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¿El éxito trae la felicidad o es al revés?

El psicólogo y profesor, Tal Ben-Shahar, expone una peculiar visión sobre la relación entre el éxito y la felicidad, y propone 5 áreas que deben ser cultivadas para experimentar bienestar.

¿El éxito trae la felicidad o es al revés?
Mariana Caprile |
16 de marzo, 2023

“Hoy en día, la mayoría de la gente busca la felicidad en el lugar equivocado”. Con esta reflexión tan tajante, Tal Ben-Shahar daba inicio a una de sus lecciones con estudiantes de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), donde se hizo conocido por dictar concurridas clases sobre la felicidad. Este psicólogo, profesor, escritor y conferencista israelí-estadounidense, especialista en Psicología Positiva, afirmó que a lo largo de nuestras vidas recibimos mensajes errados. Aseguró que nos enseñan lo siguiente: “cuando ingreses a tu universidad favorita, luego de lo cual tendrás un buen trabajo y ganarás mucho dinero, serás feliz por el resto de tu vida”. Aprendemos que: “si eres exitoso, tendrás más felicidad; si te vuelves famoso, serás feliz (...). Pero, en realidad, es al revés. Muchas investigaciones evidencian que, si nosotros elevamos nuestros niveles de bienestar, así sea un poco, vamos a incrementar significativamente nuestros niveles de éxito, nos volveremos más creativos, más productivos y estaremos más motivados; también nuestras relaciones mejorarán”, reveló. 

Desde la visión de Ben-Shahar, es totalmente posible aprender a ser feliz, tanto así, que es partidario de enseñar a serlo en las instituciones educativas, desde las edades más tempranas. Explica, eso sí, que ser feliz no consiste en estar bien permanentemente. Contempla también “tolerar el malestar” y “no pelearse con las emociones, aceptarlas”; asumir que las emociones dolorosas o displacenteras de igual forma “tienen cabida porque son parte de ser humano”. 

El modelo de bienestar SPIRE

Ben-Shahar y la doctora Megan McDonough idearon un modelo de bienestar denominado SPIRE, un acrónimo que hace referencia a las dimensiones que hay que atender y en las cuales deben promoverse el aprendizaje y la práctica constantes para así lograr experimentar una vida más feliz. Las 5 áreas que lo componen son:

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  1. Spiritual (Bienestar Espiritual): exhorta a encontrar un propósito y significado en la vida. Sugiere desarrollar la destreza de la “atención plena” o el enfoque en el momento presente, por medio de la meditación. En el marco de esta dimensión, Ben-Shahar aclara que la espiritualidad puede cultivarse a través de la religión, pero también sin ella. No obstante, destaca los beneficios de una práctica que tienen las religiones: expresar gratitud. Ser agradecido, no dar nada por sentado, es de utilidad para otorgar valor a lo que tenemos, y eso genera felicidad.
  2. Physical (Bienestar Físico): plantea la búsqueda de una conexión mente-cuerpo, así como procurar un equilibrio entre el estrés y el descanso. Según el psicólogo, el verdadero inconveniente con el estrés no es que éste aflore, sino no recuperarse de él. Para ello, este modelo recomienda tomar 3 tipos de descanso: el micro, durante minutos u horas, cuando se puede aprovechar de hacer ejercicio físico; el meso, que supone reposar durante la noche o por algunos días; el macro, cuando se toman vacaciones durante semanas o, incluso, meses. 
  3. Intellectual (Bienestar Intelectual): invita a promover la capacidad de hacer una comprensión profunda sobre los estímulos de nuestro entorno: lo que observamos, leemos y hacemos. Para obtener bienestar intelectual, propone, por ejemplo, entrar en contacto con la naturaleza, apreciar el arte en todas sus expresiones, investigar temas de nuestro interés, viajar y conocer otras culturas; en fin, vivir experiencias inéditas y que satisfagan nuestra curiosidad.
  4. Relational (Bienestar Relacional): alude a la dedicación de tiempo de calidad a personas -familiares o amigos- que son importantes en nuestras vidas, construyendo vínculos personales sanos, estrechos y armoniosos, con encuentros presenciales donde no falten los abrazos. Esta esfera también considera alimentar y cuidar la relación con uno mismo. 
  5. Emotional (Bienestar Emocional): esta dimensión pone énfasis en la importancia y la necesidad de acrecentar la habilidad para permitirse emociones placenteras, tales como la alegría, la esperanza, la serenidad, la gratitud. Sin embargo, precisa que las emociones no gratas también estarán presentes en el camino de la vida, por lo tanto, aconseja reconocerlas y admitirlas.

