Desilusión e incertidumbre invaden a los migrantes en Ciudad Juárez
El Título 42 fue invocado durante el gobierno de Donald Trump, con lo cual se trató de evitar el ingreso del virus del covid-19 al territorio estadounidense.
Una semana después del anuncio de la continuidad en la aplicación del Título 42, para expulsar de Estados Unidos de forma exprés a indocumentados durante la pandemia de covid-19, la desilusión e incertidumbre se han instalado en miles de migrantes de distintos países que permanecen en la mexicana Ciudad Juárez, estado de Chihuahua.
El fin de la medida se había anunciado para el 23 de mayo y ante eso un gran número de indocumentados de países del Caribe, Centro y Sudamérica pensaron que podrían cruzar por esta frontera hacia EE. UU. y así cumplir su sueño americano, pero tres días antes, un juez de Luisiana frenó la decisión del gobierno de Joe Biden.
La norma es una medida de deportación rápida de indocumentados amparada en la pandemia que impusieron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en 2020, durante el mandato de Donald Trump, y que permaneció en vigor bajo la administración de Biden.
Piden apoyo
El pasado lunes 23 de mayo, cientos de haitianos se congregaron afuera de la catedral de Ciudad Juárez para solicitar apoyo a las autoridades eclesiásticas en un último intento de arreglar su situación migratoria, esto debido a que los caribeños pensaban que estaba cerca la apertura de la frontera entre ambos países.
Tres días antes el gobierno estadounidense se mantenía en su decisión de eliminar la medida, pero el juez Robert Summerhays, del estado de Luisiana, ordenó continuar con la implementación de esta ley acabando así con la posibilidad de levantarla y también con la ilusión de los migrantes.
Altamente desilusionada y hasta cierto punto desesperada, Doris Centeno, de origen hondureño y quien tiene tres meses viviendo en el albergue Casa del Migrante en Ciudad Juárez, dijo que al enterarse de la vigencia del Título 42 sintió que sus sueños se truncaron, pero "con mucha fe le pido a Dios fuerzas" para seguir esperando arreglar su estatus migratorio.
Desilusión e incertidumbre invaden a los migrantes en Ciudad Juárez
El Título 42 fue invocado durante el gobierno de Donald Trump, con lo cual se trató de evitar el ingreso del virus del covid-19 al territorio estadounidense.
Una semana después del anuncio de la continuidad en la aplicación del Título 42, para expulsar de Estados Unidos de forma exprés a indocumentados durante la pandemia de covid-19, la desilusión e incertidumbre se han instalado en miles de migrantes de distintos países que permanecen en la mexicana Ciudad Juárez, estado de Chihuahua.
El fin de la medida se había anunciado para el 23 de mayo y ante eso un gran número de indocumentados de países del Caribe, Centro y Sudamérica pensaron que podrían cruzar por esta frontera hacia EE. UU. y así cumplir su sueño americano, pero tres días antes, un juez de Luisiana frenó la decisión del gobierno de Joe Biden.
La norma es una medida de deportación rápida de indocumentados amparada en la pandemia que impusieron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en 2020, durante el mandato de Donald Trump, y que permaneció en vigor bajo la administración de Biden.
Piden apoyo
El pasado lunes 23 de mayo, cientos de haitianos se congregaron afuera de la catedral de Ciudad Juárez para solicitar apoyo a las autoridades eclesiásticas en un último intento de arreglar su situación migratoria, esto debido a que los caribeños pensaban que estaba cerca la apertura de la frontera entre ambos países.
Tres días antes el gobierno estadounidense se mantenía en su decisión de eliminar la medida, pero el juez Robert Summerhays, del estado de Luisiana, ordenó continuar con la implementación de esta ley acabando así con la posibilidad de levantarla y también con la ilusión de los migrantes.
Altamente desilusionada y hasta cierto punto desesperada, Doris Centeno, de origen hondureño y quien tiene tres meses viviendo en el albergue Casa del Migrante en Ciudad Juárez, dijo que al enterarse de la vigencia del Título 42 sintió que sus sueños se truncaron, pero "con mucha fe le pido a Dios fuerzas" para seguir esperando arreglar su estatus migratorio.