroa en el Caso de Carlos Vielmann? 

Creo que el problema es que quién lo va a llevar ahora (a Figueroa) es la CICIG porque su testimonio puede servir a la acusación. Lo que no sabemos es si él va a querer ir o qué va a declarar. Yo esperaría que no diga mentiras

¿Usted va a participar en la defensa de Vielmann? 

Sí, estoy en comunicación con los abogados españoles. Ellos estiman que el juicio va a ser el año entrante. Aunque personalmente no lo he determinado, indicaron que la ex Fiscal, Claudia Paz y Paz, y su ex secretario están en España colaborando con la fiscalía en este momento, trabajando en contra de Vielmann con los fiscales para fortalecer la acusación. En todo caso no importa quiénes estén, mientras nos dejen defender.

Palomo: Condenas por caso Pavón implicarían indemnizaciones millonarias

Redacción
18 de junio, 2014

Luego de la condena en primera instancia contra el exdirector de la Policía Nacional Civil (PNC), Erwin Sperisen,  el caso Pavón resurgió a la palestra pública, con opiniones a favor y en contra de lo dictado por los tribunales suizos. En entrevista para República.gt, el abogado Francisco Palomo comparte su perspectiva jurídica de los procesos relacionados al caso.

¿Cuál es su perspectiva del caso Pavón? 

Hay que recordar que cuando sucedieron los hechos del denominado caso Pavón, la sociedad estaba altamente satisfecha por el hecho que la cárcel había estado, hasta ese momento, en manos de los peores delincuentes del país. Sin embargo, se toma la cárcel, hay un enfrentamiento armado y mueren algunos de los detenidos. Meses después, a raíz de una denuncia que interpone el entonces Procurador de los Derechos Humanos, se inicia una investigación que al principio no iba para ningún lado y de repente con la llegada de la CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala) se monta el caso. Digo ‘se monta’ porque nosotros estamos convencidos que la CICIG,  en un ánimo de protagonismo o para ponerse una medalla en el pecho, son los que arman el caso en general y arman las pruebas.

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Todavía era la época del señor Carlos Castresana, quien no le había dado mayor relevancia al asunto; fue la fiscal Giselle Rivera quien lo empujó. Según ella, la sacaron de la CICIG a raíz que Castresana no quería proceder y que ella insistía en que habían argumentos para proceder. Cuando finalmente emiten las órdenes de aprehensión y empiezan las capturas, como abogados defensores nos dimos cuenta que esto era un montaje y eran los primeros casos en que la CICIG mostraba todo su poder; lo siguen haciendo, sólo que ahora en menor grado.

El proceso siguió su trámite; algunos salieron absueltos y otros condenados. Dentro de los sindicados estaban Erwin Sperinsen, Javier Figueroa y Carlos Vielmann. Fui parte de la defensa de Carlos Vielmann aquí en Guatemala porque se pedía su extradición; él es ciudadano español y por eso estaba en España. Guatemala decide renunciar a la extradición porque ya existía la estrategia de ir a plantear la denuncia a España. Eso lo hace Francisco Dall’Anese; interponen las denuncias en Austria, donde está Figueroa, y en Suiza, donde está Sperisen.

¿Por qué cree que fue absuelto Javier Figueroa en Austria?

En ese juicio yo tuve la oportunidad de acompañar al presidente Oscar Berger a dictar su testimonio. Era un juicio de jurados, donde permitieron un amplio derecho de defensa al procesado. El acusado podía presentar las pruebas que quisiera y el resultado fue una sentencia absolutoria. Quedó acreditado, y así lo estimaron los jueces en su sentencia, que hubo un enfrentamiento armado entre fuerzas de seguridad de Estado y delincuentes, y que por causa de éste habían fallecido algunos de los reos. Por eso, Figueroa queda libre.

¿Como valora que, por el mismo caso, dos juzgados dejan absuelto a Figueroa y Alejandro Giammattei y condenan a Sperisen? 

