Por qué se usa incienso en la Semana Santa de Guatemala
El incienso, con un propósito espiritual lleno de significado, lleva usándose miles de años en la adoración divina. En Guatemala es muy característico durante la Semana Santa.
Fotografía utilizada con fines ilustrativos y obtenida de la página de Facebook del Cristo del Amor OP
Los católicos seguramente habrán observado en más de una ocasión, que durante la Santa Misa u otra celebración litúrgica se utiliza ese pequeño brasero en cuyo interior se quema incienso. Pero, ¿qué sentido tiene eso? ¿por qué se hace?
En el tabernáculo, además de en el templo, Dios ordenó la construcción de un “altar de incienso”. Dios dio instrucciones a Aarón, el Sumo Sacerdote: “ustedes presentarán constantemente delante del Señor esta ofrenda de incienso aromático, a través de las generaciones” (Éxodo 30,8).
Conectando con esta tradición, está la famosa frase que menciona el incienso en al Antiguo Testamento: “Que mi oración suba hasta ti como el incienso, y mis manos en alto, como la ofrenda de la tarde” (Salmos 141,2).
Como se deduce de los pasajes de las escrituras anteriores, el significado principal del uso de incienso es simbolizar nuestras oraciones elevándose hasta Dios.
Cuando vemos el incienso recordamos que los sacerdotes están ahí para reunir nuestras peticiones y rogar por nosotros ante nuestro amante y misericordioso Dios.
1- Aromatizar el ambiente
En la antigüedad, el incienso se utilizaba para purificar el ambiente en donde estarían o pasarían personajes importantes, como el rey o el emperador.
A causa del calor, el ambiente en un lugar podía tornarse fastidioso, entonces el incienso se utilizaba para “purificar” o “perfumar” el ambiente.
Este sentido, meramente material, también podemos mencionarlo en la liturgia: el incienso se utiliza para purificar el ambiente en donde estará el rey de Reyes.
Ante la presencia eucarística, también se intenta con el incienso que el lugar donde se “hace presente Cristo” esté lo más purificado y limpio posible.
2- Sentido de misterio
Un segundo sentido del uso del incienso es la idea de misterio. Para entenderlo mejor, recordemos lo dicho en Levítico 16, 12-13: “Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar delante del Señor y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio”.
Es decir, el humo del incienso cubre en el caso de la Santa Misa el altar con las ofrendas, esto para recordar que lo que vemos va más allá de lo que vemos: vemos pan y vino, pero en realidad se trata del Cuerpo y Sangre de Cristo.
3- “Suba mi oración”
El Salmo 141,2 nos da una hermosa comparación entre el ascenso del humo de incienso y la elevación de las plegarias: “Suba mi oración delante de ti como el incienso”.
Esto significa entonces que así como el incienso esparcido en el altar durante la celebración sube, así también nuestras oraciones en ese momento están subiendo hasta la presencia de Dios. Esto nos recuerda además que la Santa Misa es la perfecta oración de la Iglesia que -así como el incienso- sube hasta Dios.
Por qué se usa incienso en la Semana Santa de Guatemala
El incienso, con un propósito espiritual lleno de significado, lleva usándose miles de años en la adoración divina. En Guatemala es muy característico durante la Semana Santa.
Fotografía utilizada con fines ilustrativos y obtenida de la página de Facebook del Cristo del Amor OP
Los católicos seguramente habrán observado en más de una ocasión, que durante la Santa Misa u otra celebración litúrgica se utiliza ese pequeño brasero en cuyo interior se quema incienso. Pero, ¿qué sentido tiene eso? ¿por qué se hace?
En el tabernáculo, además de en el templo, Dios ordenó la construcción de un “altar de incienso”. Dios dio instrucciones a Aarón, el Sumo Sacerdote: “ustedes presentarán constantemente delante del Señor esta ofrenda de incienso aromático, a través de las generaciones” (Éxodo 30,8).
Conectando con esta tradición, está la famosa frase que menciona el incienso en al Antiguo Testamento: “Que mi oración suba hasta ti como el incienso, y mis manos en alto, como la ofrenda de la tarde” (Salmos 141,2).
Como se deduce de los pasajes de las escrituras anteriores, el significado principal del uso de incienso es simbolizar nuestras oraciones elevándose hasta Dios.
Cuando vemos el incienso recordamos que los sacerdotes están ahí para reunir nuestras peticiones y rogar por nosotros ante nuestro amante y misericordioso Dios.
1- Aromatizar el ambiente
En la antigüedad, el incienso se utilizaba para purificar el ambiente en donde estarían o pasarían personajes importantes, como el rey o el emperador.
A causa del calor, el ambiente en un lugar podía tornarse fastidioso, entonces el incienso se utilizaba para “purificar” o “perfumar” el ambiente.
Este sentido, meramente material, también podemos mencionarlo en la liturgia: el incienso se utiliza para purificar el ambiente en donde estará el rey de Reyes.
Ante la presencia eucarística, también se intenta con el incienso que el lugar donde se “hace presente Cristo” esté lo más purificado y limpio posible.
2- Sentido de misterio
Un segundo sentido del uso del incienso es la idea de misterio. Para entenderlo mejor, recordemos lo dicho en Levítico 16, 12-13: “Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar delante del Señor y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio”.
Es decir, el humo del incienso cubre en el caso de la Santa Misa el altar con las ofrendas, esto para recordar que lo que vemos va más allá de lo que vemos: vemos pan y vino, pero en realidad se trata del Cuerpo y Sangre de Cristo.
3- “Suba mi oración”
El Salmo 141,2 nos da una hermosa comparación entre el ascenso del humo de incienso y la elevación de las plegarias: “Suba mi oración delante de ti como el incienso”.
Esto significa entonces que así como el incienso esparcido en el altar durante la celebración sube, así también nuestras oraciones en ese momento están subiendo hasta la presencia de Dios. Esto nos recuerda además que la Santa Misa es la perfecta oración de la Iglesia que -así como el incienso- sube hasta Dios.