Gustavo Adolfo Meoño Brenner, el terrorista que deberá enfrentar la justicia
...las bombas en el parque central, de autoría de Meoño Brenner, estaban diseñadas para causar muertes indiscriminadas en la población y generar terror, definición de terrorismo.
Ayer por la mañana se conoció extraoficialmente que fue emitida una orden de captura en contra de Gustavo Adolfo Meoño Brenner, terrorista ex jefe de operaciones del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) que, entre otras cosas, es responsable de la toma y quema en la embajada de España el 31 de enero de 1980 en el llamado “plan de la subida”, además del ataque terrorista perpetrado el 5 de septiembre de 1980 en la plaza central de Guatemala (este último hecho fue confesado por él). Solamente esos dos actos terroristas dieron cuenta de 37 muertos en el primero y 7 muertos y decenas de heridos en el segundo. Por esos actos no ha enfrentado juicio alguno ningún miembro de la guerrilla, ni autores materiales, como tampoco intelectuales.
Ahora a Meoño Brenner se le busca para captura por considerársele autor intelectual del ataque terrorista en la plaza central. Fue director de la fundación Rigoberta Menchú Tum, y del año 2005 hasta el 2018 fue el director del archivo histórico de la Policía Nacional. Paradójicamente, el padre de Menchú Tum, Vicente Menchú, fue una de las víctimas de la quema en la embajada de España, cuya autoría intelectual -del plan- se le endilga a Meoño Brenner. Así, este último sería responsable de la muerte del padre de la premio Nobel.
Aún y cuando se firmaron los Acuerdos de Paz en Guatemala a finales del año 1996 y luego de la publicación del informe: Recuperación de Memoria Histórica (REHMI) y del Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (dos documentos con evidente sesgo ideológico) los guerrilleros nunca cejaron en su empeño de atacar y vencer a sus antiguos vencedores en el campo de batalla: el ejército. Parafraseando a Carl von Clausewitz, lo que hicieron fue continuar la guerra mediante otros medios. Von Clausewitz definía la guerra como imponer la propia voluntad al adversario, y eso es precisamente lo que los guerrilleros han perseguido. En el caso de Meoño Brenner, se ubicó como director del archivo histórico de la Policía Nacional y, desde ahí, proveyó (algunos le acusan incluso de fabricar) documentos que han servido para procesar judicialmente a antiguos mandos policiales y militares. Procesar a terroristas por las atrocidades que perpetraron ha sido, hasta ahora, una tarea pendiente de la justicia.
Durante la guerra -como en toda guerra- hubo excesos de ambos bandos, porque habrá de recordarse que los guerrilleros terroristas asesinaron a los embajadores alemán y estadounidense Karl von Spreti y John Gordon Mein, respectivamente. También, asesinaron los empresarios Alberto Habie, Frank Bruderer, Luis Canella y José Luis Arenas, entre otros. Por tales acciones, no ha habido procesados y, en aras de los Acuerdos de Paz, no debiese de haber. La sociedad debe, no solo no repetir, sino evolucionar.
Aquellos asesinatos fueron dirigidos, pero las bombas en el parque central, de autoría de Meoño Brenner, estaban diseñadas para causar muertes indiscriminadas en la población y generar terror, definición de terrorismo.
Si ahora que se ha girado la orden de captura en contra de Meoño Brenner finalmente enfrenta a la justicia por sus actos terroristas, será una muestra más de que perpetuar la guerra por otros medios fue desleal de parte de los guerrilleros que no superaron la derrota militar. Ahora, poco a poco -parece ser- les tocará a ellos, los antiguos guerrilleros terroristas enfrentar lo que han llamado "justicia transicional”.
Por el bien de Guatemala y, sobre todo, de las nuevas generaciones de guatemaltecos, el pasado debe servirnos como muestra de lo que no se debe repetir mas no de motor para empujar acciones futuras. El futuro está por escribirse. Escribámoslo sin evocar episodios pasados. Evolucionemos.