Lo que pasa es que cada juicio depende de las pruebas que se presenten. El caso de Sperisen fue muy parecido al de Efraín Ríos Montt con la juez Iris Jasmín (Barrios): no permitieron el derecho de defensa. Todo lo que los abogados defensores propusieron no fue aceptado por el Tribunal. No se permitió que fuera a declarar el presidente Berger ni Giammattei, y vedaron el vídeo donde se demostraba el enfrentamiento armado. ¡El derecho de defensa se vio cuartado totalmente! Nosotros tuvimos oportunidad de hablar con el abogado defensor, de apellido Campa, y desde el inicio del juicio nos dijo que era un juicio como los de Stalin en Rusia. ‘A este señor (Sperissen) lo condenaron desde el primer día; el tribunal está totalmente adverso a él’, nos dijo. Suiza es un país donde nunca sucede nada; por ello este juicio llamaba la atención; además, allá el homicidio es el peor delito que puede existir y este caso se trataba de alguien a quien acusaban de varios homicidios.

¿Que relevancia tuvo que el país juzgador fuera Suiza? 

 Los jueces, para entender qué pasó, deben conocer todo el entorno de cómo sucedieron los hechos, quiénes son los involucrados, etcétera. Los suizos estaban juzgando a un suizo, pero sin conocer en absoluto la realidad en Guatemala, ni qué era lo que había sucedido. Por eso sale una cadena perpetua.

¿Cuál es su opinión jurídica de la sentencia contra Sperisen? 

A mi juicio, una infamia. La sentencia, según los abogados suizos, tiene tantos defectos y violación al derecho de defensa que la apelación la puede revertir.

En tiempos legales, ¿cuál es la ruta en el caso de Sperisen?

Los abogados calculan que una apelación se va a resolver, más o menos, en diciembre de 2015. Tienen muchas esperanzas que se revierta porque fueron muy mal valorados los medios de prueba de la acusación y no permitieron al defensor las pruebas que propuso.

¿Le han comentado las condiciones de Sperisen en la prisión suiza? 

Está en condiciones muy severas. Está en una prisión de máxima seguridad, aislado. Sólo tiene derecho de una hora a la semana para salir al sol, hacer ejercicio y relacionarse con su familia. Imagínese estar aislado y solo en una prisión, ¡debe ser espantoso! Lo tienen como si fuera una fiera, y así tendrá que permanecer por más de un año. Su familia está pasando ciertas estrecheces económicas; los abogados son de oficio, son del Estado, no son abogados particulares contratados. La situación debe ser muy dura para él. Esperaría que más gente en Guatemala se involucre en buscar alguna ayuda porque está pagando una condena injusta. La cárcel (Pavón) estaba controlada por delincuentes armados y no iba a ser sencilla esa toma; era evidente que tenía que utilizarse la fuerza.

¿Y los tiempos jurídicos en el caso de Carlos Vielmann?

 Está en investigación en España; no hay fecha todavía para el juicio. Creemos que va a ser el año entrante. Según el procedimiento penal español, el período de investigación que en Guatemala dura seis meses, allá no tiene límite. La fiscalía argumenta que todavía está investigando; incluso vendrán a escuchar a testigos en Guatemala y después se decidirá sobre el juicio.

¿Como vislumbra el caso de Vielmann, tomando en cuenta que España es muy diferente a Suiza? 

Esperaríamos que no se vede el derecho de defensa y se permitan aportar todos los medios y testigos; y que la sentencia sea absolutoria. Es diferente a Suiza, pero muy parecido a Guatemala. Tenemos dos desventajas: primero, que los jueces están oyendo una historia de donde no tienen conocimiento del entorno o realidad; y segundo, es que CICIG está sumamente activa, auque no tienen jurisdicción en España. La Comisión se ha preocupado por acompañar la acusación y presentar las supuestas pruebas; y algunas ONG´s de derechos humanos han tomado la acusación. Nosotros sabemos que Vielmann llegó a Pavón cuando todo había sucedido.

¿Será por la jerarquía?, él era el Ministro de Gobernación 

Si, por cadena de mando. Pero no entendemos cómo la acusación puede demostrar que él haya ordenado y consentido algo, porque él no ordenó ningún hecho ilícito. El Estado había planificado y ordenado la toma (de Pavón) y poner en orden la prisión, pero no existía ninguna orden de matar a nadie.

Usted dice que Vielmann llegó después a Pavón; también otros funcionarios. Está el caso, por ejemplo, de Frank La Rue y el entonces Ministro de la Defensa. Hay fotografías donde ellos llegaron a Pavón. ¿Por qué cree que a ellos no los llamaron a declarar? 

En el caso de Frank La Rue porque es parte del grupo de izquierda; no lo iban a tocar nunca y posiblemente tampoco al ministro de la Defensa. A ningún militar acusaron, sólo civiles. No sé si le tuvieron miedo a los militares o tal vez se dieron cuenta que con ellos iba a ser un poco más complicada la acusación.

