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¿Qué pasa cuando muere un Papa y cómo es su funeral?

Tras la muerte del Papa, antiguamente, lo primero que se hacía era acercar una vela encendida a los labios del Sumo Pontífice para comprobar su muerte. 

Fotografía utilizada con fines ilustrativos.
Edgar Quiñónez
31 de diciembre, 2022

Al momento de la muerte de un Papa, lo primero que hace la Iglesia Católica es comprobar su muerte. Durante los primeros siglos se le acercaba una vela  encendida a los labios del Sumo Pontífice.

Si la llama se movía, significaba que aún conservaba la vida, y esa misma operación se realizaba varias veces hasta que la llama permanecía inmóvil, lo que significaba que el papa había muerto.

Sin embargo, en la actualidad la comprobación de la muerte del Papa se realiza por medio de métodos médicos habituales.

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¿Qué pasa cuando muere un papa?

Cuando se comprueba la muerte del papa, se comunica esta noticia al prefecto de la casa pontificia, que es la que anuncia oficialmente la muerte, con una sencilla frase: "El Papa ha muerto".

Luego, todos los presentes en la habitación papal se arrodillan y comienzan los primeros responsos. La palabra “responso” proviene del sustantivo latino “responsum” y significa “respuesta”. En la religión católica, se llama responso a la oración por los difuntos que se realiza en cualquiera de los diferentes momentos en que se esté velando al finado entre el fallecimiento y el entierro o cremación.

Después, por orden jerárquico, los sacerdotes presentes se acercan al cadáver y besan la mano del Papa. El próximo paso en los actos protocolares consiste en el encendido de cuatro cirios a los pies de la cama papal y se coloca un aceite y el hisopo con agua bendita junto al lecho mortuorio, para los responsos de los prelados visitantes, es decir los sacerdotes que tienen un alto cargo o dignidad dentro de la jerarquía de la Iglesia Católica. 

El camarlengo vestido de violeta

El camarlengo o funcionario de la corte papal, que es el administrador de los bienes y los ingresos de la Santa Sede y quien estará al frente del Vaticano hasta la elección del próximo Papa ingresa a la habitación del Papa, vestido de violeta, en señal de duelo, acompañado por un destacamento de la Guardia Suiza con alabardas.

El viejo rito vaticano contempla que el camarlengo debe golpear tres veces la frente del Pontífice, con un martillo de plata que figura en el escudo de armas pontificio, al tiempo que llama al difunto por su nombre de pila, para comprobar la muerte.

El acto debe realizarse en presencia del maestro de celebraciones litúrgicas y del secretario y el canciller de la Cámara Apostólica, y este último es el encargado de rellenar el acta de defunción del Pontífice.

La destrucción del anillo papal 

Luego, al Papa se le retira el anillo del pescador, símbolo del poder pontificio, lo que marca que el reinado ha concluido. Ese anillo, posteriormente, será aplastado junto con el sello de plomo del Papa ante los cardenales, para de esa manera evitar que se puedan falsificar los documentos papales.

El mismo camarlengo deberá cerrar con llave la habitación del Papa y su estudio, aposentos estos que no podrán abrirse hasta que no se elija un nuevo Papa.

Las campanas empiezan a sonar 

Las campanas de San Pedro comienzan a tañir, anunciando la muerte pública del Papa, y el propio el camarlengo notificará la muerte del Santo Padre al vicario de Roma, quien transmitirá a su vez la noticia al pueblo de la ciudad, y por ende al mundo.

La puerta de bronce del Vaticano se abre y el notario de la Cámara Apostólica levanta acta. Esa puerta se cierra por la noche, en señal de duelo, luego que el cuerpo del Pontífice, tras ser preparado por los médicos, es vestido con los símbolos pontificios.

Al cuerpo del Papa se le coloca la mitra blanca en la cabeza, la casulla, es decir, el manto rojo (que es el color de luto papal) que utiliza cuando celebra misa, y el palio, una faja de lana blanca con cruces negras, símbolo de dignidad.

La conservación del cuerpo del Papa preve la extirpación de las vísceras, algo que realizan los forenses del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Roma, quienes serán los encargados de velar por la buena conservación del cuerpo del Pontífice.

El funeral del papa 

Luego, en una solemne procesión encabezada por el cardenal decano y el camarlengo, el cuerpo del Papa es llevado hasta la Basílica de San Pedro, mientras los coros entonan "Libera me, Domine, de morte aeterna" (Líbrame Señor de la muerte eterna).

El sepelio se denomina "Missa poenitentialis", y generalmente se espera que acudan delegaciones de todo el mundo, y es la Santa Sede la que fija el nivel de las delegaciones que asisten a los actos.

Una vez en la Basílica un prelado lee los hechos más importantes de su labor y al final mete el pergamino en un tubo de cobre que se introduce en el féretro junto con un saquito de terciopelo con monedas y medallas de su pontificado.

La ceremonia velatoria contempla que el cuerpo del Papa sea exhibido para que los fieles puedan rendirle un último homenaje, pero a menos que el camarlengo lo autorice, no se podrán tomar fotografías ni filmar.

