Sin embargo, Maúl opina que así como está la Ley, sin ternas y sin comisión de postulación, podría hacerse más transparente la elección. “Lo que preocupa es el secretismo que existe; la gente tiene derecho a saber quiénes podrían ser los profesionales que optarían a este importante cargo. Es cuestión de tener la voluntad de hacerlo”, refiere.
Para el diputado uneísta Carlos Barreda, quien fue viceministro de Finanzas, en las últimas semanas el BANGUAT ha sufrido un debilitamiento a causa de las actitudes de su actual presidente, Edgar Barquín. “Al hacer uso de su cargo y de los recursos de la institución para hacerse campaña política, ha empañado a una institución caracterizada por su sobriedad”, asegura.
El perfil idóneo para la macroeconomía
La citada ley también señala que el Presidente del Banguat debe ser una persona de reconocida honorabilidad y de notoria preparación y competencia en materia económica y financiera. “Es muy deseable que tenga una larga experiencia y que conozca la institución por dentro”, dice González. De su buen actuar depende la política macroeconómica del país.
Maúl también señala que debe optarse por alguien que haya adquirido experiencia en la institución. “Más allá de lo que establezca la ley, la responsabilidad de dirigir el Banco Central requiere de escoger a personas con capacidad técnica comprobada, con independencia de criterio y sin vinculaciones económicas y políticas”, detalla.
Por su parte, Barreda señala que quien dirija el Bnguat debe llenar los requisitos técnicos porque muchas veces prevalecen los afines al partido oficial. “Debe ser una persona con mucha preparación; por esa razón es de los puestos mejor pagados del Estado porque estamos hablando de un profesional que se ha especializado dentro y fuera del país y tiene una carrera sólida”, explica.
Sus funciones
Llenar los requisitos para optar a este cargo le permitirá al nuevo funcionario cumplir con sus funciones. La misma ley orgánica señala que dentro de las atribuciones del Presidente de la Junta Monetaria y del Banco de Guatemala están las siguientes:
1.Proponer a la Junta Monetaria la política monetaria, cambiaria y crediticia, incluyendo las metas programadas, así como las medidas y acciones que coadyuven a su efectiva ejecución.
2.Atender las relaciones con las autoridades y organismos del Estado, particularmente con el Organismo Ejecutivo, y procurar la coordinación de las políticas económicas, financieras y fiscales del Estado, con la política monetaria, cambiaria y crediticia, para lo cual asistirá al gabinete general y a los específicos a que sea convocado.
3.Velar por la correcta ejecución de la política monetaria, cambiaria y crediticia determinada por la Junta Monetaria.
4.Ejercer la representación legal principal del Banco de Guatemala, judicial y extrajudicialmente.
5.Autorizar con su firma, juntamente con la del Gerente General del Banco de Guatemala, los billetes que emita el Banco Central.
6.Dirigir y promover la divulgación de las actuaciones de la Junta Monetaria.
7.Resolver los asuntos que no estuvieren reservados a la decisión de la Junta Monetaria.
En el mismo decreto se señala que este cargo es incompatible con el ejercicio de cualquier otro cargo público o privado, ya sea remunerado o ad honorem. Se hace excepción de los cargos de carácter docente y de los que se relacionen con la dirección del Banguat y de la política monetaria, cambiaria y crediticia, o que se deriven de mandato legal o de reglamentos y demás disposiciones aplicables emitidos por la Junta Monetaria.
“Aunque el espíritu de la ley trata de evitar que se haga una elección política, dada la discrecionalidad que rodea este nombramiento, lo más seguro es que sean los vínculos políticos los que determinen quién resulte favorecido”, refiere Maúl.
Para Barrera, en esta elección también hay intereses políticos como en la Superintendecia de Bancos, el Ministerio Público (MP), Corte Suprema de Justicia (CSJ), Contraloría General de Cuentas (CGC), entre otras instituciones. “Tener personas afines en esos puestos les puede ayudar en un año electoral, pues pueden bloquear a sus rivales pero también están buscando protegerse ellos mismos”, finaliza.