¿Cómo valorar que el juzgado rechazó apartar a María del Socorro Vásquez, madre de uno de los reos muertos, como querellante adhesiva del juicio de Sperinsen, a pesar que un vídeo de un periodista francés muestra que ella no estaba enterada de la utilización de su nombre por la ONG Trial?

Lo que pasó es que unos periodistas hacen una investigación allá, y establecen incongruencias con los documentos de identidad y los nombres de la señora que supuestamente le había otorgado un poder a esa ONG para que acusara. Los periodistas vienen a Guatemala y la entrevistan. La señora no sabe leer ni escribir; sin embargo, había un poder, un documento en francés, firmado por ella. Habían dudas relacionadas a la certeza que la señora sabía qué había firmado. Según los periodistas, ella les dice que no está acusando a nadie y no sabe que esta pasando en Suiza; que aparecieron unas personas que le dijeron que firmara unos papeles y que, a cambio, le iban a conseguir una indemnización, pero que ella ni conocía a Sperisen. El periodista saca la publicación y se vuelve un escándalo. Sin embargo, no se permitió al periodista atestiguar, ni se permitió incorporar al juicio la filmación de la señora; esa es una de las pruebas negadas. Los abogados apelaron en segunda instancia para presentar pruebas negadas en primera instancia.

¿Pero en el juicio de Sperinsen, escucharon testimonios de reos? 

Sí. La condena es basada en el testimonio de otros reos que estaban allí; de un francés relacionado con el caso Chez Pierre y de otro preso de apellido Bendelf. Son testimonios que en Guatemala son considerados como falsos. Son personas condenadas por crímenes graves y estaban viendo la oportunidad de vengarse de la autoridad; era evidente que iban a decir lo que fuera.

¿Hay algún tipo de beneficio de estos testimonios?

Por supuesto. La CICIG quiere ganar el caso, quiere condenarlos. Con el gran agravante que no sólo es la condena a Sperissen. Lo que sucede con estas organizaciones de derechos humanos, que no se ha dicho, pero es la realidad, es que existe la posibilidad de condena al Estado de Guatemala para indemnizar por los muertos. Eso quiere decir que, si quedara firme la sentencia condenatoria, posteriormente viene la condena de responsabilidades civiles o de compensación económica; y nos va tocar a todos los guatemaltecos pagar las sumas que llegaran a condenar. Ese es realmente el beneficio económico que buscan estas organizaciones; por eso lo hacen, por el dinero. Y tristemente han permitido que los testigos hayan tenido beneficio de reducción de penas a cambio de esos testimonios; así cualquier preso va a aceptar. Estimo que es una sentencia viciada, injusta, y muy lamentable.

¿Como ve el cambio de declaración de Javier Figueroa en su propio juicio, contraria a la que dijo en el de Sperisen?

En su juicio, Figueroa dijo que había sido un enfrentamiento; de hecho, él aportó el video porque nadie sabía que existía. Demuestra que había armas de fuego desde el interior de la cárcel. La acusación de Austria le niega validez a ese vídeo y le hacen un peritaje. Coinciden que es auténtico. Es una de las pruebas para Figueroa. En el juicio de Sperinsen dijo lo mismo. Sin embargo, tal vez en su entusiasmo habló de más y afirmó que en Guatemala habían muertes extrajudiciales. Imagínese que en un juicio de esa naturaleza, alguien afirme eso. El hecho es que a un tribunal suizo le causó una impresión negativa y eso perjudicó todo el caso, e internacionalmente al país porque queda la constancia que Guatemala es un país de salvajes.

Con este antecedente, ¿van a tomar como testigo a Figueroa en el Caso de Carlos Vielmann? 

Creo que el problema es que quién lo va a llevar ahora (a Figueroa) es la CICIG porque su testimonio puede servir a la acusación. Lo que no sabemos es si él va a querer ir o qué va a declarar. Yo esperaría que no diga mentiras

¿Usted va a participar en la defensa de Vielmann? 

Sí, estoy en comunicación con los abogados españoles. Ellos estiman que el juicio va a ser el año entrante. Aunque personalmente no lo he determinado, indicaron que la ex Fiscal, Claudia Paz y Paz, y su ex secretario están en España colaborando con la fiscalía en este momento, trabajando en contra de Vielmann con los fiscales para fortalecer la acusación. En todo caso no importa quiénes estén, mientras nos dejen defender.