Un corazón artificial como esperanza de vida
Durante muchos años el trasplante ha sido la única opción que tenían las personas con cardiopatías severas de sobrevivir y disfrutar de una vida más o menos plena.
El corazón es uno de los órganos más fascinantes y complejos que existen. Este es un órgano que funciona como una bomba haciendo que la sangre circule continuamente por nuestro sistema circulatorio que forman arterias y venas. Un poco más grande que un puño cerrado, el corazón es el órgano clave del aparato circulatorio, compuesto por dos aurículas.
La aurícula derecha recibe la sangre venosa del cuerpo a través de la válvula tricúspide. La sangre al ventrículo derecho y a través de la válvula pulmonar llega a su vez a la arteria pulmonar y a los pulmones.
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Mientras que, la aurícula izquierda recibe la sangre oxigenada desde los pulmones por cuatro venas. La sangre pasa al ventrículo a través de la válvula mitral y del ventrículo a la arteria aorta a través de la válvula aórtica. La aorta distribuye la sangre oxigenada por todo el cuerpo.
Durante muchos años el trasplante ha sido la única opción que tenían las personas con cardiopatías severas de sobrevivir y disfrutar de una vida más o menos plena. De hecho, a pesar de que durante décadas se han diseñado y probado varios modelos de corazones mecánicos completos, sus resultados han sido limitados.
Sin embargo, Carmat, compañía francesa ha desarrollado un corazón artificial completo que permite sustituir el músculo dañado de un paciente y mantenerle con vida hasta que se localiza a un donante y se lleva a cabo el trasplante.
Mantener un estilo de vida normal parecía imposible después de haberse sometido a un trasplante de corazón, pero, el corazón artificial desarrollado por Carmat, permite al paciente desarrollar actividades físicas, también, regula el pulso cardiaco según la actividad y esfuerzo sometido.
Una de las características más destacadas de este dispositivo es que es capaz de detectar la presión arterial y de controlar el flujo sanguíneo en tiempo real a través de un algoritmo. Esta cualidad lo diferencia de otros dispositivos mecánicos que tienen una frecuencia de latido fija y, por lo tanto, no pueden ajustarse de forma automática a la actividad física del paciente.
Según el médico Piet Jansen (Chief Medical Officer de Carmat), "el corazón artificial creado con biomateriales naturales nació de la necesidad de crear una alternativa y un reemplazo temporal del corazón, mientras el paciente logra someterse a un trasplante natural".
"El corazón artificial imita la acción de uno real. Es capaz de ofrecer ese apoyo circulatorio mecánico que necesita el paciente, cuyo principal problema es que no puede bombear al resto del cuerpo la sangre que necesite", explicó Piet.
El dispositivo tiene un peso aproximado de 900 gramos y funciona gracias a dos sistemas de baterías que le proporcionan una autonomía de 4 horas. Sin lugar a duda, un gran avance.
Esperanza de vida
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y según Piet Jansen, alrededor de una de cada cinco personas en los países desarrollados podría sufrir insuficiencia cardíaca en su vida.
El corazón artificial es implantado como última alternativa a aquellos pacientes que necesitan un reemplazo o un donador con urgencia, y si bien los actuales tienen una vida útil de 5 años, el objetivo de la compañía es lograr desarrollar un dispositivo que pueda ser usado por el paciente durante toda su vida.
"La visión es que se utilice como un dispositivo de por vida. Pero eso significa recopilar datos a más largo plazo, por lo que lleva más tiempo", resaltó Piet.
Listo para salvar vidas en el mundo
Han sido varios los pacientes que han recibido el dispositivo durante diversas pruebas. Este nuevo corazón mecánico ya cuenta con la autorización de las autoridades sanitarias europeas para ser comercializado en el seno de la Unión Europea.
La búsqueda de un corazón artificial ha sido una constante en el mundo de la investigación médica a lo largo de los años. Sin embargo, la mayor parte de las pruebas se han realizado en pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares, coágulos sanguíneos e infecciones tras la implantación, las cuales se han traducido en procesos fallidos o la muerte de estos pacientes.
Existen otros dispositivos que ayudan a mejorar la actividad cardiaca, pero se trata de mecanismos que no permiten sustituir el corazón dañado y solo están indicados para insuficiencias cardiacas menos graves, por eso los corazones artificiales de Carmat se proyectan como una solución a futuro y una esperanza de vida.
