El Departamento de Seguridad Nacional por primera vez tiene la intención de emitir la cantidad máxima de visas de trabajadores de temporada H-2B permitidas por ley este año, un total de más de 130,000, anunció la agencia el miércoles.
Cada año, se reservan 66,000 visas, divididas en partes iguales entre las temporadas de invierno y verano, para empleadores temporales como paisajistas, estaciones de esquí, pescadores y vendedores de ciudades de vacaciones. Además de eso, el secretario de Seguridad Nacional tiene la autoridad para emitir hasta casi 65,000 visas H-2B adicionales por año, aunque hasta la fecha ningún secretario lo ha hecho, a pesar de la demanda.
Estados Unidos reservará 20.000 de las visas adicionales para trabajadores de Haití y los países del Triángulo Norte de Guatemala, Honduras y El Salvador, y el resto estará disponible para los trabajadores que regresaron y que anteriormente trabajaron en Estados Unidos con la misma visa.
El año pasado, la administración de Biden puso a disposición 55.000 visas adicionales además de las 66.000 ya asignadas, la mayor liberación de visas H-2B desde que el Congreso cambió las reglas en 2017.
La medida se produce en medio de la escasez de mano de obra , particularmente en sectores de bajos salarios como restaurantes y hotelería, y la demanda de los empleadores de que la administración Biden tome todas las medidas posibles para impulsar la economía. Los empleadores también se han quejado en los últimos años de que, aunque las administraciones de Trump y Biden emitieron visas adicionales, tardaron en emitirlas, una queja que la administración espera evitar liberando todas las visas disponibles al comienzo del año fiscal del gobierno. , que comenzó el 1 de octubre.
“En un momento de crecimiento récord del empleo , esta asignación de todo el año al comienzo del año fiscal garantizará que las empresas puedan planificar sus necesidades laborales de temporada alta”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado que acompaña al anuncio.
La decisión también refleja una estrategia en ciernes de la administración para crear más vías legales para los inmigrantes que de otro modo intentarían ingresar ilegalmente a los EE. UU. por trabajo o seguridad. En junio, EE. UU. y más de una docena de otros países latinoamericanos firmaron un pacto migratorio en la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, que instaba a los países de la región a crear nuevas visas y protecciones humanitarias temporales para los migrantes que se desplazan por todo el hemisferio occidental.
Además de las visas, se espera que la administración anuncie en los próximos días un programa humanitario temporal para venezolanos, que les permitiría migrar legalmente a EE. UU. y recibir autorización de trabajo, en lugar de cruzar la frontera ilegalmente.
Para que los empleadores contraten a un trabajador extranjero con una visa H-2B, primero deben intentar contratar a un trabajador estadounidense y recibir una certificación del Departamento de Trabajo de que no hay ninguno disponible para hacer el trabajo. El programa viene con requisitos sobre cuánto deben pagar los empleadores a los trabajadores, para que no se les pague menos que a sus contrapartes estadounidenses. Los empleadores deben continuar reclutando estadounidenses incluso después de contratar trabajadores extranjeros. Los trabajadores agrícolas se encuentran bajo un programa de visa H-2A separado, que no tiene límite establecido por el Congreso.
El programa de visas para trabajadores temporales altera las líneas partidistas tradicionales. Los demócratas y republicanos con industrias estacionales en sus estados han apoyado el programa, mientras que los sindicatos y los republicanos a favor de restricciones de inmigración más estrictas se han mostrado en general en contra. Los opositores han presionado al gobierno para que limite la cantidad de visas que se emiten cada año más allá de las 66.000 requeridas por ley.
Los sindicatos, que forman una parte clave del apoyo del presidente Biden, han señalado su desaprobación de la medida. Por lo general, se oponen al uso de mano de obra extranjera temporal y dicen que el programa de visas H-2B, tal como está diseñado ahora, no brinda a los trabajadores un recurso para dejar a los empleadores abusivos o explotadores.
Y aunque los grupos empresariales recibieron con beneplácito el anuncio, ahora están instando al Congreso a aumentar permanentemente el límite de visas para que no se produzca un tira y afloja similar sobre el número de visas cada año.
“Si bien esta es una buena noticia, el alivio proporcionado aquí sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades de mano de obra estacional de muchas empresas estadounidenses”, dijo Jon Baselice, vicepresidente de inmigración de la Cámara de Comercio de EE. UU. “El Congreso debe hacer más para brindar mayor certeza y previsibilidad a las empresas de temporada que luchan por llenar sus vacantes”.
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Artículo traducido del inglés por la redacción de República para ser publicado en República.