Gustavo Adolfo Meoño Brenner, el terrorista que deberá enfrentar la justicia
...las bombas en el parque central, de autoría de Meoño Brenner, estaban diseñadas para causar muertes indiscriminadas en la población y generar terror, definición de terrorismo.
Ayer por la mañana se conoció extraoficialmente que fue emitida una orden de captura en contra de Gustavo Adolfo Meoño Brenner, terrorista ex jefe de operaciones del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) que, entre otras cosas, es responsable de la toma y quema en la embajada de España el 31 de enero de 1980 en el llamado “plan de la subida”, además del ataque terrorista perpetrado el 5 de septiembre de 1980 en la plaza central de Guatemala (este último hecho fue confesado por él). Solamente esos dos actos terroristas dieron cuenta de 37 muertos en el primero y 7 muertos y decenas de heridos en el segundo. Por esos actos no ha enfrentado juicio alguno ningún miembro de la guerrilla, ni autores materiales, como tampoco intelectuales.
Ahora a Meoño Brenner se le busca para captura por considerársele autor intelectual del ataque terrorista en la plaza central. Fue director de la fundación Rigoberta Menchú Tum, y del año 2005 hasta el 2018 fue el director del archivo histórico de la Policía Nacional. Paradójicamente, el padre de Menchú Tum, Vicente Menchú, fue una de las víctimas de la quema en la embajada de España, cuya autoría intelectual -del plan- se le endilga a Meoño Brenner. Así, este último sería responsable de la muerte del padre de la premio Nobel.
Aún y cuando se firmaron los Acuerdos de Paz en Guatemala a finales del año 1996 y luego de la publicación del informe: Recuperación de Memoria Histórica (REHMI) y del Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (dos documentos con evidente sesgo ideológico) los guerrilleros nunca cejaron en su empeño de atacar y vencer a sus antiguos vencedores en el campo de batalla: el ejército. Parafraseando a Carl von Clausewitz, lo que hicieron fue continuar la guerra mediante otros medios. Von Clausewitz definía la guerra como imponer la propia voluntad al adversario, y eso es precisamente lo que los guerrilleros han perseguido. En el caso de Meoño Brenner, se ubicó como director del archivo histórico de la Policía Nacional y, desde ahí, proveyó (algunos le acusan incluso de fabricar) documentos que han servido para procesar judicialmente a antiguos mandos policiales y militares. Procesar a terroristas por las atrocidades que perpetraron ha sido, hasta ahora, una tarea pendiente de la justicia.
Durante la guerra -como en toda guerra- hubo excesos de ambos bandos, porque habrá de recordarse que los guerrilleros terroristas asesinaron a los embajadores alemán y estadounidense Karl von Spreti y John Gordon Mein, respectivamente. También, asesinaron los empresarios Alberto Habie, Frank Bruderer, Luis Canella y José Luis Arenas, entre otros. Por tales acciones, no ha habido procesados y, en aras de los Acuerdos de Paz, no debiese de haber. La sociedad debe, no solo no repetir, sino evolucionar.
Aquellos asesinatos fueron dirigidos, pero las bombas en el parque central, de autoría de Meoño Brenner, estaban diseñadas para causar muertes indiscriminadas en la población y generar terror, definición de terrorismo.
Si ahora que se ha girado la orden de captura en contra de Meoño Brenner finalmente enfrenta a la justicia por sus actos terroristas, será una muestra más de que perpetuar la guerra por otros medios fue desleal de parte de los guerrilleros que no superaron la derrota militar. Ahora, poco a poco -parece ser- les tocará a ellos, los antiguos guerrilleros terroristas enfrentar lo que han llamado "justicia transicional”.
Por el bien de Guatemala y, sobre todo, de las nuevas generaciones de guatemaltecos, el pasado debe servirnos como muestra de lo que no se debe repetir mas no de motor para empujar acciones futuras. El futuro está por escribirse. Escribámoslo sin evocar episodios pasados. Evolucionemos.