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La primera encuesta electoral: alcances y límites de las encuestas

Edgar René Ortiz
11 de marzo, 2019

El pasado 6 de marzo la Fundación Libertad y Desarrollo lanzó laprimera encuestaelectoral 2019 en el IV Encuentro Ciudadano. La encuesta fue realizada porla firma CID Gallup de una muestra de1258 entrevistas de un universo de guatemaltecos mayores de 18 años yempadronados. Esto da un margen de error de un 2.8%.

Me gustaría aprovechar estaocasión para hacer algunas aclaraciones generales en torno a las encuestas deopinión ya que muchas veces son objeto de reproches que obvian algunos aspectosfundamentales.

¿Una muestra de 1258 no es muy pequeña?

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Naturalmente la estadística no esla asignatura favorita de muchos en el bachillerato y por eso tendemos asoslayar conceptos básicos. El tamaño de la muestra no es el factor másimportante sino qué tan representativa es la muestra. Es decir, lo importantees que se haga un muestreo al azar para incluir a personas de distintas edades,niveles de ingreso, lugares de residencia, etc. La muestra se hace de tal formaque cualquier persona tendría la misma probabilidad de ser seleccionado pararesponder la encuesta.

Valga como ejemplo las encuestaselectorales de los Estados Unidos donde de una población de más de 300 millonesde habitantes las encuestas se hacen con una muestra de 1002 entrevistados. Laencuesta que discutimos tiene más entrevistados en un país de aproximadamente17 millones de personas. Por eso insisto en que la preocupación debe estar enla representatividad de la muestra más que en el tamaño de la misma.

¿No fallan frecuentemente las encuestas?

La gente reclama con frecuenciaque las encuestas no aciertan. Se suele citar la victoria de Trump como unejemplo de esto ya que en 2016 la mayoría de encuestas daban a Clinton comoganadora de la presidencia. El caso es que las encuestas daban 3 puntos deventaja a Clinton en el voto popular y finalmente obtuvo 2 puntos de ventaja. Hastaahí las encuestas acertaron.

Por el sistema de colegioselectorales americano, Trump acabó ganando las elecciones pues en variosestados del llamado rust belt, laelección se tornó a favor de Trump por un estrecho margen. Por ejemplo, en Pennsylvania,Michigan y Wisconsin las encuestas daban a Clinton por ganadora y en las 6elecciones anteriores estos Estados habían votado demócrata. Finalmente, Trumpganó esos Estados por un margen muy pero muy estrecho.

Por otra parte, los «indecisos»fueron cruciales. Una encuesta de Pew Research demostró meses después que lamayoría de votantes indecisos se decantó por Trump.

Por otra parte, se discute que lamuestra de votantes pudo haber sobrerrepresentado a los estadounidenses quetienen títulos universitarios. Hay que recordar que la mayoría de votos paraTrump venía de votantes con bajo nivel educativo y de zonas rurales o deciudades pequeñas.

Otro caso frecuentemente citado es elde el proceso de paz en Colombia. La mayoría deencuestas daban por ganador al sí en el referendo convocadopor el entonces presidente Juan Manuel Santos. Finalmente, el no triunfó con uncerradísimo 50.2% de votos. El caso colombiano ilustra uno de los problemas quetienen las encuestadoras en Guatemala también.

Resulta que para tener una muestra representativase debe procurar que la composición de los encuestados corresponda a lascaracterísticas de la población en cuestión. La información marco que utilizanlas encuestadoras es la que proveen los Institutos Nacionales de Estadística.De ahí es que sabremos cuál es la población total, qué rangos de edades,composición étnica, ruralidad y urbanidad, etc. En Colombia el último censo erade 2005 y en Guatemala el último censo publicado es el de 2002.

Por lo tanto, ciertas imprecisionesque pueda haber al momento de construir la muestra en nuestro país dependen másbien de la calidad de datos que nos proporciona el Estado que del trabajo delas firmas encuestadoras. Aun así, suelen tener otras estimaciones paraintentar ajustar estas cifras. Esperemos que se publique próximamente el censopoblacional que se levantó el año pasado.

¿Confiamoso no en las encuestas?

Por supuesto que sí, si están bienhechas como la aludida al principio.  Loimportante es que comprendamos los límites de lo que nos pueden decir lasencuestas. En este caso hay que agregar un ingrediente adicional: es unaencuesta pre electoral ya que la campaña no ha comenzado formalmente. Lo queesta encuesta nos dicees que por nivel de conocimiento Sandra Torres está a la cabeza con 17.7%,Thelma Aldana en segundo lugar con 10.7% y Zury Ríos en tercer lugar con 7.9%.

También, no olvidemos, la encuesta nosdice que un poco más de un tercio de la población (34.4%) aún no sabe por quiénvotará. La encuesta nos da un claro diagnóstico de la posición en la que partenlos candidatos y de los límites que tienen aquellos candidatos que gozan de unbajo porcentaje de reconocimiento público ya que a ellos les resultará difícildarse a conocer en 90 días de campaña y luego traducir ese conocimiento a unvoto favorable efectivo. Ya veremos cómo se desenvuelve la campaña que arrancael próximo 18 de marzo. Las encuestas reproducen lo que la gente piensa en unmomento determinado. Las cosas cambian y cambiarán en los próximos meses.

