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El pulso político en Europa

Redacción
20 de diciembre, 2016

Con elecciones recientes en Austria, Italia, el próximo año en Alemania, Francia, Holanda, la tendencia en Europa es que parece estar cayendo los partidos populistas en las contiendas electorales y por eso es importante prestar atención a lo que acontece. El populismo, que apela a un grupo de votantes que se sienten olvidados, trabajadores, víctimas de la globalización y antisistema, los candidatos populistas que están tras la captura de este votante con una retórica antisistema, están perdiendo las contiendas electorales en varios países.

Después del Brexit y la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, en el que el voto populista demográfico de las zonas rurales de Gran Bretaña y de Estados Unidos vencieron al voto de las urbes progresistas, líderes de partidos europeos populistas de varios países esperan convertirse en los Presidentes o Primeros Ministros apelando al voto populista. Sin embargo hasta ahora los resultados reflejados en Austria y en Italia demuestran lo contrario. También es importante analizar el escenario que se vislumbra para el próximo año.

En Alemania el partido oficialista la Unión Cristianodemócrata (CDU) se está preparando para las elecciones en 2017, tomando medidas que le ayuden a ganar votos. La CDU en el congreso está adoptando propuestas para fortalecer al partido de cara a las próximas elecciones, con medidas xenófobas, sin embargo con pocas probabilidades de que prosperen en el congreso. El partido de la oposición Alternativa para Alemania (AfD) se presenta como un fuerte candidato, tomando fuerza en el Parlamento Alemán como partido populista de extrema derecha.

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En Italia, tras la renuncia del Primer Ministro Matteo Renzi del Partido Democrático a raíz de los resultados del referéndum para reformar la Constitución, el Presidente Sergio Mattarela rápidamente formó un nuevo gobierno integrado por las fuerzas políticas del país. La pérdida de Renzi se debe a los resultados del referéndum para reformar la Constitución para dar mayores poderes al Poder Ejecutivo, reformando la ley electoral del país que castigaba a los partidos políticos pequeños, lo que garantizaba una mayoría al partido más grande, eliminando el poder del veto al Senado con el fin de consolidarse en el poder y mantenerse al frente del gobierno. En palabras de Renzi, las reformas eran para mejorar la gobernabilidad de Italia. Renzi llegó al mando del gobierno italiano no por elección popular, sino por quitarle el liderazgo a Enrico Letta. La jugada de Renzi ha dividido a Italia y se tiene incertidumbre de lo que va a pasar. En Italia, lo que ha acontecido es un poco más ambiguo o difícil de interpretar dado que el resultado del no en el referéndum no se puede identificar como la victoria del antisistema. Después de los resultados del referéndum, no perdieron la oportunidad en pronunciarse los políticos no tradicionales, como el comediante Beppe Grillo, que es líder del segundo partido político más grande después del Partido Democrático, el Movimiento 5 Estrellas, llamando a elecciones generales inmediatamente; así como el líder del partido populista de derecha, Matteo Salvini. No obstante, ya el Presidente Mattarela escogió a Paolo Gentiloni, Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Renzi, quien obtuvo el voto de confianza en la Cámara de Diputados y del Senado. Gentiloni, al igual que Renzi, tiene como prioridad reformar la ley Electoral y sanar las divisiones del país. No obstante, el gobierno de Gentiloni está conformado por casi todos los Ministros de Renzi, por lo que se vislumbra ser un gobierno prácticamente clonado que dará continuidad a las políticas de Renzi.

