La iglesia y diferentes sectores de la sociedad se encuentran preocupados por el próximo proceso de elecciones generales, el cual vislumbran conflictivo y sobre todo sin ningún cambio. De tal manera que piden informarse y recobrar los a valores éticos y morales que debe tener una sociedad.
La forma más directa de poner una postura al respecto fue el recién comunicado emitido por la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG). Se plasmó la necesidad de enfrentar los problemas sociales que atraviesa el país como la corrupción, la violencia, la política partidista y la debilidad de las instituciones; sobre todo alertó de los engaños y promesas falsas de algunos partidos políticos.
“Frente a engaños, propaganda falsa, populismos que prometen imposibles queremos recordar que es el bien común de todos los guatemaltecos el que debe guiar nuestro examen de las opciones que se presenten, así como determinar al final nuestro voto”, señalaron los obispos en un comunicado.
Los miembros de la Conferencia Episcopal de Guatemala que realizaron su reunión anual expresaron inquietud ante la proximidad de los comicios, en los que también se elegirán diputados y alcaldes. También señalan que “la política partidista ve más los intereses particulares que el interés general”.
De forma acertada señalaron como principales problemas del país la corrupción generalizada. “Denunciamos la inmensa cantidad de problemas que nos afligen y aprisionan: la corrupción generalizada, la violencia desenfrenada, la baja calidad de la educación, la crisis en el sistema de salud”, entre otros problemas sociales, añadió el mensaje de los obispos.
Además, señala que “a la vista de los problemas sociales que nos afectan, desalientan y hasta nos deprimen, creemos que el fondo de todos nuestros males está en una política sin moral que ignora la ética social”. El fuerte comunicado está firmado por los obispos Rodolfo Valenzuela Núñez, presidente de la CEG, y Domingo Buezo Leiva, secretario de la CEG.
Luego de la fuerte postura de la iglesia católica, varios sectores se han unido a la preocupación que los obispos ha mostrado sobre el proceso de elecciones 2015. Uno de ellos es el Grupo Garante G4 (formado por la USAC, PDH, la iglesia cotólica y la Alianza Evangélica), al señalar que se vislumbra un año electoral conflictivo. Incluso hicieron un llamado a los políticos a no hacer campaña negra. Mientras que analistas también hablan sobre el deterioro que como sociedad se ha tenido en los últimos tiempos, por lo que piden a la ciudadanía participar y hacer frente a los problemas, enterarse de las propuestas electorales para razonar de mejor manera su voto.
La ciudadanía debe informarse
Vitalino Similox, del Consejo Ecuménico Cristiano, indica que se une a la preocupación mostrada por la CEG principalmente en el deterioro de la ética, moral, corrupción, impunidad, conflictos y violencia cuando se está a las puertas de proceso electoral en el que muchos de los candidatos y partidos van a aprovechar esa necesidad y ofrecerán mucho presentándose como los salvadores y que tienen en sus manos aspectos mágicos haciendo de eso una plataforma demagógica que al final serán una frustración.
De acuerdo con Similox, esta situación de deterioro no la arreglará un presidente o un Gobierno. “Esto se arreglará cuando todos los guatemaltecos, según su fe, cambien su mentalidad”.
El Consejo Ecuménico ha hecho en estos días un pronunciamiento en el que se pide a la ciudadanía que se informe, oriente y no se deje llevar de los ofrecimientos populistas de los candidatos porque con el que regalen una gorra o una playera no va a solucionar nada. Detrás de cada partido han de haber sectores oscuros que cada cuatro años quieren que sigan robando a los guatemaltecos y sacar los recursos de las instituciones para enriquecerse.
Para salir del engaño tanto los obispos como el Consejo Ecuménico realizarán una campaña de información y de análisis sobre cada candidato y partido político, así como su plataforma. Según Similox, se invitará a los miembros de las comunidades a que se informen, que vean la trayectoria histórica y el trabajo de cada candidato, lo cual será publicado con el objetivo de tener a una ciudadanía informada, que sepa de la vida familiar y particular de los candidatos. Aproximadamente serán unas 50 mil personas que se lanzarán a una elección popular.
