Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Lo que me frustra

Redacción
13 de agosto, 2016

No entiendo como siempre nos la arreglamos para ser incoherentes a más no poder. Culpamos a la tele, revistas y películas de meternos en la cabeza como lucir, pero lo cierto es que también es culpa nuestra. Y mi generación tiene que admitirlo, por más triste y patético que sea: Lo visual es lo que importa.

Basta con ver los artículos relacionados con las Olimpíadas. Que si la mexicana Alexa Moreno está pasada de peso y eso le costó no pasar a siguiente ronda, porque ¿a quién le importa el talento? ¿A quién le importa el esfuerzo? Y sobre todo que todos los que estamos aquí criticándola ni en nuestros mejores sueños tendremos un poco de su habilidad. Que ahí en Río están los mejores cuerpos. Y lo están haciendo igual con los hombres y las mujeres que participan en Río, como si ellos trabajaran de una manera sobrehumana para que la gente y los medios se fijen en sus cuerpos y no en sus capacidades. Basta con darnos cuenta de los comentarios que hacemos día a día sobre las personas que nos rodean y su aspecto.

Pero sorprendentemente eso no es lo más molesto, lo que más incómoda. Para mí sin lugar a dudas es la manera tan hipócrita en la que nos conducimos diciendo que al final no tenemos que dejarnos guiar por los estereotipos del hombre y la mujer perfecta, que tenemos que amar nuestro cuerpo sin importar nuestra talla, color o forma. Que lo realmente importante no es el físico. Y al momento de un acontecimiento masivo, de un simple día en la Universidad nuestro discurso se va por un caño y hacemos de nuestra sociedad algo superficial, vacío y letal para todos los que no cumplimos con los estándares.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Me frustra que este sea un problema de mi generación, realmente me molesta que con el potencial que tiene la misma nos estemos preocupando más por estas cosas que de nada valen en el mundo real. O al menos quisiéramos que de nada valieran. Respecto a la frase de Antoine de Saint Exupéry, pues quisiera poder prescindir de mi sentido de la vista para poder ver y sentir lo realmente esencial, lo que sí importa, esas pequeñas cosas que valen.

También me alegran las personas que realmente aman su cuerpo, su mente y lo que son sin tener el doble discurso de mucho. Admiro su valor y el que le dan a otras personas para que crean en si mismas y en lo que pueden lograr.

Lo que me frustra

Redacción
13 de agosto, 2016

No entiendo como siempre nos la arreglamos para ser incoherentes a más no poder. Culpamos a la tele, revistas y películas de meternos en la cabeza como lucir, pero lo cierto es que también es culpa nuestra. Y mi generación tiene que admitirlo, por más triste y patético que sea: Lo visual es lo que importa.

Basta con ver los artículos relacionados con las Olimpíadas. Que si la mexicana Alexa Moreno está pasada de peso y eso le costó no pasar a siguiente ronda, porque ¿a quién le importa el talento? ¿A quién le importa el esfuerzo? Y sobre todo que todos los que estamos aquí criticándola ni en nuestros mejores sueños tendremos un poco de su habilidad. Que ahí en Río están los mejores cuerpos. Y lo están haciendo igual con los hombres y las mujeres que participan en Río, como si ellos trabajaran de una manera sobrehumana para que la gente y los medios se fijen en sus cuerpos y no en sus capacidades. Basta con darnos cuenta de los comentarios que hacemos día a día sobre las personas que nos rodean y su aspecto.

Pero sorprendentemente eso no es lo más molesto, lo que más incómoda. Para mí sin lugar a dudas es la manera tan hipócrita en la que nos conducimos diciendo que al final no tenemos que dejarnos guiar por los estereotipos del hombre y la mujer perfecta, que tenemos que amar nuestro cuerpo sin importar nuestra talla, color o forma. Que lo realmente importante no es el físico. Y al momento de un acontecimiento masivo, de un simple día en la Universidad nuestro discurso se va por un caño y hacemos de nuestra sociedad algo superficial, vacío y letal para todos los que no cumplimos con los estándares.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Me frustra que este sea un problema de mi generación, realmente me molesta que con el potencial que tiene la misma nos estemos preocupando más por estas cosas que de nada valen en el mundo real. O al menos quisiéramos que de nada valieran. Respecto a la frase de Antoine de Saint Exupéry, pues quisiera poder prescindir de mi sentido de la vista para poder ver y sentir lo realmente esencial, lo que sí importa, esas pequeñas cosas que valen.

También me alegran las personas que realmente aman su cuerpo, su mente y lo que son sin tener el doble discurso de mucho. Admiro su valor y el que le dan a otras personas para que crean en si mismas y en lo que pueden lograr.