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¿Qué pasa cuando muere un Papa y cómo es su funeral?

Tras la muerte del Papa, antiguamente, lo primero que se hacía era acercar una vela encendida a los labios del Sumo Pontífice para comprobar su muerte. 

Fotografía utilizada con fines ilustrativos.
Edgar Quiñónez
31 de diciembre, 2022

Al momento de la muerte de un Papa, lo primero que hace la Iglesia Católica es comprobar su muerte. Durante los primeros siglos se le acercaba una vela  encendida a los labios del Sumo Pontífice.

Si la llama se movía, significaba que aún conservaba la vida, y esa misma operación se realizaba varias veces hasta que la llama permanecía inmóvil, lo que significaba que el papa había muerto.

Sin embargo, en la actualidad la comprobación de la muerte del Papa se realiza por medio de métodos médicos habituales.

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Cuando se comprueba la muerte del papa, se comunica esta noticia al prefecto de la casa pontificia, que es la que anuncia oficialmente la muerte, con una sencilla frase: "El Papa ha muerto".

Luego, todos los presentes en la habitación papal se arrodillan y comienzan los primeros responsos. La palabra “responso” proviene del sustantivo latino “responsum” y significa “respuesta”. En la religión católica, se llama responso a la oración por los difuntos que se realiza en cualquiera de los diferentes momentos en que se esté velando al finado entre el fallecimiento y el entierro o cremación.

Después, por orden jerárquico, los sacerdotes presentes se acercan al cadáver y besan la mano del Papa. El próximo paso en los actos protocolares consiste en el encendido de cuatro cirios a los pies de la cama papal y se coloca un aceite y el hisopo con agua bendita junto al lecho mortuorio, para los responsos de los prelados visitantes, es decir los sacerdotes que tienen un alto cargo o dignidad dentro de la jerarquía de la Iglesia Católica. 

El camarlengo vestido de violeta

El camarlengo o funcionario de la corte papal, que es el administrador de los bienes y los ingresos de la Santa Sede y quien estará al frente del Vaticano hasta la elección del próximo Papa ingresa a la habitación del Papa, vestido de violeta, en señal de duelo, acompañado por un destacamento de la Guardia Suiza con alabardas.

El viejo rito vaticano contempla que el camarlengo debe golpear tres veces la frente del Pontífice, con un martillo de plata que figura en el escudo de armas pontificio, al tiempo que llama al difunto por su nombre de pila, para comprobar la muerte.

El acto debe realizarse en presencia del maestro de celebraciones litúrgicas y del secretario y el canciller de la Cámara Apostólica, y este último es el encargado de rellenar el acta de defunción del Pontífice.

La destrucción del anillo papal 

Luego, al Papa se le retira el anillo del pescador, símbolo del poder pontificio, lo que marca que el reinado ha concluido. Ese anillo, posteriormente, será aplastado junto con el sello de plomo del Papa ante los cardenales, para de esa manera evitar que se puedan falsificar los documentos papales.

El mismo camarlengo deberá cerrar con llave la habitación del Papa y su estudio, aposentos estos que no podrán abrirse hasta que no se elija un nuevo Papa.

Las campanas empiezan a sonar 

Las campanas de San Pedro comienzan a tañir, anunciando la muerte pública del Papa, y el propio el camarlengo notificará la muerte del Santo Padre al vicario de Roma, quien transmitirá a su vez la noticia al pueblo de la ciudad, y por ende al mundo.

La puerta de bronce del Vaticano se abre y el notario de la Cámara Apostólica levanta acta. Esa puerta se cierra por la noche, en señal de duelo, luego que el cuerpo del Pontífice, tras ser preparado por los médicos, es vestido con los símbolos pontificios.

Al cuerpo del Papa se le coloca la mitra blanca en la cabeza, la casulla, es decir, el manto rojo (que es el color de luto papal) que utiliza cuando celebra misa, y el palio, una faja de lana blanca con cruces negras, símbolo de dignidad.

La conservación del cuerpo del Papa preve la extirpación de las vísceras, algo que realizan los forenses del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Roma, quienes serán los encargados de velar por la buena conservación del cuerpo del Pontífice.

El funeral del papa 

Luego, en una solemne procesión encabezada por el cardenal decano y el camarlengo, el cuerpo del Papa es llevado hasta la Basílica de San Pedro, mientras los coros entonan "Libera me, Domine, de morte aeterna" (Líbrame Señor de la muerte eterna).

El sepelio se denomina "Missa poenitentialis", y generalmente se espera que acudan delegaciones de todo el mundo, y es la Santa Sede la que fija el nivel de las delegaciones que asisten a los actos.

Una vez en la Basílica un prelado lee los hechos más importantes de su labor y al final mete el pergamino en un tubo de cobre que se introduce en el féretro junto con un saquito de terciopelo con monedas y medallas de su pontificado.

La ceremonia velatoria contempla que el cuerpo del Papa sea exhibido para que los fieles puedan rendirle un último homenaje, pero a menos que el camarlengo lo autorice, no se podrán tomar fotografías ni filmar.