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El problema no son los vestidos

Gabriel Arana Fuentes
20 de agosto, 2017

Curvas con estilo es el blog de moda de Priscilla León y República lo publica los domingos.

Hoy no vamos a hablar de chicas con curvas. Es verdad que al comenzar la aventura de este blog, prometí celebrar las figuras XL, y eso no va a cambiar; pero esta semana me gustaría ir más allá y reivindicar ese derecho de TODAS a ir por la vida vestidas como se nos dé la gana, sin pena ni culpa.

Amo los vestidos. Los amo con locura: largos, cortos o midi; para el verano y también para el invierno; para ir a dates, bodas o funerales. Me gusta cómo se ajustan a mi figura y me encanta que me hagan sentir súper femenina. Los amo tanto que en mi armario hay más vestidos que jeans. Aunque claro, no me olvido de que esto no es Brooklyn o Miami, sino Ciudad de Guatemala, y por eso mi versión de “corto” siempre es “a la rodilla”.

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El vestido tropical, que sirve para invierno y verano, es vintage de Megapaca.

El asunto es que cuando me visto, a la única persona que trato de agradar es a la chica de 27 años que está delante del espejo. No me visto para gustarle a los hombres o para rivalizar con las mujeres. Si lo hiciera no tendría problema en aceptarlo, pero en conclusión: no me visto para provocar.

Dice un amigo que el hombre que te ve “sucio” por llevar minivestido o minifalda, te vería igual si fueras con hábito. Creo que tiene razón y no queridas, esto no solo pasa en las calles o el transporte público, también en las oficinas más fancy. Eso solo prueba mi teoría de que el problema no son los vestidos, es la falta de educación.

En mi caso, las miradas y comentarios de desaprobación también han venido de otras mujeres. No quiero empatía, pero me molesta esa “protección” que llega con frases del tipo: “¿no le da miedo ir así por la calle?” o “mejor ponte pantalón”. Solo les ha faltado el “si te pasa algo, es tu culpa (por llevar vestido)”. Pues no, no quiero que me suceda nada (¿Quién quiere?), pero tampoco estoy de acuerdo con esas conductas. Entiendo que son reflejo de la sociedad en que vivimos, pero me enfada que nos hagan sentir culpables por algo tan simple como ponernos una prenda que deja al descubierto un porcentaje (realmente mínimo) de nuestras piernas.

Tal vez lo que más me duele es cuando una chica se me acerca y me dice que les encantan los vestidos, pero tiene miedo de usarlos. ¡Todas deberíamos llevar lo que nos gusta! Esta no es una prédica o una cruzada pro vestido, sé que hay mujeres a las que simplemente no les gustan. Solo quiero invitarte a ser fiel a ti misma a pesar del qué dirán.

El problema no son los vestidos

Gabriel Arana Fuentes
20 de agosto, 2017

Curvas con estilo es el blog de moda de Priscilla León y República lo publica los domingos.

Hoy no vamos a hablar de chicas con curvas. Es verdad que al comenzar la aventura de este blog, prometí celebrar las figuras XL, y eso no va a cambiar; pero esta semana me gustaría ir más allá y reivindicar ese derecho de TODAS a ir por la vida vestidas como se nos dé la gana, sin pena ni culpa.

Amo los vestidos. Los amo con locura: largos, cortos o midi; para el verano y también para el invierno; para ir a dates, bodas o funerales. Me gusta cómo se ajustan a mi figura y me encanta que me hagan sentir súper femenina. Los amo tanto que en mi armario hay más vestidos que jeans. Aunque claro, no me olvido de que esto no es Brooklyn o Miami, sino Ciudad de Guatemala, y por eso mi versión de “corto” siempre es “a la rodilla”.

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El asunto es que cuando me visto, a la única persona que trato de agradar es a la chica de 27 años que está delante del espejo. No me visto para gustarle a los hombres o para rivalizar con las mujeres. Si lo hiciera no tendría problema en aceptarlo, pero en conclusión: no me visto para provocar.

Dice un amigo que el hombre que te ve “sucio” por llevar minivestido o minifalda, te vería igual si fueras con hábito. Creo que tiene razón y no queridas, esto no solo pasa en las calles o el transporte público, también en las oficinas más fancy. Eso solo prueba mi teoría de que el problema no son los vestidos, es la falta de educación.

En mi caso, las miradas y comentarios de desaprobación también han venido de otras mujeres. No quiero empatía, pero me molesta esa “protección” que llega con frases del tipo: “¿no le da miedo ir así por la calle?” o “mejor ponte pantalón”. Solo les ha faltado el “si te pasa algo, es tu culpa (por llevar vestido)”. Pues no, no quiero que me suceda nada (¿Quién quiere?), pero tampoco estoy de acuerdo con esas conductas. Entiendo que son reflejo de la sociedad en que vivimos, pero me enfada que nos hagan sentir culpables por algo tan simple como ponernos una prenda que deja al descubierto un porcentaje (realmente mínimo) de nuestras piernas.

Tal vez lo que más me duele es cuando una chica se me acerca y me dice que les encantan los vestidos, pero tiene miedo de usarlos. ¡Todas deberíamos llevar lo que nos gusta! Esta no es una prédica o una cruzada pro vestido, sé que hay mujeres a las que simplemente no les gustan. Solo quiero invitarte a ser fiel a ti misma a pesar del qué dirán.