Empezando el año y se avisoran escenarios poco alentadores
Todo lo anterior, son parámetros que podrían afectar la economía de nuestro país al ser socios comerciales de américa del norte.
Las notas recurrentes de los medios masivos de comunicación, dan cuenta de un repunte de contagios de la enfermedad de COVID, y aunque oficialmente no está reconocido, es indudable que la nueva variante denominada ÓMICRON ya está en Guatemala. El país inicia el año con apenas un 27% de su población vacunada, de esta cifra, sólo el 41% cuenta con la segunda dosis, el resto, es decir el 58%, sólo cuenta con una aplicación y el pinchazo de refuerzo no llega ni al 1%; pero dentro de lo malo, lo bueno, según información internacional, la variante Ómicron aunque es 70 veces más contagiosa, no es tan letal como sus antecesoras, la información indica que su sintomatología es similar a la de un resfriado común; menciono esto, sin pretender minimizar el riesgo del virus.
El aumento de la violencia criminal reportada como consecuencia de la flexibilización de las restricciones, será un factor a tomar en cuenta este año, es indudable que el desempleo, el cierre de negocios individuales, ya sean formales o informales y el alto costo de la vida, son causales a tomar en cuenta que dan como resultado el incremento de esta violencia, y aunque algunos “expertos” sugieren la necesidad de un mayor fortalecimiento de la Policía Nacional Civil, en opinión de este columnista, es la búsqueda del desarrollo económico de las personas el único camino para frenar este flagelo.
La situación de conflictividad entre los pobladores de Nahualá sigue en escalada, y aunque el gobierno decretó un Estado de Sitio. Esto no ha repercutido en ninguna forma para detener los disturbios en la región, y lo que es peor, no se vislumbra ninguna solución en el corto plazo, el Gobierno continúa con un diálogo que ha demostrado ser inservible para resolver esta disputa, y hasta hoy, no se sabe de ninguna otra acción que se piense implementar para concluir este conflicto territorial.
La inflación que en Estados Unidos recientemente llegó al punto más alto de los últimos 13 años, ha provocado que los ciudadanos de esa nación estén sintiendo en el bolsillo el aumento de precios como la gasolina, los alimentos y la vivienda. A esto se suma la escasez de miles de productos, situación que parece increíble que esté ocurriendo en ese país, expertos en economía se muestran preocupados y con serias dudas de cómo resolver la situación económica imperante, condiciones como el escaso interés de numerosas personas de regresar a la fuerza laboral. Sumado a las renuncias de la clase trabajadora que sólo en agosto del 2021 llegó al 4%, es decir casi 4 millones de personas, y en noviembre a un record de 4.5 millones más de individuos que decidieron dejar sus trabajos se agregó a los problemas de las cadenas globales de suministros y la incertidumbre de posibles restricciones que podrían afectar nuevamente el comercio como consecuencia de la nueva ola de contagios por la variante Ómicron. Todo lo anterior, son parámetros que podrían afectar la economía de nuestro país al ser socios comerciales de américa del norte.
El inicio de año, que se conoce como la cuesta de enero, reflejo de los gastos de fin de año, el pago de inscripciones escolares y el inicio de la peregrinación de padres de familia a las librerías y papelerías del país en busca de los mejores precios para los útiles escolares y en muchos casos telas para uniformes, será un termómetro de medición en el que no será raro escuchar que muchas familias se verán afectadas y sorprendidas por el alza de precios en esos productos derivado de la inflación señalada; es por esto que según los analistas esta famosa “cuesta” podrá prolongarse este 2022 hasta mediados de año, se preguntará usted, por qué hasta medio año, pues es muy sencillo, es cuando los trabajadores reciben el bono 14, el cual, vendría a dar un respiro a los compromisos económicos adquiridos en enero.
Para finalizar esta columna, me permito hacerles una recomendación, estos días, los amigos de lo ajeno, estarán atentos para sorprender a más de alguna persona que se encuentre en el ajetreo de las compras escolares de enero, así que esté atento a cualquier movimiento sospechoso, de igual forma, como se mencionó al inicio de esta columna. La variante Ómicron, que tiene la característica de ser tremendamente contagiosa ya está entre nosotros, así que traten de evitar lugares u horarios de altas afluencias, recuerde que esos días no faltarán las aglomeraciones, apretujones y empujones en estos comercios, trate de no dejar para de último, como solemos hacer los guatemaltecos, estas compras, no vale la pena arriesgar la salud o la vida por unos libros o cuadernos.
