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El socialismo del siglo XXI convirtió a Bolivia en base de Irán contra las Américas

La identificación de extranjeros como ciudadanos con pasaporte del estado plurinacional de Bolivia es parte  de los servicios de la dictadura satélite al sistema de crimen organizado trasnacional.

El ex presidente boliviano (2006-2019), Evo Morales posa para una fotografía durante el 10º congreso del Movimiento al Socialismo (MAS) en la localidad de Lauca Ñ, Bolivia, el 4 de octubre de 2023. (Foto por PABLO RIVERA / AFP).
Carlos Sánchez Berzaín |
22 de abril, 2024

Con más de 300 presos políticos y sin ningún elemento esencial de la democracia en vigencia, Bolivia es la “dictadura invisible” o la “dictadura ignorada”, cuya tolerancia por las democracias trae gravísimas consecuencias para la paz y seguridad internacionales. El régimen boliviano es satélite del socialismo del siglo XXI o castrochavismo que, bajo mando de Cuba integra Venezuela, Nicaragua, ha convertido a Bolivia en narcoestado y en la base de Irán contra las Américas.

Por su posición geoestratégica y sus recursos naturales, Bolivia fue un objetivo temprano y permanente de la dictadura de Cuba como operadora regional de la Unión Soviética en el marco de la Guerra Fría, lo que llevó la invasión guerrillera de 1967, que terminó con la muerte del Che Guevara.

La desestabilización y destrucción de la democracia en Bolivia fue un proceso trasnacional dirigido y operado por el hoy llamado socialismo del siglo XXI o castrochavismo, que con hechos históricos que se van esclareciendo, incluyendo la participación del descubierto espía de Cuba Manuel Rocha -que era el Embajador de EE. UU. en Bolivia- que, con violencia y alevosía, llevaron al  poder al jefe de los productores de cocaína Evo Morales, cuyos crímenes y procesamiento penal fueron protegidos por el exitoso espía quien además impulsó su candidatura.

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Desde el golpe de estado del 17 de octubre de 2003, en más de dos décadas de la ruptura democrática en Bolivia, han suplantado la Constitución Política del Estado mediante una inconstitucional “asamblea constituyente”, que también suplantada sirvió de mascarón para que la intervención castrochavista creara el “estado plurinacional”, imponiendo el sistema del “constitucionalismo dictatorial” de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

El régimen de Evo Morales y Luis Arce no es nacional boliviano, es  entreguista y de alta traición a la Patria, se trata de la expansión castrista “antiimperialista” del siglo pasado, convertido con Hugo Chávez en castrochavismo en el siglo XXI, que ha puesto a Bolivia al servicio de las dictaduras, incluyendo su política exterior que responde al rumbo e intereses de la dictadura de Cuba, la dictadura jefe a la que Morales, Arce y todo su grupo deben la toma y permanencia en el poder.

La política exterior de la República de Bolivia fue sustituida por el castrochavismo con la “defensa de la legalización de las drogas” y la apertura e intensificación de “relaciones con dictaduras antiimperialistas” o anti EE. UU. como son China, Rusia, Irán, Corea del Norte.  Lo prueban el intercambio diplomático, propuestas y votaciones del “estado plurinacional”.

En el marco de la “Primera Guerra Global” que vive hoy la humanidad, Bolivia integra el grupo de las dictaduras. Respalda a Rusia en la invasión a Ucrania, depende de China a la que adeuda indeterminadas sumas cuya inversión no se puede justificar y es la “Base de Irán”, porque es el “lugar donde se concentra personal y equipo para, partiendo de él, organizar expediciones o campañas”. Por indicación de Cuba, el respaldo a Irán ha incluido la ruptura de relaciones con Israel y el apoyo al terrorismo internacional.

La identificación de extranjeros como ciudadanos con pasaporte del estado plurinacional de Bolivia es parte  de los servicios de la dictadura satélite al sistema de crimen organizado trasnacional.

