La conectividad digital es un motor clave para el crecimiento económico sostenible. Facilita la creación de nuevos negocios y la expansión de empresas existentes. El comercio electrónico, impulsado por la conectividad digital, ha revolucionado la forma en que las empresas llegan a los consumidores y ha abierto oportunidades de mercado a nivel global. Además, la inversión en tecnología y la automatización de procesos empresariales se ven impulsadas por una infraestructura de conectividad robusta, lo que aumenta la productividad y la eficiencia en las empresas.

Brinda a la población acceso a una vasta cantidad de información y servicios en línea. Esto incluye acceso a atención médica en línea, educación a distancia, servicios gubernamentales electrónicos y una variedad de aplicaciones y plataformas que mejoran la calidad de vida de las personas. Facilita la consulta de información médica, la realización de trámites gubernamentales sin necesidad de desplazarse y el acceso a entretenimiento y cultura.

La conectividad digital fomenta la innovación al permitir la colaboración y la transferencia de conocimientos entre empresas, instituciones académicas y centros de investigación. Esto hace que un país sea más competitivo en la economía global, ya que puede desarrollar y adoptar tecnologías de vanguardia de manera más rápida. La innovación también es un motor clave para la creación de empleo y el crecimiento a largo plazo.

La sociedad digital exige habilidades digitales, desde el uso básico de herramientas en línea hasta la programación y la ciberseguridad. La conectividad digital brinda oportunidades para adquirir y desarrollar estas habilidades, lo que ayuda a la población a mantenerse actualizados en el mercado laboral en constante evolución.

Promueve la participación ciudadana al facilitar la comunicación y la interacción en línea. Esto puede incluir la votación electrónica, la comunicación con representantes gubernamentales, la organización de movimientos sociales y la rendición de cuentas del gobierno a través de la transparencia de datos y la comunicación en línea.

La inversión en infraestructura de conectividad digital puede contribuir significativamente a reducir la brecha digital, que es la diferencia en el acceso a la tecnología y la información entre diferentes regiones geográficas y grupos socioeconómicos. Al garantizar que incluso las áreas rurales y desfavorecidas tengan acceso a Internet, se promueve la igualdad de oportunidades y se evita que ciertos segmentos de la población queden rezagados en la sociedad digital.

La conectividad digital permite la monitorización en tiempo real y el control de sistemas y procesos, lo que mejora la eficiencia en el uso de recursos como la energía, el agua y el transporte. Esto tiene un impacto positivo en la sostenibilidad y en la gestión eficiente de los recursos.

Los países con una infraestructura de conectividad sólida suelen ser más atractivos para la inversión extranjera. La presencia de una red de alta velocidad y tecnológicamente avanzada puede impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo, ya que las empresas internacionales buscan establecerse en lugares con acceso a la tecnología y una fuerza laboral capacitada.

En resumen, la conectividad digital es esencial para el desarrollo y la prosperidad de un país en la era actual. No solo impulsa la economía y la innovación, sino que también mejora la calidad de vida de la población, promueve la igualdad de oportunidades, fortalece la participación ciudadana y aumenta la competitividad a nivel global. Por lo tanto, invertir en infraestructura de conectividad digital y promover el acceso universal a Internet son inversiones estratégicas que pueden marcar la diferencia en el crecimiento y el bienestar de una nación.  Espero por el bien de todo el país, que el Plan Nacional de Conectividad Nacional sea aplicado al 100%.