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Para Ucrania, disuadir a Rusia es un desafío a largo plazo, incluso si la guerra se evita ahora

Los políticos ucranianos citan el ejemplo de Israel de cómo construir una economía avanzada a pesar de estar en pie de guerra permanente

19 de febrero, 2022

Mientras Occidente se pregunta si el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenará una invasión total de Ucrania, el país de 40 millones ya está seguro de una cosa: la amenaza que representa Rusia seguirá existiendo pase lo que pase.

Funcionarios occidentales y ucranianos trataron el martes de entender si el anuncio de retiro de tropas de Rusia es un precursor de la retirada de la mayoría de las 120.000 tropas que el Kremlin ha acumulado en las fronteras de Ucrania.

Pero, incluso si la amenaza de una invasión inmediata retrocede, los funcionarios ucranianos dicen que el país debería estar preparándose para el largo plazo, reorganizando su economía y sociedad en el entendimiento de que el desafío ruso a la independencia del país se ha convertido en una realidad permanente.

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Putin ha dicho en repetidas ocasiones que los ucranianos y los rusos son las mismas personas, y descartó a Ucrania como si no fuera un país real. También ha negado que Moscú pretenda invadir.

“Putin se despierta todas las mañanas pensando en cómo asegurarse de que ya no existamos”, dijo Oleksii Danilov, jefe del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, en una entrevista el lunes. “No es noticia para nosotros si despliegan tropas más cerca de nuestra frontera o las retiran. Nos enfrentamos a una amenaza estratégica de la Federación Rusa. La única pregunta es cuándo será la próxima vez que Putin reúna tropas en nuestras fronteras de la misma manera, tratando de causarnos al mundo y a nosotros una crisis nerviosa. No podemos relajarnos”.

Si bien es la primera vez que Ucrania enfrenta una potencial invasión total desde su independencia en 1991, el país ha estado en guerra desde que Rusia anexó la península ucraniana de Crimea y fomentó la violencia en la región oriental de Donbas en 2014.

Los combates se han cobrado unas 14.000 vidas y los bombardeos y los intercambios de francotiradores continúan a diario. Las fuerzas armadas de Ucrania, decrépitas hace ocho años, han experimentado desde entonces una transformación dramática, creciendo a unos 200.000 miembros del servicio. Sin embargo, todavía están muy por debajo de Rusia.

En medio del último estallido, muchos políticos ucranianos han llegado a ver su modelo como Israel, otro país que algunos vecinos quieren borrar del mapa y que solo depende de sus propios soldados, aunque armados con la ayuda estadounidense, para defenderse.

“Algunas ilusiones han desaparecido, el ejemplo de Israel está muy cerca de mí hoy: cómo vivir en un ambiente extremo, cómo estar listo para defender a tu país, mientras al mismo tiempo atraes inversiones y desarrollas la economía”, dijo Andriy Sadovyi, el alcalde de la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, a la que se trasladó la embajada de Estados Unidos en medio de advertencias de una inminente invasión rusa esta semana.

Los ucranianos han reaccionado a las advertencias de Washington con una calma casi estoica, continuando con su vida normal. No hubo compras de pánico de suministros esenciales ni corridas a los bancos. La moneda no colapsó y la opinión pública se ha mantenido firmemente opuesta a ceder ante Rusia. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se ha negado a parpadear y adaptarse a las demandas de Moscú de abandonar las aspiraciones de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte o de entablar conversaciones directas con las autoridades instaladas por Rusia en Donbás.

El objetivo de Rusia “es mantenernos bajo tensión, porque no pueden lograr sus objetivos sin la desestabilización interna de nuestro país”, dijo Danilov. “Querían hacerlo ahora, y hasta ahora han fracasado. Esto no significa que no volverán a intentarlo mañana o pasado”.

El despliegue militar ruso y las advertencias de una invasión también han empujado a decenas de miles de ucranianos a las nuevas fuerzas de defensa territorial, donde están aprendiendo las habilidades militares necesarias para defender sus ciudades y llevar a cabo una insurgencia.

“Nadie ataca a los que son fuertes”, dijo el lunes el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, al pedir a más residentes que se unan a la defensa territorial. “Debemos demostrar que somos fuertes. No pueden conquistarnos a menos que decidamos rendirnos”.

Si bien Ucrania busca unirse a la OTAN y se le prometió una eventual membresía en 2008, la membresía de Kiev en la alianza occidental sigue siendo poco probable en el futuro previsible precisamente porque otros estados de la OTAN no desean involucrarse directamente en el conflicto en curso de Ucrania con Rusia, una potencia nuclear. Putin destacó este punto en una conferencia de prensa conjunta con el presidente francés Emmanuel Macron la semana pasada, señalando que si Ucrania se une a la OTAN e intenta recuperar Crimea, Rusia se encontraría en guerra con toda la alianza. “¿Quieres tener una guerra con Rusia? ¿Quieres que Francia vaya a la guerra con Rusia? preguntó Putin.

Los funcionarios ucranianos dicen que no le están pidiendo a nadie más que derrame sangre por su nación. “Son nuestros ciudadanos los que defenderán nuestro país”, dijo Danilov. Por ahora, agregó, Kiev agradece a Estados Unidos, el Reino Unido y otras naciones por el suministro reciente de modernos misiles antitanques y antiaéreos, así como otras armas que ayudan a disuadir a Rusia.

“Si hubiéramos tenido el mismo tipo de ayuda en 2014”, dijo, “tal vez hubiera habido un resultado diferente en ese momento”.


Escriba a Yaroslav Trofimov a yaroslav.trofimov@wsj.com

Este artículo ha sido traducido del inglés por Noris Argotte Soto para República.