“Es la ciudadanía quien tiene en su mano la llave para que no se repita lo que hasta ahora se ha tenido. Que no se deje engañar durante este proceso”, señala el religioso.
Refiere que es preocupante la situación política que vive el país porque no se ha escuchado de ningún candidato o partido con una propuesta coherente y que tenga la solvencia ética, moral y política para creerle, “no hay confianza”. Por ahora los 15 candidatos que se están postulando tienen el apoyo solamente del 30% de la población entre todos. Queda un 70% que no confía en ninguno, entonces haría falta que alguno de estos candidatos cambien su discurso hacia la realidad para que se llenen las expectativas de los indecisos que no está confiando en ninguno, dice Similox.
También indica que hay un desaliento de la población a la clase política guatemalteca. “Los políticos dejaron de ser el instrumento de intermediación de la sociedad civil que canalice sus aspiraciones, ahora se les reconoce como una maquinaria electoral y que detrás de ella hay sectores que inicialmente manejan a los políticos, que son los financistas, algo que ya lo conoce la población por lo que los partidos tendrán que recapacitar sobre esa situación”.
Empresarios también preocupados
Por su parte Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Guatemala, indica que como sector industrial también observan un proceso electoral bastante complejo, pero sobre todo con una falta de interés de la población en general. “Hemos empezado a ver algunas situaciones derivadas o no del proceso electoral de violencia, como lo sucedido en Jalpatagua, Jutiapa, en donde fue asesinado un precandidato a alcalde”. Esperamos que esto no se incremente, pero sí vemos que será un proceso electoral muy reñido, dice.
Zepeda indica que el sector empresarial hace un llamado a los distintos líderes políticos para que en primer lugar sea una contienda manejada con madurez, altura, pensando en los intereses del país más allá de los intereses personales o partidarios. Hace ver que lo que hace falta en Guatemala es un liderazgo más auténtico.
Agrega que las técnicas engañosas que han utilizado los partidos generan una frustración muy alta en la población en relación al sector político. Zepeda se une a otros sectores para orientar a la población e indica que la Cámara de la Industria hará un proyecto para que la ciudadanía se informe cada día más, no solo del proceso sino también de los candidatos y sus propuestas para que analice y estudie a profundidad a los candidatos. No solamente presidente y vicepresidente, sino que a alcaldes y diputados.
Crisis ciudadana
Por su parte Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), indica que lo dicho por la Conferencia Episcopal es producto de la experiencia que se ha tenido en los dos últimos gobiernos. Ejemplifica al mismo Alfonso Portillo, dijo alguna vez que “el político era vendedor de sueños” explicando por qué sus propuestas electorales después no tenían relación con lo que hacía el Gobierno. Linares también recuerda algo más actual, sobre la mano dura el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, cuando dijo que era un “slogan publicitario”. Según el analista, es la práctica que ha habido de los políticos de ofrecer y muchas veces sin ningún sustento, sino solamente de captar el voto de los ciudadanos y olvidarse de esas propuestas al estar en el Gobierno y no cumplir con el compromiso que se adquiere ante los electores.
Sin embargo, señala que esto es culpa de la pasividad de los electores que después no reclaman. En cuanto a la preocupación de los diferentes sectores por el proceso de elecciones es por la baja calidad electoral, el gasto excesivo de los partidos “que tiene empeñada hasta el alma con el diablo”. Así mismo, el abuso de la publicidad estatal y clientelar para captar votos y poder perpetuarse en el poder, porque los problemas de violencia serán los mismos que hemos estado sufriendo. En cuanto a los resultados electorales se puede tener la suficiente confianza en el Tribunal Supremo Electoral, indica.
Otra de las preocupaciones que se ha generalizado en los diferentes sectores ha sido la corrupción, esto en cara a los resultados de los Gobiernos que tanto el Grupo Garante G4 y los Obispos hablan sobre este fenómeno creciente, porque lo que significa es que son menos recursos para la atención de la población y estafar a la ciudadanía.
