La protesta de los maestros obedece a que los insumos no han llegado a los centros escolares, como además de pupitres y la valija didáctica. A esta protesta se suman los padres de familia, quienes exigen que se les asignen maestros en localidades donde hacen falta. 

Pérez Molina explicó que, según un reporte, el 95 por ciento de los centros educativos están funcionando adecuadamente, y el otro cinco por ciento no está impartiendo clases, e hizo un llamado para que vuelvan a sus actividades. 

Según el Ministerio de Educación (Mineduc) en 1,200 escuelas de Sololá e Izabal, un aproximado de 300 mil estudiantes no han recibido clases desde que empezó el ciclo escolar, porque los maestros apoyan las medidas del Sindicato de Trabajadores de la Educación en Guatemala (Steg) que continúa en asambleas permanentes. 

Se evidencia que el magisterio sigue dividido, algunos apoyan las acciones de Joviel Acevedo y otros han optado por desconocerlo y ejercer sus labores docentes.
Incluso líderes magisteriales de varios departamentos responsabilizan y hacen cómplice al Mineduc, por no emitir sanciones contra los docentes que no están cumpliendo con su trabajo. 

Mientras que el Sindicato Autónomo Magisterial de Guatemala (Samgua), indicó que el 70 por ciento de maestros si están en las aulas y es un grupo pequeño el que apoya a Acevedo. 

Con la presión que ejerció el magisterio, y el sindicato de Salud Publica al Legislativo hace unos días, se aprobó de Urgencia Nacional la ampliación por Q1,500 millones para ambas carteras, Q1 mil millones, para Educación y Q500 para el sector Salud. 

Otto Pérez puntualizó que ya hubo un esfuerzo de parte del Organismo Legislativo para aprobar la ampliación del techo presupuestario y el Ejecutivo ya entregó el cronograma de cómo los recursos van a ir siendo depositados para los programas escolares. Según el mandatario no tienen porque buscar pretextos para tener a los niños sin educación.