Esta semana tuve la oportunidad de platicar con alumnos del último año de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Rafael Landivar, el tema era por demás complicado ya que se discutió sobre la ética, y sobre como todo gira alrededor de las condiciones prácticas para la aplicación de lo que para unos puede coincidir como el accionar ético y cómo en otros no.
Pero al desarrollar el tema sobresalió algo sumamente importante, el actuar de los funcionarios de gobierno y fue sumamente enriquecedor conocer desde un punto de vista sin mayor malicia por parte de la concurrencia, analizando casos en específico.
Lo que me quedó claro es que no importa hasta donde se puede llegar, pero que siempre la estructura social, nos da una muestra de que la sociedad es altamente ética y con esto, que el pensamiento de los que estamos en una Guatemala llena de funcionarios o personas que ejercen la administración del Estado, carecen de esa lógica tan simple como establecer qué se tiene que hacer para el bien común.
Es por ello que dentro de las condiciones que creo deben de estar presentes para quienes nos administran, es el bien común, cosa que aunque para los que estamos siendo administrados es lógica y con una tendencia a establecer que es algo sencillo. Pero para algunos de nuestros funcionarios no es tan fácil, entonces encontramos dentro de las decisiones una incongruencia entre lo fácil que puede ser ético o no.
Es el caso de los funcionarios que han actuado sin tener presente a la población en general, cuando echamos un vistazo a los medios de comunicación nos hace pensar siempre en ese término de “Caja China” o de “cortina de humo”.
Y que si analizamos podemos llegar a preguntarnos ¿qué es lo que está detrás para distraernos?, cada día los titulares nos hablan cada vez de cosas, más y más complicadas e interesantes.
Yo he compartido con mis estudiantes de diario en la Universidad de San Carlos de Guatemala, sobre análisis completos de estos temas, lo que me lleva a la conclusión que al final no hay una línea de lo real o de lo que sólo es una “Caja China” o una “cortina de humo” y al no tenerla claro, es evidente que la población en general está siendo afectada por estos temas.
Cada día se encuentran titulares alarmantes, y creo que es ahí donde tanto aquellos que hacen administración pública, o aquellos que nos dirigen deben retomar la conciencia del tema del bien común, en el que debe prevalecer el bien por los demás y no solo el bien propio y el aprovechamiento para mejorar sustancialmente solo su vida sino pensar en la vida de los más de 15 millones de guatemaltecos.
La población exige que todos los funcionarios sean quienes sean, tengan en su lista de prioridades al guatemalteco que trabaja, aquel que llena con ilusiones y sueños sus hogares y que no descansa para obtenerlos, ojalá y nuestro dirigentes se dejen de aprovechar, y se dispongan a dar resultados tangibles de lo que tanto hace falta en áreas de; salud, educación, seguridad y compromiso real de trabajar para lo que fueron electos o nombrados.
Esta semana tuve la oportunidad de platicar con alumnos del último año de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Rafael Landivar, el tema era por demás complicado ya que se discutió sobre la ética, y sobre como todo gira alrededor de las condiciones prácticas para la aplicación de lo que para unos puede coincidir como el accionar ético y cómo en otros no.
Pero al desarrollar el tema sobresalió algo sumamente importante, el actuar de los funcionarios de gobierno y fue sumamente enriquecedor conocer desde un punto de vista sin mayor malicia por parte de la concurrencia, analizando casos en específico.
Lo que me quedó claro es que no importa hasta donde se puede llegar, pero que siempre la estructura social, nos da una muestra de que la sociedad es altamente ética y con esto, que el pensamiento de los que estamos en una Guatemala llena de funcionarios o personas que ejercen la administración del Estado, carecen de esa lógica tan simple como establecer qué se tiene que hacer para el bien común.
Es por ello que dentro de las condiciones que creo deben de estar presentes para quienes nos administran, es el bien común, cosa que aunque para los que estamos siendo administrados es lógica y con una tendencia a establecer que es algo sencillo. Pero para algunos de nuestros funcionarios no es tan fácil, entonces encontramos dentro de las decisiones una incongruencia entre lo fácil que puede ser ético o no.
Es el caso de los funcionarios que han actuado sin tener presente a la población en general, cuando echamos un vistazo a los medios de comunicación nos hace pensar siempre en ese término de “Caja China” o de “cortina de humo”.
Y que si analizamos podemos llegar a preguntarnos ¿qué es lo que está detrás para distraernos?, cada día los titulares nos hablan cada vez de cosas, más y más complicadas e interesantes.
Yo he compartido con mis estudiantes de diario en la Universidad de San Carlos de Guatemala, sobre análisis completos de estos temas, lo que me lleva a la conclusión que al final no hay una línea de lo real o de lo que sólo es una “Caja China” o una “cortina de humo” y al no tenerla claro, es evidente que la población en general está siendo afectada por estos temas.
Cada día se encuentran titulares alarmantes, y creo que es ahí donde tanto aquellos que hacen administración pública, o aquellos que nos dirigen deben retomar la conciencia del tema del bien común, en el que debe prevalecer el bien por los demás y no solo el bien propio y el aprovechamiento para mejorar sustancialmente solo su vida sino pensar en la vida de los más de 15 millones de guatemaltecos.
La población exige que todos los funcionarios sean quienes sean, tengan en su lista de prioridades al guatemalteco que trabaja, aquel que llena con ilusiones y sueños sus hogares y que no descansa para obtenerlos, ojalá y nuestro dirigentes se dejen de aprovechar, y se dispongan a dar resultados tangibles de lo que tanto hace falta en áreas de; salud, educación, seguridad y compromiso real de trabajar para lo que fueron electos o nombrados.