Sin embargo, Maúl opina que así como está la Ley, sin ternas y sin comisión de postulación, podría hacerse más transparente la elección. “Lo que preocupa es el secretismo que existe; la gente tiene derecho a saber quiénes podrían ser los profesionales que optarían a este importante cargo. Es cuestión de tener la voluntad de hacerlo”, refiere.
Para el diputado uneísta Carlos Barreda, quien fue viceministro de Finanzas, en las últimas semanas el BANGUAT ha sufrido un debilitamiento a causa de las actitudes de su actual presidente, Edgar Barquín. “Al hacer uso de su cargo y de los recursos de la institución para hacerse campaña política, ha empañado a una institución caracterizada por su sobriedad”, asegura.
El perfil idóneo para la macroeconomía
La citada ley también señala que el Presidente del Banguat debe ser una persona de reconocida honorabilidad y de notoria preparación y competencia en materia económica y financiera. “Es muy deseable que tenga una larga experiencia y que conozca la institución por dentro”, dice González. De su buen actuar depende la política macroeconómica del país.
Maúl también señala que debe optarse por alguien que haya adquirido experiencia en la institución. “Más allá de lo que establezca la ley, la responsabilidad de dirigir el Banco Central requiere de escoger a personas con capacidad técnica comprobada, con independencia de criterio y sin vinculaciones económicas y políticas”, detalla.
Por su parte, Barreda señala que quien dirija el Bnguat debe llenar los requisitos técnicos porque muchas veces prevalecen los afines al partido oficial. “Debe ser una persona con mucha preparación; por esa razón es de los puestos mejor pagados del Estado porque estamos hablando de un profesional que se ha especializado dentro y fuera del país y tiene una carrera sólida”, explica.
Sus funciones
Llenar los requisitos para optar a este cargo le permitirá al nuevo funcionario cumplir con sus funciones. La misma ley orgánica señala que dentro de las atribuciones del Presidente de la Junta Monetaria y del Banco de Guatemala están las siguientes:
1.Proponer a la Junta Monetaria la política monetaria, cambiaria y crediticia, incluyendo las metas programadas, así como las medidas y acciones que coadyuven a su efectiva ejecución.
2.Atender las relaciones con las autoridades y organismos del Estado, particularmente con el Organismo Ejecutivo, y procurar la coordinación de las políticas económicas, financieras y fiscales del Estado, con la política monetaria, cambiaria y crediticia, para lo cual asistirá al gabinete general y a los específicos a que sea convocado.
3.Velar por la correcta ejecución de la política monetaria, cambiaria y crediticia determinada por la Junta Monetaria.
4.Ejercer la representación legal principal del Banco de Guatemala, judicial y extrajudicialmente.
5.Autorizar con su firma, juntamente con la del Gerente General del Banco de Guatemala, los billetes que emita el Banco Central.
6.Dirigir y promover la divulgación de las actuaciones de la Junta Monetaria.
7.Resolver los asuntos que no estuvieren reservados a la decisión de la Junta Monetaria.
En el mismo decreto se señala que este cargo es incompatible con el ejercicio de cualquier otro cargo público o privado, ya sea remunerado o ad honorem. Se hace excepción de los cargos de carácter docente y de los que se relacionen con la dirección del Banguat y de la política monetaria, cambiaria y crediticia, o que se deriven de mandato legal o de reglamentos y demás disposiciones aplicables emitidos por la Junta Monetaria.
“Aunque el espíritu de la ley trata de evitar que se haga una elección política, dada la discrecionalidad que rodea este nombramiento, lo más seguro es que sean los vínculos políticos los que determinen quién resulte favorecido”, refiere Maúl.
Para Barrera, en esta elección también hay intereses políticos como en la Superintendecia de Bancos, el Ministerio Público (MP), Corte Suprema de Justicia (CSJ), Contraloría General de Cuentas (CGC), entre otras instituciones. “Tener personas afines en esos puestos les puede ayudar en un año electoral, pues pueden bloquear a sus rivales pero también están buscando protegerse ellos mismos”, finaliza.