Según el analista, no solamente hay una crisis política sino también ciudadana que se vio reflejada recientemente con el recibimiento de un político (al referirse al expresidente Alfonso Portillo) que se declaró culpable de un delito que pareciera eso no importa a los guatemaltecos. “Es casi como decir que es listo, que es vivo y entonces que se aproveche”. Hay una crisis de valores en la sociedad, señala Linares.
Estructura axiológica débil
Por otro lado Cristhians Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la USAC, dice que la Iglesia responde a su naturaleza institucional, hace un llamado bastante objetivo de las condiciones éticas y morales de la sociedad guatemalteca. “Desgraciadamente tenemos una estructura axiológica muy flexible, que no permite que se respeten los pactos institucionales, muy laxa respecto de los incentivos perversos y sobre todo una estructura axiológica muy proclive a beneficiar al pícaro”, dice.
Según el analista, la Conferencia Episcopal hace referencia a un año electoral precisamente porque muchos de los militantes de los partidos políticos lejos de ver en la política la posibilidad de servicio al país lo que ven es una oportunidad de enriquecimiento personal y la posibilidad de obtener recursos y dádivas de los recursos públicos. La iglesia católica sale a defender que es necesario volver a los principios y los valores.
La participación de otras instituciones unidas a la preocupación de la Iglesia, en este caso del Grupo Garante G-4, es por el deterioro de esa estructura axiológica de la que hace reflexionar la Conferencia Episcopal. “Se ve con poco asombro cómo el valor por la vida se ha ido perdiendo en la sociedad. El lunes fueron asesinados un candidato a alcalde y su esposa y eso es congruente con los 15 asesinatos diarios que se han venido dando en los últimos años. Modesta la baja tasa de muertes violentas en el país y cuando eso se proyecta hacia otras áreas igualmente se observa un acelerado deterioro de los valores éticos y morales de la sociedad”, puntualiza el politólogo.
La iglesia y diferentes sectores de la sociedad se encuentran preocupados por el próximo proceso de elecciones generales, el cual vislumbran conflictivo y sobre todo sin ningún cambio. De tal manera que piden informarse y recobrar los a valores éticos y morales que debe tener una sociedad.
La forma más directa de poner una postura al respecto fue el recién comunicado emitido por la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG). Se plasmó la necesidad de enfrentar los problemas sociales que atraviesa el país como la corrupción, la violencia, la política partidista y la debilidad de las instituciones; sobre todo alertó de los engaños y promesas falsas de algunos partidos políticos.
“Frente a engaños, propaganda falsa, populismos que prometen imposibles queremos recordar que es el bien común de todos los guatemaltecos el que debe guiar nuestro examen de las opciones que se presenten, así como determinar al final nuestro voto”, señalaron los obispos en un comunicado.
Los miembros de la Conferencia Episcopal de Guatemala que realizaron su reunión anual expresaron inquietud ante la proximidad de los comicios, en los que también se elegirán diputados y alcaldes. También señalan que “la política partidista ve más los intereses particulares que el interés general”.
De forma acertada señalaron como principales problemas del país la corrupción generalizada. “Denunciamos la inmensa cantidad de problemas que nos afligen y aprisionan: la corrupción generalizada, la violencia desenfrenada, la baja calidad de la educación, la crisis en el sistema de salud”, entre otros problemas sociales, añadió el mensaje de los obispos.
Además, señala que “a la vista de los problemas sociales que nos afectan, desalientan y hasta nos deprimen, creemos que el fondo de todos nuestros males está en una política sin moral que ignora la ética social”. El fuerte comunicado está firmado por los obispos Rodolfo Valenzuela Núñez, presidente de la CEG, y Domingo Buezo Leiva, secretario de la CEG.
