Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Innovar y emprender

Redacción República
28 de mayo, 2014

La trayectoria de algunos productos, que tienen prácticamente décadas de existir, nos hacer recordar que la única forma de conservarse en el mercado es innovando. 

El proceso de innovación es algo necesario a todo nivel hoy, a nivel personal, empresarial, institucional o incluso a nivel de sociedad. 
Un emprendedor hace eso todo el tiempo: innovar. Y debe aprender a hacer la innovación, pronto, rápido y de bajo costo. A diferencia de lo que se pensaba antes, que la innovación sólo podían ser procesos complejos y caros. Claro, observamos a grandes organizaciones invertir sumas de dinero, incluso más grandes que nuestro presupuesto general de nación en la cuenta de Investigación y Desarrollo, pero esa no es la única forma de hacer innovación. Hoy se observa como una práctica común que la innovación está presente en el emprendimiento como un proceso continuo, en evolución y sin detenerse. Cada cambio pequeño, cada iteración que se haga, cada mínimo ajuste de acuerdo a las necesidades del cliente, nos permite descubrir una extensión del camino. 
Reunida el otro día con un grupo de emprendedores coincidían que hoy ven con claridad como el paso anterior fue clave para dar el siguiente. Muchos mencionaban que cuando estaban empezando sus negocios, que hoy son de tamaño interesante aunque empezaron de cero, tenían el deseo de invertir sumas importantes de dinero en investigación del mercado al que se querían dirigir. Pero lo primero que sabían es que no tenían esas sumas de dinero para investigar y hacer procesos complicados de innovación en esa industria hasta llegar a un nuevo producto. Su mecanismo fue empezar pronto, rápido y con mecanismos baratos. Uno de ellos decía que para él sólo bastaba ver la cara de las “señoras” cuando probaban su pan, escuchar sus comentarios o ver su expresión, lo cual era suficiente para saber que era una “apuesta segura”… y así es como decidieron avanzar paso a paso a una evolución de un producto, que desde que empezó ha sido cambiado en muchos temas como el sabor, su empaque, los lugares de venta. 
Como ellos, los emprendedores innovan constantemente sus productos de muchas formas, buscando siempre la aprobación y preferencia del consumidor. 
Una industria que evidencia en vivo este tema es la de los “Apps” o aplicaciones para teléfonos inteligentes, tablets y otros. Contaban emprendedores chapines que han desarrollado Apps que ya tienen más de un millón de “downloads”, que la primera versión de su App que vendieron en el mercado digital es muy diferente a lo que venden hoy. Pero su mayor fuente de mejora fueron los propios clientes, que al utilizar su aplicación enviaban comentarios o sugerencias de cómo mejorar el producto y ellos incorporaban esas mejoras inmediatamente. Eso lo notaban sus clientes y entonces se veían motivados a enviar nuevas ideas, y así el proceso de evolución e innovación nunca se ha detenido. Resultado: cada cambio rápido que le han hecho a su producto lo ha mantenido actualizado, esa forma de innovar y emprender los ha hecho exitosos. Hoy ya lanzaron un nuevo App al mercado y sus resultados van mejor que el App anterior. Seguramente han aprendido que después de emprender e innovar están listos para volverlo a hacer: innovar y seguir emprendiendo. 
“Ser emprendedor nos obliga a volvernos estudiosos y especialistas del campo en el que está desarrollándose nuestro negocio; nuestra investigación y búsqueda de mejoras no se detiene. Y una vez encontramos la posibilidad de mejora, no podemos dejarlo pasar… lo hacemos”. 
 Es así que un emprendedor necesita innovar y un innovador que quiere que su idea “pase” debe ser emprendedor para llevarla a la acción.

Innovar y emprender

Redacción República
28 de mayo, 2014

La trayectoria de algunos productos, que tienen prácticamente décadas de existir, nos hacer recordar que la única forma de conservarse en el mercado es innovando. 

El proceso de innovación es algo necesario a todo nivel hoy, a nivel personal, empresarial, institucional o incluso a nivel de sociedad. 
Un emprendedor hace eso todo el tiempo: innovar. Y debe aprender a hacer la innovación, pronto, rápido y de bajo costo. A diferencia de lo que se pensaba antes, que la innovación sólo podían ser procesos complejos y caros. Claro, observamos a grandes organizaciones invertir sumas de dinero, incluso más grandes que nuestro presupuesto general de nación en la cuenta de Investigación y Desarrollo, pero esa no es la única forma de hacer innovación. Hoy se observa como una práctica común que la innovación está presente en el emprendimiento como un proceso continuo, en evolución y sin detenerse. Cada cambio pequeño, cada iteración que se haga, cada mínimo ajuste de acuerdo a las necesidades del cliente, nos permite descubrir una extensión del camino. 
Reunida el otro día con un grupo de emprendedores coincidían que hoy ven con claridad como el paso anterior fue clave para dar el siguiente. Muchos mencionaban que cuando estaban empezando sus negocios, que hoy son de tamaño interesante aunque empezaron de cero, tenían el deseo de invertir sumas importantes de dinero en investigación del mercado al que se querían dirigir. Pero lo primero que sabían es que no tenían esas sumas de dinero para investigar y hacer procesos complicados de innovación en esa industria hasta llegar a un nuevo producto. Su mecanismo fue empezar pronto, rápido y con mecanismos baratos. Uno de ellos decía que para él sólo bastaba ver la cara de las “señoras” cuando probaban su pan, escuchar sus comentarios o ver su expresión, lo cual era suficiente para saber que era una “apuesta segura”… y así es como decidieron avanzar paso a paso a una evolución de un producto, que desde que empezó ha sido cambiado en muchos temas como el sabor, su empaque, los lugares de venta. 
Como ellos, los emprendedores innovan constantemente sus productos de muchas formas, buscando siempre la aprobación y preferencia del consumidor. 
Una industria que evidencia en vivo este tema es la de los “Apps” o aplicaciones para teléfonos inteligentes, tablets y otros. Contaban emprendedores chapines que han desarrollado Apps que ya tienen más de un millón de “downloads”, que la primera versión de su App que vendieron en el mercado digital es muy diferente a lo que venden hoy. Pero su mayor fuente de mejora fueron los propios clientes, que al utilizar su aplicación enviaban comentarios o sugerencias de cómo mejorar el producto y ellos incorporaban esas mejoras inmediatamente. Eso lo notaban sus clientes y entonces se veían motivados a enviar nuevas ideas, y así el proceso de evolución e innovación nunca se ha detenido. Resultado: cada cambio rápido que le han hecho a su producto lo ha mantenido actualizado, esa forma de innovar y emprender los ha hecho exitosos. Hoy ya lanzaron un nuevo App al mercado y sus resultados van mejor que el App anterior. Seguramente han aprendido que después de emprender e innovar están listos para volverlo a hacer: innovar y seguir emprendiendo. 
“Ser emprendedor nos obliga a volvernos estudiosos y especialistas del campo en el que está desarrollándose nuestro negocio; nuestra investigación y búsqueda de mejoras no se detiene. Y una vez encontramos la posibilidad de mejora, no podemos dejarlo pasar… lo hacemos”. 
 Es así que un emprendedor necesita innovar y un innovador que quiere que su idea “pase” debe ser emprendedor para llevarla a la acción.