Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Centroamérica supera el temor a quedarse “tirado” en auto eléctrico

Arte: 1000ton@
Braulio Palacios
05 de marzo, 2024

Los autos eléctricos transitan en las carreteras centroamericanas desde hace varios años. Al tiempo que incrementa su número, disminuye el temor de sus usuarios a quedarse sin carga. Las cifras oficiales indican que existe una mayor fidelidad hacia la electromovilidad.  

En perspectiva. La Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala (AMEGUA) estima que hay más de 500 que son 100% eléctricos (no híbridos). Solo el año pasado, se vendieron 308 unidades, triplicando los registros de 2022 (82). 

  • Sergio Arévalo, vocal de AMEGUA y gerente general de Tres E, señala que el aumento de unidades eléctricas es una respuesta positiva a la Ley de Incentivos para la Movilidad Eléctrica —en vigor desde agosto de 2022—. El “boca en boca” funcionó y los vendedores conocen mejor el producto. 
  • “No conozco a una persona que se haya arrepentido de comprar un vehículo eléctrico. De hecho, yo soy usuario desde hace dos años. Me fue tan bien que le compré uno a mi esposa”, cuenta.  
  • Algo que han aprendido los usuarios es que la batería se recarga durante la conducción. Eso marca un diferencial respecto a los de combustión, cuyo tanque se vacía de gasolina progresivamente. 

Punto clave. Los usuarios han comprendido que en el 90% de los casos las recargas son residenciales. En los países de Centroamérica las distancias recorridas por día son cortas (entre 30 y 50 km), así que las cargas son para “llegar al siguiente destino”. 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
  • La mayoría de los vehículos vendidos en el istmo incluyen un cargador. Las recargas públicas se consideran “innecesarias” porque los vehículos tienen autonomías que van desde los 300 a 600 km.  
  • Un ejemplo de esto son los tres cargadores públicos ubicados en Tecpán, a unos 50 km de la Ciudad de Guatemala. Son poco utilizados. “Hay quienes viajan a Quetzaltenango con una carga completa y no tienen ningún problema”, agrega Arévalo.  
  • El mito de que en Guatemala no hay una red o infraestructura para abastecer los eléctricos ya no es válido. Para tranquilidad de los usuarios hay 62 puntos de carga públicos. Se espera que aumenten a medida que haya más unidades.  

Hemeroteca. La industria de la electromovilidad en Centroamérica ha tenido un crecimiento notable, cada una a su ritmo. Un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) indica que el mayor número está en Costa Rica, con 12.000. Le sigue Panamá con 4,000. 

  • El año pasado, se concretó la Ruta Eléctrica Norte que conectó la llamada Ruta Centroamericana con México. Esto significa que el trayecto puede recorrerse con paradas para recargas. 
  • Lo anterior se logró gracias a la Ruta Eléctrica Centroamericana (Guatemala-Panamá) que se hizo en 2022. El objetivo fue mostrar que la región estaba preparada para adaptarse a la electromovilidad.  
  • En febrero, la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible (ALAMOS) inauguró la Ruta Eléctrica Caribeña, un nuevo hito para la región. Se alcanzan así cinco rutas: Centroamericana, Norte, Andina, Cono Sur y Caribeña. “Somos 14 países trabajando juntos para promover la movilidad eléctrica en LatAm”, dijo su presidenta, Silvia Rojas.  

Balance. Rodrigo Cáceres es un usuario guatemalteco que importó un vehículo 100% eléctrico (para uso en ciudad) directamente desde China en septiembre. El auto, marca BYD, costó entre Q100,000 y Q150,000. En su criterio hizo una “buena inversión”.  

  • El auto tiene una autonomía de 400 km. Para Cáceres, el transporte le sale “gratis” porque instaló paneles solares en casa. De hacerlo, debería cargar la batería cada 10 días. La carga le costaría Q75 (para 400 km). Para un guatemalteco que recorre 500 km al mes en uno combustión, la factura puede llegar a Q1,000, según fluctúen los precios. 
  • “El primer paradigma que debe olvidar un usuario es que está obligado a usar un cargador público. Las cargas se hacen en casa; una lenta requiere seis horas. Es como cargar el celular para que dure todo el día. La ansiedad de que uno se va a quedar tirado no tiene sentido”, concluye. 
  • Para Arévalo, lo ocurrido en Guatemala es algo que pasó en todo el mundo: adopción exponencial. Si bien los automóviles más comunes en las calles son para uso diario (sedán, moto), en el mercado guatemalteco se espera un boom entre las empresas. “2023 fue para llevar a cabo planes piloto. Este año muchas harán la transición en sus flotillas. Eso llevará a muchos abrir los ojos”.  
SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Centroamérica supera el temor a quedarse “tirado” en auto eléctrico

Arte: 1000ton@
Braulio Palacios
05 de marzo, 2024

Los autos eléctricos transitan en las carreteras centroamericanas desde hace varios años. Al tiempo que incrementa su número, disminuye el temor de sus usuarios a quedarse sin carga. Las cifras oficiales indican que existe una mayor fidelidad hacia la electromovilidad.  