Empezando el año y se avisoran escenarios poco alentadores
Todo lo anterior, son parámetros que podrían afectar la economía de nuestro país al ser socios comerciales de américa del norte.
Las notas recurrentes de los medios masivos de comunicación, dan cuenta de un repunte de contagios de la enfermedad de COVID, y aunque oficialmente no está reconocido, es indudable que la nueva variante denominada ÓMICRON ya está en Guatemala. El país inicia el año con apenas un 27% de su población vacunada, de esta cifra, sólo el 41% cuenta con la segunda dosis, el resto, es decir el 58%, sólo cuenta con una aplicación y el pinchazo de refuerzo no llega ni al 1%; pero dentro de lo malo, lo bueno, según información internacional, la variante Ómicron aunque es 70 veces más contagiosa, no es tan letal como sus antecesoras, la información indica que su sintomatología es similar a la de un resfriado común; menciono esto, sin pretender minimizar el riesgo del virus.
El aumento de la violencia criminal reportada como consecuencia de la flexibilización de las restricciones, será un factor a tomar en cuenta este año, es indudable que el desempleo, el cierre de negocios individuales, ya sean formales o informales y el alto costo de la vida, son causales a tomar en cuenta que dan como resultado el incremento de esta violencia, y aunque algunos “expertos” sugieren la necesidad de un mayor fortalecimiento de la Policía Nacional Civil, en opinión de este columnista, es la búsqueda del desarrollo económico de las personas el único camino para frenar este flagelo.
La situación de conflictividad entre los pobladores de Nahualá sigue en escalada, y aunque el gobierno decretó un Estado de Sitio. Esto no ha repercutido en ninguna forma para detener los disturbios en la región, y lo que es peor, no se vislumbra ninguna solución en el corto plazo, el Gobierno continúa con un diálogo que ha demostrado ser inservible para resolver esta disputa, y hasta hoy, no se sabe de ninguna otra acción que se piense implementar para concluir este conflicto territorial.
La inflación que en Estados Unidos recientemente llegó al punto más alto de los últimos 13 años, ha provocado que los ciudadanos de esa nación estén sintiendo en el bolsillo el aumento de precios como la gasolina, los alimentos y la vivienda. A esto se suma la escasez de miles de productos, situación que parece increíble que esté ocurriendo en ese país, expertos en economía se muestran preocupados y con serias dudas de cómo resolver la situación económica imperante, condiciones como el escaso interés de numerosas personas de regresar a la fuerza laboral. Sumado a las renuncias de la clase trabajadora que sólo en agosto del 2021 llegó al 4%, es decir casi 4 millones de personas, y en noviembre a un record de 4.5 millones más de individuos que decidieron dejar sus trabajos se agregó a los problemas de las cadenas globales de suministros y la incertidumbre de posibles restricciones que podrían afectar nuevamente el comercio como consecuencia de la nueva ola de contagios por la variante Ómicron. Todo lo anterior, son parámetros que podrían afectar la economía de nuestro país al ser socios comerciales de américa del norte.
El inicio de año, que se conoce como la cuesta de enero, reflejo de los gastos de fin de año, el pago de inscripciones escolares y el inicio de la peregrinación de padres de familia a las librerías y papelerías del país en busca de los mejores precios para los útiles escolares y en muchos casos telas para uniformes, será un termómetro de medición en el que no será raro escuchar que muchas familias se verán afectadas y sorprendidas por el alza de precios en esos productos derivado de la inflación señalada; es por esto que según los analistas esta famosa “cuesta” podrá prolongarse este 2022 hasta mediados de año, se preguntará usted, por qué hasta medio año, pues es muy sencillo, es cuando los trabajadores reciben el bono 14, el cual, vendría a dar un respiro a los compromisos económicos adquiridos en enero.
Para finalizar esta columna, me permito hacerles una recomendación, estos días, los amigos de lo ajeno, estarán atentos para sorprender a más de alguna persona que se encuentre en el ajetreo de las compras escolares de enero, así que esté atento a cualquier movimiento sospechoso, de igual forma, como se mencionó al inicio de esta columna. La variante Ómicron, que tiene la característica de ser tremendamente contagiosa ya está entre nosotros, así que traten de evitar lugares u horarios de altas afluencias, recuerde que esos días no faltarán las aglomeraciones, apretujones y empujones en estos comercios, trate de no dejar para de último, como solemos hacer los guatemaltecos, estas compras, no vale la pena arriesgar la salud o la vida por unos libros o cuadernos.