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Extorsiones, un delito incontrolable en Guatemala

Eder Juarez
17 de febrero, 2015

El mayor ofrecimiento de campaña del Partido Patriota (PP) fue “la seguridad”; sin embargo, en el tema de las extorsiones los resultados no han sido satisfactorios, ya que parece ser un delito imparable a nivel nacional.  Desde hace dos años se constituyó las Fuerzas de Tarea como una de las estrategias de seguridad del Gobierno del presidente Otto Pérez Molina, con el objetivo de disminuir y hacerle frente a la criminalidad que azota al país. Estos grupos especializados son unidades de la Policía Nacional Civil (PNC) reforzadas con personal experto en investigación criminal, a quienes se les asigna equipo y tecnología mínimos para el cumplimiento de su trabajo, siendo acompañadas por elementos del Ejército.

Dentro de los objetivos de las Fuerzas de Tarea, que siempre resaltan las autoridades de seguridad, se encuentra identificar estructuras criminales y a las personas que las integran. Asimismo, implementar acciones y generar insumos de investigación y análisis que permitan una efectiva persecución penal y enjuiciamiento de las personas involucradas en las estructuras criminales.

De tal manera que por las constantes extorsiones que cada día sufre un sinnúmero de guatemaltecos se creo la Fuerza de Tarea Temática Contra Extorsiones. Sin embargo, organizaciones que monitorean y analizan dicho flagelo aseguran que no se han tenido los resultados necesarios en personas detenidas que se dedican a la extorsión y la desarticulación de estructuras, no ha sido significativa. Además, las estadísticas de la Policía y Ministerio Público (MP) difieren. Mientras que el sector empresarial indica que no se perciben avances para frenar dicho flagelo y que empresarios invierten al año Q1.9 millones en contratación de agentes privados,  que viene siendo como un impuesto a la seguridad.

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Diferentes modalidades para extorsionar

Raúl Figueroa, fiscal adjunto de la Fiscalía contra las extorsiones, indica que este delito inició desde hace muchos años, pero se intensificó durante el 2009 teniendo diferentes modalidades para cometer un hecho criminal como este. Son varias formas de operar, desde la extorsión por un familiar hasta la que realiza una estructura criminal. Las estructuras generalmente actúan en extorsionar transporte, empresas o personas individuales con una posición económica alta.

De acuerdo con Figueroa, generalmente la forma en que empieza una extorsión es a través de la vía telefónica, pues es una forma fácil de amedrentar a las personas. “Con un poco de información que se tenga de las personas ya le hacen la exigencia, sin que se dé a conocer quién hace la llamada”.

Además, agrega que si bien se sabe que la mayoría de llamadas para extorsionar salen de centros de detención (cárceles) ahora con la inhabilitación de algunos centros carcelarios ha disminuido las denuncias de esas llamadas telefónicas. Sin embargo, se están utilizando otros métodos como el envió de mensajes a través de las redes sociales. “Antes se podría decir que el 90% de las llamadas extorsivas provenían de los centros carcelarios, pero ahora podría haber cambiado”, dice Figueroa.

Un estudio del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) sobre el fenómeno de las extorsiones en Guatemala indica que del 2005 a septiembre de 2014 se han presentado 48 mil 673 denuncias por extorsión, pero sólo 1 mil 838 lograron sentencia condenatoria.

Sin embargo, Figueroa no está de acuerdo con estos datos. Asegura que a nivel nacional no sobrepasaron las 9 mil denuncias, y de esas la mayoría son del departamento de Guatemala, logrando la desarticulación de 26 bandas de extorsionistas con un aproximado de 645 personas detenidas a nivel nacional. Sin embargo, considera que es un delito que rebasa las capacidades de las autoridades, principalmente porque no existe la prevención. “No hay una prevención para este delito”.

Al ser cuestionado del porqué tan pocas bandas se han desarticulado, el fiscal Adjunto de la Fiscalía contra las Extorsiones indica que lo que sucede es que muchas veces el que extorsiona a una persona lo está haciendo con varias a la misma vez. “Hay un caso muy sonado, el de Juan Olivares, con el cual se unificaron 26 denuncias, pero posteriormente haciendo la investigación se determinó que 1,500 personas eran víctimas también”. Según Figueroa, muchas veces se puede hacer en base a denuncias o al resolver el caso se establece a cuántos dejaron de extorsionar.

Para el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) durante el 2012 la Fuerza de Rarea contra las Extorsiones tuvo una efectividad del 5% en personas detenidas y 0% en estructuras desarticuladas, lo que daba el 35% de denuncias sin resultados, indica. Luego de monitorear este delito, la organización indica que para el 2013 tuvo una efectividad de un 16% en personas detenidas por la Comisión del Delito de Extorsión y un 1% en estructuras desarticuladas, esto da como resultado el 83% de denuncias sin resolverse.