Un corazón artificial como esperanza de vida
Durante muchos años el trasplante ha sido la única opción que tenían las personas con cardiopatías severas de sobrevivir y disfrutar de una vida más o menos plena.
El corazón es uno de los órganos más fascinantes y complejos que existen. Este es un órgano que funciona como una bomba haciendo que la sangre circule continuamente por nuestro sistema circulatorio que forman arterias y venas. Un poco más grande que un puño cerrado, el corazón es el órgano clave del aparato circulatorio, compuesto por dos aurículas.
La aurícula derecha recibe la sangre venosa del cuerpo a través de la válvula tricúspide. La sangre al ventrículo derecho y a través de la válvula pulmonar llega a su vez a la arteria pulmonar y a los pulmones.
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Mientras que, la aurícula izquierda recibe la sangre oxigenada desde los pulmones por cuatro venas. La sangre pasa al ventrículo a través de la válvula mitral y del ventrículo a la arteria aorta a través de la válvula aórtica. La aorta distribuye la sangre oxigenada por todo el cuerpo.
Durante muchos años el trasplante ha sido la única opción que tenían las personas con cardiopatías severas de sobrevivir y disfrutar de una vida más o menos plena. De hecho, a pesar de que durante décadas se han diseñado y probado varios modelos de corazones mecánicos completos, sus resultados han sido limitados.
Sin embargo, Carmat, compañía francesa ha desarrollado un corazón artificial completo que permite sustituir el músculo dañado de un paciente y mantenerle con vida hasta que se localiza a un donante y se lleva a cabo el trasplante.
Mantener un estilo de vida normal parecía imposible después de haberse sometido a un trasplante de corazón, pero, el corazón artificial desarrollado por Carmat, permite al paciente desarrollar actividades físicas, también, regula el pulso cardiaco según la actividad y esfuerzo sometido.
Una de las características más destacadas de este dispositivo es que es capaz de detectar la presión arterial y de controlar el flujo sanguíneo en tiempo real a través de un algoritmo. Esta cualidad lo diferencia de otros dispositivos mecánicos que tienen una frecuencia de latido fija y, por lo tanto, no pueden ajustarse de forma automática a la actividad física del paciente.
Según el médico Piet Jansen (Chief Medical Officer de Carmat), "el corazón artificial creado con biomateriales naturales nació de la necesidad de crear una alternativa y un reemplazo temporal del corazón, mientras el paciente logra someterse a un trasplante natural".
"El corazón artificial imita la acción de uno real. Es capaz de ofrecer ese apoyo circulatorio mecánico que necesita el paciente, cuyo principal problema es que no puede bombear al resto del cuerpo la sangre que necesite", explicó Piet.
El dispositivo tiene un peso aproximado de 900 gramos y funciona gracias a dos sistemas de baterías que le proporcionan una autonomía de 4 horas. Sin lugar a duda, un gran avance.
Esperanza de vida
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y según Piet Jansen, alrededor de una de cada cinco personas en los países desarrollados podría sufrir insuficiencia cardíaca en su vida.
El corazón artificial es implantado como última alternativa a aquellos pacientes que necesitan un reemplazo o un donador con urgencia, y si bien los actuales tienen una vida útil de 5 años, el objetivo de la compañía es lograr desarrollar un dispositivo que pueda ser usado por el paciente durante toda su vida.
"La visión es que se utilice como un dispositivo de por vida. Pero eso significa recopilar datos a más largo plazo, por lo que lleva más tiempo", resaltó Piet.
Listo para salvar vidas en el mundo
Han sido varios los pacientes que han recibido el dispositivo durante diversas pruebas. Este nuevo corazón mecánico ya cuenta con la autorización de las autoridades sanitarias europeas para ser comercializado en el seno de la Unión Europea.
La búsqueda de un corazón artificial ha sido una constante en el mundo de la investigación médica a lo largo de los años. Sin embargo, la mayor parte de las pruebas se han realizado en pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares, coágulos sanguíneos e infecciones tras la implantación, las cuales se han traducido en procesos fallidos o la muerte de estos pacientes.
Existen otros dispositivos que ayudan a mejorar la actividad cardiaca, pero se trata de mecanismos que no permiten sustituir el corazón dañado y solo están indicados para insuficiencias cardiacas menos graves, por eso los corazones artificiales de Carmat se proyectan como una solución a futuro y una esperanza de vida.