La primera encuesta electoral: alcances y límites de las encuestas

Edgar René Ortiz
11 de marzo, 2019

El pasado 6 de marzo la Fundación Libertad y Desarrollo lanzó laprimera encuestaelectoral 2019 en el IV Encuentro Ciudadano. La encuesta fue realizada porla firma CID Gallup de una muestra de1258 entrevistas de un universo de guatemaltecos mayores de 18 años yempadronados. Esto da un margen de error de un 2.8%.

Me gustaría aprovechar estaocasión para hacer algunas aclaraciones generales en torno a las encuestas deopinión ya que muchas veces son objeto de reproches que obvian algunos aspectosfundamentales.

¿Una muestra de 1258 no es muy pequeña?

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Naturalmente la estadística no esla asignatura favorita de muchos en el bachillerato y por eso tendemos asoslayar conceptos básicos. El tamaño de la muestra no es el factor másimportante sino qué tan representativa es la muestra. Es decir, lo importantees que se haga un muestreo al azar para incluir a personas de distintas edades,niveles de ingreso, lugares de residencia, etc. La muestra se hace de tal formaque cualquier persona tendría la misma probabilidad de ser seleccionado pararesponder la encuesta.

Valga como ejemplo las encuestaselectorales de los Estados Unidos donde de una población de más de 300 millonesde habitantes las encuestas se hacen con una muestra de 1002 entrevistados. Laencuesta que discutimos tiene más entrevistados en un país de aproximadamente17 millones de personas. Por eso insisto en que la preocupación debe estar enla representatividad de la muestra más que en el tamaño de la misma.

¿No fallan frecuentemente las encuestas?

La gente reclama con frecuenciaque las encuestas no aciertan. Se suele citar la victoria de Trump como unejemplo de esto ya que en 2016 la mayoría de encuestas daban a Clinton comoganadora de la presidencia. El caso es que las encuestas daban 3 puntos deventaja a Clinton en el voto popular y finalmente obtuvo 2 puntos de ventaja. Hastaahí las encuestas acertaron.

Por el sistema de colegioselectorales americano, Trump acabó ganando las elecciones pues en variosestados del llamado rust belt, laelección se tornó a favor de Trump por un estrecho margen. Por ejemplo, en Pennsylvania,Michigan y Wisconsin las encuestas daban a Clinton por ganadora y en las 6elecciones anteriores estos Estados habían votado demócrata. Finalmente, Trumpganó esos Estados por un margen muy pero muy estrecho.

Por otra parte, los «indecisos»fueron cruciales. Una encuesta de Pew Research demostró meses después que lamayoría de votantes indecisos se decantó por Trump.

Por otra parte, se discute que lamuestra de votantes pudo haber sobrerrepresentado a los estadounidenses quetienen títulos universitarios. Hay que recordar que la mayoría de votos paraTrump venía de votantes con bajo nivel educativo y de zonas rurales o deciudades pequeñas.

Otro caso frecuentemente citado es elde el proceso de paz en Colombia. La mayoría deencuestas daban por ganador al sí en el referendo convocadopor el entonces presidente Juan Manuel Santos. Finalmente, el no triunfó con uncerradísimo 50.2% de votos. El caso colombiano ilustra uno de los problemas quetienen las encuestadoras en Guatemala también.

Resulta que para tener una muestra representativase debe procurar que la composición de los encuestados corresponda a lascaracterísticas de la población en cuestión. La información marco que utilizanlas encuestadoras es la que proveen los Institutos Nacionales de Estadística.De ahí es que sabremos cuál es la población total, qué rangos de edades,composición étnica, ruralidad y urbanidad, etc. En Colombia el último censo erade 2005 y en Guatemala el último censo publicado es el de 2002.

Por lo tanto, ciertas imprecisionesque pueda haber al momento de construir la muestra en nuestro país dependen másbien de la calidad de datos que nos proporciona el Estado que del trabajo delas firmas encuestadoras. Aun así, suelen tener otras estimaciones paraintentar ajustar estas cifras. Esperemos que se publique próximamente el censopoblacional que se levantó el año pasado.

¿Confiamoso no en las encuestas?

Por supuesto que sí, si están bienhechas como la aludida al principio.  Loimportante es que comprendamos los límites de lo que nos pueden decir lasencuestas. En este caso hay que agregar un ingrediente adicional: es unaencuesta pre electoral ya que la campaña no ha comenzado formalmente. Lo queesta encuesta nos dicees que por nivel de conocimiento Sandra Torres está a la cabeza con 17.7%,Thelma Aldana en segundo lugar con 10.7% y Zury Ríos en tercer lugar con 7.9%.

También, no olvidemos, la encuesta nosdice que un poco más de un tercio de la población (34.4%) aún no sabe por quiénvotará. La encuesta nos da un claro diagnóstico de la posición en la que partenlos candidatos y de los límites que tienen aquellos candidatos que gozan de unbajo porcentaje de reconocimiento público ya que a ellos les resultará difícildarse a conocer en 90 días de campaña y luego traducir ese conocimiento a unvoto favorable efectivo. Ya veremos cómo se desenvuelve la campaña que arrancael próximo 18 de marzo. Las encuestas reproducen lo que la gente piensa en unmomento determinado. Las cosas cambian y cambiarán en los próximos meses.