En Austria, recientemente ganó las elecciones el candidato progresista Alexander Van Der Bellen, derrotando al partido populista de extrema derecha con su candidato Norbert Hofer, quien se mostraba más inclinado a mejorar las relaciones con países del Este de Europa y con el Kremlin, y distanciarse de la Unión Europea al estilo Brexit. Van Der Bellen, de origen holandés, es de tinte integracionista de la Unión Europea, hecho que refleja el deseo de la población austriaca. Al igual que Italia, Austria quedó dividida, ya que la victoria de Van Der Bellen no fue por un porcentaje muy alto en relación a Hofer. La victoria de Van Der Bellen refleja que la población apoya el sistema y desea permanecer miembros de la Unión Europea. Van Der Bellen obtuvo el apoyo de los empresarios, de otros partidos políticos, la academia y la prensa y tiene ahora la tarea de nombrar un Canciller. Las diferencias entre Hofer y Van Der Bellen se dieron en el tema de permanecer en la Unión Europea y en el tema migratorio, en el que el país austriaco recibió a 100,000 sirios en busca de asilo. Hofer criticó fuertemente el tema migratorio para ganar el voto populista, ganando el voto de la población masculina rural con menor educación, mientras que Van Der Bellen, el candidato del sistema, ganó el voto de la mayoría de mujeres, las urbes y la población con mayor educación, resultado que representa una victoria contra el populismo.

En Francia, las elecciones se aproximan en 2017 y el actual Presidente francés, Francois Hollande del Partido Socialista ha anunciado que no se lanzará para un segundo periodo Presidencial, debido al desgaste que ha sufrido su gobierno en el que no ha podido resolver problemas como el desempleo, integración de migrantes y la posible fragmentación de la izquierda si anunciaba su candidatura. El Presidente Hollande en el tema migrante, al igual que en todos los países europeos, es un tema sensible y procuró sin éxito quitar la nacionalidad francesa a musulmanes condenados de terrorismo. En sustitución de Hollande, las candidaturas por el partido socialista se conocerán en enero 2017, pero figuran candidatos políticos como Arnaud Montebourg, quien fue Ministro de Industria. También figura el Primer Ministro Francés, Manuel Valls de ideología centro izquierda se une a la competencia por la Presidencia junto a Emmanuel Macron, quien anunció que lo haría de forma independiente. La candidata populista de derecha del Frente Nacional, Marine Le Pen, quien desea llevar a cabo un referéndum sobre la membresía de Francia en la Unión Europea, y el candidato de centro derecha Republicado Francois Fillon, son los favoritos en este momento para las elecciones el próximo año, quienes se vislumbran a ser los dos candidatos que lideren las contiendas electorales. Le Pen argumenta que la membresía de Francia en la Unión Europea la ha quitado al país soberanía en temas migratorios, moneda y política fiscal. Francois Fillon podría ser el de más probabilidades ya que podría lograr el voto de la izquierda socialista en segunda vuelta y del sistema. Las políticas de Hollande han sido del sistema, con políticas de centro, integracionistas de la Unión Europea y economía de libre mercado. Ante este escenario, Francia, siendo uno de los ejes de la Unión Europea junto a Alemania, está de cara a unas elecciones presidenciales en la que se enfrentan candidatos populistas con nociones antisistema que podrían dar un giro radical a la integración europea. No obstante este escenario, se están sentando precedentes en países vecinos que podrían influir en el voto a favor del sistema en Francia.

En Holanda, el líder populista Gert Wilders, del Partido por la Libertad, ha llamado al Islam una ideología peligrosa y ha impulsado políticas sin éxito para expulsar a musulmanes marroquíes de Holanda, sacar a Holanda de la Unión Europea y fomentar el nacionalismo, con políticas muy parecidas a las del candidato Norbert Hofer en Austria, con la excepción de aproximación a Rusia y al Este. Wilders cuenta con apoyo popular muy fuerte, asegurará un significante número de escaños en el parlamento, arriba de los liberales de derecha y socialdemócratas. Wilders acaba de llevar un juicio político por sus afirmaciones discriminatorias contra las comunidades marroquíes en Holanda, en el que la sentencia fue solo haber llevado el proceso.