Para saber sobre la efectividad que ha tenido la Fuerza de Tarea contra las Extorsiones se trató por varias vías de tener comunicación con Elias Pumay, jefe de dicha fuerza de tarea; sin embargo, por compromisos de agenda no pudo contestar a las interrogantes sobre el tema.

Solo 29 % de extorsiones llegan a ser condenadas

El informe titulado Entendiendo el Fenómeno de las extorsiones en Guatemala, elaborado por el Centro de Investigaciones Nacionales (CIEN), da cuenta que del 2005 a septiembre de 2014 el Ministerio Público (MP) recibió 48 mil 673 denuncias, pero solamente han logrado llevar a tribunales el 16%. De tal manera que por el delito de extorsión el Organismo Judicial ha conocido 7 mil 622 casos, de los cuales 1 mil 838 lograron sentencia condenatoria, lo que equivale a un 24%. En tanto, 405 fueron absolutorias, lo que es igual a un 5%,, por lo que en total han sido 29% de sentencias.

Según la investigación, las extorsiones denunciadas en la Policía Nacional Civil (PNC) y en el Ministerio Público (MP) muestran la misma tendencia, pero varían en cantidades. Desde el año 2008 a septiembre de 2014 la PNC ha recibido 36 mil 536 denuncias por extorsión y el MP 48 mil 673.

En el 2008 se registraron en ambas instituciones entre 700 y 900 denuncias, en el 2010  hubo un aumento precipitado llegando a un pico de 9 mil 500 denuncias, y hasta septiembre de 2014 se presentaron al MP 5 mil 997 denuncias y en la PNC 5 mil 009. Solamente en la ciudad capital se concentra el 28% de los delitos denunciados de todo el país. La zona 18 reporta el 5% de denuncias y le siguen las zonas 1, 6 y 7, cada una con un 3%, mientras que en los municipios de Villa Nueva se registra el 8% y en Mixco el 7% de las denuncias recibidas por extorsión.

Los datos que arroja el estudio indican que el 70% de las víctimas son extorsionadas en sus residencias, el 22% en sus negocios, el 6.4% en transporte y el 1% otros.

Según el estudio, el 77% de las denuncias se concentran en cinco departamentos: Guatemala, Sacatepéquez, Escuintla, Suchitepéquez y Quetzaltenango. Donde se centraliza las mayores denuncias por este delito es Guatemala con el 61%.

Sin percibirse lucha contra las extorsiones

Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Guatemala, indica que no existe un monto determinado sobre el costo que tiene al sector empresarial por el delito de las extorsiones. Sin embargo, el gasto se traslada a la seguridad que pagan las empresas para poder tener equipos especiales y no estar sometidos a este delito, puntualiza.

Actualmente los empresarios invierten al año Q1.9 millones en contratación de agentes privados, siendo esto el 1 % del total de sus ventas, lo cual, según Zepeda, viene siendo como un impuesto a la seguridad. Según el directivo, han presentado las denuncias correspondientes a las autoridades.

Sin embargo, el fiscal Figueroa indica que lo que ha sucedido muchas veces es que los empresarios no han denunciado y se han quedado con la responsabilidad de enfrentar ellos solo esta situación, por lo que Zepeda indica que no se denuncia porque hay temor de ser sujetos a mas extorsiones o amenazas e inclusive a ser asesinados. “Ante la falta del sistema de justicia en Guatemala, en donde se hacen las investigaciones, se realizan capturas y luego salen libres, lo hace que haya un temor generalizado en la población”, señala Zepeda.

Agrega que no se perciben los avances que las autoridades indican para enfrentar dicho delito. “Más allá de lo que se percibe se tiene que hacer las capturas y aplicar la ley como se debe, el problema está en que no se está aplicando la ley”.

De acuerdo con el Grupo de Apoyo Mutuo, de enero a julio del 2014 la Fuerza Temática contra las Extorsiones ha logrado desarticular 14 bandas dedicadas a este delito, mientras que se han capturado a 343 miembros de dichas estructuras. Sin embargo, esto no puede percibirse pues rebasa la cantidad de denuncias de extorsiones, las cuales llegan a 5 mil 583 durante el 2013 a los esfuerzos realizados.

Este delito se ha convertido en algo incontrolable, pues no solo existen bandas delincuenciales involucradas sino que ya es un negocio redondo para otro tipo de personas. Quienes al final se ven afectados son todos aquellos guatemaltecas y guatemaltecos trabajadores, muchas veces no importando la condición social. Organizaciones que se dedican a dar seguimiento a este delito indican que las autoridades no han podido dar respuesta a sus denuncias, o en el peor de los casos que ni siquiera confíen en ellos para hacer una denuncia, puntualizan.