En el marco de una charla en la Escuela de Gobierno y Política Pública del Tecnológico de Monterrey (México), en febrero de 2013, Ben-Shahar comentó cómo aumentar los niveles de felicidad cuando se trata de países, a escala macro. Desde su punto de vista, aseveró que, además de hacerlo a través de la educación, los gobiernos también deben aportar mejorando un componente muy importante como lo es la seguridad.

Sin embargo, prosiguió con la siguiente afirmación: “la responsabilidad final de la felicidad no está en los gobiernos ni en la universidad; ésta reside en uno mismo, y se puede lograr haciendo cosas relativamente simples, aunque no fáciles de implementar. Hay que introducir ciertas prácticas en nuestra vida que van a incrementar los niveles de felicidad”.

Teniendo clara esta “ruta” hacia el bienestar -el modelo SPIRE-, sólo restaría por preguntarnos si estamos dispuestos a ir abandonando ciertos hábitos e incorporando nuevas rutinas. Si la respuesta es sí, es sólo cuestión de empezar; la disciplina y la perseverancia se lograrán en la medida en la que comencemos a experimentar una mejoría en nuestras vidas. Un dato curioso: el venidero (lunes) 20 de marzo es el Día Internacional de la Felicidad. Quizá resulte motivador...

*Este artículo forma parte de una serie sobre Felicidad y Bienestar que se estará publicando durante el mes de marzo en República. Los invitamos a leernos y dejar sus comentarios.

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¿El éxito trae la felicidad o es al revés?

El psicólogo y profesor, Tal Ben-Shahar, expone una peculiar visión sobre la relación entre el éxito y la felicidad, y propone 5 áreas que deben ser cultivadas para experimentar bienestar.

Mariana Caprile |
16 de marzo, 2023
¿El éxito trae la felicidad o es al revés?

“Hoy en día, la mayoría de la gente busca la felicidad en el lugar equivocado”. Con esta reflexión tan tajante, Tal Ben-Shahar daba inicio a una de sus lecciones con estudiantes de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), donde se hizo conocido por dictar concurridas clases sobre la felicidad. Este psicólogo, profesor, escritor y conferencista israelí-estadounidense, especialista en Psicología Positiva, afirmó que a lo largo de nuestras vidas recibimos mensajes errados. Aseguró que nos enseñan lo siguiente: “cuando ingreses a tu universidad favorita, luego de lo cual tendrás un buen trabajo y ganarás mucho dinero, serás feliz por el resto de tu vida”. Aprendemos que: “si eres exitoso, tendrás más felicidad; si te vuelves famoso, serás feliz (...). Pero, en realidad, es al revés. Muchas investigaciones evidencian que, si nosotros elevamos nuestros niveles de bienestar, así sea un poco, vamos a incrementar significativamente nuestros niveles de éxito, nos volveremos más creativos, más productivos y estaremos más motivados; también nuestras relaciones mejorarán”, reveló. 

Desde la visión de Ben-Shahar, es totalmente posible aprender a ser feliz, tanto así, que es partidario de enseñar a serlo en las instituciones educativas, desde las edades más tempranas. Explica, eso sí, que ser feliz no consiste en estar bien permanentemente. Contempla también “tolerar el malestar” y “no pelearse con las emociones, aceptarlas”; asumir que las emociones dolorosas o displacenteras de igual forma “tienen cabida porque son parte de ser humano”. 

El modelo de bienestar SPIRE

Ben-Shahar y la doctora Megan McDonough idearon un modelo de bienestar denominado SPIRE, un acrónimo que hace referencia a las dimensiones que hay que atender y en las cuales deben promoverse el aprendizaje y la práctica constantes para así lograr experimentar una vida más feliz. Las 5 áreas que lo componen son:

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  1. Spiritual (Bienestar Espiritual): exhorta a encontrar un propósito y significado en la vida. Sugiere desarrollar la destreza de la “atención plena” o el enfoque en el momento presente, por medio de la meditación. En el marco de esta dimensión, Ben-Shahar aclara que la espiritualidad puede cultivarse a través de la religión, pero también sin ella. No obstante, destaca los beneficios de una práctica que tienen las religiones: expresar gratitud. Ser agradecido, no dar nada por sentado, es de utilidad para otorgar valor a lo que tenemos, y eso genera felicidad.
  2. Physical (Bienestar Físico): plantea la búsqueda de una conexión mente-cuerpo, así como procurar un equilibrio entre el estrés y el descanso. Según el psicólogo, el verdadero inconveniente con el estrés no es que éste aflore, sino no recuperarse de él. Para ello, este modelo recomienda tomar 3 tipos de descanso: el micro, durante minutos u horas, cuando se puede aprovechar de hacer ejercicio físico; el meso, que supone reposar durante la noche o por algunos días; el macro, cuando se toman vacaciones durante semanas o, incluso, meses. 
  3. Intellectual (Bienestar Intelectual): invita a promover la capacidad de hacer una comprensión profunda sobre los estímulos de nuestro entorno: lo que observamos, leemos y hacemos. Para obtener bienestar intelectual, propone, por ejemplo, entrar en contacto con la naturaleza, apreciar el arte en todas sus expresiones, investigar temas de nuestro interés, viajar y conocer otras culturas; en fin, vivir experiencias inéditas y que satisfagan nuestra curiosidad.
  4. Relational (Bienestar Relacional): alude a la dedicación de tiempo de calidad a personas -familiares o amigos- que son importantes en nuestras vidas, construyendo vínculos personales sanos, estrechos y armoniosos, con encuentros presenciales donde no falten los abrazos. Esta esfera también considera alimentar y cuidar la relación con uno mismo. 
  5. Emotional (Bienestar Emocional): esta dimensión pone énfasis en la importancia y la necesidad de acrecentar la habilidad para permitirse emociones placenteras, tales como la alegría, la esperanza, la serenidad, la gratitud. Sin embargo, precisa que las emociones no gratas también estarán presentes en el camino de la vida, por lo tanto, aconseja reconocerlas y admitirlas.

En el marco de una charla en la Escuela de Gobierno y Política Pública del Tecnológico de Monterrey (México), en febrero de 2013, Ben-Shahar comentó cómo aumentar los niveles de felicidad cuando se trata de países, a escala macro. Desde su punto de vista, aseveró que, además de hacerlo a través de la educación, los gobiernos también deben aportar mejorando un componente muy importante como lo es la seguridad.

Sin embargo, prosiguió con la siguiente afirmación: “la responsabilidad final de la felicidad no está en los gobiernos ni en la universidad; ésta reside en uno mismo, y se puede lograr haciendo cosas relativamente simples, aunque no fáciles de implementar. Hay que introducir ciertas prácticas en nuestra vida que van a incrementar los niveles de felicidad”.

Teniendo clara esta “ruta” hacia el bienestar -el modelo SPIRE-, sólo restaría por preguntarnos si estamos dispuestos a ir abandonando ciertos hábitos e incorporando nuevas rutinas. Si la respuesta es sí, es sólo cuestión de empezar; la disciplina y la perseverancia se lograrán en la medida en la que comencemos a experimentar una mejoría en nuestras vidas. Un dato curioso: el venidero (lunes) 20 de marzo es el Día Internacional de la Felicidad. Quizá resulte motivador...

*Este artículo forma parte de una serie sobre Felicidad y Bienestar que se estará publicando durante el mes de marzo en República. Los invitamos a leernos y dejar sus comentarios.