Bolivia en democracia NO tenía relaciones con Irán; las impuso Cuba y las abrió Evo Morales el 8 de septiembre de 2007. Desde entonces, Bolivia es objeto de penetración religiosa, cultural, económica y militar por parte de la dictadura teocrática de Irán, que “incluye el fortalecimiento de las redes de Hezbolá”.

Bolivia es la base en la que Irán ha instalado la red de televisión “Abya Yala Televisión”; desarrollado “cooperación científica y cultural” que incluye “inversiones empresariales”; “presencia poderosa de representantes iraníes de las fuerzas revolucionarias”; “un hospital cerca de La Paz”, y “tiene presencia en las universidades, así como una embajada desproporcionadamente grande”. En agosto de 2016, junto con Nicaragua y Venezuela crearon la “Escuela Antiimperialista del Alba”; en 2023 luego de la visita de Morales y Arce a Cuba se firmó el “acuerdo de cooperación militar estratégico con detalles desconocidos por ser secretos”, pero “el gobierno e Bolivia admitió que el acuerdo con Irán incluye drones, lanchas y ciberseguridad” y más.

La dictadura de Bolivia puso en marcha un proyecto nuclear en la ciudad de El Alto. El 29 de octubre de 2019, Morales anunció que “Irán ayudará a Bolivia con una planta nuclear”; la empresa rusa Rosatom instaló “la vasija que albergará el propio reactor nuclear cuya inauguración ha sido pospuesta para 2025”.  El régimen boliviano ha entregado el control del litio y el uranio del país a China, Rusia e Irán.

La identificación de extranjeros como ciudadanos con pasaporte del estado plurinacional de Bolivia es parte  de los servicios de la dictadura satélite al sistema de crimen organizado trasnacional. Por ejemplo, "como país del Mercosur los bolivianos tienen la capacidad de ingresar y residir en la Argentina hasta dos años, sin necesidad de acreditar ningún documento…”

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

www.carlossanchezberzain.com

El socialismo del siglo XXI convirtió a Bolivia en base de Irán contra las Américas

La identificación de extranjeros como ciudadanos con pasaporte del estado plurinacional de Bolivia es parte  de los servicios de la dictadura satélite al sistema de crimen organizado trasnacional.

Carlos Sánchez Berzaín |
22 de abril, 2024
El ex presidente boliviano (2006-2019), Evo Morales posa para una fotografía durante el 10º congreso del Movimiento al Socialismo (MAS) en la localidad de Lauca Ñ, Bolivia, el 4 de octubre de 2023. (Foto por PABLO RIVERA / AFP).

Con más de 300 presos políticos y sin ningún elemento esencial de la democracia en vigencia, Bolivia es la “dictadura invisible” o la “dictadura ignorada”, cuya tolerancia por las democracias trae gravísimas consecuencias para la paz y seguridad internacionales. El régimen boliviano es satélite del socialismo del siglo XXI o castrochavismo que, bajo mando de Cuba integra Venezuela, Nicaragua, ha convertido a Bolivia en narcoestado y en la base de Irán contra las Américas.

Por su posición geoestratégica y sus recursos naturales, Bolivia fue un objetivo temprano y permanente de la dictadura de Cuba como operadora regional de la Unión Soviética en el marco de la Guerra Fría, lo que llevó la invasión guerrillera de 1967, que terminó con la muerte del Che Guevara.

La desestabilización y destrucción de la democracia en Bolivia fue un proceso trasnacional dirigido y operado por el hoy llamado socialismo del siglo XXI o castrochavismo, que con hechos históricos que se van esclareciendo, incluyendo la participación del descubierto espía de Cuba Manuel Rocha -que era el Embajador de EE. UU. en Bolivia- que, con violencia y alevosía, llevaron al  poder al jefe de los productores de cocaína Evo Morales, cuyos crímenes y procesamiento penal fueron protegidos por el exitoso espía quien además impulsó su candidatura.

