La digestión es fundamental para mantener el cuerpo sano. Este es el proceso que convierte los alimentos consumidos en energía, lo que posteriormente nos ayuda a realizar tareas diarias. Esto significa que, cuando la salud digestiva tiene problemas, el cuerpo no obtiene la energía que necesita.
Una mala digestión también es causante de enfermedades como la gastritis o el reflujo gástrico, entre otras. El sistema digestivo y su comportamiento están directamente relacionados con diversos factores ambientales, las comidas y el estrés
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Recomendaciones para una salud digestiva
Consume suficiente fibra
La fibra es un componente vegetal que favorece la digestión de la comida. Cuando la consumes en la cantidad adecuada, ayuda al cuerpo a procesar mejor los alimentos y previene así el estreñimiento.
La fibra se encuentra en vegetales, granos enteros y frutas. Un estudio publicado en la Revista Cubana de Medicina General Integral concluye que una dieta que contiene fibra es beneficiosa para evitar enfermedades como la diabetes y la obesidad.
Mastica bien tus alimentos
Solemos pensar que el proceso digestivo inicia en el momento en que los alimentos llegan al estómago. Esto es incorrecto, pues desde que introduces los alimentos en la boca, el cerebro comienza la segregación de saliva.
La forma y el tiempo que masticas tus alimentos es sumamente importante para mejorar la salud digestiva. Con este proceso, se inicia la digestión y la absorción de nutrientes.
Ahora bien, cuando masticas demasiado rápido, no das tiempo a que el cerebro envíe la orden de saciedad. Como explica una publicación del Boletín Médico del Hospital Infantil de México,
Toma suficiente agua
Beber la cantidad correcta de agua mejora la salud digestiva porque, entre muchas otras funciones citadas por un estudio que publicó Nutrition Reviews, facilita la eliminación de desechos y estimula la limpieza del intestino, el páncreas, los riñones y otros órganos. Al mismo tiempo, ayuda a tener la piel más sana y suave.
Controla el estrés
Según una investigación que publicó Individual Differences Research, el estrés suele verse reflejado en la salud digestiva. En la actualidad, es común que este problema aparezca a causa de los malos hábitos.
Además, seguro que te ha pasado que, cuando sientes ansiedad, comes alimentos poco saludables como dulces, refrescos o alimentos fritos.
Para combatir el estrés, estas son algunas medidas que puedes seguir:
Aumenta la cantidad y frecuencia de ejercicio. ¿Cuánto ejercicio haces habitualmente? Si eres de los que nunca hacen nada o solo caminan una o dos veces por semana, aumenta la frecuencia a media hora diaria. Como indica un estudio publicado por la Universitat Autònoma de Barcelona, esto te ayudará a reducir los niveles de ansiedad y estrés.
Come pocas frituras. Para los momentos de antojo, elige un buen puñado de frutos secos o una porción de fruta. Si optas por la segunda alternativa, es recomendable que consumas la fruta entera; al licuarla, se pierde gran parte de la fibra natural que contiene.
Establece horarios de comida y síguelos
Muchas personas inician una dieta para perder peso y se saltan comidas o pasan muchas horas en ayunas, y eso está mal. Al hacer esto, privas a tu cuerpo de los nutrientes necesarios para vivir y estás alterando el funcionamiento del sistema digestivo.
Por eso, no es raro escuchar de personas que pasan varias horas sin comer y, cuando lo hacen, les duele el estómago. También están aquellos que a mediodía ya empiezan a tener problemas de acidez. Esto último puede darse porque el cuerpo sabe que debe comer cada determinado tiempo y se prepara para ello.
Si tú no le das los alimentos que está esperando, los ácidos gástricos generan gran incomodidad. Para evitar esto, procura comer pequeñas porciones de alimentos saludables cada cuatro o cinco horas. De esta manera, lograrás mejorar la salud digestiva y mantendrás el metabolismo trabajando bien.
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