Tanto Austria, el Brexit y la victoria de Trump tienen el común denominador de que el populismo se refleja en las zonas rurales tradicionales de esos países, mientras que en los candidatos del sistema se refleja en las urbes de los países donde se mueve la actividad económica generadora de empleo. Tanto en Austria como en Italia, se refleja las victorias de candidatos a favor de políticas del sistema. Queda pendiente de ver los resultados en Alemania, Francia y Holanda, todos socios fundadores de la Unión Europea.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

El pulso político en Europa

Redacción
20 de diciembre, 2016

Con elecciones recientes en Austria, Italia, el próximo año en Alemania, Francia, Holanda, la tendencia en Europa es que parece estar cayendo los partidos populistas en las contiendas electorales y por eso es importante prestar atención a lo que acontece. El populismo, que apela a un grupo de votantes que se sienten olvidados, trabajadores, víctimas de la globalización y antisistema, los candidatos populistas que están tras la captura de este votante con una retórica antisistema, están perdiendo las contiendas electorales en varios países.

Después del Brexit y la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, en el que el voto populista demográfico de las zonas rurales de Gran Bretaña y de Estados Unidos vencieron al voto de las urbes progresistas, líderes de partidos europeos populistas de varios países esperan convertirse en los Presidentes o Primeros Ministros apelando al voto populista. Sin embargo hasta ahora los resultados reflejados en Austria y en Italia demuestran lo contrario. También es importante analizar el escenario que se vislumbra para el próximo año.

En Alemania el partido oficialista la Unión Cristianodemócrata (CDU) se está preparando para las elecciones en 2017, tomando medidas que le ayuden a ganar votos. La CDU en el congreso está adoptando propuestas para fortalecer al partido de cara a las próximas elecciones, con medidas xenófobas, sin embargo con pocas probabilidades de que prosperen en el congreso. El partido de la oposición Alternativa para Alemania (AfD) se presenta como un fuerte candidato, tomando fuerza en el Parlamento Alemán como partido populista de extrema derecha.

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En Italia, tras la renuncia del Primer Ministro Matteo Renzi del Partido Democrático a raíz de los resultados del referéndum para reformar la Constitución, el Presidente Sergio Mattarela rápidamente formó un nuevo gobierno integrado por las fuerzas políticas del país. La pérdida de Renzi se debe a los resultados del referéndum para reformar la Constitución para dar mayores poderes al Poder Ejecutivo, reformando la ley electoral del país que castigaba a los partidos políticos pequeños, lo que garantizaba una mayoría al partido más grande, eliminando el poder del veto al Senado con el fin de consolidarse en el poder y mantenerse al frente del gobierno. En palabras de Renzi, las reformas eran para mejorar la gobernabilidad de Italia. Renzi llegó al mando del gobierno italiano no por elección popular, sino por quitarle el liderazgo a Enrico Letta. La jugada de Renzi ha dividido a Italia y se tiene incertidumbre de lo que va a pasar. En Italia, lo que ha acontecido es un poco más ambiguo o difícil de interpretar dado que el resultado del no en el referéndum no se puede identificar como la victoria del antisistema. Después de los resultados del referéndum, no perdieron la oportunidad en pronunciarse los políticos no tradicionales, como el comediante Beppe Grillo, que es líder del segundo partido político más grande después del Partido Democrático, el Movimiento 5 Estrellas, llamando a elecciones generales inmediatamente; así como el líder del partido populista de derecha, Matteo Salvini. No obstante, ya el Presidente Mattarela escogió a Paolo Gentiloni, Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Renzi, quien obtuvo el voto de confianza en la Cámara de Diputados y del Senado. Gentiloni, al igual que Renzi, tiene como prioridad reformar la ley Electoral y sanar las divisiones del país. No obstante, el gobierno de Gentiloni está conformado por casi todos los Ministros de Renzi, por lo que se vislumbra ser un gobierno prácticamente clonado que dará continuidad a las políticas de Renzi.