En perspectiva. La Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala (AMEGUA) estima que hay más de 500 que son 100% eléctricos (no híbridos). Solo el año pasado, se vendieron 308 unidades, triplicando los registros de 2022 (82). 

  • Sergio Arévalo, vocal de AMEGUA y gerente general de Tres E, señala que el aumento de unidades eléctricas es una respuesta positiva a la Ley de Incentivos para la Movilidad Eléctrica —en vigor desde agosto de 2022—. El “boca en boca” funcionó y los vendedores conocen mejor el producto. 
  • “No conozco a una persona que se haya arrepentido de comprar un vehículo eléctrico. De hecho, yo soy usuario desde hace dos años. Me fue tan bien que le compré uno a mi esposa”, cuenta.  
  • Algo que han aprendido los usuarios es que la batería se recarga durante la conducción. Eso marca un diferencial respecto a los de combustión, cuyo tanque se vacía de gasolina progresivamente. 

Punto clave. Los usuarios han comprendido que en el 90% de los casos las recargas son residenciales. En los países de Centroamérica las distancias recorridas por día son cortas (entre 30 y 50 km), así que las cargas son para “llegar al siguiente destino”. 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
  • La mayoría de los vehículos vendidos en el istmo incluyen un cargador. Las recargas públicas se consideran “innecesarias” porque los vehículos tienen autonomías que van desde los 300 a 600 km.  
  • Un ejemplo de esto son los tres cargadores públicos ubicados en Tecpán, a unos 50 km de la Ciudad de Guatemala. Son poco utilizados. “Hay quienes viajan a Quetzaltenango con una carga completa y no tienen ningún problema”, agrega Arévalo.  
  • El mito de que en Guatemala no hay una red o infraestructura para abastecer los eléctricos ya no es válido. Para tranquilidad de los usuarios hay 62 puntos de carga públicos. Se espera que aumenten a medida que haya más unidades.  

Hemeroteca. La industria de la electromovilidad en Centroamérica ha tenido un crecimiento notable, cada una a su ritmo. Un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) indica que el mayor número está en Costa Rica, con 12.000. Le sigue Panamá con 4,000. 

  • El año pasado, se concretó la Ruta Eléctrica Norte que conectó la llamada Ruta Centroamericana con México. Esto significa que el trayecto puede recorrerse con paradas para recargas. 
  • Lo anterior se logró gracias a la Ruta Eléctrica Centroamericana (Guatemala-Panamá) que se hizo en 2022. El objetivo fue mostrar que la región estaba preparada para adaptarse a la electromovilidad.  
  • En febrero, la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible (ALAMOS) inauguró la Ruta Eléctrica Caribeña, un nuevo hito para la región. Se alcanzan así cinco rutas: Centroamericana, Norte, Andina, Cono Sur y Caribeña. “Somos 14 países trabajando juntos para promover la movilidad eléctrica en LatAm”, dijo su presidenta, Silvia Rojas.  

Balance. Rodrigo Cáceres es un usuario guatemalteco que importó un vehículo 100% eléctrico (para uso en ciudad) directamente desde China en septiembre. El auto, marca BYD, costó entre Q100,000 y Q150,000. En su criterio hizo una “buena inversión”.  

  • El auto tiene una autonomía de 400 km. Para Cáceres, el transporte le sale “gratis” porque instaló paneles solares en casa. De hacerlo, debería cargar la batería cada 10 días. La carga le costaría Q75 (para 400 km). Para un guatemalteco que recorre 500 km al mes en uno combustión, la factura puede llegar a Q1,000, según fluctúen los precios. 
  • “El primer paradigma que debe olvidar un usuario es que está obligado a usar un cargador público. Las cargas se hacen en casa; una lenta requiere seis horas. Es como cargar el celular para que dure todo el día. La ansiedad de que uno se va a quedar tirado no tiene sentido”, concluye. 
  • Para Arévalo, lo ocurrido en Guatemala es algo que pasó en todo el mundo: adopción exponencial. Si bien los automóviles más comunes en las calles son para uso diario (sedán, moto), en el mercado guatemalteco se espera un boom entre las empresas. “2023 fue para llevar a cabo planes piloto. Este año muchas harán la transición en sus flotillas. Eso llevará a muchos abrir los ojos”.