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Construyendo evidencia

Redacción República
15 de octubre, 2014

Hoy en día,
en los procesos de emprendimiento podemos notar que existen personas u
organizaciones, locales o internacionales, que están interesadas en invertir en
nuevos negocios. Y vemos con frecuencia
programas en la televisión que nos muestran a personas que están empezando
negocios y llegan a presentar su idea a
un panel de expertos, en su mayoría posibles inversionistas, que les hacen
preguntas para validar la oportunidad de inversión.

Mientras vemos
estos programas, pensamos que nuestros emprendedores se encuentran tan lejos de
esa realidad en la que observamos que en una sola presentación de su idea de
negocio pueden llegar a juntar varios miles de dólares.

Pero si observas
lo que están viviendo estos emprendedores que vemos en la televisión, podemos
pensar fácilmente en algunas cosas que ellos tienen claro cuando llegan allí, que
podemos aprender de ellos. No les basta
con tener claridad en su mente, sino también son maravillosamente buenos
exponiéndolo, transmiten seguridad y por último llevan muchas evidencias. Se ve que están realmente preparados para
enfrentar ese momento de oportunidad.

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Normalmente
asociamos la construcción de evidencias con procesos legales. Pero pareciera ser que en el proceso de
emprendimiento esto también es importante.
Para una persona interesada en tu producto o negocio, es necesario que
lleves a la mesa una serie de elementos que le inspiren confianza, que validen
el proceso de investigación que llevaste a cabo y que sobretodo evidencien de
forma simple por qué eso es una oportunidad.
Y no estamos hablando de una serie de frases que son elogios o juicios
de valor sobre tu idea de negocio. Las
personas que escuchan están interesadas en hechos concretos, datos específicos de
fuentes confiables y reconocidas, que puedan incluso verificar por ellos
mismos.

El mundo de
hoy va en tiempo real. Cuando alguien
expone sobre un tema, quienes escuchan están probablemente validando esa
información en su teléfono móvil. Es
casi automático para las generaciones jóvenes hacer esto como parte de la
conversación. Ni siquiera separan el
proceso de escuchar, anotar dudas y luego ir a investigar para ampliar la
información. El proceso es mucho más
rápido que esto, van a la velocidad de la luz; mientras escuchan y validan
están generando nuevas preguntas.
Acelerado… sí, ese es el mundo de negocio al que te enfrentas. La información está allí.

Dentro de
esa información relevante, quienes te escuchan van a buscar sobre el mercado,
el producto, competencia, tasas de crecimiento, investigaciones relacionadas
con necesidades del consumidor y además van a buscar información sobre ti.

Una gran
pregunta que debemos hacernos es: ¿qué
evidencia encontrarán sobre ti, sobre tus capacidades, tus conocimientos o
experiencia? Evidencia que haga que seas
un sujeto interesante para invertir en tu idea de negocio. Muchos dicen que hoy en día las personas y
organizaciones no invierten en negocios o productos, están invirtiendo en el emprendedor. Están invirtiendo en ti, si eres esa persona
que les genera confianza.

Muchas
veces estás concentrado en construir evidencia sobre el mercado al que te
diriges, sobre la necesidad que ves, sobre la idea que generaste, sobre los
prototipos que desarrollaste. Quizás
estás preocupado la idea de negocio que te llevará al éxito cuando de primero
deberías buscar desarrollarte a ti mismo.
Al final pareciera ser que lo más importante en ese proceso de
emprendimiento es la capacidad que tengas de inspirar confianza en ti.

Toma un
momento para pensar en eso. Piensa en lo
que te hace único, identifica cosas que has hecho en tu vida que son parte de “tu
carta de presentación” que te permitirá generar confianza. Y debes pensar qué te hace falta incluir en
esa muestra de lo que eres, que te hará sentir orgulloso. Dibuja en tu mente un bosquejo simple pero
claro de lo que quisieras mostrar sobre ti cuando encuentres una oportunidad. Nunca es demasiado temprano para empezar a
construir esa valiosa evidencia que te abrirá muchas puertas y te permitirá
cerrar muchos tratos.