En Austria, recientemente ganó las elecciones el candidato progresista Alexander Van Der Bellen, derrotando al partido populista de extrema derecha con su candidato Norbert Hofer, quien se mostraba más inclinado a mejorar las relaciones con países del Este de Europa y con el Kremlin, y distanciarse de la Unión Europea al estilo Brexit. Van Der Bellen, de origen holandés, es de tinte integracionista de la Unión Europea, hecho que refleja el deseo de la población austriaca. Al igual que Italia, Austria quedó dividida, ya que la victoria de Van Der Bellen no fue por un porcentaje muy alto en relación a Hofer. La victoria de Van Der Bellen refleja que la población apoya el sistema y desea permanecer miembros de la Unión Europea. Van Der Bellen obtuvo el apoyo de los empresarios, de otros partidos políticos, la academia y la prensa y tiene ahora la tarea de nombrar un Canciller. Las diferencias entre Hofer y Van Der Bellen se dieron en el tema de permanecer en la Unión Europea y en el tema migratorio, en el que el país austriaco recibió a 100,000 sirios en busca de asilo. Hofer criticó fuertemente el tema migratorio para ganar el voto populista, ganando el voto de la población masculina rural con menor educación, mientras que Van Der Bellen, el candidato del sistema, ganó el voto de la mayoría de mujeres, las urbes y la población con mayor educación, resultado que representa una victoria contra el populismo.

En Francia, las elecciones se aproximan en 2017 y el actual Presidente francés, Francois Hollande del Partido Socialista ha anunciado que no se lanzará para un segundo periodo Presidencial, debido al desgaste que ha sufrido su gobierno en el que no ha podido resolver problemas como el desempleo, integración de migrantes y la posible fragmentación de la izquierda si anunciaba su candidatura. El Presidente Hollande en el tema migrante, al igual que en todos los países europeos, es un tema sensible y procuró sin éxito quitar la nacionalidad francesa a musulmanes condenados de terrorismo. En sustitución de Hollande, las candidaturas por el partido socialista se conocerán en enero 2017, pero figuran candidatos políticos como Arnaud Montebourg, quien fue Ministro de Industria. También figura el Primer Ministro Francés, Manuel Valls de ideología centro izquierda se une a la competencia por la Presidencia junto a Emmanuel Macron, quien anunció que lo haría de forma independiente. La candidata populista de derecha del Frente Nacional, Marine Le Pen, quien desea llevar a cabo un referéndum sobre la membresía de Francia en la Unión Europea, y el candidato de centro derecha Republicado Francois Fillon, son los favoritos en este momento para las elecciones el próximo año, quienes se vislumbran a ser los dos candidatos que lideren las contiendas electorales. Le Pen argumenta que la membresía de Francia en la Unión Europea la ha quitado al país soberanía en temas migratorios, moneda y política fiscal. Francois Fillon podría ser el de más probabilidades ya que podría lograr el voto de la izquierda socialista en segunda vuelta y del sistema. Las políticas de Hollande han sido del sistema, con políticas de centro, integracionistas de la Unión Europea y economía de libre mercado. Ante este escenario, Francia, siendo uno de los ejes de la Unión Europea junto a Alemania, está de cara a unas elecciones presidenciales en la que se enfrentan candidatos populistas con nociones antisistema que podrían dar un giro radical a la integración europea. No obstante este escenario, se están sentando precedentes en países vecinos que podrían influir en el voto a favor del sistema en Francia.

En Holanda, el líder populista Gert Wilders, del Partido por la Libertad, ha llamado al Islam una ideología peligrosa y ha impulsado políticas sin éxito para expulsar a musulmanes marroquíes de Holanda, sacar a Holanda de la Unión Europea y fomentar el nacionalismo, con políticas muy parecidas a las del candidato Norbert Hofer en Austria, con la excepción de aproximación a Rusia y al Este. Wilders cuenta con apoyo popular muy fuerte, asegurará un significante número de escaños en el parlamento, arriba de los liberales de derecha y socialdemócratas. Wilders acaba de llevar un juicio político por sus afirmaciones discriminatorias contra las comunidades marroquíes en Holanda, en el que la sentencia fue solo haber llevado el proceso.

Tanto Austria, el Brexit y la victoria de Trump tienen el común denominador de que el populismo se refleja en las zonas rurales tradicionales de esos países, mientras que en los candidatos del sistema se refleja en las urbes de los países donde se mueve la actividad económica generadora de empleo. Tanto en Austria como en Italia, se refleja las victorias de candidatos a favor de políticas del sistema. Queda pendiente de ver los resultados en Alemania, Francia y Holanda, todos socios fundadores de la Unión Europea.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo