La conmovedora historia de una madre chapina que triunfa en Estados Unidos
El concepto de empoderamiento femenino se ha extendido en los últimos años en muchos ámbitos y las mujeres guatemaltecas no se quedan atrás.
El concepto de empoderamiento femenino se ha extendido en los últimos años en muchos ámbitos y las mujeres guatemaltecas no se quedan atrás.
Una mujer empoderada es alguien que tiene el poder sobre su vida, es responsable de sus decisiones, se siente satisfecha consigo misma y con la vida que construye a diario y así lo ha demostrado a base de esfuerzo y dedicación Elizabeth Sicajau. En la actualidad, aunque parece fácil, ser mujer empoderada no es algo sencillo, pues siguen habiendo muchos obstáculos por superar.
Una mujer que no se da por vencida
Elizabeth Sicajau, es el reflejo de muchas madres inmigrantes que viajan a Estados Unidos arriesgándose a enfrentar con valentía muchas situaciones complicadas. Cuando llegó a ese país norteamericano ella tenía claro que debía buscar trabajo para poder subsistir, pero sobre todo para poder mantener y alimentar a su hijo.
"Me costó encontrar trabajo y cuando lo obtuve era muy difícil porque no tenía quién me cuidara a mi hijo. Esa fue la razón por la que con apoyo de amigos comencé mi negocio de vender comida en casa", recuerda Sicajau originaria de San Andrés Semetabaj, Sololá.
Su primera venta la recuerda con mucha alegría, pues fueron 150 tamales, un platillo que a los guatemaltecos les encanta. "Los ofrecimos por WhatsApp y la gente respondió, les gustó y me pidieron que cocinara otros platillos", comenta la emprendedora de 30 años.
Cada semana planifica los diferentes platillos que venderá, su emprendimiento funciona de noche, pues es cuando todos vuelven a casa y añoran comer algo rico, calentito y con el sabor incomparable de Guatemala.
Su comida tiene un sabor auténtico por lo que cada vez más personas se suman a su lista de clientes quienes pasan a recoger la comida en su residencia ubicada en Brooklyn o bien lo piden para entrega en casa (Delivery).
Sin duda, ser una mujer empoderada no es un proceso que se consiga de la noche a la mañana. Es necesario dominar los miedos para recuperar el poder perdido y ganar la confianza suficiente para actuar conforme a los deseos e ideales propios. Una mujer fuerte cree en sí misma y tiene la seguridad para perseguir los deseos de su corazón y así lo demuestra Elizabeth Sicajau.
La conmovedora historia de una madre chapina que triunfa en Estados Unidos
El concepto de empoderamiento femenino se ha extendido en los últimos años en muchos ámbitos y las mujeres guatemaltecas no se quedan atrás.
El concepto de empoderamiento femenino se ha extendido en los últimos años en muchos ámbitos y las mujeres guatemaltecas no se quedan atrás.
Una mujer empoderada es alguien que tiene el poder sobre su vida, es responsable de sus decisiones, se siente satisfecha consigo misma y con la vida que construye a diario y así lo ha demostrado a base de esfuerzo y dedicación Elizabeth Sicajau. En la actualidad, aunque parece fácil, ser mujer empoderada no es algo sencillo, pues siguen habiendo muchos obstáculos por superar.
Una mujer que no se da por vencida
Elizabeth Sicajau, es el reflejo de muchas madres inmigrantes que viajan a Estados Unidos arriesgándose a enfrentar con valentía muchas situaciones complicadas. Cuando llegó a ese país norteamericano ella tenía claro que debía buscar trabajo para poder subsistir, pero sobre todo para poder mantener y alimentar a su hijo.
"Me costó encontrar trabajo y cuando lo obtuve era muy difícil porque no tenía quién me cuidara a mi hijo. Esa fue la razón por la que con apoyo de amigos comencé mi negocio de vender comida en casa", recuerda Sicajau originaria de San Andrés Semetabaj, Sololá.
Su primera venta la recuerda con mucha alegría, pues fueron 150 tamales, un platillo que a los guatemaltecos les encanta. "Los ofrecimos por WhatsApp y la gente respondió, les gustó y me pidieron que cocinara otros platillos", comenta la emprendedora de 30 años.
Cada semana planifica los diferentes platillos que venderá, su emprendimiento funciona de noche, pues es cuando todos vuelven a casa y añoran comer algo rico, calentito y con el sabor incomparable de Guatemala.
Su comida tiene un sabor auténtico por lo que cada vez más personas se suman a su lista de clientes quienes pasan a recoger la comida en su residencia ubicada en Brooklyn o bien lo piden para entrega en casa (Delivery).
Sin duda, ser una mujer empoderada no es un proceso que se consiga de la noche a la mañana. Es necesario dominar los miedos para recuperar el poder perdido y ganar la confianza suficiente para actuar conforme a los deseos e ideales propios. Una mujer fuerte cree en sí misma y tiene la seguridad para perseguir los deseos de su corazón y así lo demuestra Elizabeth Sicajau.