Luego de la fuerte postura de la iglesia católica, varios sectores se han unido a la preocupación que los obispos ha mostrado sobre el proceso de elecciones 2015. Uno de ellos es el Grupo Garante G4 (formado por la USAC, PDH, la iglesia cotólica y la Alianza Evangélica), al señalar que se vislumbra un año electoral conflictivo. Incluso hicieron un llamado a los políticos a no hacer campaña negra. Mientras que analistas también hablan sobre el deterioro que como sociedad se ha tenido en los últimos tiempos, por lo que piden a la ciudadanía participar y hacer frente a los problemas, enterarse de las propuestas electorales para razonar de mejor manera su voto.
La ciudadanía debe informarse
Vitalino Similox, del Consejo Ecuménico Cristiano, indica que se une a la preocupación mostrada por la CEG principalmente en el deterioro de la ética, moral, corrupción, impunidad, conflictos y violencia cuando se está a las puertas de proceso electoral en el que muchos de los candidatos y partidos van a aprovechar esa necesidad y ofrecerán mucho presentándose como los salvadores y que tienen en sus manos aspectos mágicos haciendo de eso una plataforma demagógica que al final serán una frustración.
De acuerdo con Similox, esta situación de deterioro no la arreglará un presidente o un Gobierno. “Esto se arreglará cuando todos los guatemaltecos, según su fe, cambien su mentalidad”.
El Consejo Ecuménico ha hecho en estos días un pronunciamiento en el que se pide a la ciudadanía que se informe, oriente y no se deje llevar de los ofrecimientos populistas de los candidatos porque con el que regalen una gorra o una playera no va a solucionar nada. Detrás de cada partido han de haber sectores oscuros que cada cuatro años quieren que sigan robando a los guatemaltecos y sacar los recursos de las instituciones para enriquecerse.
Para salir del engaño tanto los obispos como el Consejo Ecuménico realizarán una campaña de información y de análisis sobre cada candidato y partido político, así como su plataforma. Según Similox, se invitará a los miembros de las comunidades a que se informen, que vean la trayectoria histórica y el trabajo de cada candidato, lo cual será publicado con el objetivo de tener a una ciudadanía informada, que sepa de la vida familiar y particular de los candidatos. Aproximadamente serán unas 50 mil personas que se lanzarán a una elección popular.
“Es la ciudadanía quien tiene en su mano la llave para que no se repita lo que hasta ahora se ha tenido. Que no se deje engañar durante este proceso”, señala el religioso.
Refiere que es preocupante la situación política que vive el país porque no se ha escuchado de ningún candidato o partido con una propuesta coherente y que tenga la solvencia ética, moral y política para creerle, “no hay confianza”. Por ahora los 15 candidatos que se están postulando tienen el apoyo solamente del 30% de la población entre todos. Queda un 70% que no confía en ninguno, entonces haría falta que alguno de estos candidatos cambien su discurso hacia la realidad para que se llenen las expectativas de los indecisos que no está confiando en ninguno, dice Similox.
También indica que hay un desaliento de la población a la clase política guatemalteca. “Los políticos dejaron de ser el instrumento de intermediación de la sociedad civil que canalice sus aspiraciones, ahora se les reconoce como una maquinaria electoral y que detrás de ella hay sectores que inicialmente manejan a los políticos, que son los financistas, algo que ya lo conoce la población por lo que los partidos tendrán que recapacitar sobre esa situación”.
Empresarios también preocupados
Por su parte Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Guatemala, indica que como sector industrial también observan un proceso electoral bastante complejo, pero sobre todo con una falta de interés de la población en general. “Hemos empezado a ver algunas situaciones derivadas o no del proceso electoral de violencia, como lo sucedido en Jalpatagua, Jutiapa, en donde fue asesinado un precandidato a alcalde”. Esperamos que esto no se incremente, pero sí vemos que será un proceso electoral muy reñido, dice.
Zepeda indica que el sector empresarial hace un llamado a los distintos líderes políticos para que en primer lugar sea una contienda manejada con madurez, altura, pensando en los intereses del país más allá de los intereses personales o partidarios. Hace ver que lo que hace falta en Guatemala es un liderazgo más auténtico.