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Desde el golpe de estado del 17 de octubre de 2003, en más de dos décadas de la ruptura democrática en Bolivia, han suplantado la Constitución Política del Estado mediante una inconstitucional “asamblea constituyente”, que también suplantada sirvió de mascarón para que la intervención castrochavista creara el “estado plurinacional”, imponiendo el sistema del “constitucionalismo dictatorial” de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

El régimen de Evo Morales y Luis Arce no es nacional boliviano, es  entreguista y de alta traición a la Patria, se trata de la expansión castrista “antiimperialista” del siglo pasado, convertido con Hugo Chávez en castrochavismo en el siglo XXI, que ha puesto a Bolivia al servicio de las dictaduras, incluyendo su política exterior que responde al rumbo e intereses de la dictadura de Cuba, la dictadura jefe a la que Morales, Arce y todo su grupo deben la toma y permanencia en el poder.

La política exterior de la República de Bolivia fue sustituida por el castrochavismo con la “defensa de la legalización de las drogas” y la apertura e intensificación de “relaciones con dictaduras antiimperialistas” o anti EE. UU. como son China, Rusia, Irán, Corea del Norte.  Lo prueban el intercambio diplomático, propuestas y votaciones del “estado plurinacional”.

En el marco de la “Primera Guerra Global” que vive hoy la humanidad, Bolivia integra el grupo de las dictaduras. Respalda a Rusia en la invasión a Ucrania, depende de China a la que adeuda indeterminadas sumas cuya inversión no se puede justificar y es la “Base de Irán”, porque es el “lugar donde se concentra personal y equipo para, partiendo de él, organizar expediciones o campañas”. Por indicación de Cuba, el respaldo a Irán ha incluido la ruptura de relaciones con Israel y el apoyo al terrorismo internacional.

La identificación de extranjeros como ciudadanos con pasaporte del estado plurinacional de Bolivia es parte  de los servicios de la dictadura satélite al sistema de crimen organizado trasnacional.

Bolivia en democracia NO tenía relaciones con Irán; las impuso Cuba y las abrió Evo Morales el 8 de septiembre de 2007. Desde entonces, Bolivia es objeto de penetración religiosa, cultural, económica y militar por parte de la dictadura teocrática de Irán, que “incluye el fortalecimiento de las redes de Hezbolá”.

Bolivia es la base en la que Irán ha instalado la red de televisión “Abya Yala Televisión”; desarrollado “cooperación científica y cultural” que incluye “inversiones empresariales”; “presencia poderosa de representantes iraníes de las fuerzas revolucionarias”; “un hospital cerca de La Paz”, y “tiene presencia en las universidades, así como una embajada desproporcionadamente grande”. En agosto de 2016, junto con Nicaragua y Venezuela crearon la “Escuela Antiimperialista del Alba”; en 2023 luego de la visita de Morales y Arce a Cuba se firmó el “acuerdo de cooperación militar estratégico con detalles desconocidos por ser secretos”, pero “el gobierno e Bolivia admitió que el acuerdo con Irán incluye drones, lanchas y ciberseguridad” y más.

La dictadura de Bolivia puso en marcha un proyecto nuclear en la ciudad de El Alto. El 29 de octubre de 2019, Morales anunció que “Irán ayudará a Bolivia con una planta nuclear”; la empresa rusa Rosatom instaló “la vasija que albergará el propio reactor nuclear cuya inauguración ha sido pospuesta para 2025”.  El régimen boliviano ha entregado el control del litio y el uranio del país a China, Rusia e Irán.

La identificación de extranjeros como ciudadanos con pasaporte del estado plurinacional de Bolivia es parte  de los servicios de la dictadura satélite al sistema de crimen organizado trasnacional. Por ejemplo, "como país del Mercosur los bolivianos tienen la capacidad de ingresar y residir en la Argentina hasta dos años, sin necesidad de acreditar ningún documento…”

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

www.carlossanchezberzain.com