Extorsiones, un delito incontrolable en Guatemala

Eder Juarez
17 de febrero, 2015

El mayor ofrecimiento de campaña del Partido Patriota (PP) fue “la seguridad”; sin embargo, en el tema de las extorsiones los resultados no han sido satisfactorios, ya que parece ser un delito imparable a nivel nacional.  Desde hace dos años se constituyó las Fuerzas de Tarea como una de las estrategias de seguridad del Gobierno del presidente Otto Pérez Molina, con el objetivo de disminuir y hacerle frente a la criminalidad que azota al país. Estos grupos especializados son unidades de la Policía Nacional Civil (PNC) reforzadas con personal experto en investigación criminal, a quienes se les asigna equipo y tecnología mínimos para el cumplimiento de su trabajo, siendo acompañadas por elementos del Ejército.

Dentro de los objetivos de las Fuerzas de Tarea, que siempre resaltan las autoridades de seguridad, se encuentra identificar estructuras criminales y a las personas que las integran. Asimismo, implementar acciones y generar insumos de investigación y análisis que permitan una efectiva persecución penal y enjuiciamiento de las personas involucradas en las estructuras criminales.

De tal manera que por las constantes extorsiones que cada día sufre un sinnúmero de guatemaltecos se creo la Fuerza de Tarea Temática Contra Extorsiones. Sin embargo, organizaciones que monitorean y analizan dicho flagelo aseguran que no se han tenido los resultados necesarios en personas detenidas que se dedican a la extorsión y la desarticulación de estructuras, no ha sido significativa. Además, las estadísticas de la Policía y Ministerio Público (MP) difieren. Mientras que el sector empresarial indica que no se perciben avances para frenar dicho flagelo y que empresarios invierten al año Q1.9 millones en contratación de agentes privados,  que viene siendo como un impuesto a la seguridad.

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Diferentes modalidades para extorsionar

Raúl Figueroa, fiscal adjunto de la Fiscalía contra las extorsiones, indica que este delito inició desde hace muchos años, pero se intensificó durante el 2009 teniendo diferentes modalidades para cometer un hecho criminal como este. Son varias formas de operar, desde la extorsión por un familiar hasta la que realiza una estructura criminal. Las estructuras generalmente actúan en extorsionar transporte, empresas o personas individuales con una posición económica alta.

De acuerdo con Figueroa, generalmente la forma en que empieza una extorsión es a través de la vía telefónica, pues es una forma fácil de amedrentar a las personas. “Con un poco de información que se tenga de las personas ya le hacen la exigencia, sin que se dé a conocer quién hace la llamada”.

Además, agrega que si bien se sabe que la mayoría de llamadas para extorsionar salen de centros de detención (cárceles) ahora con la inhabilitación de algunos centros carcelarios ha disminuido las denuncias de esas llamadas telefónicas. Sin embargo, se están utilizando otros métodos como el envió de mensajes a través de las redes sociales. “Antes se podría decir que el 90% de las llamadas extorsivas provenían de los centros carcelarios, pero ahora podría haber cambiado”, dice Figueroa.

Un estudio del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) sobre el fenómeno de las extorsiones en Guatemala indica que del 2005 a septiembre de 2014 se han presentado 48 mil 673 denuncias por extorsión, pero sólo 1 mil 838 lograron sentencia condenatoria.

Sin embargo, Figueroa no está de acuerdo con estos datos. Asegura que a nivel nacional no sobrepasaron las 9 mil denuncias, y de esas la mayoría son del departamento de Guatemala, logrando la desarticulación de 26 bandas de extorsionistas con un aproximado de 645 personas detenidas a nivel nacional. Sin embargo, considera que es un delito que rebasa las capacidades de las autoridades, principalmente porque no existe la prevención. “No hay una prevención para este delito”.

Al ser cuestionado del porqué tan pocas bandas se han desarticulado, el fiscal Adjunto de la Fiscalía contra las Extorsiones indica que lo que sucede es que muchas veces el que extorsiona a una persona lo está haciendo con varias a la misma vez. “Hay un caso muy sonado, el de Juan Olivares, con el cual se unificaron 26 denuncias, pero posteriormente haciendo la investigación se determinó que 1,500 personas eran víctimas también”. Según Figueroa, muchas veces se puede hacer en base a denuncias o al resolver el caso se establece a cuántos dejaron de extorsionar.

Para el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) durante el 2012 la Fuerza de Rarea contra las Extorsiones tuvo una efectividad del 5% en personas detenidas y 0% en estructuras desarticuladas, lo que daba el 35% de denuncias sin resultados, indica. Luego de monitorear este delito, la organización indica que para el 2013 tuvo una efectividad de un 16% en personas detenidas por la Comisión del Delito de Extorsión y un 1% en estructuras desarticuladas, esto da como resultado el 83% de denuncias sin resolverse.

