El refranero del idioma castellano es muy rico en la experiencia y sentido común con el que se aporta experiencia. Circunstancias y situaciones en las que a veces existen personajes que dejan marcada su huella. Uno de ellos es el poderoso senador Bob Menéndez demócrata por el estado de New Jersey y miembro y presidente del importantísimo Comité de Relaciones Internacionales del Senado y quién en no pocas ocasiones ha sido severo crítico de Guatemala en diferentes temas.

Siendo demócrata y de origen latino, sus opiniones sobre Latinoamérica y sobre países latinoamericanos pesaban en el poderoso Comite que incluso llegó a presidir. Menéndez nació en New York hijo de padres cubanos y llegó al Senado en el año 2006 y desde entonces hasta la fecha sigue representando a New Jersey.

Uno de los temas que el senador Menéndez atacó con la fuerza de su cargo fué en 2018 cuando el gobierno que presidía Jimmy Morales tomó la decisión de no renovar a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Menéndez como otros senadores demócratas y republicanos presionaron al gobierno para que la CICIG continuara en 2018. Y es importante esa fecha porque mientras esto sucedía, la semana pasada en una acusación de 39 páginas, los fiscales federales acusaron el viernes a Robert (Bob) Menéndez, el poderoso senador de Nueva Jersey y presidente demócrata del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, de aceptar sobornos que incluían un automóvil de lujo, costosas máquinas de ejercicio, pagos de hipotecas y lingotes de oro. y más de 500.000 dólares en efectivo.

Menéndez ha mantenido su inocencia, acusando a los fiscales federales de Manhattan que presentaron el caso de tergiversar el trabajo rutinario del Congreso.

Resulta que el senador Menéndez cuando vociferaba a favor de CICIG la fiscalía federal le investigaba ya en 2008 por tráfico de influencias a favor de ciudadanos egipcios para la obtención de ayuda militar para Egipto entre otras actividades delictuosas descritas en la acusación de 39 páginas.

En un momento de 2018, dijeron los fiscales, Menéndez envió un mensaje de texto con información “altamente sensible” del Departamento de Estado sobre los empleados de la Embajada de Estados Unidos en El Cairo.

Por de pronto el senador Menéndez ha renunciado a ser presidente y miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales del Senado de los Estados Unidos y no ha renunciado a la posición de Senador por el estado de New Jersey.

El caso del senador Menéndez tiene implicaciones muy profundas en la política interna y por supuesto externa de los Estados Unidos dados los temas tan sensibles que se trataban en el Comité de Asuntos Internacionales los que van desde presupuestos en ayuda exterior hasta sanciones por razones de política exterior. La visión de luz y faro que supuestamente guían a los Estados Unidos de América y a sus funcionarios, especialmente de las calidades del señor Menéndez, deja en entredicho las acciones oficiales que conducía y afectaba a tantísimas personas en prácticamente todo el mundo.

A pesar de la amplia cobertura de los medios de comunicación más importantes de los Estados Unidos, en Guatemala es poco cuando mucho lo que se ha escuchado, escrito o visto de semejante acusación presentada por la Fiscalía contra tan poderoso político. En alguna medida la actuación de los medios de comunicación locales contrasta contra la cobertura de las declaraciones de Menéndez en defensa de la CICIG en aquél 2018 cuando ya los delitos que se le imputan se estaban cometiendo.

Bien dice el sabio refranero ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre porque “candil de la calle, obscuridad de tu casa”. !Hasta la próxima!