Agrega que las técnicas engañosas que han utilizado los partidos generan una frustración muy alta en la población en relación al sector político. Zepeda se une a otros sectores para orientar a la población e indica que la Cámara de la Industria hará un proyecto para que la ciudadanía se informe cada día más, no solo del proceso sino también de los candidatos y sus propuestas para que analice y estudie a profundidad a los candidatos. No solamente presidente y vicepresidente, sino que a alcaldes y diputados.
Crisis ciudadana
Por su parte Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), indica que lo dicho por la Conferencia Episcopal es producto de la experiencia que se ha tenido en los dos últimos gobiernos. Ejemplifica al mismo Alfonso Portillo, dijo alguna vez que “el político era vendedor de sueños” explicando por qué sus propuestas electorales después no tenían relación con lo que hacía el Gobierno. Linares también recuerda algo más actual, sobre la mano dura el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, cuando dijo que era un “slogan publicitario”. Según el analista, es la práctica que ha habido de los políticos de ofrecer y muchas veces sin ningún sustento, sino solamente de captar el voto de los ciudadanos y olvidarse de esas propuestas al estar en el Gobierno y no cumplir con el compromiso que se adquiere ante los electores.
Sin embargo, señala que esto es culpa de la pasividad de los electores que después no reclaman. En cuanto a la preocupación de los diferentes sectores por el proceso de elecciones es por la baja calidad electoral, el gasto excesivo de los partidos “que tiene empeñada hasta el alma con el diablo”. Así mismo, el abuso de la publicidad estatal y clientelar para captar votos y poder perpetuarse en el poder, porque los problemas de violencia serán los mismos que hemos estado sufriendo. En cuanto a los resultados electorales se puede tener la suficiente confianza en el Tribunal Supremo Electoral, indica.
Otra de las preocupaciones que se ha generalizado en los diferentes sectores ha sido la corrupción, esto en cara a los resultados de los Gobiernos que tanto el Grupo Garante G4 y los Obispos hablan sobre este fenómeno creciente, porque lo que significa es que son menos recursos para la atención de la población y estafar a la ciudadanía.
Según el analista, no solamente hay una crisis política sino también ciudadana que se vio reflejada recientemente con el recibimiento de un político (al referirse al expresidente Alfonso Portillo) que se declaró culpable de un delito que pareciera eso no importa a los guatemaltecos. “Es casi como decir que es listo, que es vivo y entonces que se aproveche”. Hay una crisis de valores en la sociedad, señala Linares.
Estructura axiológica débil
Por otro lado Cristhians Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la USAC, dice que la Iglesia responde a su naturaleza institucional, hace un llamado bastante objetivo de las condiciones éticas y morales de la sociedad guatemalteca. “Desgraciadamente tenemos una estructura axiológica muy flexible, que no permite que se respeten los pactos institucionales, muy laxa respecto de los incentivos perversos y sobre todo una estructura axiológica muy proclive a beneficiar al pícaro”, dice.
Según el analista, la Conferencia Episcopal hace referencia a un año electoral precisamente porque muchos de los militantes de los partidos políticos lejos de ver en la política la posibilidad de servicio al país lo que ven es una oportunidad de enriquecimiento personal y la posibilidad de obtener recursos y dádivas de los recursos públicos. La iglesia católica sale a defender que es necesario volver a los principios y los valores.
La participación de otras instituciones unidas a la preocupación de la Iglesia, en este caso del Grupo Garante G-4, es por el deterioro de esa estructura axiológica de la que hace reflexionar la Conferencia Episcopal. “Se ve con poco asombro cómo el valor por la vida se ha ido perdiendo en la sociedad. El lunes fueron asesinados un candidato a alcalde y su esposa y eso es congruente con los 15 asesinatos diarios que se han venido dando en los últimos años. Modesta la baja tasa de muertes violentas en el país y cuando eso se proyecta hacia otras áreas igualmente se observa un acelerado deterioro de los valores éticos y morales de la sociedad”, puntualiza el politólogo.