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Frijol, una receta para cada gusto

Euda Morales
25 de febrero, 2018

Los frijoles, comunes en la dieta, ofrecen otras formas de preparar por lo que siempre habrá una receta para cada gusto.

Los piloyes, son una variedad muy apreciada, porque se consiguen principalmente en el interior del país, se pueden preparar igual que los frijoles negros, pero su presentación y sabor es particular. Sin más, ¡toda una delicia!

Otras variedades son: el frijol negro de tamaño pequeño y sabroso con un sabor ligeramente terroso. El frijol colorado tiene un valor calórico alto, es una buena fuente de fibra y es empleado en guisos como el chili con carne molida. Además, está el frijol blanco con un sabor menos pronunciado por lo que absorbe  bien el gusto del resto de ingredientes  de la preparación.

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Por supuesto hay otras variedades como el frijol pinto, de tamaño mediano con manchas de color café claro. Al cocinarse quedan de color rosado, con una textura cremosa y se prepara en forma de puré. El frijol lima es de color crema, se cocina en poco tiempo y resulta un buen sustituto de las papas.

Generalmente, los frijoles se preparan en guisos bastante sustanciosos, se cocinan con sofritos de cebolla, tomate y chile pimiento o con vegetales  o con chorizo o tocino, cuando resultan más calóricos.

Previo a su preparación,  se recomienda dejar en remojo,  el tiempo varía de acuerdo a su frescura, suele dejarse la noche anterior al día en que se preparan. Este proceso contribuirá a acortar el tiempo de cocción y los niveles de hidratos de carbono no digeribles, responsables de causar flatulencia. Deseche los frijoles que floten,  escurra y agregue otra agua para su cocción. Algunas hierbas aromáticas como el orégano, tomillo o romero podrán ayudar a prevenir la flatulencia.

Nutricionalmente, los frijoles son buenas fuentes de proteínas vegetales, vitaminas, minerales como hierro, potasio, fósforo, entre otros y fibra. Suele decirse que son una alternativa nutritiva y barata de la carne, por tanto son ideales para los vegetarianos, aunque no  ofrecen las cantidades ideales de todos los aminoácidos esenciales  necesarios. De manera, que deben acompañarse de  verduras y cereales enteros como el arroz o el pan.

En esta ocasión les comparto una receta de unos frijoles colorados o mejor aun unos piloyes con güicoy.

Necesitamos los siguientes ingredientes:

  • 1 libra de frijol colorado
  • 1 cebolla con tallo
  • 2 dientes de ajo
  • 1 ramita de tomillo
  • 1 hoja de laurel
  • 2 tazas de güicoy sazón
  • 1 chile pimiento rojo
  • 1 cucharada de aceite
  • 2 cucharadas de cebolla
  • 2 tomates
  • Sal, pimienta al gusto
  • ½ cucharadita de orégano

Para su preparación:

  • Deje en remojo los frijoles, escurrir y poner a cocinar con suficiente agua a que los cubra.
  • Agregue la cebolla con su tallo, los dientes de ajo, el tomillo y el laurel.
  • Puede cocinar en una olla de cocimiento lento. Cuando los frijoles estén a medio cocinar agregue el güicoy cortado en cubos (puede dejar la cáscara) y el chile pimiento cortado.
  • Sofría en aceite caliente la cebolla cortada finamente hasta que cristalice, agregue el tomate cortado en cubos.. Condimente con sal, pimienta y orégano.
  • Licue el sofrito con el chile pimiento de la cocción y ½ taza del frijol cocinado. Cuele e incorpore a la cocción.
  • Deje cocinar hasta que el frijol y el güicoy estén suaves pero enteros.
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Frijol, una receta para cada gusto

Euda Morales
25 de febrero, 2018

Los frijoles, comunes en la dieta, ofrecen otras formas de preparar por lo que siempre habrá una receta para cada gusto.

Los piloyes, son una variedad muy apreciada, porque se consiguen principalmente en el interior del país, se pueden preparar igual que los frijoles negros, pero su presentación y sabor es particular. Sin más, ¡toda una delicia!

Otras variedades son: el frijol negro de tamaño pequeño y sabroso con un sabor ligeramente terroso. El frijol colorado tiene un valor calórico alto, es una buena fuente de fibra y es empleado en guisos como el chili con carne molida. Además, está el frijol blanco con un sabor menos pronunciado por lo que absorbe  bien el gusto del resto de ingredientes  de la preparación.

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Por supuesto hay otras variedades como el frijol pinto, de tamaño mediano con manchas de color café claro. Al cocinarse quedan de color rosado, con una textura cremosa y se prepara en forma de puré. El frijol lima es de color crema, se cocina en poco tiempo y resulta un buen sustituto de las papas.

Generalmente, los frijoles se preparan en guisos bastante sustanciosos, se cocinan con sofritos de cebolla, tomate y chile pimiento o con vegetales  o con chorizo o tocino, cuando resultan más calóricos.

Previo a su preparación,  se recomienda dejar en remojo,  el tiempo varía de acuerdo a su frescura, suele dejarse la noche anterior al día en que se preparan. Este proceso contribuirá a acortar el tiempo de cocción y los niveles de hidratos de carbono no digeribles, responsables de causar flatulencia. Deseche los frijoles que floten,  escurra y agregue otra agua para su cocción. Algunas hierbas aromáticas como el orégano, tomillo o romero podrán ayudar a prevenir la flatulencia.

Nutricionalmente, los frijoles son buenas fuentes de proteínas vegetales, vitaminas, minerales como hierro, potasio, fósforo, entre otros y fibra. Suele decirse que son una alternativa nutritiva y barata de la carne, por tanto son ideales para los vegetarianos, aunque no  ofrecen las cantidades ideales de todos los aminoácidos esenciales  necesarios. De manera, que deben acompañarse de  verduras y cereales enteros como el arroz o el pan.

En esta ocasión les comparto una receta de unos frijoles colorados o mejor aun unos piloyes con güicoy.

Necesitamos los siguientes ingredientes:

  • 1 libra de frijol colorado
  • 1 cebolla con tallo
  • 2 dientes de ajo
  • 1 ramita de tomillo
  • 1 hoja de laurel
  • 2 tazas de güicoy sazón
  • 1 chile pimiento rojo
  • 1 cucharada de aceite
  • 2 cucharadas de cebolla
  • 2 tomates
  • Sal, pimienta al gusto
  • ½ cucharadita de orégano

Para su preparación:

  • Deje en remojo los frijoles, escurrir y poner a cocinar con suficiente agua a que los cubra.
  • Agregue la cebolla con su tallo, los dientes de ajo, el tomillo y el laurel.
  • Puede cocinar en una olla de cocimiento lento. Cuando los frijoles estén a medio cocinar agregue el güicoy cortado en cubos (puede dejar la cáscara) y el chile pimiento cortado.
  • Sofría en aceite caliente la cebolla cortada finamente hasta que cristalice, agregue el tomate cortado en cubos.. Condimente con sal, pimienta y orégano.
  • Licue el sofrito con el chile pimiento de la cocción y ½ taza del frijol cocinado. Cuele e incorpore a la cocción.
  • Deje cocinar hasta que el frijol y el güicoy estén suaves pero enteros.