Construyendo evidencia

Redacción República
15 de octubre, 2014

Hoy en día,
en los procesos de emprendimiento podemos notar que existen personas u
organizaciones, locales o internacionales, que están interesadas en invertir en
nuevos negocios. Y vemos con frecuencia
programas en la televisión que nos muestran a personas que están empezando
negocios y llegan a presentar su idea a
un panel de expertos, en su mayoría posibles inversionistas, que les hacen
preguntas para validar la oportunidad de inversión.

Mientras vemos
estos programas, pensamos que nuestros emprendedores se encuentran tan lejos de
esa realidad en la que observamos que en una sola presentación de su idea de
negocio pueden llegar a juntar varios miles de dólares.

Pero si observas
lo que están viviendo estos emprendedores que vemos en la televisión, podemos
pensar fácilmente en algunas cosas que ellos tienen claro cuando llegan allí, que
podemos aprender de ellos. No les basta
con tener claridad en su mente, sino también son maravillosamente buenos
exponiéndolo, transmiten seguridad y por último llevan muchas evidencias. Se ve que están realmente preparados para
enfrentar ese momento de oportunidad.

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asociamos la construcción de evidencias con procesos legales. Pero pareciera ser que en el proceso de
emprendimiento esto también es importante.
Para una persona interesada en tu producto o negocio, es necesario que
lleves a la mesa una serie de elementos que le inspiren confianza, que validen
el proceso de investigación que llevaste a cabo y que sobretodo evidencien de
forma simple por qué eso es una oportunidad.
Y no estamos hablando de una serie de frases que son elogios o juicios
de valor sobre tu idea de negocio. Las
personas que escuchan están interesadas en hechos concretos, datos específicos de
fuentes confiables y reconocidas, que puedan incluso verificar por ellos
mismos.

El mundo de
hoy va en tiempo real. Cuando alguien
expone sobre un tema, quienes escuchan están probablemente validando esa
información en su teléfono móvil. Es
casi automático para las generaciones jóvenes hacer esto como parte de la
conversación. Ni siquiera separan el
proceso de escuchar, anotar dudas y luego ir a investigar para ampliar la
información. El proceso es mucho más
rápido que esto, van a la velocidad de la luz; mientras escuchan y validan
están generando nuevas preguntas.
Acelerado… sí, ese es el mundo de negocio al que te enfrentas. La información está allí.

Dentro de
esa información relevante, quienes te escuchan van a buscar sobre el mercado,
el producto, competencia, tasas de crecimiento, investigaciones relacionadas
con necesidades del consumidor y además van a buscar información sobre ti.

Una gran
pregunta que debemos hacernos es: ¿qué
evidencia encontrarán sobre ti, sobre tus capacidades, tus conocimientos o
experiencia? Evidencia que haga que seas
un sujeto interesante para invertir en tu idea de negocio. Muchos dicen que hoy en día las personas y
organizaciones no invierten en negocios o productos, están invirtiendo en el emprendedor. Están invirtiendo en ti, si eres esa persona
que les genera confianza.

Muchas
veces estás concentrado en construir evidencia sobre el mercado al que te
diriges, sobre la necesidad que ves, sobre la idea que generaste, sobre los
prototipos que desarrollaste. Quizás
estás preocupado la idea de negocio que te llevará al éxito cuando de primero
deberías buscar desarrollarte a ti mismo.
Al final pareciera ser que lo más importante en ese proceso de
emprendimiento es la capacidad que tengas de inspirar confianza en ti.

Toma un
momento para pensar en eso. Piensa en lo
que te hace único, identifica cosas que has hecho en tu vida que son parte de “tu
carta de presentación” que te permitirá generar confianza. Y debes pensar qué te hace falta incluir en
esa muestra de lo que eres, que te hará sentir orgulloso. Dibuja en tu mente un bosquejo simple pero
claro de lo que quisieras mostrar sobre ti cuando encuentres una oportunidad. Nunca es demasiado temprano para empezar a
construir esa valiosa evidencia que te abrirá muchas puertas y te permitirá
cerrar muchos tratos.