Para saber sobre la efectividad que ha tenido la Fuerza de Tarea contra las Extorsiones se trató por varias vías de tener comunicación con Elias Pumay, jefe de dicha fuerza de tarea; sin embargo, por compromisos de agenda no pudo contestar a las interrogantes sobre el tema.

Solo 29 % de extorsiones llegan a ser condenadas

El informe titulado Entendiendo el Fenómeno de las extorsiones en Guatemala, elaborado por el Centro de Investigaciones Nacionales (CIEN), da cuenta que del 2005 a septiembre de 2014 el Ministerio Público (MP) recibió 48 mil 673 denuncias, pero solamente han logrado llevar a tribunales el 16%. De tal manera que por el delito de extorsión el Organismo Judicial ha conocido 7 mil 622 casos, de los cuales 1 mil 838 lograron sentencia condenatoria, lo que equivale a un 24%. En tanto, 405 fueron absolutorias, lo que es igual a un 5%,, por lo que en total han sido 29% de sentencias.

Según la investigación, las extorsiones denunciadas en la Policía Nacional Civil (PNC) y en el Ministerio Público (MP) muestran la misma tendencia, pero varían en cantidades. Desde el año 2008 a septiembre de 2014 la PNC ha recibido 36 mil 536 denuncias por extorsión y el MP 48 mil 673.

En el 2008 se registraron en ambas instituciones entre 700 y 900 denuncias, en el 2010  hubo un aumento precipitado llegando a un pico de 9 mil 500 denuncias, y hasta septiembre de 2014 se presentaron al MP 5 mil 997 denuncias y en la PNC 5 mil 009. Solamente en la ciudad capital se concentra el 28% de los delitos denunciados de todo el país. La zona 18 reporta el 5% de denuncias y le siguen las zonas 1, 6 y 7, cada una con un 3%, mientras que en los municipios de Villa Nueva se registra el 8% y en Mixco el 7% de las denuncias recibidas por extorsión.

Los datos que arroja el estudio indican que el 70% de las víctimas son extorsionadas en sus residencias, el 22% en sus negocios, el 6.4% en transporte y el 1% otros.

Según el estudio, el 77% de las denuncias se concentran en cinco departamentos: Guatemala, Sacatepéquez, Escuintla, Suchitepéquez y Quetzaltenango. Donde se centraliza las mayores denuncias por este delito es Guatemala con el 61%.

Sin percibirse lucha contra las extorsiones

Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Guatemala, indica que no existe un monto determinado sobre el costo que tiene al sector empresarial por el delito de las extorsiones. Sin embargo, el gasto se traslada a la seguridad que pagan las empresas para poder tener equipos especiales y no estar sometidos a este delito, puntualiza.

Actualmente los empresarios invierten al año Q1.9 millones en contratación de agentes privados, siendo esto el 1 % del total de sus ventas, lo cual, según Zepeda, viene siendo como un impuesto a la seguridad. Según el directivo, han presentado las denuncias correspondientes a las autoridades.

Sin embargo, el fiscal Figueroa indica que lo que ha sucedido muchas veces es que los empresarios no han denunciado y se han quedado con la responsabilidad de enfrentar ellos solo esta situación, por lo que Zepeda indica que no se denuncia porque hay temor de ser sujetos a mas extorsiones o amenazas e inclusive a ser asesinados. “Ante la falta del sistema de justicia en Guatemala, en donde se hacen las investigaciones, se realizan capturas y luego salen libres, lo hace que haya un temor generalizado en la población”, señala Zepeda.

Agrega que no se perciben los avances que las autoridades indican para enfrentar dicho delito. “Más allá de lo que se percibe se tiene que hacer las capturas y aplicar la ley como se debe, el problema está en que no se está aplicando la ley”.

De acuerdo con el Grupo de Apoyo Mutuo, de enero a julio del 2014 la Fuerza Temática contra las Extorsiones ha logrado desarticular 14 bandas dedicadas a este delito, mientras que se han capturado a 343 miembros de dichas estructuras. Sin embargo, esto no puede percibirse pues rebasa la cantidad de denuncias de extorsiones, las cuales llegan a 5 mil 583 durante el 2013 a los esfuerzos realizados.

Este delito se ha convertido en algo incontrolable, pues no solo existen bandas delincuenciales involucradas sino que ya es un negocio redondo para otro tipo de personas. Quienes al final se ven afectados son todos aquellos guatemaltecas y guatemaltecos trabajadores, muchas veces no importando la condición social. Organizaciones que se dedican a dar seguimiento a este delito indican que las autoridades no han podido dar respuesta a sus denuncias, o en el peor de los casos que ni siquiera confíen en ellos para hacer una denuncia, puntualizan.